Solo un milagro (o un inversor) puede salvar el ¨²ltimo taller de esta?o de Espa?a
Esta?os de Pedraza trabaja este material desde hace 55 a?os y ahora no encuentran a nadie que contin¨²e con el oficio
Sobre una desvencijada silla de Darro yace el ¨²ltimo lingote que fundir¨¢ jam¨¢s Esta?os de Pedraza. Este peque?o taller del pueblo segoviano trabaja este material desde hace 55 a?os. Lleg¨® a tener 14 artesanos fundiendo sus preciadas piezas; ahora solo quedan tres, que funcionan como cooperativa. El a?o que viene se jubilan dos y el que queda se ve obligado a cerrar. No hay aprendices, tampoco inversores. Es uno de tantos oficios que se pierden en Espa?a, en esa extra?a paradoja: lo artesanal cada vez se aprecia m¨¢s, sin embargo quienes lo trabajan no encuentran qui¨¦n lo perpet¨²e.
En el caso de Esta?os de Pedraza, su impulsor fue Paco Mu?oz, que alcanzar¨ªa renombre internacional como interiorista, dise?ador y fundador de la c¨¦lebre firma de muebles Casa&Jard¨ªn. Lo recuerda su hija, Mafalda Mu?oz, tambi¨¦n interiorista y cofundadora de la galer¨ªa de dise?o contempor¨¢neo Machado-Mu?oz: ¡°Mi padre lleg¨® a Pedraza en su Vespa en los a?os cincuenta y se enamor¨®. Compr¨® algunas casas en estado ruinoso y se involucr¨® en la conservaci¨®n y la rehabilitaci¨®n del pueblo¡±. La d¨¦cada siguiente, a petici¨®n del alcalde, Mu?oz se sum¨® a una dif¨ªcil tarea que se extiende hasta nuestros d¨ªas: evitar que los j¨®venes abandonaran Pedraza por falta de oportunidades. Apenas hab¨ªa turismo y tan solo un asador (hoy hay 15). Mu?oz tuvo la idea feliz de llevarse a un par de aprendices a Portugal para conocer el oficio del esta?o y montar el taller que distribuir¨ªa las m¨¢s de 400 piezas originales que dise?¨® y que hasta hoy se siguen haciendo: candelabros, bajoplatos, aguamaniles, floreros, ceniceros, fuentes soperas o las ic¨®nicas l¨¢mparas de mesa de base hexagonal que a¨²n pueden verse en muchos paradores (Mu?oz fue uno de sus principales proveedores).
Algunas amistades de Paco Mu?oz contribuyeron a difundir su fama por el mundo. La reina Fabiola de B¨¦lgica cambi¨® todo su menaje por los esta?os de Pedraza. Nelson A. Rockefeller, uno de los herederos del magnate estadounidense, visit¨® la tienda local cuando vino al entierro de Franco y se lo llev¨® todo. Y, m¨¢s recientemente, la hermana de Mafalda, Samantha Vallejo-N¨¢gera, y su madre, Sabine D¨¨roul¨¦de, vistieron con la robustez castellana de sus platos, copas y candelabros una de las cenas que organizan Norman Foster y Elena Ochoa. Se los quedar¨ªan en su casa para siempre.
Por mucho que no sea un metal noble ¡ªhay quienes lo consideran la plata de los pobres¡ª, el esta?o no es barato. De hecho, uno de los problemas en este negocio es la fluctuaci¨®n de su precio. Ese ¨²ltimo lingote que nos contempla antes de ser fundido pesa unos 30 kilos. Justo antes de la pandemia, el kilo costaba unos 28 euros; la ¨²ltima vez que mir¨® su precio el artesano Gorete Pascual, sal¨ªa por unos 50. ¡°Hay veces que no ganas nada, se te va todo en el material¡±, dice antes de meterlo en un horno a 600 grados. Gorete es uno de los tres socios de esta cooperativa que se muere. Tiene 61 a?os, lleva trabajando aqu¨ª desde los 16. Jos¨¦ Luis Hern¨¢n y Andr¨¦s D¨ªaz entraron tambi¨¦n chavales. Llevan casi cinco d¨¦cadas y se jubilan el a?o que viene. Juntos, echar¨¢n el cierre.
Sus manos han fundido, repasado, soldado, torneado, limado, pulido y sacado p¨¢tina a entre 1.100 y 1.900 piezas anuales. Han llegado a facturar 150.000 euros al a?o. Lo venden todo en la tienda que est¨¢ sobre el taller. Sus piezas m¨¢s elaboradas superan los 8.000 euros; pero un llavero puede salir por 15. Su plan es refundir las que vayan quedando, acabar con las existencias. El trabajo no es sencillo. Es todo artesanal. Primero se preparan los moldes con arena h¨²meda prensada. Posiblemente este sea uno de los ¨²ltimos, si no el ¨²ltimo, talleres con molde perdido de arena de Espa?a. Eso significa que cada molde se utiliza una sola vez, por eso las piezas son ¨²nicas. ¡°Hay que acoplar una caja sobre otra con precisi¨®n para que, cuando se vuelque el esta?o fundido por los bebederos [los huecos que dejan para introducirlo en la arena] rellene todo el hueco. No te puedes exceder en la humedad y el esta?o tiene que estar muy caliente. Empieza a derretir a los 200 grados, pero para esto tiene que alcanzar los 600. Si no llena bien, hay que empezar de nuevo¡±, explican. Despu¨¦s se repasan y sueldan para montar la obra final. Tienen objetos a medio montar por todas las mesas; muchos decorativos, como animales, obeliscos o bandejas. ¡°?Ves esta jarrita que parece una chorrada? Pues no veas el trabajo que da. Un candelabro peque?o tiene 5 o 6 piezas, pero uno grande igual son 30. Ponte t¨² a soldar eso¡±, r¨ªen. Han hecho sus propias herramientas: formones, limas, martillos. ¡°Como no exist¨ªan las que necesitamos, nos las hemos tenido que inventar¡±.
La casona que alberga Esta?os de Pedraza ser¨ªa un sue?o para cualquier creador o emprendedor en busca de un taller propio donde instalarse. Una fantas¨ªa para el escapista de ciudad. Para Gorete, Andr¨¦s y Jos¨¦ Luis, ha sido su hogar. No saben qu¨¦ hacer con ella cuando la dejen. ¡°Vente y montas una discoteca, a ver si as¨ª traemos de nuevo a gente joven y se anima el pueblo con algo m¨¢s que turismo¡±, bromean. Les queda la caza (¡°del corzo, la zorra, las perdices, el conejo, la liebre¡±, enumeran), la recogida de setas, los paseos con sus perros¡ su tiempo. Un tiempo con el que tampoco han decidido qu¨¦ hacer. Pero se marchan con una certeza: ¡°Hemos estado aqu¨ª casi 50 a?os haciendo lo que nos gusta. Y lo estamos disfrutando hasta el ¨²ltimo d¨ªa. No todo el mundo puede decir eso de su trabajo¡±. Pues no.
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