La historia de amor de Ennio Morricone y su esposa: ¨¦l pon¨ªa la m¨²sica y ella la letra

Poco antes de morir, el legendario compositor italiano, Ennio Morricone, fallecido el lunes a los 91 a?os, escribi¨® una curiosa carta para despedirse de sus amigos y de su familia. El mensaje m¨¢s sentido fue para su esposa y compa?era durante m¨¢s de 60 a?os, Mar¨ªa Travia. ¡°A ella renuevo el amor extraordinario que nos ha mantenido juntos y que lamento abandonar. Para ella es mi m¨¢s doloroso adi¨®s¡±, se?al¨® el maestro en su misiva. Con cerca de 500 bandas sonoras a su espalda, en 2007 recibi¨® el Oscar honor¨ªfico y se lo dedic¨®, emocionado, a su mujer, que lo aplaud¨ªa desde las gradas, por soportar su ¡°ausencia¡±. ¡°Es un acto de justicia. Mientras yo estaba componiendo, ella se estaba sacrificando por la familia y por nuestros hijos¡±, dijo entonces. En 2016, el compositor volvi¨® a levantar la estatuilla de la Academia del cine de Hollywood por la m¨²sica de Los odiosos ocho, de Quentin Tarantino y de nuevo se lo brind¨® a ella. ¡°Se lo dedico a mi esposa, Mar¨ªa, mi mentora¡±, apunt¨®.

Su historia de amor se remonta a 1950, cuando ¨¦l a¨²n no hab¨ªa despuntado en el mundo del cine. Mar¨ªa era amiga de Adriana, la hermana de Ennio Morricone y se conocieron por casualidad. ¡°A m¨ª ella me gustaba mucho y yo a ella le gustaba algo menos¡±, record¨® ¨¦l en una entrevista con el diario italiano Il Corriere della Sera. Poco despu¨¦s ella sufri¨® un accidente que la hizo pasar un tiempo en el hospital. ?l no se separ¨® del lado de su cama en todo momento y as¨ª surgi¨® el amor, ¡°d¨ªa a d¨ªa, gota a gota, porque en el amor como en el arte la constancia lo es todo¡±, explic¨® Morricone. Y ese fue uno de los secretos de siete d¨¦cadas de relaci¨®n. ¡°No s¨¦ si existe el amor a primera vista o las intuiciones sobrenaturales. S¨¦ que existe la consistencia y la seriedad, y por supuesto, la lealtad¡±, a?adi¨® ¨¦l.

Se casaron en 1956, en Roma, donde siempre vivieron juntos y tuvieron cuatro hijos. A lo largo de este tiempo fueron compaginando ¨¦xitos profesionales con el nacimiento de cada nuevo v¨¢stago. El nacimiento de Alessandra coincidi¨® con el estreno de El Federal (1961) de Alessandro Salce; Por un pu?ado de D¨®lares (1968), su primera colaboraci¨®n con Sergio Leone, coincidi¨® con la llegada de Andrea, que tambi¨¦n se dedica a la m¨²sica, como su padre. Y Giovanni, su hijo menor, vino al mundo en 1966, el mismo a?o en el que se estren¨® El bueno, el feo y el malo, tambi¨¦n de Leone.

Para Morricone Mar¨ªa fue su fuente de inspiraci¨®n, su fiel colaboradora entre bambalinas y la principal cr¨ªtica de sus creaciones. ¡°Es ella la que juzga antes que nadie¡±, sol¨ªa decir ¨¦l. ¡°A veces, los directores eleg¨ªan las peores piezas de todas las que les propon¨ªa. Despu¨¦s, yo ten¨ªa que arreglarlas como pod¨ªa, con la instrumentaci¨®n, por ejemplo. Comprend¨ª que deb¨ªa hacer que escucharan solo las buenas y se me ocurri¨® un m¨¦todo: ped¨ªa a mi esposa que escuchara todos los temas. Ella me daba su opini¨®n: ¡®Qu¨¦date con este, desecha este otro, Ennio¡¯¡±, revel¨® el artista.

En alguna ocasi¨®n, el multipremiado compositor reconoci¨® que compatibilizar su exitosa carrera con su vida personal no fue sencillo. ¡°Vivir con alguien que hace mi trabajo no es f¨¢cil. Atenci¨®n militar, horarios rigurosos, jornadas enteras sin ver a nadie. Soy una persona dura, ante todo conmigo mismo y en consecuencia con quien est¨¢ a mi alrededor¡±, se?al¨®. Y agreg¨®: ¡°Durante cincuenta a?os nos hemos visto muy poco: o estaba con la orquesta o estaba encerrado en mi estudio trabajando¡±.

Mar¨ªa ha sido adem¨¢s una parte importante del proceso creativo de su esposo y colabor¨® tambi¨¦n poniendo letra a alguna de sus populares melod¨ªas, como algunos temas de Cinema Paradiso (1988), La Misi¨®n (1986) o Hasta que lleg¨® su hora (1968).