La casa de mu?ecas de la reina Mar¨ªa, la m¨¢s grande y famosa del mundo, cumple 100 a?os (y la reina Camila renueva su biblioteca)
Construida entre 1921 y 1924 como regalo de la naci¨®n a Mar¨ªa de Teck, esposa de Jorge V, esta r¨¦plica de una mansi¨®n eduardiana tiene electricidad, ascensores e incluso agua corriente, adem¨¢s de contribuciones de m¨¢s de 1.500 artistas y artesanos brit¨¢nicos
La gran obra del arquitecto Edwin Lutyens (Londres, 1869-1944) fue planificar y construir, a lo largo de 20 a?os, la ciudad de Nueva Delhi, fundada en 1911 por Jorge V, entonces emperador de la India, quien decidi¨® trasladar all¨ª la capital desde Calcuta durante el periodo del Raj brit¨¢nico. Para este prop¨®sito, Lutyens dise?¨® un ¨¢rea administrativa en el centro de un sistema de amplias avenidas, aceras anchas y majestuosos jardines, siguiendo el modelo de ciudades como Washington, y a?adiendo una arquitectura particular que tomaba lo mejor del clasicismo occidental y elementos de tradici¨®n local. Su enorme proyecto comenz¨® en 1912, cuando Lutyens visit¨® por primera vez la ciudad, y se inaugur¨® de manera oficial en 1931. Entre medias, el que fuera el primer arquitecto en ser nombrado caballero de la Orden del Imperio Brit¨¢nico, recibi¨® un particular encargo: construir una casita de mu?ecas para la reina Mar¨ªa de Teck, esposa del rey Jorge V, y una gran aficionada a la decoraci¨®n y a las miniaturas. Seguramente, en el momento en el que acept¨® aquel humilde proyecto, el arquitecto no pens¨® que llegar¨ªa a eclipsar la creaci¨®n de toda una ciudad en la India, pero lo cierto es que, 100 a?os m¨¢s tarde, la casa de mu?ecas de la reina Mar¨ªa es, sin duda, su obra m¨¢s famosa y popular. Prueba de ello es que, con motivo de su centenario, es otra reina, Camila, quien toma la batuta de sus predecesoras y se ha encargado de renovar su impresionante biblioteca con motivo del centenario.
La casa de mu?ecas fue idea de la princesa Mar¨ªa Luisa, prima del rey Jorge V y amiga de la infancia de Mar¨ªa de Teck, quien decidi¨® que este ser¨ªa un buen regalo de toda la naci¨®n para su reina tras la Primera Guerra Mundial. Lutyens, amigo de la princesa, decidi¨® embarcarse en el proyecto para el que crearon un comit¨¦ para decidir cu¨¢l ser¨ªa el estilo de la casa y para asegurarse de que todo su contenido fuese de la mayor calidad posible y tuviera la escala perfecta.
Se escogi¨® el estilo eduardiano, quiz¨¢s como declaraci¨®n de buenos prop¨®sitos ¡ªla ¨¦poca del reinado de Eduardo VII se caracteriz¨® como un periodo dulce y ostentoso cuyo fin lo marcan dos hechos tr¨¢gicos: el hundimiento del Titanic y el inicio de la Primera Guerra Mundial¡ª, quiz¨¢s como gui?o nost¨¢lgico a la infancia de la propia reina y a una Inglaterra en mejor estado de salud.
El proyecto se materializ¨® en 1924: ¡°Se pretend¨ªa que la casa fuera lo m¨¢s fiel posible a la vida real. Incluso incluye electricidad, agua corriente y ascensores en funcionamiento. Cada habitaci¨®n est¨¢ bellamente amueblada y esperando ser explorada¡±, explican desde la p¨¢gina de The Royal Trust. Incluye las habitaciones reales del rey y la reina, sal¨®n y comedor principal, sala de juegos de los ni?os, cocinas, jardines, bodega, cocheras e incluso, en la zona del ¨¢tico, las habitaciones del servicio dom¨¦stico. Tambi¨¦n tiene recreaciones en miniatura de algunas de las joyas de la Corona, con diamantes, rub¨ªes, zafiros, esmeraldas y perlas reales. Seg¨²n presumen en la p¨¢gina web, es la casa de mu?ecas m¨¢s grande del mundo.
En palabras de su arquitecto, en una carta fechada en 1923: ¡°Es una mansi¨®n en miniatura en la que podr¨ªan vivir el rey y la reina... en todos los detalles¡±. Para dotar a la casita de mayor fidelidad, est¨¢ llena de las contribuciones de m¨¢s de 1.500 artistas, artesanos y fabricantes de la ¨¦poca. La casa de mu?ecas fue presentada en la exposici¨®n Empire de Wembley en 1924, donde estuvo expuesta siete meses, como un escaparate de la mano de obra brit¨¢nica. En aquella ¨¦poca, revistas especializadas en arquitectura y decoraci¨®n, como Architectural Digest, le dedicaron art¨ªculos a la casa. M¨¢s adelante, en 1925, y despu¨¦s de una peque?a gira, se traslad¨® al castillo de Windsor, en una sala dise?ada por Lutyens, donde ha permanecido desde entonces y donde se puede visitar.
De entre todas las magn¨ªficas estancias que se encuentran en esta casita, hay una que recibe especial inter¨¦s: la biblioteca. ¡°?Cu¨¢ntas residencias de Londres, incluso en Berkeley Square y Park Lane, tienen una biblioteca compuesta por 200 libros escritos por las propias manos de sus autores y una colecci¨®n de m¨¢s de 700 acuarelas de artistas vivos? Dudo incluso que puedas encontrar algo as¨ª en el palacio de Buckingham¡±, se pregunta el autor E. V. Lucas en el libro The Book of the Queen¡¯s Dolls¡¯ House. Precisamente fue Lucas, de la mano de su amiga, la princesa Mar¨ªa Luisa, quien se encarg¨® de catalogar y organizar esta librer¨ªa para la que la princesa encarg¨® libros originales a autores vivos ¡ªadem¨¢s de contener t¨ªtulos de referencia¡ª. La lista de los escritores que se negaron a participar es corta: Virginia Woolf y George Bernard Shaw. La lista de aquellos que s¨ª contribuyeron es impresionante, ya que incluye firmas como Chesterton, Joseph Conrad, Arthur Conan Doyle, John Galsworthy, Robert Graves, Thomas Hardy, Aldous Huxley, Rudyard Kipling o Vita Sackville-West.
100 a?os m¨¢s tarde, ya no es una princesa, sino una reina, Camila, quien ha tomado la decisi¨®n de a?adir nuevas obras a esta biblioteca. Se trata de 20 peque?os manuscritos, escritos y decorados a mano por destacados escritores e ilustradores, que pretende ser una muestra de la literatura contempor¨¢nea del Reino Unido. Los nuevos manuscritos van desde cuentos o poemas hasta obras de teatro, art¨ªculos y recetas, muchos de ellos inspirados en la casa de mu?ecas o escritos especialmente para la ocasi¨®n. Entre los autores escogidos para esta nueva etapa, se encuentran Joseph Coelho, Imtiaz Dharker, Julia Donaldson y Axel Scheffler, Philippa Gregory, Robert Hardman, Anthony Horowitz, Charlie Mackesy, Ben Okri, Sarah Waters y AN Wilson. ¡°Estos peque?os libros son grandes en imaginaci¨®n y talento, en sentimientos e ideas. Unos libros tan exquisitos reavivan el placer de la lectura cuidadosa, la mirada atenta y el pensamiento tranquilo¡±, ha explicado Stella Panayotova, bibliotecaria de la casa real brit¨¢nica y asistente de conservaci¨®n de los archivos reales. Entre los escritores ha llamado la atenci¨®n, especialmente en los medios brit¨¢nicos, el del escritor gastron¨®mico Tom Parker Bowles, hijo de Camila, que ha participado con un texto titulado Una receta digna para una reina.
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