25 a?os de ¡®Shakespeare in Love¡¯: del abandono de Julia Roberts (que cost¨® seis millones de d¨®lares) a las amenazas de Harvey Weinstein
La pel¨ªcula, estrenada el 11 de diciembre de 1998, estuvo nominada a 13 premios Oscar y consigui¨® 7 estatuillas. Entre el primer guion y la gloria de aquella noche hay rupturas de contrato, enemistades de por vida y la mano negra del que se convirti¨® en el hombre m¨¢s odiado en Hollywood
Una noche de 1996, el director de cine Edward Zwick, que hac¨ªa dos a?os hab¨ªa dirigido Leyendas de pasi¨®n, se encontraba en una habitaci¨®n de hotel frente al hospital Michael Reese en la ciudad de Chicago, donde su padre estaba a punto de morir, cuando recibi¨® una llamada: ¡°?Piensas que puedes demandarme, gilipollas? No tienes ni idea de con qui¨¦n est¨¢s tratando¡±, escuch¨® nada m¨¢s descolgar. ¡°Voy a destrozarte¡±, continu¨® la voz al otro lado de la l¨ªnea. ¡°Ah, hola, Harvey¡±, respondi¨® Zwick. ¡°Me asegurar¨¦ de que no vuelvas a trabajar en tu vida¡±, amenaz¨® quien con toda seguridad el lector o lectora ya habr¨¢ reconocido como Harvey Weinstein. ¡°Es medianoche, Harvey, mi padre est¨¢ enfermo, no es un buen momento¡±. ¡°Oh, as¨ª que tenemos un muchachito sensible, ?he herido tus sentimientos? Que te follen. Voy a matar a toda tu puta familia, puto desgraciado¡±. ¡°Ha sido agradable charlar contigo, Harvey, nos vemos en el tribunal¡±.
Para comprender las razones detr¨¢s de esa llamada, hay que remontarse al inicio de la d¨¦cada de los noventa, al momento en que Edward Zwick conoci¨® al guionista Marc Norman, quien le cont¨® que estaba trabajando en una idea: la historia de cuando William Shakespeare escribi¨® Romeo y Julieta. A Zwick, quien en 1989 hab¨ªa recibido su primera nominaci¨®n a mejor director en los Globos de Oro por la pel¨ªcula Tiempos de gloria, un drama hist¨®rico ambientado en la guerra civil estadounidense protagonizado por Denzel Washington, le interes¨® la idea. Y la productora Universal decidi¨® pagarles para desarrollar el guion. Es aqu¨ª cuando Norman integr¨® el elemento rom¨¢ntico (y fundamental) de la pel¨ªcula: aquella iba a ser la historia de un escritor enamor¨¢ndose al tiempo que escrib¨ªa una de las historias de amor m¨¢s famosas de todos los tiempos, ¡°pero por muy bien escrito que estuviera aquel guion, carec¨ªa del ingenio y la perspicacia de una comedia de Shakespeare¡±, escribi¨® el propio Zwick en una pieza para el bolet¨ªn The Air Mail, titulada, precisamente, O no ser, donde narr¨® los entresijos detr¨¢s de la pel¨ªcula que nunca lleg¨® a dirigir y que hace justo 25 a?os, el 11 de diciembre de 1998, lleg¨® a las salas estadounidenses: Shakespeare in Love.
Para conseguir el ingenio y la perspicacia shakespeariana, el director propuso a los estudios Universal contratar al prestigioso y aclamado dramaturgo brit¨¢nico de origen checo Tom Stoppard y limar aquel guion. Stoppard, que contaba con una amplia experiencia en el teatro londinense, dijo que aceptar¨ªa a cambio de un mill¨®n de d¨®lares. Universal dijo que ni hablar. ¡°Hasta que Julia entr¨® en escena, ni m¨¢s ni menos¡±, cuenta Zwick; ¡°alguien, probablemente su agente, hab¨ªa escuchado algo sobre el proyecto y le dijo a Universal que Julia estaba interesada en protagonizar una comedia rom¨¢ntica hist¨®rica, en concreto, esta¡±. Julia era Julia Roberts, quien en 1990 hab¨ªa protagonizado Pretty Woman, y hab¨ªa aparecido en populares cintas como Magnolias de acero o El informe pel¨ªcano, y era ya, oficialmente, la nueva novia de Am¨¦rica. Universal firm¨® el trato, el guion se termin¨® y, en 1991, comenz¨® la producci¨®n. El director, los guionistas y la actriz principal volaron a Inglaterra. Se aseguraron localizaciones por todo Londres, se construyeron otros enclaves y se comenz¨® a trabajar en vestuario. Mientras tanto, faltaba una pieza clave: el Romeo.
En aquella ¨¦poca, Julia Roberts (y, posiblemente, tambi¨¦n su representante) ya hab¨ªa puesto en marcha la estrategia que la llevar¨ªa a recoger, en el a?o 2001, el Oscar a mejor actriz por Erin Brockovich. Esto inclu¨ªa compartir cartel con actores respetados por la cr¨ªtica y, a poder ser, tambi¨¦n galardonados. Roberts decidi¨® que su compa?ero en aquella pel¨ªcula deb¨ªa ser Daniel Day-Lewis, que en 1990 hab¨ªa ganado el Oscar a mejor actor por Mi pie izquierdo. El problema era que ¨¦l acababa de comprometerse con el proyecto de su ¨ªntimo amigo Jim Sheridan, que llevaba por t¨ªtulo En el nombre del padre. Y pese a los encantos y los numerosos intentos de acercamiento por parte de Roberts ¡ªle lleg¨® a enviar un ramo de rosas con la nota ¡°S¨¦ mi Romeo¡±¡ª, Day-Lewis no cedi¨®.
Cuenta Zwick que la negativa del actor irland¨¦s dej¨® a Roberts destrozada. Y poco importaba a qu¨¦ compa?ero le pusieran delante ¡ªpor el casting pasaron nombres de la talla de Hugh Grant, Rupert Graves, Colin Firth, Sean Bean e incluso Ralph Fiennes, detalle curioso porque, finalmente, el papel recay¨® sobre su hermano, Joseph Fiennes¡ª, porque Roberts ni se molestaba en leer correctamente el guion que ten¨ªa delante para la prueba. Es m¨¢s, seg¨²n relata Zwick, ni siquiera intent¨® fingir un acento brit¨¢nico y le¨ªa sus textos con un marcado acento estadounidense. Una ma?ana, Zwick se dio cuenta de que la actriz hab¨ªa abandonado su habitaci¨®n de hotel. Tras intentar localizarla por todos los medios posibles, finalmente llam¨® a Tom Pollock, uno de los jefes de Universal. Pollock le inform¨® de que Julia Roberts hab¨ªa decidido abandonar el proyecto y, aunque intentaron retenerla, su decisi¨®n parec¨ªa fija. ¡°?Puede hacer esto? ?Ya hemos gastado millones!¡±, pregunt¨® el director. ¡°Seis millones, concretamente¡±, revel¨® el productor. S¨ª, era Julia Roberts, pod¨ªa hacerlo. Y la producci¨®n se cancel¨®.
Universal segu¨ªa teniendo los derechos de la cinta, pero sin un nombre con tanto tir¨®n, y con un agujero inicial de seis millones de d¨®lares, poco se pod¨ªa hacer. Shakespeare in Love qued¨® en un caj¨®n por tiempo indefinido. Hasta que el mandam¨¢s de Miramax decidi¨® abrirlo.
Harvey Weinstein se interes¨® por el trabajo de Edward Zwick despu¨¦s de ver Leyendas de pasi¨®n. Cuenta el director que un buen d¨ªa quedaron para tomar algo y Weinstein le dijo que estar¨ªa encantado de producirle cualquier cosa que tuviera entre manos. Zwick le habl¨® entonces de Shakespeare in Love. Weinstein llam¨® a Universal y, cuando se enter¨® de la deuda de seis millones, no volvi¨® a hablar con Zwick. ¡°Durante los siguientes cuatro o cinco a?os, mostr¨¦ aquel guion, a menudo m¨¢s de una vez, a todos los estudios que tuvieran algo de dinero. Todos dijeron que no¡±, explica Zwick. Un d¨ªa, en 1996, mientras se encontraba en Nueva York a la b¨²squeda de localizaciones para su pr¨®xima pel¨ªcula, ley¨® la noticia de que Harvey Weinstein y Miramax hab¨ªan comprado los derechos para grabar Shakespeare in Love el pr¨®ximo a?o. Nadie le inform¨® de aquello, as¨ª que Zwick se puso en contacto con sus abogados. Acto seguido, se produjo la amenazadora llamada con la que arranca este art¨ªculo.
En 1996, una joven rubia, bronceada y de aspecto t¨ªpicamente posh californiano era la chica de moda en Hollywood: Gwyneth Paltrow. Seven, estrenada en 1995, y en la que compart¨ªa protagonismo con su entonces pareja, Brad Pitt, la hab¨ªa convertido en una superestrella. Un a?o despu¨¦s se estrenaron Sydney, de Paul Thomas Anderson, y Emma, basada en la novela hom¨®nima de Jane Austen. Fue apodada como ¡°primera dama de Miramax¡±, incluso ¡°musa residente¡± de la productora. Hab¨ªa rodado cinco pel¨ªculas con Harvey Weinstein. ¡°He escuchado esta historia unas cuantas veces... Gwyneth [Paltrow] y Winona [Ryder] eran mejores amigas. Y cuando Gwyneth estaba pasando unos d¨ªas con Winona, encontr¨® el guion de Shakespeare in Love que yo le hab¨ªa mandado a Winona¡±, cuenta Zwick, ¡°y Gwyneth le dijo a Harvey que quer¨ªa hacer la pel¨ªcula¡±. Su amistad se rompi¨® para siempre. Pero Gwyneth se convirti¨® en Viola de Lesseps en la esperada Shakespeare in Love.
Zwick no pudo con Weinstein. Despu¨¦s de recibir amenazas y chantajes por parte del todopoderoso productor, se hizo a un lado o, m¨¢s bien, se conform¨® con las migajas de aquel pastel. El rodaje coincid¨ªa, casualmente, con el de la pel¨ªcula en la que estaba trabajando el director, Estado de sitio, una cinta de suspense protagonizada, de nuevo, por Denzel Washington en compa?¨ªa de Annette Bening y Bruce Willis. Zwick se enter¨® m¨¢s adelante que aquello fue una estrategia de Weinstein para alejarlo de la direcci¨®n. ¡°Entre las muchas cosas que me prometi¨® Harvey, estaba incluir mi rol central como productor de la pel¨ªcula, adem¨¢s de que mi productora, Bedford Falls Productions, aparecer¨ªa en los cr¨¦ditos¡±. Bedford Falls Productions aparece, como prometi¨® Weinstein, en Shakespeare in Love. En concreto, sobre la imagen de unas heces de caballo.
Shakespeare in Love se estren¨® el 11 de diciembre de 1998, dirigida por John Madden. Solo en Estados Unidos recaud¨® 100 millones de d¨®lares. En todo el mundo, 289 millones. A Miramax le hab¨ªa costado 25. Fue un enorme ¨¦xito en el Reino Unido. Recibi¨® grandes alabanzas por parte de la cr¨ªtica y fue nominada a 13 Oscar, logrando ser la cinta que acumul¨® m¨¢s candidaturas ese a?o. Pero la ceremonia de aquel a?o tambi¨¦n estuvo manchada por la controversia. La mayor competidora de Shakespeare in Love era Salvar al soldado Ryan, dirigida por Steven Spielberg. La primera se llev¨® la estatuilla a mejor pel¨ªcula, la segunda se alz¨® con la de mejor director. Harrison Ford fue el encargado de anunciarlo: Edward Zwick subi¨® al escenario a recoger el premio, visiblemente inc¨®modo al lado del resto de los productores (Donna Gigliotti, Marc Norman, David Parfit y Harvey Weinstein). Fue el ¨²nico que no habl¨®.
En Hollywood se consider¨® un enorme tongo, provocado por la agresiva campa?a de promoci¨®n que hab¨ªa llevado a cabo el propio Weinstein. Si al lector o lectora le resulta familiar la frase de que de ¡°Salvar al soldado Ryan solo merecen la pena los primeros 15 minutos¡±, debe saber que fue inventada por Weinstein. Paltrow recibi¨® aquella noche el Oscar a mejor actriz, pasando por encima de Cate Blanchett por su papel en Elizabeth. ¡°Quiero agradecer a Harvey Weinstein y a todas las personas de Miramax Films por su incre¨ªble apoyo¡±, dijo en su discurso de agradecimiento, vestida de rosa y por Ralph Lauren. Judi Dench recibi¨® su estatuilla a mejor actriz secundaria por su interpretaci¨®n de la reina Elizabeth en la pel¨ªcula, en la que aparec¨ªa tan solo ocho minutos. La pel¨ªcula tambi¨¦n se llev¨® los premios a mejor guion, mejor direcci¨®n art¨ªstica, mejor vestuario y mejor banda sonora y, con esos siete galardones, fue coronada como la gran ganadora de la noche. Salvar al soldado Ryan se alz¨® con cinco.
El papel de la actriz principal de la cinta ser¨ªa muy distinto a?os despu¨¦s. Tal y como se revel¨® en el libro She said: la investigaci¨®n period¨ªstica que destap¨® los abusos de Harvey Weinstein e impuls¨® el movimiento #MeToo (Libros del K.O), Gwyneth Paltrow se convirti¨® en una figura clave para desenmascarar a Harvey Weinstein y poner en marcha el movimiento que har¨ªa que Hollywood se tambalease, al ser una de las fuentes principales de las periodistas Jodi Kantor y Megan Twohey, que publicaron el resultado de sus investigaciones en una serie de art¨ªculos en The New York Times. El otrora rey de Hollywood cumple condena en el centro penitenciario de las Torres Gemelas, en el centro de Los ?ngeles, por violar a numerosas mujeres cuando estaba en lo m¨¢s alto de la industria. En 2015, The Hollywood Reporter organiz¨® una encuesta a cientos de miembros de la Academia de Artes y Ciencias Cinematogr¨¢ficas, donde les pidi¨® volver a emitir sus votos en contiendas hist¨®ricas, en un refer¨¦ndum (sin validez, pero con mucha miga) sobre qu¨¦ pel¨ªculas hab¨ªan resistido mejor el paso del tiempo. Escogieron Salvar al soldado Ryan por encima de Shakespeare in Love.
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