Una semana especial
Como dice Tilda Swinton en su magistral interpretaci¨®n: el v¨¦rtigo nos atrae y a veces nos empuja al abismo
Esta semana ha sido especial. Y no porque el Papa haya dicho que respeta las parejas del mismo sexo. ?Ya veremos cu¨¢nto tarda en aplicarlo legalmente o cu¨¢nto debemos esperar para ver a una mujer Papa! Lo que ha sido especial de verdad es que: ?Me han invitado a una fiesta! Despu¨¦s de meses casi sin actividad social, la revista Vogue convoc¨® a la entrega de su premio m¨¢s especial: Who¡¯s on next.
Coincidi¨® con la moci¨®n de censura de Vox y eso me fastidi¨® un poco porque quer¨ªa ponerme mi traje verde, que es el color corporativo de ese partido. Finalmente recurr¨ª al gris. No me queda tan mal, se confunde con mi pelo y con el oto?o. En el evento nada fue gris. Todo lo contrario. Empezando por el test PCR que se nos sugiri¨® como aperitivo para asistir. Es cierto que durante la espera te pones nervioso y que el palito nasal es el nuevo ¡°predictor¡±, en diez minutos est¨¢s in o est¨¢s out. Eugenia de la Torriente, directora de la revista y Natalia Gamero, presidenta de Conde Nast Espa?a, recib¨ªan sin estrechar manos, vestidas para que te fijases en sus trajes pero no te acercaras. Primera lecci¨®n. Los editores invitados, de Vogue Italia y de Vogue M¨¦xico hablaban en pantallas desde sus lejanas redacciones y pa¨ªses. ?Record¨¢is aquello de la teletransportaci¨®n? Viajar de una dimensi¨®n a otra en cuesti¨®n de segundos. Resulta que ya existe y es lo telem¨¢tico. Conectamos con cualquier punto del planeta de forma instant¨¢nea. Y todos estamos en nuestro sitio porque la casa de cada uno forma parte de la nueva flota de la nave Enterprise. La esencia de estos premios es apoyar al talento nuevo. Pero demostr¨® que la moda es tambi¨¦n una gu¨ªa ahora que no hay alfombras rojas, no hay besuqueos ni borracheras gratis. Muchos presentes a?oraron eso. Basta de enso?aciones y demagogias, como dicen pedag¨®gicamente en la C¨¢mara de Comercio. Funciona lo serio. Te nutre, mucho m¨¢s que los canap¨¦s gratis. Una vez escuch¨¦ a Antonio Gala decirle a un invitado: ¡°Qu¨¦ suerte hacer algo por primera vez¡±. Lo record¨¦ esa noche, estrenando mi primera incursi¨®n en el nuevo protocolo.
El martes fui a ver Las Criadas. Siempre am¨¦ este texto de Genet, su locura, su poes¨ªa. Alicia Borrachero, Jorge Calvo y Ana Torrent defienden una versi¨®n audaz y contenida, habl¨¢ndonos de un futuro que ya es presente. Todos somos criadas. Y todos somos la Se?ora, que Jorge Calvo transforma en un afortunado delirio esc¨¦nico. Siempre hay algo que nos iguala. En esta obra es el amor o su ausencia. El amor parece sobrevivir como criada y esa supervivencia provoca cambios.
Hay cambios de protocolo. Algo que tambi¨¦n han confirmado Guillermo y M¨¢xima de Holanda, que tuvieron que regresar a casa al d¨ªa siguiente de instalarse en su residencia de recreo en Grecia. Los juiciosos contribuyentes holandeses estaban que echaban chispas con la decisi¨®n real. En medio de una tormenta de cr¨ªticas, tuvieron que disculparse en un v¨ªdeo con caras largas. M¨¢xima, que el horno no est¨¢ para bollos.
Esta semana, especial, disfrut¨¦ de que contin¨²a aflorando el talento, la cr¨ªtica y la emoci¨®n. Lo sent¨ª durante el pase vespertino de La Voz Humana de Almod¨®var en el cine de mi barrio, con el protocolo sanitario oportuno. Y la pel¨ªcula me inund¨®. Como dice la propia Tilda Swinton en su magistral interpretaci¨®n: el v¨¦rtigo nos atrae y a veces nos empuja al abismo. Es una frase del texto que Jean Cocteau escribi¨® en 1958, el mismo a?o que naci¨® Madonna. V¨¦rtigo porque lo quieres ver y absorber todo, en 30 minutos. Esos detalles de autor que animan sus escenograf¨ªas, por alguna raz¨®n m¨¢gica, van introduci¨¦ndote al purificador mon¨®logo que entrega Swinton. Y cuando termina, con fuego, quieres m¨¢s de eso, de su manera de abrirte los ojos. Y quieres hablar como Tilda en La Voz Humana. Y estar delgada. Y repetir sus frases, que son de Cocteau, aunque alguna se?ora casposa te censure o te tilde de tonta.
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