Ken, seis d¨¦cadas de un icono popular mucho m¨¢s que un mu?eco de pl¨¢stico
El eterno compa?ero de Barbie, que naci¨® en 1961, ha evolucionado hasta convertirse en modelo de diversidad e inclusi¨®n
La versi¨®n oficial y edulcorada cuenta que el romance entre Barbie y Ken naci¨® en 1961, de forma casi clarividente, en un plat¨® de televisi¨®n, durante el rodaje de un anuncio. ¡°Dicen que fue amor a primera vista¡±, afirman los padres de las criaturas, que no son otros que Mattel, una de las mayores multinacionales jugueteras del mundo. Entonces, los dos eran unos reci¨¦n nacidos: Barbie hab¨ªa llegado a los hogares en 1959 y su pareja lo har¨ªa dos a?os despu¨¦s. Eso hace que, este 2021, Ken cumpla 60 a?os. Seis d¨¦cadas en las que el mundo ha cambiado y esa figura de pl¨¢stico lo ha hecho con ¨¦l. Se ha cargado de significados para, como un fuelle, volver a soltarlos y a cogerlos una y otra vez.
Son solo 30 cent¨ªmetros de materia prima, pero en ellos se ha concentrado el mu?eco con el que jugar y crear cambiando sus estilismos y un s¨ªmbolo que se ha convertido en referente est¨¦tico, art¨ªstico, icono de la moda o la homosexualidad. Lleg¨® simplemente para ¡°representar la realidad¡±, porque entonces solo exist¨ªa Barbie y ¡°dar rienda suelta a la imaginaci¨®n de los ni?os ayud¨¢ndoles a crear mil historias y sue?os¡±, explica C¨¦line Ricaud, responsable de marketing de Mattel, que recuerda que su lanzamiento ya ¡°caus¨® sensaci¨®n¡± hace seis d¨¦cadas. El secreto que no facilita el fabricante es la cifra de Kens que se han paseado por el mundo en este tiempo.
Aquel primer Ken era un muchacho moreno (pronto hubo versi¨®n rubia), algo l¨¢nguido, con ba?ador rojo, chaqueta a rayas, chanclas a juego y toalla amarilla. Pronto fue cambiando de ropa, le creci¨® pelo natural (todo un ¨¦xito en los a?os ochenta) y se convirti¨® en icono de moda. Estatus que mantiene. ¡°En 2006, se puso en manos del estilista de famosos Phillip Bloch para variar su imagen y en 2010, hizo m¨¢s de 50 cambios de vestuario en la pel¨ªcula Toy Story 3¡å, recuerda Ricaud. La cinta le coloc¨® en una posici¨®n distinta al acercarlo al p¨²blico e conseguir ironizarle. Durante estos a?os le han vestido Moschino o Jean Paul Gaultier y, en este 60? cumplea?os, lo han hecho Dapper Dan, Berluti o Manolo Blahnik, que ha dise?ado unos mocasines para ¨¦l.
¡°Cuando escuch¨¦ hablar de este proyecto, pens¨¦ que era lo m¨¢s divertido del mundo y me encant¨® participar¡±, cuenta Manolo Blahnik a EL PA?S sobre la propuesta de crear calzado para el mu?eco. ¡°A lo largo de los a?os Ken no ha temido mostrarse atrevido, adem¨¢s de elegante sin esfuerzo. Quer¨ªa que llevara un dise?o m¨ªo que le encajara a la perfecci¨®n, y eleg¨ª el modelo Laxtis, un mocas¨ªn negro con un broche dram¨¢tico, cl¨¢sico con un giro ideal, que encaja en Ken a la perfecci¨®n¡±, cuenta el zapatero. Si un hombre de carne y hueso se enamora de los zapatos del mu?eco, tendr¨¢ que pagar 885 euros.
Adem¨¢s de modelo casi de pasarela, Ken tambi¨¦n ha sido canon de la est¨¦tica. Sus medidas han evolucionado con los a?os, adapt¨¢ndose a los ideales de cada d¨¦cada. ¡°Y todo se sigue poniendo en referencia a Ken¡±, afirma el doctor en medicina est¨¦tica Paolo Facchinei, de The Beauty Concept, ¡°sobre todo el ¨¢ngulo mandibular y la simetr¨ªa facial¡±. ?l ha visto c¨®mo muchos pacientes llegaban a ¨¦l con una idea clara: ¡°Quiero ser como Ken¡±, aunque ahora los referentes est¨¦ticos vayan m¨¢s all¨¢ del est¨¢ndar cl¨¢sico estadounidense y hayan ido ampli¨¢ndose. Afirma Facchinei que el rostro de Ken ¡°sigue siendo perfecto¡±, excepto en la nariz, demasiado peque?a y m¨¢s del gusto de los a?os noventa.
Adem¨¢s de en belleza y estilo, Ken tambi¨¦n fue referente homosexual, sobre todo a ra¨ªz del lanzamiento en 1993 de Earring Magic Ken, un modelo con camiseta transparente, chaleco de cuero lila y un anillo al cuello que recordaba a un juguete er¨®tico gay. Para Mattel, que prefiere no mojarse en ese charco, es simplemente icono de la diversidad, de la inclusi¨®n. Hace unos a?os el fot¨®grafo Courtney Charles lo reinterpret¨® en modo queer, ¡°intentando romper estereotipos¡±, seg¨²n anunciaba. ?l deconstruye y reconstruye a Ken con rostros de hombres reales y ropas en brillante rosa fucsia o l¨¢tex
Charles fue visionario en su momento y jug¨® con un Ken vestido con bata de laboratorio o portando a un beb¨¦. Aunque la suya era una est¨¦tica muy pop, hoy todo eso es algo normal para el mu?eco, que ha ampliado su radio de acci¨®n en lo profesional. Tambi¨¦n en lo f¨ªsico. Hace cuatro a?os, uno despu¨¦s que Barbie, modific¨® su cuerpo (con dos opciones, m¨¢s delgado y m¨¢s fornido) y su rostro. ¡°Hoy tiene tres tipos de cuerpo, 18 estaturas, 13 tonos de piel, 10 colores de ojos, 27 de pelo y 20 peinados distintos¡±, cuentan desde Mattel. La diversidad es una apuesta tan real que este a?o hay un nuevo Ken en silla de ruedas.
El cambio ha tardado en llegar, pero no tiene vuelta atr¨¢s. ¡°Las marcas grandes eran dinosaurios, les costaba evolucionar, pero desde hace un par de d¨¦cadas est¨¢n investigando much¨ªsimo y vemos que van por delante de la sociedad¡±, explica Maite Franc¨¦s, directora de marketing de la Asociaci¨®n Espa?ola de Fabricantes de Juguetes y que alaba el esfuerzo por la inclusi¨®n que realizan los jugueteros, algo que los ni?os exigen y agradecen.
La experta en juego observa que el mu?eco ha evolucionado, pero que siempre ha permanecido al lado de Barbie. ¡°Es el reflejo de las grandes mujeres empoderadas, como Angela Merkel con su marido, la reina de Inglaterra con Felipe de Edimburgo o directivas de multinacionales, con una pareja s¨®lida tras ellas¡±, reflexiona. Ella augura a la pareja de mu?ecos largos a?os de vida: ¡°Los mu?ecos existen desde la prehistoria, los ni?os asumen los roles que les ven a los mayores y trabajan much¨ªsimo el desarrollo de la empat¨ªa. Son juegos muy universales¡±. Aunque Ken y Barbie cortaran oficialmente en 2004, forman parte de la misma familia y grupo de amigos, cuentan desde Mattel. La historia ya es menos edulcorada, m¨¢s moderna. Como los mu?ecos, como las personas.
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