Michael Jordan y los Bulls: ¨¦xito, discordia y desenfreno en la NBA
La serie ¡®The Last Dance¡¯ indaga en la saga del icono del deporte mundial con im¨¢genes in¨¦ditas y revelaciones 22 a?os despu¨¦s de su sexto t¨ªtulo
Es un adicto a las apuestas y al golf, bebe, le gusta fumar puros y en la cancha de baloncesto es capaz de vacilar hasta la humillaci¨®n al mejor de sus rivales y ser terriblemente cruel con el m¨¢s torpe de sus compa?eros. As¨ª fue tambi¨¦n Michael Jordan durante su carrera, adem¨¢s de ser un deportista excepcional e idolatrado, hasta tales extremos que, en 1994, cuando ten¨ªa 31 a?os, ya se le erigi¨® una estatua de bronce ante el United Center, el pabell¨®n de su equipo en Chicago.
Se cas¨® dos veces, con Juanita Vanoy en 1989 y con Yvette Prieto en 2011, es padre de cinco hijos, actor (Space Jam), propietario de un equipo de la NBA (Charlotte) y multimillonario. Tiene 57 a?os, se retir¨® hace 17 y contin¨²a siendo el deportista con m¨¢s ingresos anuales, con unos 145 millones de d¨®lares, seg¨²n Forbes, gracias, sobre todo, a su contrato vitalicio con Nike y su firma asociada Jordan Brand.
Su leyenda no caduca. Tampoco decae el inter¨¦s por los Bulls de 1998 y aquella triunfal y tormentosa temporada, cerrada por MJ con una canasta a falta de seis segundos para la conclusi¨®n del duelo en la final ante Utah Jazz. Fueron los mejores, una dinast¨ªa en la NBA y un icono para el deporte mundial. Resonaba la batalla de antagonismos y enfrentamientos en aquel equipo, sobre todo con los despachos y su director general Jerry Krause. ¡°?Eh, Jerry! Este autob¨²s va mucho m¨¢s r¨¢pido que ayer, cuando no estaba tu culo gordo aqu¨ª¡±, llegaba a mofarse de ¨¦l Michael Jordan en presencia del resto del equipo.
The Last Dance es la serie documental que, 22 a?os despu¨¦s, emite las privilegiadas im¨¢genes de los espacios m¨¢s privados de aquel equipo, vestuarios, habitaciones de hotel, autobuses y aviones o despachos, al tiempo que lograba algo excepcional: seis t¨ªtulos de la NBA en ocho temporadas, desde 1990 hasta 1998. M¨¢s de dos d¨¦cadas despu¨¦s, se mantiene el inter¨¦s por cuanto aconteci¨® aquella temporada triunfal para los Bulls, pese a sus disensiones internas, a saber que iba a ser el ¨²ltimo a?o de su entrenador Phil Jackson con ellos, y que lo mismo pod¨ªa suceder, y sucedi¨®, con Michael Jordan.
Un circo de la coca¨ªna, marihuana y mujeres
La serie, estrenada el domingo 19 de abril en ESPN para Estados Unidos y el lunes 20 en Netflix para el resto del mundo, incluye im¨¢genes de los primeros compases de la carrera de Michael Jordan. Tambi¨¦n su relato sobre detalles de los ambientes m¨¢s insanos y perjudiciales, especialmente por la lacra de la droga y el alcohol, y que tanto perjudicaron la imagen de la NBA. Por ejemplo, estando en un hotel, durante un partido de pretemporada en su primer a?o en la Liga, MJ escuch¨® las voces de sus nuevos compa?eros en una habitaci¨®n. Le invitaron a entrar. ¡°Entr¨¦ y hab¨ªa cosas que no hab¨ªa visto en mi vida. Rayas de coca¨ªna por un lado, fumadores de marihuana por otro, mujeres¡ Era un circo. Lo primero que dije fue: ¡®Estoy fuera¡¯. A partir de ese momento estaba m¨¢s o menos solo¡±, cuenta Michael Jordan.
En el tercer episodio de la serie, la estrella de los Bulls explica c¨®mo tuvo que ir a buscar a Dennis Rodman al hotel de Las Vegas donde hab¨ªa alargado m¨¢s de la cuenta el permiso que le hab¨ªa dado Phil Jackson. ¡°Tuvimos que ir a sacar su culo de la cama. No voy a contar lo que hab¨ªa en esa cama o d¨®nde estaba o cosas por el estilo¡±, cuenta. Rodman se encontraba all¨ª con su esposa, la actriz Carmen Electra, que tambi¨¦n ha recordado la escena: ¡°Llamaron a la puerta y era Michael. Me escond¨ª. No quer¨ªa que me viera, as¨ª que me met¨ª detr¨¢s del sof¨¢ con las s¨¢banas encima¡±. Rodman, adem¨¢s del mejor reboteador de la NBA, era un personaje muy peculiar, condenado en 2008 por violencia dom¨¦stica, pareja de Madonna durante unos meses y durante los ¨²ltimos a?os amigo del l¨ªder de Corea del Norte Kim Jong-un, al que ha visitado en un par de ocasiones.
El inter¨¦s suscitado por la serie documental estrenada esta semana se traduce en los 6,1 millones de audiencia media que obtuvo la emisi¨®n del primer cap¨ªtulo, r¨¦cord de un documental de ESPN y de un programa deportivo, partidos al margen. Durante el d¨ªa siguiente a la emisi¨®n, 25 de los 30 trending topics en Twitter en Estados Unidos estaban relacionados con The Last Dance, que acapar¨® b¨²squedas en Google y nueve millones de interacciones entre Facebook, Instagram y Twitter. Se calcula que la serie reportar¨¢ unos ingresos de cuatro millones de d¨®lares para Michael Jordan, que ha anunciado que los destinar¨¢ ¨ªntegramente a causas ben¨¦ficas. Jordan, que tuvo reducir casi a la mitad los 29 millones de d¨®lares por los que vend¨ªa su mansi¨®n en Chicago, se construy¨® otra por 12,4 millones de d¨®lares en Jupiter Island (Florida), donde es vecino de Tiger Woods. Posee otra casa cerca de Charlotte valorada en 2,8 millones de d¨®lares. Su lista de patrocinadores, adem¨¢s de Nike, McDonalds, Gatorade, Hanes y NBA 2K, es muy prolija e invierte en startups de Silicon Valley.
Multimillonario y obsesivo
A lo largo de su carrera como jugador, Jordan gan¨® 93 millones de d¨®lares en concepto de salarios y ahora posee una fortuna estimada en 1.650 millones de d¨®lares, seg¨²n Forbes. En 2010 adquiri¨® la franquicia de Charlotte Hornets por 275 millones de d¨®lares y ahora su valor es de m¨¢s de mil millones. Posee un jet privado con un n¨²mero de bastidor en el que incluye el n¨²mero de su camiseta de jugador, 23, el de los t¨ªtulos que obtuvo, 6, y sus iniciales, MJ.
La estrella ha donado varios millones de d¨®lares obtenidos como indemnizaci¨®n en los pleitos que ha ganado contra compa?¨ªas que han utilizado su imagen sin permiso. En 2016 deplor¨® p¨²blicamente los enfrentamientos que se produjeron tras una serie de muertes de ciudadanos negros en incidentes con la polic¨ªa y las reacciones violentas que se produjeron. Don¨® un mill¨®n de d¨®lares al fondo de defensa legal de la Asociaci¨®n Nacional para el Progreso de las Personas Negras y al instituto para las relaciones entre la comunidad y la polic¨ªa.
La obsesi¨®n de Michael Jordan por ganar raya en lo patol¨®gico. ¡°Uno de los problemas a los que tuve que hacer frente era controlar su energ¨ªa competitiva. Pod¨ªa ser positivo, pero a menudo pod¨ªa resultar destructivo. Destrozaba a sus compa?eros en cada entrenamiento¡±, dijo Doug Collins, el entrenador de los Bulls desde 1986 hasta 1988. Eso no suced¨ªa solo en las canchas. Cuando jugaban a las cartas, las sesiones se hac¨ªan a veces interminables porque no paraba hasta demostrar que era el m¨¢s fuerte. Lo mismo suced¨ªa con el Monopoly. ¡°No soy un tirano. Los que dicen eso cometen un error de interpretaci¨®n. Soy el l¨ªder del equipo y eso me da ciertas responsabilidades. A veces tengo que darle una paliza a Luc Longley para que sea mejor jugador¡±, se justificaba entonces. En los Juegos Ol¨ªmpicos de 1992, Magic Johnson regresaba a las canchas despu¨¦s de seis meses de ausencia tras haber anunciado que ten¨ªa el virus del sida e insisti¨® para que Jordan formase parte del legendario Dream Team en Barcelona.
En 1993 su padre y el que consideraba su mejor amigo, James Jordan, fueron asesinados por dos adolescentes en un ¨¢rea de descanso de Lumberton (Carolina del Norte). Poco despu¨¦s, Michael Jordan se retir¨® por primera vez y en febrero de 1994, intentando cumplir el sue?o de su padre, firm¨® por un equipo de la Liga de B¨¦isbol. Atemper¨® un poco su car¨¢cter cuando regres¨® a la NBA en marzo de 1995. ¡°En las canchas de b¨¦isbol¡±, explica Phil Jackson, ¡°tuvo que hacer frente a la mediocridad, enfrentarse a las situaciones que conoc¨ªan muy bien muchos de sus compa?eros en el baloncesto. Se levantaba a las cinco de la ma?ana para entrenarse y a veces no llegaba a golpear ni una bola. Cuando regres¨® al baloncesto era mucho m¨¢s comprensivo y paciente con sus compa?eros¡±.
Los t¨ªtulos tambi¨¦n aplacaron su ¨¢nimo. No soportaba que le echasen en cara que no era tan bueno como Magic Johnson o Larry Bird. Los dos le reconocieron como el m¨¢s grande. La frase de Bird, despu¨¦s de que anotara 63 puntos en un partido en el Boston Garden, lo dice todo: ¡°Creo que Dios se ha disfrazado de jugador de baloncesto esta noche¡±.
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