Una barra de ocho metros en medio de casa: c¨®mo Studio Animal ha dise?ado el hogar perfecto para recibir a los amigos

La premisa era sencilla. El propietario de este piso en un edificio ochentero de ladrillo de la zona madrile?a de Arturo Soria quer¨ªa hacer de su residencia el lugar perfecto para recibir a los amigos, para cocinarles, para seguir compartiendo la alegr¨ªa de vivir. La idea era conservar los espacios compartimentados originales: cocina, sal¨®n, despacho y comedor. Hasta que lo habl¨® con Javier Jim¨¦nez Iniesta, cabeza visible de Studio Animal, que, atendiendo a sus necesidades, le dio una visi¨®n alternativa: lo que le estaba pidiendo no era una casa, era un bar.

Bajo esa literalidad ha nacido Bar House o Casa Barra. M¨¢s que un hogar, es un desaf¨ªo a los est¨¢ndares y patrones de c¨®mo es vivir una casa, algo siempre presente en los proyectos de vivienda de este estudio de arquitectura con un pie en Madrid y otro en Barcelona. En el hogar que imagin¨® Studio Animal para el m¨²sico urbano Kaydy Cain, una verja amarilla recorre el sal¨®n y se accede a una suite negra con ba?era en el centro a trav¨¦s de una puerta de espejos secreta. En el proyecto para el ilustrador Javier Ja¨¦n, Iniesta hizo del ba?o una pieza dinamizadora del espacio. Y en Casa Nube, su ¨²ltima creaci¨®n, no hay pasillos, los ba?os se convierten en una nube que se atraviesa para acceder a los dormitorios. Aqu¨ª, la barra gana. Como dice su propio autor: ¡°Nuestra manera de vivir ha cambiado; los l¨ªmites entre lo que pasa en casa y en la calle son difusos. Sin embargo, en el interiorismo residencial esto de cuestionar los criterios asentados est¨¢ sucediendo muy lentamente. Hay muchos nuevos paradigmas por explorar¡±.

El destino hil¨® el proyecto de Casa Barra con la reciente transformaci¨®n de la taberna madrile?a Cruda, en la que Studio Animal plant¨® una mesa alta de acero galvanizado de siete metros de largo. Hacer algo as¨ª dentro de un hogar se convierte en un gesto m¨¢s radical, que obliga al resto a orbitar en torno a este elemento. Sin embargo, todo fluye: un simple mueble corrido en madera de cerezo seg¨²n se accede al apartamento sirve de filtro entre el mundo exterior y esta fantas¨ªa. O, como dice Jim¨¦nez Iniesta, ¡°entre la casa que un cliente necesita y la que se atreve a so?ar¡±. Lo que pasa en la barra no se queda solo en la barra: aqu¨ª lo mismo se cuece una paella de s¨¢bado que una tarde de f¨²tbol con otros socios del Real Madrid, un desayuno tranquilo o una cena con los vinos seleccionados por el anfitri¨®n de su vinoteca personal, casi el ¨²nico requisito inamovible de toda esta reforma. Trasnochar se ti?e de un toque canalla gracias a una iluminaci¨®n indirecta que recorre todo el bajo interior de la barra y cambia de color seg¨²n el estado de ¨¢nimo.

Hasta aqu¨ª, la vida p¨²blica. La privada comienza al adentrarse en el pasillo, reconvertido en un ancho distribuidor, de reminiscencias lynchianas. Forrado de suelo a techo con terciopelo azul sint¨¦tico, oculta todas sus puertas, apenas detectables salvo por discretos pomos redondos marca de la casa. El semic¨ªrculo de acceso a las tres estancias del fondo, en realidad, es un efecto ¨®ptico para preservar el juego de curvas, un pol¨ªgono de 12 lados con todas las puertas disimuladas en cu?a. Tras ellas, otra de las grandes insignias de este estudio: los juegos de color. Cada habitaci¨®n tiene el suyo. ¡°Frente a la neutralidad de la parte p¨²blica, proponemos a los clientes una conexi¨®n ¨ªntima a trav¨¦s del color con su espacio m¨¢s privado: ?T¨² con qu¨¦ color est¨¢s en paz? ?Con qu¨¦ color estableces una complicidad con el lugar donde duermes, donde follas, donde hablas con tu pareja, donde est¨¢s t¨² solo, lees por la noche, sue?as y te levantas por la ma?ana? Ese lugar que es el tuyo y no va a ser el de nadie m¨¢s. El color es un elemento que refuerza esa identidad a niveles insospechados. Hay quien se queda con el blanco por pereza, lo t¨ªpico, ¡®es que me voy a cansar¡¯. Como si no te cansases del blanco. Para nosotros es casi un asunto psicol¨®gico¡±.

Studio Animal han hecho de la pantonera un sayo. Sus explosiones geom¨¦tricas para las tiendas de zapatillas Munich, con quienes colaboran desde hace una d¨¦cada, han otorgado una identidad espacial inconfundible a la marca. Su propuesta escenogr¨¢fica extrema de te?irlo todo de azul y rojo (personajes incluidos) en TWIST, el espect¨¢culo en homenaje a las matinales del Circo Price, les ha valido el premio FAD 2023, galard¨®n al que optaron tambi¨¦n por la zona VIP de ARCO en el a?o duro de la pandemia. En este caso, colaboraron con los arquitectos Gonzalo del Val y Toni Gelabert para generar una ilusi¨®n de exterior plantando dentro de un pabell¨®n de Ifema un bosque de 100 abedules con un sol cuya luz mutaba a lo largo del d¨ªa. ¡°Nuestra l¨ªnea de investigaci¨®n ha evolucionado hacia la generaci¨®n de una atm¨®sfera. Es algo que hemos experimentado particularmente en espacios expositivos. Incluso cuando hemos jugado a la privaci¨®n del color, como en la b¨²squeda del claroscuro barroco en la exposici¨®n de Cabello/Carceller comisariada por Paul B. Preciado en el Azkuna Zentroa de Bilbao¡±, apunta.

M¨¢s all¨¢ de las reformas de vivienda, los proyectos liderados por Javier Jim¨¦nez Iniesta conservan un sello intransferible. ¡°Para m¨ª, un espacio residencial, una instalaci¨®n, una exposici¨®n o una tienda son ejercicios que se parecen much¨ªsimo. Se trata de intentar cuestionar todo el tiempo los par¨¢metros establecidos, ofrecer a los clientes cosas que no estamos acostumbrados a ver y que ellos mismos no esperan. Es como comprarte un traje: no es lo mismo ir a Zara que a un sastre. Aunque los trajes de Zara son de puta madre, un sastre te ha hecho una cosa que solo te puedes poner t¨²¡±. Una barra a medida suena bastante bien para empezar.

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