Patatas a la importancia

Cuentan que las patatas a la importancia fueron bautizadas con este divertido nombre por la se?ora Emilia Pardo Baz¨¢n, aunque no hay constancia de ello en sus libros La cocina espa?ola antigua (1913) y La cocina espa?ola moderna (1918), seg¨²n rese?an en Gastroactitud sin consignar la fuente. Me da igual, cualquier excusa es buena para mencionar a do?a Emilia: ¡°Hay platos de nuestra cocina nacional que no son menos curiosos ni menos hist¨®ricos que una medalla, un arma o un sepulcro¡±. Do?a Emilia. Do?a Emilia. Do?a Emilia.

Sin embargo, hay otras voces que atribuyen el nacimiento de este plato a la posguerra de la Guerra Civil y que lo sit¨²an en Castilla y Le¨®n, concretamente en Palencia. En cualquier caso, sea este plato de patatas envueltitas de las postrimer¨ªas del siglo XIX o de mediados del XX, el prop¨®sito es uno solo: engordar con un rebozado unas humildes patatas y obtener una salsa sustanciosa. De ah¨ª su ir¨®nico nombre, de darles importancia a las patatas, presuponiendo que estas tienen poca per se. Un plato sencillo y muy econ¨®mico -excepto por el azafr¨¢n, que podemos omitir- que extrae oro puro de los ingredientes m¨¢s corrientes, porque os aseguro que el sabor final es estupendo.

Confinados como estamos, se agradecen f¨®rmulas que transformen ingredientes que todos tenemos en la cocina (o deber¨ªamos) como patatas, cebolla, huevos, harina, ajo y aceite de oliva, en un platillo delicioso. Especialmente dirigido a todos aquellos que entr¨¢is en la cocina solamente para coger la bolsa de Doritos.

?Qu¨¦ necesito?

Es que huyo de la fritura como alma que lleva el diablo

¡°Ya, t¨² todo lo ves muy f¨¢cil, pero¡­ me da pavor la sart¨¦n llena de aceite caliente, sea de oliva o de motor de coche, que yo soy muy manazas¡±. No queremos presionarte, pero deber¨ªas intentar fre¨ªr algo alguna vez en la vida y, francamente, esta cuarentena nos parece la ocasi¨®n perfecta. Estas patatas no saltan, no son como un huevo frito, y una buena parte de la gracia est¨¢ precisamente en ese rebozadito que les aporta m¨¢s sabor. ?Que esto de rebozar dos veces, una en harina y otra en huevo te parece una complicaci¨®n? ?Que no quieres poner la cocina perdida porque te da pereza limpiar el l¨ªo que vas a montar? Jom¨ªo, si no tienes otra cosa que hacer.

Si aun as¨ª optas por evitar la fritura, siempre puedes hacerte unas patatitas guisadas, sin m¨¢s. Obvia el rebozado y la fritura de las patatas, pero c¨®rtalas igualmente en rodajillas. Sigue nuestro m¨¦todo desde la instrucci¨®n n¨²mero 4 para hacerte unas patatas en salsa; quiz¨¢ tengas que cocerlas algo m¨¢s de tiempo en lugar de los 20-25 minutos, pero el sabor ser¨¢ igualmente rico, y te subir¨¢ la autoestima.

Es que no tengo todos los ingredientes precisos

Ya te vale, porque m¨¢s b¨¢sicos no pueden ser. Vamos a ver:

• No tengo vino: no pasa nada, no lo pongas.
• Pero tengo cubitos de caldo, ?los puedo usar en lugar de poner el agua sola? No es nuestra opci¨®n preferida, pero te pueden sacar de un apuro, que ah¨ª es donde estamos. Adelante.
• No tengo harina normal, solo una harina rara que se dej¨® olvidada mi compa?era de piso: para la harina de rebozar puedes usar casi lo que quieras, desde harina corriente a harina de avena a harina de arroz o incluso integral, pasando por maicena.
• No tengo cebolla: tampoco pasa nada, no la pongas.
• No tengo perejil: ya me est¨¢s poniendo de los nervios. No lo pongas.
• No tengo ajos, pero en la despensa ha aparecido un frasco de ajo deshidratado: a?ade una cucharadita en lugar de los dientes de ajo majados; aceptamos pulpo como animal de compa?¨ªa porque estamos en cuarentena.
• No tengo azafr¨¢n: no pasa nada, no lo pongas.

Por lo menos tus patatas ser¨¢n la bomba, ?no?

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