Ensalada de tomate, melocot¨®n e higos

Tres ingredientes que adoro y coinciden en el final de verano: los tomates rosas de Barbastro, el melocot¨®n de Calanda y los higos cuello de dama (me gustan tanto los blancos como los negros, no me hag¨¢is escoger). En este a?o especialmente caluroso -un saludo a los negacionistas del cambio clim¨¢tico- podemos encontrar tomates de muchas otras variedades, pero habitualmente el de Barbastro es una de las variedades m¨¢s tard¨ªas y normalmente se cosecha hasta entrado octubre, aunque el a?o pasado la campa?a dur¨® hasta mediados de noviembre (tambi¨¦n por las altas temperaturas).

La combinaci¨®n de tomate y melocot¨®n puede resultar extra?a la primera vez que oyes hablar de ella, pero una vez la pruebas -ya sea en formato ensalada o sopa fr¨ªa- te enamoras sin remedio de c¨®mo combinan su sabor y textura. Normalmente la preparo con melocot¨®n de Calanda, otra de las joyas de esta temporada que este a?o por desgracia perdi¨® m¨¢s de la mitad de su producci¨®n en el mes de julio, como consecuencia de una granizada en la que cayeron hielos del tama?o de pelotas de p¨¬ng pong; por eso son m¨¢s dif¨ªciles de encontrar (y tambi¨¦n m¨¢s caros).

Los higos y la cebolla dulce pueden parecer un a?adido todav¨ªa m¨¢s raro, pero siguen funcionando m¨¢s que bien en este plato. Los primeros aportan esa carnosidad caracter¨ªstica y un punto de miel, y la cebolla previamente remojada durante un rato en vinagre pone un contraste sabroso que levanta el conjunto. Un buen aceite de oliva virgen extra -este verano he descubierto el ecol¨®gico de la cooperativa de aceites del Matarranya, en Calaceite, donde pas¨¦ unos d¨ªas de vacaciones, una bomba de sabor de primera prensada en fr¨ªo- y poco m¨¢s necesitaremos para disfrutar de esta ensalada que nos lleva del verano al oto?o.

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