Isabel II cambia la comida de Navidad por una jornada de caza

Isabel II, como dicta la tradici¨®n, convoca todos los a?os a los miembros de la Familia Real en Sandringham (Norfolk) para celebrar la Navidad. El 24 de diciembre se intercambian regalos y el d¨ªa 25 todos se re¨²nen para la misa tradicional en la iglesia de Sainte-Marie-Madeleine. Un encuentro al que sigue una comida con pavos rellenos y pud¨ªn rociado con brandy antes de comenzar con juegos de mesa. Pero la pandemia de coronavirus requiere que este a?o los Windsor tengan que revisar sus planes. La reina ha decidido seguir al pie de la letra las recomendaciones del gobierno brit¨¢nico y suspender esta celebraci¨®n en el formato tradicional. No habr¨¢ comida de Navidad, en su lugar se organizar¨¢ una jornada de caza que permitir¨¢ reunir a muchos miembros de la familia en una actividad al aire libre donde las posibilidades de contagio se reducen mucho.

La cena de Nochebuena se mantiene pero en formato muy reducido. Aunque nada es todav¨ªa oficial, los medios brit¨¢nicos ya han informado de que Isabel II ha creado su propia burbuja familiar en la que est¨¢n su hijo menor Eduardo, la esposa de este Sof¨ªa y los dos hijos de la pareja. El grupo se completar¨¢ con el pr¨ªncipe Carlos y su esposa Camila o con los duques de Cambridge y sus hijos. De esta manera la reina cumplir¨¢ con el requisito de reunir a solo miembros de tres hogares diferentes.

La reina Isabel II y su esposo, el pr¨ªncipe Felipe, se encuentran actualmente confinados en el castillo de Windsor. Con 94 y 99 a?os respectivamente, solo est¨¢n acompa?ados de un equipo muy peque?o de empleados.

Pese al encierro, la reina de Inglaterra no ha dejado de trabajar. Contin¨²a con muchos de sus compromisos oficiales por videoconferencia o por tel¨¦fono. En junio, asisti¨® al desfile Trooping the Colour en Windsor Gardens y el 15 de octubre, tras una ausencia de siete meses, Isabel II reapareci¨® en p¨²blico. Para su primer compromiso exterior, invit¨® a su nieto, el pr¨ªncipe Guillermo a visitar con ella el Laboratorio de Ciencia y Tecnolog¨ªa de Defensa en Porton Down, cerca de Salisbury. Apareci¨® sin mascarilla pero luego se supo que las 48 personas que establecieron contacto con Isabel II, incluido el pr¨ªncipe Guillermo, tuvieron que someterse a un test previo para comprobar que eran negativos en coronavirus. La ¨²ltima vez que se vio a Isabel II fuera de alguno de sus palacios fue el pasado 9 de marzo en la abad¨ªa de Westminster, donde asisti¨® junto al resto de miembros de la familia real al acto conmemorativo de la Commonwealth. Despu¨¦s de pasar unos meses confinada en el castillo de Windsor, se mud¨® junto al duque de Edimburgo al de Balmoral para pasar all¨ª el verano y luego pas¨® unas semanas en Sandringham, la residencia en la que habitualmente la familia real pasa la Navidad, antes de regresar a Windsor el pasado 6 de octubre, seg¨²n la prensa brit¨¢nica.

La rutina de Isabel II, que asegur¨® en cierta ocasi¨®n que ¡°necesita ser vista para que crean en ella¡±, ha cambiado por la pandemia. Esta consist¨ªa en dejarse ver por todas partes, estrechar manos, intercambiar comentarios pulcros, recibir embajadores, primeros ministros o Jefes de Estado y presidir actos y desfiles oficiales que marcaban inexorablemente como un reloj la estabilidad institucional del Reino Unido. Ahora a sus 94 a?os, ya hab¨ªa delegado muchos de esos compromisos en el heredero, Carlos de Inglaterra, y en los duques de Cambridge, Guillermo y Kate, pero la pandemia ha enclaustrado casi por completo a la reina en el castillo de Windsor.

Eso s¨ª, cada d¨ªa la reina recibe sus red boxes, las cajas forradas en cuero rojo que contienen los documentos con los asuntos de Estado m¨¢s relevantes. Y en el entorno real ya se ha sugerido que siguen adelante los planes para celebrar los cien a?os del duque de Edimburgo, el esposo de la reina, y el Jubileo de Platino que marcar¨¢ en 2022 sus 70 a?os de reinado.