Carlos de Inglaterra dise?a una monarqu¨ªa reducida
El heredero de Isabel II aprovecha cada crisis para menguar el tama?o de la instituci¨®n. Los problemas del pr¨ªncipe Andr¨¦s y la marcha de su hijo Enrique allanan el camino
La ventaja de llevar 68 a?os esperando para ser rey es que el dise?o de la futura monarqu¨ªa se va configurando por defecto, a medida que las piezas m¨¢s desencajadas se desprenden por s¨ª solas. Los llamados ¡°expertos¡± de la realeza brit¨¢nica ¡ªcuyas opiniones adquieren f¨¢cilmente la categor¨ªa de titular en los tabloides¡ª llevan a?os asegurando que Carlos de Inglaterra planea reducir el tama?o de la instituci¨®n para asemejarla a otras casas reales europeas. ¡°Su visi¨®n es la de una monarqu¨ªa en la que el n¨²cleo lo formen ¨¦l mismo, la duquesa de Cornualles (Camila Parker Bowles), y sus hijos Guillermo y Enrique con sus respectivas familias. (...) La ciudadan¨ªa es mucho m¨¢s sensible al modo en que se gasta el dinero p¨²blico, y eso significa m¨¢s tareas oficiales con menos personas¡±, escrib¨ªa Jamie Sanham en Royal Central, el portal digital consagrado a las vicisitudes de todas las realezas del mundo, especialmente de la Casa de Windsor.
Pero no todos los descartes han jugado a favor de los planes del pr¨ªncipe de Gales. La ca¨ªda en desgracia de su hermano Andr¨¦s, enredado en el esc¨¢ndalo del millonario ped¨®filo estadounidense, Jeffrey Epstein, fue interpretada por la prensa especializada como la ocasi¨®n perfecta para iniciar el proceso de adelgazamiento. El favorito de Isabel II fue despojado de ra¨ªz de cualquier tarea de representaci¨®n de la familia real, y tanto su futuro inmediato como el de sus dos hijas, Beatriz y Eugenia de York, pasaron a depender de la generosidad de la reina y de su privy purse (monedero privado, la renta anual de m¨¢s de 20 millones de euros que produce el ducado de Lancaster, de gesti¨®n p¨²blica) y su fortuna personal. A pesar de la decisi¨®n voluntaria de pagar ciertos impuestos por esos ingresos, la ley no obliga a la monarca a desvelar las cifras de su patrimonio. La espantada del pr¨ªncipe Enrique y de su esposa, Meghan Markle, al decidir poner tierra de por medio, ¡°dar un paso atr¨¢s en su papel de miembros principales de la familia real, y trabajar para ser econ¨®micamente independientes¡±, alter¨® los c¨¢lculos del heredero.
El Palacio de Buckingham maneja una agenda anual de aproximadamente 2.000 actos oficiales en los que alg¨²n miembro de la familia hace acto de presencia. En el Reino Unido y en el exterior. La retirada gradual de Isabel II de la escena p¨²blica ha incrementado las tareas del resto de sus descendientes (Carlos de Inglaterra asume por s¨ª solo entre 500 y 600 eventos al a?o). El segundo en la l¨ªnea de sucesi¨®n, el pr¨ªncipe Guillermo, y su esposa Kate Middleton han aprovechado las ausencias para consolidar su imagen p¨²blica, pero dif¨ªcilmente pueden ensanchar su tiempo para atender las obligaciones que suponen m¨¢s de 3.000 organizaciones caritativas y filantr¨®picas que gozan de patrocinio real. Su hermano Enrique, despojado en sus tareas y proyectos p¨²blicos del sello Royal, lleva meses soltando amarras. El martes se dio a conocer un nuevo paso en la separaci¨®n financiera y personal de los dos hermanos. Los fondos de que dispon¨ªa Diana, Princess of Wales, Memorial Fund, la organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro en recuerdo de Lady Di, fueron divididos en dos mitades poco antes de que se anunciara la nueva vida de Enrique y Meghan. Apenas registraba ya actividad, m¨¢s all¨¢ de algunas donaciones espor¨¢dicas fruto del inter¨¦s siempre vivo por la figura de Diana Spencer. Pero la decisi¨®n del hijo menor de desentenderse de su gesti¨®n, hasta ese momento conjunta, y destinar su parte a sus propios fines ben¨¦ficos ha sido otra se?al de que las tareas reales cada vez m¨¢s van a ser cosa de dos: Carlos y Guillermo.
Hasta el sentido com¨²n es discutible, cuando de la familia real brit¨¢nica se trata. Y los comentaristas que llevan d¨¦cadas gan¨¢ndose la vida con los avatares de los Windsor corren el riesgo de ser m¨¢s papistas que el Papa, y alimentar mitos aparentemente incuestionables como el sacrificio de permanecer en todo momento bajo la mirada p¨²blica o la renuncia al derecho a elegir c¨®mo ser feliz, del que gozan el resto de los mortales. ¡°La idea de una monarqu¨ªa reducida tiene sus desventajas¡±, ha escrito Penny Junor en The Spectator, el semanario que contiene las claves de lo que significa ser conservador y ser brit¨¢nico. ¡°El valor de todo el trabajo que la realeza aporta a causas ignoradas o mal financiadas por el Gobierno es incalculable. Un sello real en el membrete de cualquier carta puede ser transformador tanto del perfil como de la capacidad de recaudaci¨®n de cualquier proyecto. Y si se reduce el n¨²mero de miembros de la familia real en circulaci¨®n, esas cifras se ver¨¢n a la fuerza reducidas¡±.
Enrique y Meghan Markle supon¨ªan un 5% del fondo soberano con que el Tesoro brit¨¢nico financia las actividades oficiales de la familia real. Al rechazar las responsabilidades del cargo han obligado al heredero Carlos a adelantar su deseo de llevar a la pr¨¢ctica una monarqu¨ªa a escala reducida.
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