Justin Timberlake, de c¨®mo el jefe de la banda qued¨® relegado a un meme de s¨ª mismo

La noche del 18 de junio, de madrugada y sin preverlo, las cosas se pusieron feas para Justin Timberlake. En los albores del verano el de Memphis, Tennessee, de 43 a?os, parec¨ªa haber encarrilado un curso escolar que se le hab¨ªa complicado. Un nuevo ¨¢lbum y una gira trataban de ponerle su lugar. Pero entonces lleg¨® una cena en el American Hotel de Sag Harbor ¡ªa un corto vuelo de helic¨®ptero de Nueva York¡ª, una noche con amigos y un supuesto Martini de m¨¢s. Al ponerse al volante, todo se torci¨®, literalmente. Timberlake iba haciendo eses por la calle cuando un joven polic¨ªa le detuvo y le sancion¨® por conducir ebrio: no iba por el carril correcto, se salt¨® un stop y no quiso someterse a la prueba de alcoholemia.

En solo un par de horas la noticia salt¨® a todo el mundo, pero, como suele ocurrir en estas ocasiones, un minuto en convertirse en elemento de conversaci¨®n y en pasar a ser parte de la cultura popular (solo el tiempo dir¨¢ si perdura en ella). La foto de la ficha policial no tard¨® mucho m¨¢s. Pero probablemente lo m¨¢s global fueron las bromas sobre su conversaci¨®n de besugos con el agente, que ni siquiera reconoci¨® al ganador de 10 premios Grammy, que alcanz¨® su ¨²ltimo n¨²mero 1 en las listas de ¨¦xitos hace m¨¢s de ocho a?os, con Can¡¯t stop the feeling, de la banda sonora de la pel¨ªcula infantil Trolls, y que Time calific¨® como el peor tema del a?o. ¡°Esto va a arruinar la gira¡±, dijo, supuestamente, Timberlake. ¡°?Qu¨¦ gira?¡±, pregunt¨® el muchacho sin tener ni idea de qui¨¦n era su interlocutor. ¡°?La gira mundial!¡±, respondi¨® ¨¦l, en una charla que se ha convertido, junto a los ojos rojos de Timberlake en su retrato en comisar¨ªa, en carne de contenido viral. Todo ello ayud¨® a construir un relato de un artista que hace a?os que parece haber vivido sus mejores momentos y cuya detenci¨®n fue la puntilla final para convertirle en un meme andante y blanco de las cr¨ªticas.

Bien es cierto que el cantante, que salt¨® a la fama primero como ni?o Disney (junto a otras estrellas como Christina Aguilera o Ryan Gosling), vivi¨® su ¨¦poca dorada hace 20 a?os, cuando era un joven talento cabecilla de una banda de ¨¦xito, N¡¯Sync, que segu¨ªa los pasos de Take That y Backstreet Boys. Por aquel entonces, desde la bonanza de los 2000, todo se miraba con una sonrisa. Su despecho hecho canci¨®n (y repetidas burlas, incluso en la televisi¨®n nacional) hacia su ex, Britney Spears, o su bochornoso levantamiento de la pezonera de Janet Jackson en la Super Bowl de 2004 no fueron vistas con la lupa con la que llegan 20 a?os m¨¢s tarde, donde se ven como claros episodios de un machismo dif¨ªcil de contemplar en aquel momento.

Pero el tiempo todo lo pone en su lugar, y tambi¨¦n a Timberlake. Y si alguien ten¨ªa que saldar cuentas era Britney Spears. La cantante ha permanecido en silencio durante 15 a?os. En parte por decisi¨®n propia (la sobreexposici¨®n fue agotadora) y en parte porque ha permanecido bajo la tutela legal de su padre, y, por tanto, atada de pies y manos, durante 13 a?os. De ah¨ª que cuando, a mediados de octubre, la cantante empezara a publicar extractos de su esperado libro, La mujer que soy, y adelantara que sus fans merec¨ªan ¡°escucharlo directamente¡± de ella, muchos buscaran el nombre de Justin entre las p¨¢ginas.

Al hablar de su primer gran novio p¨²blico, cont¨® no solo que ¨¦l la hab¨ªa dejado a trav¨¦s de mensajes de texto, sin una conversaci¨®n a la cara, sino que adem¨¢s se hab¨ªa quedado embarazada durante aquella relaci¨®n, cuando deb¨ªa tener apenas 18 a?os. ¡°Fue una sorpresa, pero, para m¨ª, no una tragedia¡±, contaba. ¡°Quer¨ªa much¨ªsimo a Justin. Siempre esper¨¦ que un d¨ªa podr¨ªamos tener una familia. Esto ocurri¨® mucho antes de lo que yo hab¨ªa anticipado. Pero Justin no estaba para nada contento con el embarazo. Dijo que no est¨¢bamos preparados para tener un beb¨¦ en nuestras vidas, que ¨¦ramos demasiado j¨®venes¡±. Y entonces expon¨ªa claramente: ¡°Si hubiera dependido solo de m¨ª, nunca lo habr¨ªa hecho. Pero Justin estaba del todo seguro de que no quer¨ªa ser padre¡±, narraba de la que afirma que es ¡°una de las experiencias m¨¢s dolorosas¡± de su vida.

Entonces la opini¨®n p¨²blica se gir¨® a ver la reacci¨®n de Timberlake. Y no fue la mejor, pero tampoco era novedad. Ya hace casi un cuarto de siglo ¨¦l la present¨® como la infiel en su relaci¨®n y la expuso p¨²blicamente en el tema Cry me a river, en cuyo videoclip mostraba a una mujer rubia, similar a Spears, abandon¨¢ndole; la prensa estadounidense hablaba de ¡°una ramera que le hab¨ªa roto el coraz¨®n al chico de oro de Estados Unidos¡±, pero ella contaba ahora en su libro que nada m¨¢s lejos de aquello: ¡°En realidad, yo estaba en estado de coma en Luisiana y ¨¦l correteaba feliz por Hollywood¡±, afirmaba, explicando que tras una pol¨¦mica entrevista con la presentadora Diane Sawyer se sinti¨® ¡°explotada en frente del mundo entero¡±. La catarsis del libro ha sido su primera y ¨²nica en todos estos a?os; ¨¦l, sin embargo, ha seguido hablando de ella y bromeando sobre aquella relaci¨®n y sobre la supuesta virginidad que ambos acordaron mantener (algo que no ocurri¨®, como se ha sabido despu¨¦s).

Llegado 2024, la situaci¨®n tampoco ha mejorado. Si a finales de enero Spears publicaba (y borraba) un comentario en su perfil de Instagram alabando un nuevo tema de Timberlake, ¨¦l sal¨ªa unos d¨ªas despu¨¦s y, en un escenario, cuando cumpl¨ªa 43 a?os, comentaba en el p¨²blico: ¡°Quiero utilizar esta oportunidad para disculparme... con absolutamente nadie, joder¡±. Una actitud sorprendente y, adem¨¢s, lejos de ser eficaz para ayudarle a remendar y reforzar su imagen p¨²blica. Tambi¨¦n muy distinta de la ¨²nica vez en la que s¨ª pidi¨® disculpas, cuando fue aplaudido por lo que parec¨ªa un comentario realmente sincero, en febrero de 2021. ¡±Siento profundamente todas las veces en mi vida que con mis acciones contribu¨ª al problema, habl¨¦ cuando no tocaba o no defend¨ª lo que era correcto. S¨¦ que fall¨¦. Entiendo que me qued¨¦ corto en esos momentos y en muchos otros y que me benefici¨¦ de un sistema que aprueba la misoginia y el racismo¡±, dijo entonces, dirigi¨¦ndose particularmente a ¡°Britney Spears y Janet Jackson, individualmente¡±: ¡°Porque me importan y las respeto y s¨¦ que he fracasado¡±, dijo entonces. De hecho, entonces abri¨® una puerta a ¡°una conversaci¨®n muy amplia de la que quiero formar parte¡±: ¡°Como hombre en una posici¨®n privilegiada, considero necesario hablar p¨²blicamente de ello. Debido a mi ignorancia, no me di cuenta mientras estaba ocurriendo en mi vida¡±.

Esa puerta, sin embargo, parece haberse cerrado. Su silencio ante el libro de Spears, sus no-disculpas sarc¨¢sticas, no ayudan a mejorar la situaci¨®n. Aparecer en una comisar¨ªa de un rico pueblo de la costa de Nueva York con los ojos colorados, tampoco. Y menos que en su vista, el pasado 26 de julio y a la que no acudi¨® (ten¨ªa un concierto en Polonia, pero ni siquiera se dej¨® ver virtualmente), su abogado repitiera, jurara y perjurara que no estaba borracho: ¡°No estaba intoxicado. Lo dir¨¦ de nuevo. Justin Timberlake no estaba intoxicado¡±, afirm¨® Edward Burke ante el tribunal.

Un problema con la documentaci¨®n judicial ha movido la vista del cantante al 2 de agosto. Ah¨ª su gira estar¨¢ entre Berl¨ªn y Amberes, pero sin show esa noche, aunque tampoco se le espera en el tribunal. Es cierto que es un asunto que, judicialmente, es menor, pero que de cuyo resultado, de su actuaci¨®n y la de su abogado, puede depender su imagen p¨²blica en los a?os venideros.