Esplendor y ocaso de Marivent, el palacio que el franquismo arrebat¨® a los mallorquines para d¨¢rselo a la familia real
Hace ahora 50 a?os, el r¨¦gimen convirti¨® este enclave ubicado en uno de los lugares m¨¢s privilegiados de Palma en el refugio estival de los Borbones. Felipe VI, la reina Letizia y sus hijas regresan al complejo coincidiendo con el ¡°aniversario¡±
¡°Cuando no ¨¦ramos nadie¡±. As¨ª se refer¨ªan los propios Juan Carlos I y la reina Sof¨ªa a la d¨¦cada de los sesenta, cuando eran dos j¨®venes pr¨ªncipes sin reino ni corona que heredar. Pero a comienzos de los a?os setenta empezaron a ser alguien en Espa?a. En el verano de 1969, Franco design¨® a Juan Carlos de Borb¨®n como su sucesor a t¨ªtulo de rey y lo nombr¨® Pr¨ªncipe de Espa?a, t¨ªtulo de nuevo cu?o inventado por el dictador. Entonces, el padre de Felipe VI empez¨® a recibir prebendas del r¨¦gimen por su trabajo como heredero: honores militares correspondientes a los capitanes generales del Ej¨¦rcito, un guion y un estandarte de pr¨ªncipe y, poco despu¨¦s, un complejo de veraneo de casi 60.000 metros cuadrados en uno de los lugares m¨¢s privilegiados de Palma, capital de la isla de Mallorca.
El s¨¢bado 4 de agosto de 1973, hace ahora 50 a?os, el franquismo cedi¨® a Juan Carlos I y su familia el palacio de Marivent, una balconada sobre el mar Mediterr¨¢neo con vistas ¨²nicas a la bah¨ªa de Palma. Jos¨¦ Alcover, presidente de la entonces Diputaci¨®n de Baleares y prohombre de Franco, efectu¨® la cesi¨®n en nombre del pueblo balear en un acto sencillo y discreto, con pocos periodistas. Unos a?os antes, Ioannes Saridakis, millonario griego afincado en Mallorca y due?o de la propiedad, hab¨ªa estipulado su donaci¨®n a la Diputaci¨®n con unas condiciones: la casa, de 1.826 metros cuadrados, deb¨ªa albergar a perpetuidad un museo p¨²blico con sus obras ¡ªpinturas de Delacroix, Picasso, Zuloaga, Sorolla y Goya y una colecci¨®n de cer¨¢mica de Manises¡ª y una escuela de arte. Sin embargo, la Corporaci¨®n provincial decidi¨® incumplir las cl¨¢usulas de la donaci¨®n.
Aquel s¨¢bado de agosto de 1973, los pr¨ªncipes de Espa?a aterrizaron en la base a¨¦rea de Son San Juan junto a sus hijos, los infantes Felipe, Elena y Cristina. Como era frecuente, la familia real viaj¨® por separado en dos aviones militares. En el primero se trasladaron don Juan Carlos con sus hijas, mientras que en el segundo lo hicieron do?a Sof¨ªa y Felipe. Los Borbones llegaron a Marivent en un Seat 1400 conducido por el propio Juan Carlos. A las siete y media de la tarde, la Diputaci¨®n hizo entrega de las llaves en un acto sin protocolo excepcional. ¡°Os rogamos, Altezas, que acept¨¦is esta residencia para que, en uni¨®n de vuestra Real Familia, pod¨¢is disfrutar del merecido descanso que nuestra bella geograf¨ªa os ofrece siempre, en la paz cimentada y consolidada por nuestro Caudillo, que no dudamos nos conservar¨¦is y acrecentar¨¦is en un futuro¡±, dijo Alcover. Tras sus palabras, el pr¨ªncipe Juan Carlos agradeci¨®, acept¨® la cesi¨®n y ofreci¨® un vino espa?ol a sus invitados.
Los meses previos, do?a Sof¨ªa se hab¨ªa encargado personalmente de supervisar la restauraci¨®n del palacio, aunque la familia real no tuvo que desembolsar ni una peseta en las reformas. Al concluir ese primer verano en Marivent, en septiembre, la empresa espa?ola Ataconsa public¨® una p¨¢gina de publicidad en Abc anunciando: ¡°El palacio de Marivent en Palma de Mallorca, nueva residencia de verano de Sus Altezas Reales los pr¨ªncipes de Espa?a, fue reformado, acondicionado, decorado y amueblado por Ataconsa¡±. La llamada Operaci¨®n Marivent fue un ¨¦xito para todas las partes interesadas. Los empresarios mallorquines utilizaron a los j¨®venes pr¨ªncipes como reclamo tur¨ªstico de la isla. El r¨¦gimen aprovech¨® esos veraneos para promocionar la cara m¨¢s amable de la familia real y para que los espa?oles conocieran mejor a sus futuros reyes. Franco, adem¨¢s, utiliz¨® el regalo del palacio para enfurecer m¨¢s a don Juan, el leg¨ªtimo heredero al trono. En esa ¨¦poca, el conde de Barcelona vendi¨® los verdaderos palacios de verano de los Borbones: Miramar, en San Sebasti¨¢n, y La Magdalena, en Santander.
Los herederos de Sadirakis, el due?o original de Marivent, reclamaron los bienes del palacio alegando que se estaban incumpliendo las condiciones de la donaci¨®n y los ¨²ltimos deseos del millonario griego. En 1988, tras ocho a?os de litigio, el Tribunal Supremo les otorg¨® la propiedad de las obras de arte y los bienes muebles contenidos all¨ª: unas 1.300 obras de arte de diversas ¨¦pocas, una biblioteca de alrededor de 2.000 vol¨²menes y un centenar de muebles de distintos estilos. Pero nunca recuperaron la mansi¨®n. Jos¨¦ Carlos Herrmann Marconi, heredero del coleccionista, renunci¨® en 1978 a su derecho de propiedad sobre el palacio mientras fuera utilizado por el jefe del Estado, su sucesor o heredero, como residencia para sus visitas a las islas.
La tranquilidad volvi¨® a reinar en Marivent a finales de los a?os ochenta y comienzos de los noventa. A la reina le recordaba a Mon Repos, el palacio que la familia real griega hab¨ªa perdido en la isla de Corf¨². Do?a Sof¨ªa aprovechaba los meses de verano para reunir a sus parientes en Palma. En la ¨¦poca de m¨¢ximo esplendor del palacio, recib¨ªa la visita de Constantino de Grecia, el pr¨ªncipe Carlos de Inglaterra y Lady Di y otros miembros de la realeza europea. Por su parte, el rey se sent¨ªa m¨¢s libre que en Madrid. En Mallorca pod¨ªa salir a navegar y codearse sin protocolo con la jet set que atracaba en la isla. La revista ?poca bautiz¨® a ese c¨ªrculo como ¡°la corte navegante¡±.
Y en ese c¨ªrculo fue donde Juan Carlos I conoci¨® a la mallorquina Marta Gay¨¢. El pr¨ªncipe georgiano Zourab Tchokotoua, amigo de la infancia del rey y yerno del empresario mallorqu¨ªn Pedro Salas, fue quien los present¨®. Gay¨¢ jam¨¢s entr¨® en Marivent, pero siempre estuvo a tiro de piedra de la residencia estival de la familia real. En el verano de 1988, compr¨® un ¨¢tico a seis minutos en coche de la residencia real. Tchokotua tambi¨¦n ced¨ªa su mansi¨®n, Villa Altea, para que el jefe del Estado y Gay¨¢ pudieran verse con la complicidad de los poderosos vecinos de la urbanizaci¨®n Son Vida: el mercader de armas saud¨ª Adnan Khashoggi; el esp¨ªa Ashraf Marwan, yerno del pol¨ªtico y militar egipcio Gamal Abdel Nasser, o el primer ministro liban¨¦s Rafic Hariri. En esos a?os, ?poca tambi¨¦n dedic¨® una portada a Gay¨¢, llam¨¢ndola ¡°la dama del rumor¡±. Pero la publicidad de la relaci¨®n no impidi¨® que siguieran vi¨¦ndose. ¡°Nunca he sido tan feliz¡±, reconoci¨® el propio rey en una conversaci¨®n telef¨®nica que grab¨® el CESID en 1990 y que sali¨® a la luz en 2017. ¡°Est¨¢ el runr¨²n con ciertas fotos y ciertos art¨ªculos, ahora volver¨¢ a bajar el diapas¨®n. Claro, es que no estamos acostumbrados; vamos, ni yo, ni t¨² a lo mejor, ni Marta (Gay¨¢), ni nadie¡±, afirmaba en la grabaci¨®n. ¡°Como me dec¨ªa un primo m¨ªo ayer, Miguel de Grecia: ¡®Mira Juanito, date con un canto en los dientes. Llevas 15 a?os de rey y es la primera vez que te atacan¡±.
La primera d¨¦cada de este siglo fue la de los posados multitudinarios en Marivent. Los reyes construyeron tres viviendas anexas para sus hijos. Eran los a?os en los que Juan Carlos I y do?a Sof¨ªa posaban a las puertas del palacio junto a sus hijos, yernos y nietos. En 2007 empez¨® el ocaso. Ese verano ser¨ªa la ¨²ltima vez que Jaime de Marichalar saldr¨ªa en la foto familiar. Solo tres meses despu¨¦s se anunci¨® su ¡°cese temporal de la convivencia¡± con la infanta Elena. El verano de 2011 fue el ¨²ltimo de I?aki Urdangarin, quien luego, con el estallido del caso N¨®os, solo pisar¨ªa suelo mallorqu¨ªn para entrar a los juzgados. En 2013, Felipe y Letizia atravesaron una crisis mientras veraneaban en la isla. ¡°Los pr¨ªncipes de Asturias: vacaciones privadas entre rumores de distanciamiento¡±, titul¨® el diario mon¨¢rquico Abc. ¡°En su c¨ªrculo m¨¢s estrecho perciben que el pr¨ªncipe lo est¨¢ pasando mal¡±, explicaba el peri¨®dico, que al d¨ªa siguiente rectific¨®.
El verano siguiente, el de 2014, lleg¨® la abdicaci¨®n de Juan Carlos I y la proclamaci¨®n de Felipe VI. Entonces volvieron los posados familiares en Marivent, pero con sesiones de fotos reducidas a los Reyes y sus dos hijas. En 2017, el monarca y el Gobierno balear llegaron a un acuerdo para abrir los jardines al p¨²blico. La familia real regresa en estas fechas al palacio, coincidiendo con el 50 aniversario de la controvertida cesi¨®n de la propiedad. Estas vacaciones ser¨¢n m¨¢s cortas, ya que a mediados de agosto la princesa de Asturias comenzar¨¢ su formaci¨®n militar en la Academia General de Zaragoza y la infanta Sof¨ªa viajar¨¢ a Gales para ingresar en el UWC Atlantic College, donde cursar¨¢ el Bachillerato los pr¨®ximos dos a?os.
La reina em¨¦rita se ha propuesto un dif¨ªcil cometido este verano: volver a reunir a sus tres hijos y ocho nietos en el palacio mallorqu¨ªn. Y recordar tiempos felices, cuando los Borbones ¡°no eran nadie¡± en Espa?a.
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