Naty Abascal, el reconocimiento definitivo de una musa: ¡°La moda es mi pasi¨®n y mi vida¡±
Un libro recoge la trayectoria de la exmodelo y estilista, que afirma que lo mejor que le ha dado la industria son sus amigos
Naty Abascal ya no puede m¨¢s. Est¨¢ harta, hartita, del coronavirus que hace un a?o mantiene a esta incansable viajera, a la mujer que con 21 a?os reci¨¦n cumplidos se march¨® a Nueva York a cumplir un sue?o que ni ella conoc¨ªa, pr¨¢cticamente encerrada en su casa de Madrid. Un a?o que, al menos, le ha tra¨ªdo una alegr¨ªa. Despu¨¦s de casi seis d¨¦cadas en el mundo de la moda, Rizzoli ha editado un libro en su honor: Naty Abascal, The Eternal Muse Inspiring Fashion Designers (La eterna musa inspiradora de los dise?adores de moda), que recoge fragmentos de su vida con su archivo personal y que sobre todo se basa en una retrospectiva sobre su figura expuesta en M¨¦xico hace a?o y medio. Un proyecto que le hace mucha ilusi¨®n por el trabajo que tiene detr¨¢s, ¡°por la gran casa editorial¡± que lo acoge y porque muchos buenos amigos han escrito textos en su honor, del fot¨®grafo Mario Testino a la cr¨ªtica de moda Suzy Menkes.
Porque cuando Abascal cuenta su historia, por tel¨¦fono y de carrerilla, riendo, sin tomar aire, se vislumbran las alegr¨ªas que le ha dado la moda desde aquel d¨ªa de 1963 en el que el modisto Elio Berhanyer le pidi¨® a ella y a su hermana Ana Mar¨ªa que fueran con ¨¦l a Nueva York a mostrar sus dise?os en el pabell¨®n espa?ol de la Feria Mundial. R¨ªe contando c¨®mo el diario The New York Times rese?aba con asombro a ¡°las modelos espa?olas que se cambian tan r¨¢pido¡±. ¡°?Es que ¨¦ramos dos!¡±, dice sobre ella y su gemela.
El ¨¦xito hizo que las llamara el m¨¢s grande entre los grandes fot¨®grafos, Richard Avedon. ¡°?Pero si nos tenemos que volver!¡¯, dec¨ªamos nosotras, pero nos dijeron: ¡®Sois unas locas, ten¨¦is que quedaros, no sab¨¦is lo que es este fot¨®grafo¡¯. Y fuimos al estudio de Avedon en la calle 58, entre las avenidas Park y Lexington. Lo primero que vemos al entrar es un estudio fant¨¢stico, a una arreglando a Verushka, ?y a Twiggy!¡±, exclama, como si estuviera all¨ª mismo. ¡°?Pero para qu¨¦ nos van a ver a nosotras con estas modelos tan fant¨¢sticas!, dijimos. Esa misma noche nos llamaron, y nos hizo un reportaje con unas fotos en blanco y negro, precioooosas¡±, relata, estirando mucho las palabras, los adjetivos, los recuerdos.
Repitieron con Avedon en Barcelona e Ibiza ese septiembre del 64, y entonces la llamaron para irse a Nueva York una semana. Los padres, reticentes. Ella, encantada. ¡°?Me qued¨¦ dos a?os y medio!¡±, cuenta. Cree que fue su ¡°mucha personalidad¡± lo que le dio la fama. ¡°Todo el mundo era rubita, peque?ita... Yo era un p¨¢jaro ex¨®tico, con mi nariz, morena¡±. Como esa an¨¦cdota van cayendo una tras otra decenas sobre sus conocidos y amigos: el rodaje de Bananas en Puerto Rico con Woody Allen (¡±nos presentamos como 200 ni?as, cuando me llamaron no me lo cre¨ª, cada d¨ªa era una cosa nueva, aprend¨ª much¨ªsimo¡±), viajes a Capri, los ballets rusos, galas en Venecia.
Ese recorrido se materializ¨® entre noviembre de 2019 y enero de 2020 en una gran exposici¨®n en la Fundaci¨®n Jumex de Ciudad de M¨¦xico, donde se expusieron 82 maniqu¨ªes con algunos de sus vestidos m¨¢s queridos, firmados por Valentino, Oscar de la Renta, Balenciaga o Elie Saab. Ella lo organiz¨® todo, feliz de que una gran instituci¨®n apreciara la moda como un arte. ¡°Fig¨²rate t¨² c¨®mo no voy a estar contenta¡±, dice, con ese acento sevillano ya matizado de a?os de correr¨ªas por el mundo. ¡°Necesitamos los seguros, los portes, los maniqu¨ªs, los accesorios... cuando ya reun¨ª todas las cosas de Sevilla y de Madrid se llevaron todo para M¨¦xico. Fue un l¨ªo, mucho trabajo¡±, recuerda ahora, finalizada la aventura que ha sido el germen del libro de Rizzoli. ¡°Pero claro, estaba en el mejor museo de Latinoam¨¦rica, dise?ado por David Chipperfield, en una sala impresionante donde antes que yo hab¨ªa estado Jeff Koons, y antes Andy Warhol... Tuve miedo, p¨¢nico¡±, confiesa.
¡°En un museo as¨ª hacer una exposici¨®n de este tipo... No sab¨ªa c¨®mo iba a reaccionar la gente a dedicarle toda esa sala¡±, rememora, hablando de esos sentimientos entremezclados de desconfianza, ganas y agradecimiento. ¡°Muchas personas consideran que la moda es artesan¨ªa, no arte, y este museo es responsable de llevar la moda a la mente de gente que quiz¨¢ no se habr¨ªa interesado por algo as¨ª de no haber entrado nunca en ¨¦l¡±, reflexiona. Lo que ve m¨¢s dif¨ªcil es traerla a Espa?a, aunque la mayor parte de esas prendas las guarda ella en su casa de Sevilla.
Defiende Abascal que ella no es exactamente una coleccionista. ¡°Son los trajes que yo ten¨ªa, los que me he puesto. Cada traje tiene su historia y su vida¡±. Se siente ¡°afortunada¡± de haber haber visto la moda en todo su esplendor, pero sobre todo de haberla vivido. ¡°No son solo los desfiles o una fotograf¨ªa: son las pruebas, c¨®mo lo hacen, estar ah¨ª¡±. Algo que le viene de familia, porque su madre (hija del marqu¨¦s de Romero-Toro) ¡±ten¨ªa un gusto fant¨¢stico y vest¨ªa fenomenal¡±. De ella conservan las hermanas trajes de Pedro Rodr¨ªguez, Rovira o un par de Balenciaga.
¡°La moda es mi pasi¨®n y mi vida¡±, revela la exmodelo. Lo mejor que le ha dado esa industria es que algunos de los m¨¢s grandes se hayan convertido en sus amigos. ¡°Es lo m¨¢s importante¡±, sonr¨ªe a trav¨¦s del tel¨¦fono. ¡°Conoc¨ª a todo el mundo, era otra cosa. A Oscar de la Renta en mayo del 64, cuando trabajaba para Elizabeth Arden. Se hizo ¨ªntimo m¨ªo de la noche a la ma?ana, toda la vida fuimos amigos, como un hermano. Lo recuerdo todos los d¨ªas de mi vida, lo echo de menos y lo echar¨¦ de menos siempre¡±, cuenta sobre el c¨¦lebre modisto dominicano, fallecido en 2014. Un a?o despu¨¦s llegar¨ªa a su vida el italiano Valentino. ¡°He tenido los mejores amigos, me han durado toda la vida y todav¨ªa los tengo¡±.
Naty Abascal no cree que haya sido menospreciada en Espa?a. ¡°En mi tierra solo me he dedicado a trabajar de estilista, lo de modelo aqu¨ª nunca lo hice¡±, explica llanamente. Pero todo ese recorrido fuera le ha dado una vida de cuento. ¡°Todo te enriquece. Nunca lo hubiese so?ado as¨ª: el arte, la cultura, un movimiento art¨ªstico incre¨ªble, la movida hippie... ¡±. Lo ha vivido todo, como para escribir m¨¢s que un libro toda una enciclopedia de historia de la moda.
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