Punto final para Enrique de Inglaterra y Meghan Markle
Los duques de Sussex salen oficialmente de la familia real el martes con el desafecto de los brit¨¢nicos
Abuela al fin y al cabo, el d¨ªa en que Isabel II impuso a su nieto Enrique unas f¨¦rreas condiciones a la hora de soltar amarras de la casa de los Windsor tambi¨¦n a?adi¨® que siempre ser¨¢ ¡°bienvenido¡± si en alg¨²n momento se replantea regresar al redil. En v¨ªsperas de que el duque de Sussex y Meghan Markle abandonen oficialmente la familia real brit¨¢nica, el pr¨®ximo martes 31, la brecha entre el pr¨ªncipe d¨ªscolo y sus parientes de sangre azul se ha visto sin embargo ensanchada. La escapada de la pareja a California, desde su residencia provisional canadiense, echa por tierra toda pretensi¨®n de un retorno al Reino Unido para aportar su granito en plena crisis del coronavirus.
El repentino traslado de los Sussex y su hijo Archie a Los ?ngeles se produjo muy poco antes de que los gobiernos de Estados Unidos y Canad¨¢ decretaran el cierre de fronteras. Diversos medios brit¨¢nicos aseguran ¨Ccitando sus habituales fuentes palaciegas an¨®nimas- que sencillamente aceleraron su plan primigenio de instalarse definitivamente en una ciudad en la que Meghan tiene numerosos amigos de su etapa de actriz, puede contar con el apoyo de su madre (la profesora de yoga y residente angelina Doria Lagland) y, como sibilinamente se subraya, tiene m¨¢s a mano a los productores de la meca de Hollywood. El despiadado, y para muchos injusto o hasta racista, retrato que los tabloides nacionales vienen proyectando de esta profesional hecha a s¨ª misma, de 38 a?os, empieza a tener mayor calado entre el p¨²blico brit¨¢nico.
En un momento en que el grueso de la poblaci¨®n de las islas vive confinada a causa del Covid 19, las noticias relacionadas con los Sussex hablan del inminente estreno de un documental ecol¨®gico de Disney, Elefantes, en el que Meghan ha puesto su voz. O se recuerda el testimonio grabado de c¨®mo Enrique aprovech¨® el encuentro con el gran jefe de la Disney, Bob Iger, con ocasi¨®n de un estreno cinematogr¨¢fico en Londres el pasado verano, para promocionar el talento de su mujer. La pareja est¨¢ perdiendo la batalla de las relaciones p¨²blicas en el Reino Unido, un pa¨ªs hasta hace poco dividido, pero en general comprensivo, ante la decisi¨®n del pr¨ªncipe de iniciar una nueva vida a costa de renunciar al grueso de sus privilegios. De dejar de utilizar el t¨ªtulo de su alteza real (¡°llamadme Enrique a secas¡±, viene espetando a sus interlocutores en los ¨²ltimos tiempos), de perder sus queridos t¨ªtulos de capit¨¢n general de los Reales Infantes de Marina o de comandante de honor de las Fuerzas A¨¦reas Reales. Tambi¨¦n de dejar de percibir fondos p¨²blicos o a que el erario p¨²blico le pague los casi tres millones de euros gastados en la reforma de su residencia en Windsor (Frogmore Cottage), que el matrimonio seguir¨¢ reteniendo para sus estancias en suelo brit¨¢nico.
Si nos atenemos a las filtraciones de los tabloides ¨Csesgadas pero tambi¨¦n en la l¨ªnea de frente de la informaci¨®n sobre los royals- The Sun supo en enero de los planes de espantada de la pareja antes de que fueran oficiales y tambi¨¦n que la pandemia del coronavirus habr¨ªa acercado a Enrique a su familia, especialmente desde que su padre y heredero de la corona, el pr¨ªncipe Carlos, confirmara que dio positivo en las pruebas de detecci¨®n y permanece recluido en el castillo escoc¨¦s de Balmoral en compa?¨ªa de Camila. Am¨¦n de la preocupaci¨®n por su abuela, de 93 a?os, confinada en Windsor junto al nonagenario duque de Edimburgo. Enrique mantiene un contacto permanente con los suyos pero, al tiempo, acaba de ejecutar lo que sus cr¨ªticos han bautizado como el Megxit 2, es decir, una segunda escapada.
De nuevo fuentes del entorno real han revelado al sitio web del Daily Mail c¨®mo en palacio se suben por las paredes tras la decisi¨®n del pr¨ªncipe de instalarse en tierras californianas, a los pocos meses de declarar que hab¨ªa elegido Canad¨¢ ¨Cen el exclusivo enclave de la isla de Vancouver¨C como residencia por tratarse de un pa¨ªs miembro de la Commonwealth, donde Isabel II rige sobre el papel como jefe de Estado. ¡°Estupefactos y horrorizados¡± son los ep¨ªtetos que recogen sobre el descarte de la pareja, o al menos del duque de Sussex, de arropar personalmente a su familia durante una de las peores crisis que afronta el pa¨ªs desde la Segunda Guerra Mundial.
La historia reciente de los Windsor, de sus trifulcas, del sinf¨ªn de crisis matrimoniales con el Dianagate a la cabeza, tiene su ¨²ltimo cap¨ªtulo en ese pr¨ªncipe que a pesar de muchos vaivenes vitales y de sus (p¨²blicamente reconocidos) problemas psicol¨®gicos a resultas de la muerte prematura de la madre siempre ha sido uno de los miembros m¨¢s queridos de la familia real brit¨¢nica. La fecha del pr¨®ximo martes estaba inscrita en el calendario como la de su huida hacia adelante al lado de una mujer con las ideas claras que le hace feliz. En ese punto contaba con las simpat¨ªas de los s¨²bditos de su abuela y monarca, porque Enrique siempre cay¨® bien. En estos momentos de alerta nacional, su figura empieza a desdibujarse de las querencias de los brit¨¢nicos como la de un ser cada d¨ªa m¨¢s lejano y desapegado del trauma nacional en ciernes. No quiso regresar y se le tendr¨¢ en cuenta.
Vecinos de relumbr¨®n
La nueva singladura angelina de los duques de Sussex les ha instalado como vecinos de un mundillo de Hollywood en el que Meghan Markle se mueve como pez en el agua. Nunca lleg¨® a dar el gran salto a la gran pantalla, pero su papel en la serie televisiva 'Suits' le report¨®, am¨¦n de unos 450.000 d¨®lares anuales, una red de contactos y de amigos que proyectaron el glamour de las estrellas a su boda con Enrique, el 19 de mayo de 2018. Los actores Idris Elba y George Clooney ¨Ceste ¨²ltimo acompa?ado de su medi¨¢tica esposa, la abogada Amal Clooney- o la todopoderosa estrella televisiva Oprah Winfrey fueron algunos de los nombres que desfilaron aquel d¨ªa por la capilla de St George, en Windsor, relegando a muchos royals de cuna a un segundo plano. La n¨®mina de luminarias que tienen residencia pr¨®xima a la urbanizaci¨®n elegida por los Sussex en Bel-Air incluye a David y Victoria Beckham, al actor que encarn¨® al marido de Meghan en Suits (Patrick J Adams) o a la estrella del pop Nick Jonas y su mujer, la actriz Priyanka Chopra. Enrique podr¨¢ tambi¨¦n pasar m¨¢s tiempo con uno de sus grandes amigos, el jugador de polo argentino y modelo de Ralph Lauren, Nacho Figueras.
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