Ray¡¯s Chippy, el restaurante de ¡®fish and chips¡¯ m¨¢s antiguo de Benidorm

¡°El pescado y las patatas fritas se han dado por sentados como una caracter¨ªstica distintiva del modo de vida brit¨¢nico¡±, escribi¨® Walton en su art¨ªculo de 1989 Fish and Chips and the British Working Class (El pescado y las patatas fritas y la clase obrera brit¨¢nica). Sin embargo, insisti¨® en que el plato nacional es un alimento b¨¢sico de las clases trabajadoras y as¨ª permaneci¨® hasta finales del siglo XX, justo cuando se inaugur¨®, en 1979, el chippy ¡ªt¨¦rmino coloquial para referirse a un restaurante de pescado y patatas fritas¡ª m¨¢s antiguo de Benidorm.

Ray, el fundador de este pintoresco restaurante de seis mesas en el casco hist¨®rico, lleg¨® a Espa?a en 1974, cuando los paquetes tur¨ªsticos baratos pusieron el pa¨ªs al alcance de los brit¨¢nicos de clase trabajadora, la mayor¨ªa de los cuales nunca antes hab¨ªan estado en el extranjero. Teresa Poveda, actual propietaria de Ray¡¯s Chippy, fue una de aquellas turistas que visitaron Benidorm en 1979.

Poveda ten¨ªa 18 a?os cuando se vino dos semanas de vacaciones a Benidorm. Durante los primeros d¨ªas ya conoci¨® al que ser¨ªa su futuro marido, Juan ?ngel Poveda Chumillas, que trabajaba en el hotel donde se alojaba. Cuatro a?os despu¨¦s, al terminar sus estudios de peluquer¨ªa en Reino Unido, Teresa se traslad¨® a Benidorm para estar con Juan ?ngel, pero, en cuanto se qued¨® embarazada, a este le obligaron a hacer el servicio militar, as¨ª que ella se fue a vivir con la familia de ¨¦l a Cuenca y trabaj¨® en la granja familiar. ¡°Conduc¨ªa un tractor en el campo, luego mi suegra me arrastraba por los supermercados intentando ense?arme espa?ol. Llor¨¦ y llor¨¦, no habl¨¦ ingl¨¦s con nadie durante a?os. Aprend¨ª espa?ol r¨¢pido porque no ten¨ªa otra: quer¨ªa quedarme en Espa?a¡±, dice.

En 1990, la pareja volvi¨® a Benidorm con su hija, Teresa Poveda Gunn (conocida cari?osamente como ¡°Teresilla¡±), y Poveda madre dio con un puesto vacante de camarera en Ray¡¯s Chippy. Despu¨¦s de trabajar juntos unos a?os, Ray decidi¨® volver a Inglaterra para jubilarse y ella se hizo cargo del negocio. Compr¨® el local, pero no cambi¨® nada, ni siquiera el nombre, porque as¨ª es como lo conoc¨ªa todo el mundo. ¡°Si no est¨¢ roto, ?para qu¨¦ arreglarlo?¡±, pregunta.

Hoy, Poveda cocina y Teresilla trabaja como camarera. ¡°Nos criamos aqu¨ª¡±, dice la hija. ¡°Cuando ¨¦ramos ni?os, ven¨ªamos aqu¨ª despu¨¦s del colegio y los fines de semana para ayudar, lavando platos y cosas as¨ª. Cuando termin¨¦ mis estudios, necesitaba empezar a trabajar enseguida, as¨ª que me vine a trabajar con mi madre en el restaurante, y aqu¨ª estoy¡±.

Durante 45 a?os, el cl¨¢sico restaurante ingl¨¦s ha sido el primer destino de los turistas brit¨¢nicos de clase trabajadora en busca de grandes porciones de bacalao tierno, con rebozado de cerveza, servido bien caliente con patatas fritas, que Poveda corta frescas cada ma?ana. Y como guarniciones, pur¨¦ de guisantes y pan de molde blanco brit¨¢nico untado generosamente con mantequilla y listo para que te hagas tu propio chip butty (sandwich de patatas fritas), sazonado generosamente con las grandes botellas de sal y vinagre de malta que hay en todas las mesas. Todo ello servido con las tradicionales teteras de t¨¦ Tetley¡¯s, como siempre se ha hecho.

En la carta tambi¨¦n hay algunos platos cl¨¢sicos de la clase trabajadora brit¨¢nica: empanada de ternera, empanada de Cornualles y salchicha de cerdo rebozada, adem¨¢s de dos postres calientes: tarta de manzana y sticky toffee pudding (pud¨ªn de d¨¢tiles y tofe), ambos servidos con natillas calientes.

Es t¨ªpicamente brit¨¢nico hasta el horario: Ray¡¯s abre temprano, permanece abierto todo el d¨ªa y cierra pronto: de 12:00 a 19:30 horas en invierno y a las 21:30 horas en verano. La decoraci¨®n es una maravillosa mezcla de culturas europeas. La mitad inferior de las paredes est¨¢n decoradas con robustos azulejos andaluces y las superiores son de tem¨¢tica marinera, con nudos, redes de pesca y cuadros de la costa. Los bancos de madera parecen casi alpinos y las cortinas de red son t¨ªpicas de cualquier sal¨®n espa?ol, pero el centro de todas las miradas es la intrincada tetera pintada a mano de una tienda tradicional de fish and chips. Por ¨²ltimo, no hay que perderse el toldo beige del exterior, en el que se lee con orgullo The Oldest Chippy in Benidorm, Est. 1979 (El chippy m¨¢s antiguo de Benidorm, establecido en 1979).

¡°Este sitio no ha cambiado desde que abri¨®¡±, explica Poveda hija. ¡°Cada vez que les decimos a los clientes que estamos pensando en hacer una reforma, nos dicen que no lo hagamos porque llevan generaciones viniendo aqu¨ª, trayendo a sus hijos y nietos, y no quieren que cambie nada. Tiene un verdadero valor nost¨¢lgico¡±. Su madre menciona que tienen algunos famosos asiduos, entre ellos un m¨²sico del grupo de rock Genesis y muchas personalidades de la televisi¨®n brit¨¢nica que han frecuentado el chippy a lo largo de los a?os. ¡°Ni siquiera hacemos publicidad¡±, dice la m¨¢s joven, ¡°la gente s¨®lo viene por el boca a boca, y eso nos mantiene ocupados todos los d¨ªas¡±.

A medida que Poveda madre se acerca a la jubilaci¨®n, su sobrino Martin Emery ha decidido trasladarse del norte de Inglaterra a Benidorm y hacerse cargo de Ray¡¯s. ¡°Mejor esto a que te est¨¦ lloviendo hasta de lado¡±, bromea sobre el tiempo en Reino Unido, y explica que est¨¢ emocionado con el futuro. ¡°Me quedan 30 a?os hasta que me jubile, momento en el que Ray¡¯s cumplir¨¢ 75 a?os¡±. Emery planea hacer cambios m¨ªnimos en el restaurante y, lo m¨¢s importante, mantener a Poveda hija al frente de la sala. ¡°No est¨¢ roto, ?para qu¨¦ arreglarlo?¡±, dice, citando el lema familiar.

La familia ha conseguido hacer de Ray¡¯s Chippy un lugar familiar para tres generaciones de veraneantes brit¨¢nicos de clase trabajadora, pero sus clientes espa?oles tambi¨¦n van en aumento. ¡°Cuando abrimos¡±, explica Poveda hija, ¡°los espa?oles no sol¨ªan ir de vacaciones al extranjero, pero ahora lo hacen cada vez m¨¢s y, cuando van al Reino Unido, prueban el fish and chips. As¨ª que cuando vienen de vacaciones a Benidorm, muchos procedentes de Madrid, nos encuentran y quieren volver a probarlo¡±.

Un espa?ol asoma la cabeza por la puerta y pregunta por el chippy, diciendo que su hijo lo visit¨® hace unos a?os y le recomend¨® ir. ¡°La freidora a¨²n se est¨¢ calentando, pero abriremos pronto¡±, dice Poveda madre desde detr¨¢s de la barra. La hija coge una carta en espa?ol y se la entrega, explic¨¢ndole los tipos de comida que tienen. ?l le da las gracias y promete volver.

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