Andr¨¦s Jaque: ¡°La arquitectura contempor¨¢nea debe generar justicia dom¨¦stica, no limitarse a suministrar viviendas¡±
El arquitecto madrile?o afincado en Nueva York cree que la arquitectura puede cambiar el mundo con un discurso social. Y as¨ª lo demuestra con su ¨²ltimo proyecto, el colegio Reggio
Una vez, Andr¨¦s Jaque dise?¨® una casa inspirada en un t¨¢per de croquetas. El resultado fue que la multinacional norteamericana Tupperware se plante¨® demandarle por usar su marca sin permiso. ¡°Vinieron al estudio como diez abogados, no hab¨ªa sillas para todos¡±, recuerda de aquella ma?ana algo tensa de 2006. ¡°Pero les explicamos el proyecto, y en diez minutos ten¨ªamos un correo electr¨®nico diciendo que, adem¨¢s de cedernos la licencia, nos ayudar¨ªan en nuestras futuras investigaciones. El ¨²nico requisito fue que pusi¨¦ramos su nombre en may¨²sculas, no s¨¦ por qu¨¦¡±.
La TUPPER HOME, en el centro de Madrid, concentra en pocos metros cuadrados todo un microcosmos de bienestar dom¨¦stico. La idea de que el confort asociado a los envases con comida casera pueda proyectarse en una vivienda es t¨ªpica del pensamiento y la obra de Andr¨¦s Jaque (Madrid, 51 a?os), arquitecto formado en la Escuela T¨¦cnica Superior de Arquitectura de la Universidad Polit¨¦cnica madrile?a y residente en Nueva York desde hace una d¨¦cada. ¡°Hay que reivindicar el derecho a lo dom¨¦stico¡±, dice. ¡°Que incluye la vivienda, pero es mucho m¨¢s que eso. Se trata de resolver las divisiones de g¨¦nero, la convivencia entre humanos y no humanos, el envejecimiento empoderado... La arquitectura contempor¨¢nea debe generar justicia dom¨¦stica, no limitarse a suministrar viviendas¡±.
Su tono es entusiasta pero sin fisuras: se entiende que pusiera un batall¨®n de letrados a comer de su mano en cuesti¨®n de minutos. Quiz¨¢ ese fuera tambi¨¦n un factor fundamental para que el pasado agosto lo nombraran decano ¡ªla m¨¢s alta autoridad acad¨¦mica universitaria en Estados Unidos¡ª de la Escuela de Graduados de Arquitectura, Urbanismo y Conservaci¨®n de la Universidad de Columbia. Ning¨²n arquitecto espa?ol hab¨ªa merecido tal honor en una universidad de la Ivy League desde que en 1953 Josep Llu¨ªs Sert consiguiera ser decano en Harvard (Rafael Moneo obtuvo en 1985 el cargo de director del departamento de arquitectura de la Graduate School of Design de esta misma universidad).
Y sin embargo ahora, sentado en un pupitre escolar y vestido con una camisola azul a rayas con grandes cuellos que podr¨ªa pasar por un babi (dise?o de Palomo Spain, informa), antes recuerda a un alumno de primaria que a una autoridad institucional. Estamos en el colegio Reggio de El Encinar de los Reyes, al norte de Madrid, que ¨¦l ha dise?ado junto a sus colaboradores del estudio Offpolinn (Office for Political Innovation). Reci¨¦n inaugurado, hace solo unos d¨ªas que empez¨® el primer curso de su historia y el edificio a¨²n huele a pintura, el material de laboratorio sigue embalado y hay alba?iles trabajando.
Acorde con la filosof¨ªa pedag¨®gica Reggio, desarrollada en las ¨²ltimas d¨¦cadas en la ciudad italiana de Reggio Emilia y basada en la experimentaci¨®n y el desarrollo de la autoconfianza en los alumnos, todo en el edificio parece dise?ado para provocar curiosidad y fomentar la diversidad. No hay pasillos y aulas, comedores, patio exterior y jard¨ªn interior se confunden o yuxtaponen. El corcho convive con el cemento y el azulejo; la celos¨ªa con el pav¨¦s; los tonos verdes y asalmonados con el gris o el albero y los cables y conductos de ventilaci¨®n se extienden por el techo sin disimulo. Jaque define su obra como un ¡°Centre Pompidou sin editar¡±, aludiendo al museo parisino, que a finales de los a?os setenta se convirti¨® en el primer edificio de la historia con las tripas a la vista. Pero tambi¨¦n admite la influencia de las villas manieristas de Andrea Palladio para el V¨¦neto de hace 500 a?os, presente en los generosos vol¨²menes, el ritmo de las formas y el gui?o de un cortile abierto al paisaje desde el gimnasio.
Hay un salto de escala evidente entre la peque?a vivienda TUPPER HOME y este neopalazzo de seis plantas y m¨¢s de 6.000 metros cuadrados construidos, pero ambos comparten unos principios que parecen oponerse a los dogmas racionalistas de la arquitectura moderna. Para Jaque hacer arquitectura es hacer pol¨ªtica. Y esto implica, antes que nada, tomar partido: ¡°Una parte de los arquitectos sigue pensando en la arquitectura como algo que pasa en los espacios cerrados de sus gabinetes, y yo participo de otra visi¨®n que la entiende como algo que ya est¨¢ ocurriendo en el mundo, con o sin nosotros. Se da en los ensamblajes que conectan virus, cuerpos humanos o animales, estructuras pol¨ªticas, tuber¨ªas, aire, hormonas, centrales t¨¦rmicas o solares, granjas. Y nuestra misi¨®n es generar alianzas con los motores de cambio que pasan por lo feminista, lo queer, poscolonial y ecologista. La arquitectura puede acelerar de manera activa todos estos procesos tan necesarios para nuestras sociedades¡±. As¨ª entiende tambi¨¦n la funci¨®n docente: ¡°Mi objetivo aqu¨ª es alimentar un ecosistema vibrante en el que investigaci¨®n, propuestas y activismo vayan de la mano¡±.
Autodefinido como ¡°un profesional h¨ªbrido¡±, compatibiliza esa labor con el dise?o del Museo de la Memoria y del Olvido de Babyn Yar, en Ucrania. Su prop¨®sito es visibilizar una de las mayores masacres cometidas por los nazis, que tuvo lugar en 1941 en este barranco a las afueras de Kiev. La actual guerra est¨¢ alterando el proyecto, pero no lo ha interrumpido: ¡°Ahora es m¨¢s necesario que nunca¡±, explica. Una de sus creaciones recientes, la Rambla Climate-House (una vivienda unifamiliar en Molina del Segura, Murcia, que reutiliza el agua de duchas y lavabos para regenerar el ecosistema circundante) ha obtenido el premio de sostenibilidad de MATCOAM y forma parte de la selecci¨®n de la Bienal de Arquitectura de R¨®terdam.
Es un proyecto con ambici¨®n proselitista: ¡°Estamos organizando reuniones dom¨¦sticas con los vecinos para extender el modelo a otras casas y as¨ª conseguir que la regeneraci¨®n sea m¨¢s amplia¡±. Su metodolog¨ªa de persuasi¨®n se basa en las cl¨¢sicas Tupperware parties. Como puede apreciarse, la colaboraci¨®n con la marca ha seguido dando frutos.
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