Segunda parte de ¡®Enrique y Meghan¡¯: pensamientos suicidas, acoso y gritos de Guillermo
La bomba medi¨¢tica de Netflix contin¨²a estructur¨¢ndose sobre dos ejes centrales: el papel de la prensa y el racismo sobre la figura de la duquesa de Sussex. En sus tres ¨²ltimos cap¨ªtulos hablan sobre el aislamiento y la presi¨®n derivada de no encontrar apoyo ni protecci¨®n dentro de la familia real brit¨¢nica
Siete d¨ªas despu¨¦s de emitir los tres primeros episodios, a las nueve en punto de la ma?ana, Netflix lanzaba este jueves 15 de diciembre los tres cap¨ªtulos finales de Enrique y Meghan, el documental. Un contenido que al gigante del streaming le ha salido m¨¢s que rentable, con 81,55 millones de horas de visualizaciones desde su debut el pasado jueves. Y, entre emisi¨®n y emisi¨®n, toda una tormenta medi¨¢tica con una cobertura minuciosa y a tiempo real en los medios con cada nuevo tr¨¢iler que Netflix publicaba (solo con los 59 segundos del primer avance, el Daily Mail public¨® 11 noticias). Si en las tres primeras entregas Enrique de Inglaterra y Meghan Markle contaban el inicio de su historia de amor, desde sus primeras citas secretas entre Londres y Botsuana hasta el anuncio oficial de su compromiso, el arranque del cuarto episodio comienza con la boda real, celebrada en el castillo de Windsor el 19 de mayo de 2018, para continuar con su decisi¨®n de salir de la casa real brit¨¢nica, tema central del quinto episodio, y finalizar, en el ¨²ltimo, con la huida de Canad¨¢ a Los ?ngeles, la famosa entrevista con Oprah Winfrey y c¨®mo gestionan ahora los duques de Sussex su nueva vida.
Los dos temas centrales tocados en la primera parte del documental se desgranan con mayor detalle en los tres ¨²ltimos episodios: el primero, la persecuci¨®n y acoso que ambos sufrieron por parte de la prensa sensacionalista; y, el segundo, el escrutinio de ¨ªndole racista al que se vio sometida Meghan Markle y, ahora tambi¨¦n, sus hijos, por tratarse de la primera mujer racializada o mestiza (como se la denomina en el metraje), dentro de la casa real brit¨¢nica. Adem¨¢s de los dos temas que vertebran el documental, los dos protagonistas hablan sobre los pensamientos suicidas de la propia Meghan, el aislamiento y la presi¨®n derivada de no encontrar apoyo ni protecci¨®n dentro de la familia real, la rivalidad entre Enrique y Guillermo, las disputas y gritos familiares a causa de la decisi¨®n de marcharse a Estados Unidos o el aborto sufrido por la duquesa, del que culpan directamente al Daily Mail.
Revelaciones m¨¢s o menos conocidas tras su famosa entrevista con Winfrey, que, sin embargo, siguen suscitando inter¨¦s y resultando explosivas por el descenso al detalle (cada episodio tiene casi una hora de duraci¨®n) y, sobre todo, por qui¨¦n cuenta la historia: Enrique y Meghan pasan de ser duques de Sussex a reyes de su propio relato.
[Atenci¨®n: a partir de este punto hay spoilers sobre la serie documental de Netflix ¡®Enrique y Meghan¡¯]
Cuarto cap¨ªtulo: De ¡°El amor siempre gana¡± a ¡°Nadie sabe qu¨¦ sucede entre bambalinas¡±
¡°El mundo se detuvo para celebrar el amor¡±, comenta Vicky Tsai, amiga de los duques de Sussex, durante los primeros 15 minutos de este cap¨ªtulo, donde retorna la fantas¨ªa de cuento de hadas para hablar de la boda real. Algunas frases que rozan la cursiler¨ªa (¡±El amor siempre gana. Y gan¨®¡±, comenta otra amiga de la pareja) para sumergirnos en un periodo de la vida de Enrique y Meghan donde todo parec¨ªa posible: desde la buena relaci¨®n familiar (¡°El padre de Enrique es encantador y le dije: ¡®He perdido a mi padre por el camino¡¯, por eso ¨¦l, como mi suegro, era muy importante para m¨ª. As¨ª que le ped¨ª que me llevase al altar y ¨¦l dijo ¡®s¨ª¡±, cuenta Meghan) hasta la posibilidad de encajar y adaptarse para formar parte del sistema, aunque fuese a su manera. ¡°El mundo entero nos estaba mirando, pero, en ese momento, para m¨ª ¨¦ramos solo ella y yo¡±, dice un rom¨¢ntico Enrique. ¡°Enrique y yo somos muy buenos en eso de encontrarnos el uno al otro en mitad del caos¡±, a?ade Meghan.
¡°Si fueras a escribir la historia de la familia real como una novela, en este punto de la historia te encantar¨ªa introducir a un personaje como Meghan. Se necesitaba un chute de energ¨ªa. Una modernizaci¨®n que conectara con la nueva generaci¨®n¡±, explica James Holt, exportavoz de palacio y actual director ejecutivo de Archewell Foundation. En este punto, la historia de Enrique y Meghan todav¨ªa parece luminosa: hablan sobre su primera residencia en Londres, Nottingham Cottage, quit¨¢ndole hierro a su privilegio e intentando mostrarse como personas normales y corrientes: ¡°Para algunos viv¨ªamos en un palacio, pero era una casita en el recinto del palacio¡±, dice Enrique, y Meghan a?ade que era ¡°peque?a¡± (se trata de una vivienda de 125 metros cuadrados de dos dormitorios, sal¨®n, comedor y cocina que est¨¢ ubicada dentro del complejo que compone el palacio de Kensington).
Los problemas comienzan cuando los duques de Sussex inician sus compromisos oficiales, seg¨²n explican en el documental. En concreto, en su gira por Australia en 2018, en la que Meghan Markle anunci¨® su primer embarazo y ambos gozan de una enorme popularidad. Hay incluso diarios brit¨¢nicos que comienzan a llamar a Markle ¡°reina de corazones¡±, el t¨ªtulo no oficial que tuvo Diana de Gales. Pronto el cuento de hadas empieza a convertirse en un thriller: ¡°Eran tan populares que en palacio vieron eso como una amenaza¡±, comenta una amiga. Tabloides como The Sun o The Daily Beast empiezan a publicar informaciones sobre una supuesta rivalidad entre hermanos y desaires entre ¡°los cuatro fant¨¢sticos¡± (forma en la que la prensa se refer¨ªa a los matrimonios reales formados por Guillermo y Kate y Enrique y Meghan). ¡°El problema viene cuando la persona con la que te casas, tu apoyo, empieza a ganar protagonismo y hacer mejor el trabajo que la persona que naci¨® para ello¡±, explica Enrique. ¡°Eso molesta a la gente, cambia el equilibrio¡±, a?ade. Es en este punto cuando aparece la segunda comparaci¨®n con Lady Di y vuelven a poner im¨¢genes de su pol¨¦mica entrevista en Panorama, que Guillermo de Inglaterra pidi¨® recientemente no volver a emitir: ¡°Esa atenci¨®n de los medios gener¨® muchos celos y surgieron gran cantidad de situaciones complicadas¡±, dice Diana en esa entrevista.
Los duques de Sussex hablan sobre c¨®mo los medios cambiaron su narrativa para ir contra ellos: empezaron a llamar a Markle ¡°diva¡±, ¡°duquesa dif¨ªcil¡± e incluso ¡°anticristo¡±. Seg¨²n los protagonistas, los medios ten¨ªan un doble rasero, acus¨¢ndola a ella de cosas por las que ensalzaban a su cu?ada Kate Middleton, como llevar un vestido con un hombro al aire o ¡°romper el protocolo¡± de alguna manera. De nuevo, surgen las acusaciones de racismo por parte de la prensa, que en todo momento ca¨ªan en el estereotipo de que Markle era una ¡°mujer negra enfadada¡±. ¡°Las mentiras son una cosa. Te acostumbras a ellas cuando perteneces a esta familia. Pero lo que le estaban haciendo a ella y c¨®mo le estaba afectando. Era de: ¡®Basta de sufrimiento¡±, dice Enrique.
Mientras tanto, los duques de Sussex inciden en que ¡°nadie sabe lo que sucede de verdad entre bambalinas¡± y hablan de los problemas de salud mental que empez¨® a sufrir Markle, quien confiesa haber tenido pensamientos suicidas (¡±Pens¨¦ que si yo desaparec¨ªa, esto se acabar¨ªa¡±, explica la duquesa) y hab¨¦rselo contado a su madre. ¡°Es muy duro para una madre escuchar eso. Y yo no pod¨ªa protegerla, ni Enrique¡±, dice Doria Ragland, entre l¨¢grimas. Enrique y Meghan dicen no haber contado con el apoyo familiar para intentar frenar el acoso de la prensa. ¡°Mi padre dec¨ªa: ¡®Los medios siempre ser¨¢n los medios¡±, explica Enrique, ¡°llevo 30 a?os viendo c¨®mo funciona el sistema y es un juego sucio¡±. Meghan Markle habla de que intent¨® acudir a un profesional para que la ayudase, pero la familia real no se lo permiti¨®.
Cuando naci¨® su primer hijo, Archie Harrison Mountbatten-Windsor, un a?o despu¨¦s de su boda, todo empeor¨®. Enrique y Meghan sienten que el hijo no les pertenec¨ªa a ellos, ¡°sino a la instituci¨®n¡±. En los medios, se publican historias sobre c¨®mo no se muestran tan abiertos como otros miembros de la familia real cuando presentan a Archie al mundo: ¡°Quer¨ªan que sirvi¨¦ramos a nuestro hijo en bandeja de plata¡±, explica Enrique.
Este primer episodio termina con el viaje institucional que los duques de Sussex y su primog¨¦nito, de tan solo cuatro meses, hicieron a Sud¨¢frica y con la entrevista que concedi¨® all¨ª Meghan Markle, donde habl¨® de las dificultades que estaba viviendo como madre primeriza. ¡°No mucha gente me pregunta si estoy bien¡±, dijo Markle, ¡°es muy duro lo que sucede entre bambalinas¡±. El efecto de aquellas palabras fue ¡°una locura¡±, seg¨²n Enrique de Inglaterra: ¡°Desde una perspectiva institucional, el problema est¨¢ en ella, por no pertenecer al sistema¡±. El pr¨ªncipe vuelve a hacer menci¨®n a su madre por ser la ¨²nica otra persona que hab¨ªa hablado alto y claro sobre salud mental, y vuelven a ponerse im¨¢genes de la entrevista en Panorama. Este cuarto episodio termina con un cliffhanger de cara al siguiente: ¡°Empezamos a tener conversaciones sobre qu¨¦ ten¨ªa que pasar para continuar con esto¡±.
Quinto cap¨ªtulo: De ¡°Quer¨ªa que mi hijo tuviera una familia¡± a ¡°Me esforc¨¦ much¨ªsimo y aun as¨ª no bast¨®, sigo sin encajar¡±
En el quinto episodio del documental Enrique y Meghan el peso del relato recae en la enorme presi¨®n que la prensa sensacionalista ejerci¨® sobre los duques de Sussex para que estos decidieran apartarse de la familia real, adem¨¢s de c¨®mo se fragu¨® la ruptura de Enrique con su hermano Guillermo. El metraje comienza con unos primeros fotogramas de Archie corriendo delante de su padre y a la b¨²squeda de su madre a trav¨¦s de un laberinto vegetal, mientras Enrique de Inglaterra lo graba con su m¨®vil. ¡°Tuve una infancia feliz, pero me sent¨ªa sola a veces, as¨ª que quer¨ªa que mi hijo tuviera muchos primos y familia alrededor¡±, explica Markle a c¨¢mara su deseo de que su relaci¨®n con los Windsor funcionase. ¡°Hice todo lo que pude para que se sintieran orgullosos y para poder formar parte. Pero la burbuja estall¨®¡±, a?ade Meghan, mientras se ve su paseo, embarazada de Archie, junto a Enrique, Guillermo y Kate Middleton hac¨ªa la misa del d¨ªa de Navidad de 2018 en Sandrigham, el castillo preferido de la reina Isabel para pasar las fiestas navide?as y la que ser¨ªa la ¨²ltima Navidad de Enrique y Meghan junto a la familia real.
Tras estos primeros compases introductorios, Enrique y Meghan se intercalan para contar su relato de c¨®mo se sucedieron las filtraciones a la prensa desde la familia real: desde la carta que ella envi¨® a su padre para que parase de hablar con los medios ¡ª¡°Tus acciones han roto mi coraz¨®n en un mill¨®n de pedazos¡±, escribi¨® la duquesa de Sussex en agosto de 2018 a su progenitor¡ª, una misiva que la reina Isabel II y Carlos recomend¨® que mandara, hasta sus planes para mudarse a Sud¨¢frica primero y despu¨¦s a Canad¨¢, que tambi¨¦n salieron a la luz antes de tiempo. ¡°?Por qu¨¦ The Mail on Sunday publicar¨ªa esta carta privada, sabiendo que es ilegal? Porque sab¨ªa que desde palacio no iban a demandarlos¡±, asegura Enrique, haciendo expl¨ªcita la vinculaci¨®n de las filtraciones y el papel activo que ten¨ªa su propia familia en todo lo que se publicaba negativo sobre su esposa.
Tras meses de pedir a la familia real que actuaran ante tal acoso, los duques de Sussex deciden asesorarse y demandar al The Mail on Sunday por la publicaci¨®n de esta carta y continuar las acciones legales contra la prensa. ¡°Meghan se convirti¨® en la cabeza de turco, ella se llevar¨ªa las portadas negativas, para que as¨ª otra informaci¨®n perjudicial de la familia no saliera a la luz¡±, asegura en el documental Jenny Afia, abogada de los duques. Aquella denuncia en octubre de 2019, aseguran, se convirti¨® en el punto de inflexi¨®n para su ruptura definitiva con la familia real brit¨¢nica. Enrique y Meghan deciden alquilar una lujosa vivienda en North Saanich, en la isla de Vancouver, de 16.000 metros cuadrados, para pasar sus primeras Navidades alejados de Londres, pero el acoso de la prensa no cesa. ¡°No hab¨ªa un solo paparazi en la isla de Vancouver, por eso la elegimos, porque es una isla¡±, explica Enrique, antes de mostrar su ba?o en agua helada el 1 de enero de 2020, d¨ªas antes de comenzar su negociaci¨®n con Isabel II, Carlos de Inglaterra, su padre, y Guillermo, su hermano, para mudarse lejos de Londres. ¡°Nosotros lo pagaremos, no queremos que el contribuyente lo asuma. Obtendr¨¦is el apoyo que queremos dar a la monarqu¨ªa, pero gratis¡±, justifica el duque ante las c¨¢maras de lo que quer¨ªa el matrimonio a cambio de su libertad de movimientos alejados de la presi¨®n medi¨¢tica.
Enrique decide tomar cartas en el asunto y despu¨¦s de mandar su plan de mudanza a Canad¨¢ a los secretarios de la reina, su padre y su hermano, viajan de vuelta a la capital brit¨¢nica para hablar con su abuela. Ella, seg¨²n Enrique, sab¨ªa que el matrimonio se sent¨ªa mal y los invit¨® a que pasaran una noche en el palacio de Buckingham para poder hablar y le asegur¨® que en su agenda oficial no ten¨ªa planes. Conforme aterrizaron en Heatrow, cuenta Meghan, recibieron un mensaje: la reina no puede atenderos, est¨¢ ocupada toda la semana. Tras aquel nuevo desencuentro, se filtra el que ser¨ªa su plan para mudarse a Canad¨¢. ¡°Su padre le pidi¨® el plan por escrito y a los cinco d¨ªas estaba en la prensa¡±, explica Meghan. Tras esta nueva filtraci¨®n, de la que Enrique acusa directamente a su familia, al ver que en ella se pod¨ªa saber que hab¨ªan especificado que s¨ª era necesario renunciaban al ducado, decidieron hacer p¨²blica su postura el 8 de enero a trav¨¦s de una publicaci¨®n en su cuenta de Instagram. ¡°Despu¨¦s de muchos meses de reflexi¨®n y discusiones internas, hemos optado por hacer una transici¨®n este a?o para comenzar a forjar un nuevo rol progresivo dentro de esta instituci¨®n. Tenemos la intenci¨®n de dar un paso atr¨¢s como miembros ¡®principales¡¯ de la familia real y trabajar para ser econ¨®micamente independientes, sin dejar de apoyar plenamente a Su Majestad la Reina¡±, explicaba el comunicado oficial de los duques de Sussex.
Aquel comunicado fue la bomba de relojer¨ªa, seg¨²n Enrique y Meghan, para que todo estallase y se concertara una reuni¨®n de urgencia en Sandrigham el 13 de enero de 2020, en la que no estar¨ªa Meghan presente despu¨¦s de volar de vuelta a Canad¨¢ para estar con su hijo Archie, tras el viaje fallido a Londres para ver a la reina. ¡°Fue horrible tener a mi hermano grit¨¢ndome y a mi padre dici¨¦ndome cosas que sab¨ªa que no eran ciertas y a mi abuela all¨ª sentada en silencio, asimil¨¢ndolo todo¡±, explica Enrique sobre el momento que supuso la ruptura definitiva con Guillermo. ¡°Lo m¨¢s triste fue la brecha que se cre¨® entre mi hermano y yo. Ahora ¨¦l est¨¢ del lado de la instituci¨®n y lo entiendo. Es su legado, ¨¦l hasta cierto punto ya tiene arraigado que parte de su responsabilidad es que esta instituci¨®n sobreviva y contin¨²e¡±. As¨ª justifica el duque de Sussex la postura del pr¨ªncipe de Gales ante su decisi¨®n de salir de la familia real.
Sin embargo, uno de los reproches que Enrique no deja pasar por alto a su familia es el de proteger a Guillermo m¨¢s que a su esposa. El duque de Sussex cuenta c¨®mo despu¨¦s de la reuni¨®n de Sandrigham, en la que no se llega a ning¨²n acuerdo sobre su marcha, se emite un comunicado firmado por ¨¦l sin su permiso en el que desment¨ªa que Guillermo les hab¨ªa amenazado y que este era uno de los motivos para marcharse. ¡°Llame a M para cont¨¢rselo y se ech¨® a llorar, porque en cuatro horas hab¨ªan mentido encantados para proteger a mi hermano, pero durante cuatro a?os nunca dijeron la verdad para protegernos a nosotros¡±, explica Enrique, que asegura que aquel lugar, Sandrigham, del que guardaba numerosos recuerdos, inclu¨ªdos momentos especiales junto a su madre, se convirti¨® en un lugar agridulce.
A estas alturas, la pareja, siempre seg¨²n ellos, no ten¨ªa m¨¢s opci¨®n que la de marcharse. ¡°Fui yo quien decidi¨® irse, ella [Meghan] nunca lo pidi¨®, pero vivimos la misoginia llevada a su m¨¢xima expresi¨®n¡±, reflexiona Enrique sobre las portadas de los peri¨®dicos, las vi?etas y los titulares con el t¨¦rmino Megxit que llevaron a culpabilizar a la duquesa de Sussex de la decisi¨®n de mudarse a Canad¨¢ y salir de la familia real. ¡°Los dos sab¨¦is quienes sois¡±, se escucha decir a una voz de una gu¨ªa de meditaci¨®n que una emocionada Meghan y Enrique siguen en el sof¨¢ del apartamento de un amigo en Nueva York, en 2021. Una r¨¢faga del futuro que les esperaba a los dos antes de contar c¨®mo fue su ¨²ltima semana dentro de la familia real, la primera de marzo de 2020.
¡°Nos imagin¨¢bamos a Archie saltando en el jard¨ªn de Frogmore, ese era nuestro futuro y todo cambi¨® muy r¨¢pido¡±, dice Enrique, mientras se suceden im¨¢genes del matrimonio recogiendo sus pertenencias en el castillo de Windsor. ¡°Todos necesitaban culparme, porque as¨ª no ser¨ªa culpa suya¡±, a?ade ella. ¡°No ten¨ªa que haber sido as¨ª. Lo hemos hablado mil veces. Nos sent¨¢bamos hasta tarde en la cocina y nos dec¨ªamos a nosotros mismos: ¡®Podr¨ªamos haber seguido as¨ª toda la vida¡¯¡±, explica Enrique de lo que supusieron para ellos sus ¨²ltimos actos oficiales en Londres como miembros de la familia real mientras se puede escuchar de fondo She Is Like a Rainbow de los Rolling Stones, en clara alusi¨®n al vestuario que esa semana utiliz¨® Meghan: un vestido azul turquesa, rojo y verde, colores que jam¨¢s hab¨ªa utilizado antes, seg¨²n ella, para no destacar y desentonar. ¡°Volvimos a Buckhimgham, me quit¨¦ el vestido verde [tras la misa del d¨ªa de la Commomwealth, el 9 de marzo de 2020. su ¨²ltimo acto oficial] y me fui corriendo al aeropuerto para coger un vuelo. Ten¨ªa muchas ganas de ver a Archie¡±, explica Meghan.
¡°Me sub¨ª en el avi¨®n, y no el piloto, pero alguien a bordo y supervisor de la tripulaci¨®n se arrodill¨® ante mi asiento, se quit¨® el sombrero y me dijo: ¡®Gracias por todo el servicio que has hecho a este pa¨ªs¡¯. Y esa fue la primera vez que sent¨ª que alguien era consciente de mis sacrificios, no por mi pa¨ªs, si no por otro que no es el m¨ªo¡±. La duquesa de Sussex cuenta c¨®mo al llegar a suelo canadiense se ech¨® en los brazos de un guardaespaldas de confianza y comenz¨® a llorar, dici¨¦ndole que hab¨ªa hecho todo lo posible por permanecer dentro de la familia real. ¡°Me esforc¨¦ much¨ªsimo y ese es el detonador, el hecho de pensar que y aun as¨ª no bast¨®, sigo sin encajar¡±, explica Meghan emocionada.
Sexto cap¨ªtulo: De ¡°Estamos atrapados¡± a ¡°Lo hemos logrado¡±
Es 14 de marzo de 2020 y la familia se encuentra en el que Enrique denomina como ¡°avi¨®n de la libertad¡±. El matrimonio, junto a Archie, decide huir de Canad¨¢ ¡ªdonde resid¨ªan¡ª para ocultarse de la prensa en la casa de Tyler Perry en Los ?ngeles, amigo de Markle a quien ni siquiera conoce en persona. ¡°La estaban maltratando¡±, alega Perry mientras aparecen im¨¢genes de los titulares de los medios brit¨¢nicos. ¡°Est¨¢bamos atrapados y todos sab¨ªan donde est¨¢bamos¡±, explica Markle dos a?os despu¨¦s de dejar su hogar en el pa¨ªs canadiense para vivir durante 12 semanas en casa de Perry.
Mientras mantienen en secreto su paradero, Archie celebra su primer cumplea?os y da los primeros pasos en una casa ajena, pero que les aport¨® la tranquilidad que tanto a?oraban. 24 horas despu¨¦s, el tabloide brit¨¢nico Daily Mail publica la ubicaci¨®n donde se encuentran y es cuando empieza de nuevo la persecuci¨®n de los paparazis despu¨¦s de tantas semanas de paz. ¡°Son casi las cinco de la ma?ana. Archie se ha despertado por culpa del sonido [mientras enfoca a los helic¨®pteros que sobrevuelan la casa]¡±. Para evitar el acoso de la prensa, Perry manda construir una valla. De nada sirve, puesto que cada d¨ªa, seg¨²n ¨¦l mismo relata, se la encontraban cortada.
El cap¨ªtulo se centra, casi en su totalidad, en la batalla medi¨¢tica que mantiene la pareja con los medios brit¨¢nicos, en especial el Daily Mail. Cinco a?os de pleitos judiciales, noticias manipuladas y filtraciones por parte de gente cercana. ¡°La defensa de ellos me dijo: ¡®Necesitamos que colabores. Necesitamos acceso a tu correo y tel¨¦fono, bas¨¢ndonos en estos t¨¦rminos: te quiero, Archie, Kate, Guillermo, ?frica¡¡¯?Qu¨¦ ten¨ªa que ver eso con la demanda? Archie ni hab¨ªa nacido cuando publicaron la carta de mi padre¡±. En otro intento m¨¢s de igualar la situaci¨®n que vivi¨® Lady Di, Enrique vuelve a recordar an¨¦cdotas que le contaba su madre: ¡°Siempre dec¨ªa: ¡®Si hablan mal de ti en los tabloides es porque lo est¨¢s haciendo bien¡¯. As¨ª que siempre he cre¨ªdo que val¨ªa la pena luchar por esto¡±. Finalmente, Markle gana el juicio contra el Daily Mail y es el peri¨®dico quien debe disculparse por la publicaci¨®n.
En julio de 2020, cuando se acaban de mudar a la casa en la que ahora residen, Markle sufri¨® un aborto. Ambos defienden, aunque es Enrique qui¨¦n lo dice de manera directa, que esa p¨¦rdida de la que ella ya habl¨® en el pasado p¨²blicamente, fue culpa del acoso que viv¨ªa diariamente: ¡°Estoy seguro de que mi mujer sufri¨® un aborto por lo que hizo el Mail. Yo lo vi todo. ?Sabemos con certeza que el aborto lo provoc¨® eso? Obviamente no. Pero si tenemos en cuenta el estr¨¦s, la falta de sue?o y la fase del embarazado, de cu¨¢ntas semanas estaba¡Puedo decir que sufri¨® un aborto debido a lo que intentaban hacerle¡±.
Las im¨¢genes familiares junto a Archie y Doria se repiten reiteradamente: jugando en el jard¨ªn, cocinando¡ Todo a la espera de la llega de la nueva integrante de la familia. Finalmente, es un amigo del matrimonio ¡ªa quien le dan en exclusiva la noticia de la llegada de su segundo hijo¡ª quien lo cuenta en The Guardian. El 14 de febrero de 2021 se hizo p¨²blico, coincidiendo con una fecha muy importante. ¡°Recib¨ª un mensaje de dos personas completamente diferentes. Era la portada de San Valent¨ªn de 1984, de mi madre anunciando que estaba embarazada de m¨ª. No ten¨ªamos ni idea, fue pura coincidencia¡±. Lilibet Diana nacer¨ªa el 4 de junio de 2021, casi cuatro meses despu¨¦s.
En este cap¨ªtulo, recuerdan tambi¨¦n otro de los detonantes del distanciamiento entre la familia real brit¨¢nica y Enrique y Meghan: la esperada entrevista con Oprah Winfrey. En ella, la pareja relat¨® en primera persona, por primera vez, todo lo que hab¨ªan vivido, c¨®mo se hab¨ªan sentido y por lo que estaban atravesando: depresi¨®n, acoso, racismo¡ Un a?o despu¨¦s, Markle se lamenta de que toda la pol¨¦mica se centrase ¨²nicamente en la cuesti¨®n de la raza. Ante las acusaciones vertidas de racismo por parte de la casa real brit¨¢nica, emitieron un comunicado en el que defend¨ªan a la pareja y se disculpaban por lo que hab¨ªan atravesado. Pero la realidad fuera de los focos era muy distinta: la relaci¨®n entre los hermanos se debilitaba con cada acci¨®n. Se emite una escena en la que Enrique recibe un mensaje del pr¨ªncipe Guillermo. Su cara lo dice todo, pero su frase lapidaria, m¨¢s: ¡°Ojal¨¢ supiera qu¨¦ hacer¡±. No se sabe qu¨¦ ocurri¨® despu¨¦s, ni cu¨¢l fue el mensaje que le env¨ªo. Pero la reacci¨®n, tanto de Markle como de Enrique, es tajante.
Un mes despu¨¦s de la famosa entrevista, muri¨® Felipe de Edimburgo. El pr¨ªncipe siempre defendi¨® a su abuelo, a quien estaba muy unido. A pesar de encontrarse a miles de kil¨®metros de distancia de Londres y del bache que estaba atravesando su relaci¨®n con sus familiares, viaj¨® hasta la capital brit¨¢nica para despedirse por ¨²ltima vez del duque. ¡°Fue duro. Sobre todo pasar tiempo y hablar con mi hermano y padre despu¨¦s de todo. Segu¨ªan centrados en malinterpretar toda la situaci¨®n. He tenido que asumir que nunca nos rendir¨¢n cuentas ni nos dar¨¢n una disculpa sincera¡±.
Ante la pregunta final sobre si echa de menos la instituci¨®n, el pr¨ªncipe es claro: ¡°Echo de menos las reuniones familiares, cuando nos junt¨¢bamos todos en ciertas ¨¦pocas del a?o. Pero creo que estamos donde tenemos que estar. Lo hemos logrado¡±. El documental termina con Markle pronunciando el discurso que dio en la noche de su boda. Una ¨²ltima frase resume todo el documental en tres palabras: ¡°Gana el amor¡±.
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