Andr¨¦s Jaque: ¡°Que nadie me busque en los juegos de la nostalgia, el machismo y la testosterona brutalista¡±
El cambio clim¨¢tico, la pandemia, Grindr o la ense?anza escolar: para el arquitecto espa?ol m¨¢s importante de su generaci¨®n, la clave para dise?ar el futuro es no dejar nada ni a nadie fuera
El proyecto m¨¢s reciente del arquitecto Andr¨¦s Jaque (Madrid, 1971) es una pieza de v¨ªdeo producida junto al comisario Iv¨¢n L¨®pez Munuera y titulada The transscalar architecture of covid-19. Surgida a partir de un encargo de la plataforma Dezeen, es una sucesi¨®n de im¨¢genes y datos que establecen una l¨ªnea entre la estructura del coronavirus y los cambios sociales que est¨¢ desencadenando. ¡°En estos momentos todos tenemos la obligaci¨®n de actuar desde la inteligencia¡±, comenta semanas antes de su estreno. ¡°Como en cualquier momento de crisis es importante no improvisar y no buscar parches superficiales a realidades y transformaciones que tienen un enorme calado biol¨®gico y ecol¨®gico, pero tambi¨¦n cultural, tecnol¨®gico y pol¨ªtico¡±, explica. ¡°Nos enfrentamos a una llamada del planeta que nos est¨¢ avisando de que la cultura de la extracci¨®n y del crecimiento est¨¢ asociada a grandes crisis que van a generar sufrimiento y da?o y ponen en cuesti¨®n la supervivencia de los humanos en el planeta. Y nosotros trabajamos en este cambio¡±.
Jaque nos atiende por tel¨¦fono durante el confinamiento. La pandemia de la covid-19 le sorprendi¨® en Nueva York, la ciudad donde vive parte del a?o y donde est¨¢ una de las sedes ¨Cla otra es Madrid¨C de su Office for Political Innovation, el estudio desde el que desarrolla una labor que, en poco m¨¢s de 15 a?os, le ha convertido en el arquitecto espa?ol m¨¢s importante de su generaci¨®n. As¨ª lo indican los premios que ha recibido ¨CLe¨®n de Plata en la Bienal de Venecia de 2014, Frederick Kiesler en 2016, Premio FAD Interiorismo 2020 por su trabajo en el restaurante madrile?o Run Run Run¨C, los museos que conservan obras suyas ¨Cel MoMA, el Art Institute de Chicago¨C y su presencia internacional ¨Ces director del Advanced Architectural Design Program de la Universidad de Columbia y el comisario de la pr¨®xima Bienal de Shangh¨¢i. Su trayectoria, en todo caso, no se mide solo en superficies construidas y millones presupuestados. ¡°Tenemos una pr¨¢ctica muy diferente a la habitual en el contexto del dise?o¡±, explica Jaque, ¡°porque trabajamos en la intersecci¨®n de las pr¨¢cticas est¨¦ticas y de dise?o y la cr¨ªtica y el activismo pol¨ªtico¡±.
En un sector dominado por la fotogenia, Jaque habla con el lenguaje espec¨ªfico y preciso del ¨¢mbito acad¨¦mico, y su trabajo huye de los mandamientos del dise?o hecho para Instagram. ¡°La idea de que la arquitectura es un contenedor neutral es simplemente equivocada¡±, sentencia. ¡°La arquitectura es mucho m¨¢s. Es el pegamento que hay entre las personas, los paisajes, el clima, el suelo, las soluciones tecnol¨®gicas. Es lo que hace que todos esos diferentes agentes, humanos y no humanos, puedan cooperar. Es un ensamblaje. Lo que menos importa es el edificio como un objeto precioso que se fotograf¨ªa. Lo fundamental son las din¨¢micas de asociaci¨®n y colaboraci¨®n¡±.
Son esas din¨¢micas las que le han llevado a Nueva York. ¡°Somos transnacionales porque queremos influir en fen¨®menos transnacionales. Trabajamos con museos, universidades, laboratorios, expertos, activistas y clientes con una presencia fuerte en Europa, pero tambi¨¦n en las redes internacionales que pasan por Nueva York. No creemos en el modelo rom¨¢ntico del dise?ador aislado en su peque?o atelier. Hay que estar instalados en el mundo para entender lo que est¨¢ ocurriendo¡±.
De esas corrientes internacionales, Jaque recala en clientes grandes y peque?os que no buscan proyectos cerrados, sino un poco de aventura. Una suerte de sofisticad¨ªsimo servicio de consultor¨ªa pol¨ªtica que transforme los edificios y sirva para ¡°repensar y reconstruir el mundo, y hacer que evolucione de una cultura antropoc¨¦ntrica y extractiva a una cultura de la alianza entre especies¡±. Entre sus proyectos en marcha hay un parlamento para l¨ªderes de comunidades ind¨ªgenas; el centro dedicado al oc¨¦ano de la fundaci¨®n TBA21 en Venecia; prototipos de viviendas para recuperar zonas desertificadas en el sur de Espa?a y el edificio del colegio Reggio en Madrid, una aventura pedag¨®gica ¡°que sumerja a los estudiantes en una especie de ecosistema multiclim¨¢tico¡±, y donde aprendan a relacionarse con el entorno y con los otros a trav¨¦s de la experiencia directa. ?Podr¨ªa la arquitectura acabar con el bullying en los colegios?
Es en estos proyectos en movimiento donde mejor brilla el estilo de Jaque. Sus ilustraciones digitales est¨¢n surcadas por l¨ªneas fl¨²or y figuras espectrales que hablan de la vida que respirar¨¢ el espacio cuando se haya transformado. Son diagramas. O relatos, porque Jaque es un narrador formidable, como cuando cuenta su investigaci¨®n sobre el pabell¨®n de Mies Van der Rohe en Barcelona. ¡°Lo que m¨¢s me fascin¨® fue la gata que viv¨ªa en el s¨®tano. Una vez al d¨ªa la sub¨ªan para que cazase ratones y pudieran mantener esa especie de limpieza que tiene el pabell¨®n, un interior abierto por el que pasan el aire y la luz, pero no los ratones. Esa violencia de la exclusi¨®n se materializaba en Niebla, que, confinada en la oscuridad, desarroll¨® atrofia macular. El proyecto de la modernidad dej¨® fuera a personas, seres vivos, procesos y realidades que forman parte de la belleza de nuestro d¨ªa a d¨ªa¡±.
La mirada cr¨ªtica de Jaque ha abordado los estereotipos sociales de los cat¨¢logos de mobiliario (IKEA Disobedients) o el modo en que Grindr, la red social de contactos LGTB, emple¨® la geolocalizaci¨®n como herramienta de activismo queer antes de convertirse en un escaparate de lifestyle. Jaque firma performances, instalaciones, libros, v¨ªdeos, exposiciones. Incluso su renovaci¨®n del Centro de Arte 2 de Mayo de M¨®stoles se bas¨® en peque?as intervenciones ideadas a partir de la observaci¨®n: ¡°C¨®mo entra la gente en un edificio, cu¨¢ndo pasan el control de seguridad, hasta d¨®nde llega el wifi, d¨®nde te puedes sentar y d¨®nde no, por d¨®nde se entra al auditorio¡±. Algo no muy comercial en una ¨¦poca en que muchos museos se planean seg¨²n quede su silueta dibujada en gorras, libretas y bolsas de tela. ¡°No necesitamos tirar el edificio y hacer uno nuevo de piedra o de hormig¨®n blanco¡±, afirma.
Sus detractores le achacan una supuesta aversi¨®n a la edificaci¨®n ¡°seria¡± (rascacielos, auditorios, estadios, edificios fotog¨¦nicos...). ¡°Eso es una chorrada¡±, replica. ¡°Yo no he dejado de construir jam¨¢s. He construido edificios, interiores, mobiliario, infraestructuras, situaciones, instalaciones¡±, explica. ¡°Si la pregunta es si voy a construir como constru¨ªa un arquitecto de los a?os veinte, obviamente no. Que nadie me busque all¨ª donde se disputan los juegos de nostalgia, machismo y testosterona brutalista. Pero es que construir ya no es eso¡±, sentencia.
¡°Para mucha gente esto es irritante porque supone cuestionar su machismo hormonado obsesionado con llenar el mundo de muros de hormig¨®n. Yo sinceramente creo que hemos sido unos avanzados en entender que la construcci¨®n no es una labor de imposici¨®n, sino una cosa m¨¢s elegante y sutil, que tiene que ver con la diplomacia y lo coreogr¨¢fico. Durante mucho tiempo a Cedric Price, a Le Corbusier o a Lina Bo Bardi se les dec¨ªa eso. Que no constru¨ªan. Pero ojal¨¢ el 90% de los arquitectos construyeran con tanta inteligencia como ellos, porque ahora estar¨ªamos en un mundo mucho mejor¡±.
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