C¨®mo salvar la vanguardista choza de pescadores que conquist¨® la Marina barcelonesa
Red Fish es un restaurante singular que da personalidad a la Ciudad Condal. Pero podr¨ªa tener las horas contadas y apela estos d¨ªas a la solidaridad de clientes, vecinos y compa?eros de gremio para seguir adelante
En Red Fish Barcelona se sirven unas excelentes escupi?as al Josper (s¨ª, ese desconcertante cruce entre horno y parrilla) con vinagreta encurtida. Tambi¨¦n unas suculentas almejas con su toque de azafr¨¢n, rodaballo salvaje a la brasa, arroz de bogavante meloso o un rape norte?o con sus fesols (habichuelas) de Santa Pau salteadas con guindilla de Ibarra. Todo, acompa?ado de pan de cristal casero y coronado por postres como un sorbete de lim¨®n y espuma c¨ªtrica o un cremoso de chocolate.
Muy centrado en el pescado de lonja, el producto de proximidad y alguna extravagancia cotidiana, como la ensalada tibia de txangurro, el restaurante tiene un peculiar aspecto, que hace pensar en una vanguardista choza de pescadores. Est¨¢ situado en un rinc¨®n a pie de mar del muelle de la Marina, sobre la playa del Somorrostro. Es decir, en lo que fue en su d¨ªa sede de la colonia de barraquistas gitanos en cuyo seno naci¨® la bailaora Carmen Amaya, activa hasta mediados del siglo XX y convertida hoy en uno de lugares m¨¢s apetecibles de la fachada mar¨ªtima barcelonesa.
En Somorrostro y alrededores hay restaurantes de raigambre como Ca La Nuri, Arenal, Barnabier o La Deliciosa. Pero el enfermo del barrio, el local con solera que podr¨ªa tener las horas contadas y apela estos d¨ªas a la solidaridad de clientes, vecinos y compa?eros de gremio para seguir adelante, es Red Fish. El local del que es propietario Ignacio Furest lleva embarcado desde mayo en 2023 en un tenso pulso con la empresa p¨²blica Barcelona Serveis Municipals (B:SM) que, si las circunstancias no cambian, podr¨ªa comprometer su futuro.
Un conflicto enrevesado
Todo empez¨® con la aprobaci¨®n de un nuevo plan de usos especiales para el Port Ol¨ªmpic, un intento, seg¨²n sus promotores, de impulsar la econom¨ªa azul y acercar el mar al conjunto de la ciudadan¨ªa. En ¨¦l se instaba a cambiar de ubicaci¨®n a una serie de negocios situados en primera l¨ªnea de mar.
Entre lo potencialmente afectados por este replanteamiento urban¨ªstico estaba el Club Pat¨ª Vela de Barcelona, que se ha especializado en instruir en el manejo de esta embarcaci¨®n deportiva catalana, caracterizada por su extrema simplicidad (no tiene orza, botavara ni sable) y bastante similar a un catamar¨¢n. Durante d¨¦cadas, Red Fish ha sido el restaurante del club y, seg¨²n los responsables de este ¨²ltimo, ha contribuido de manera decisiva a su viabilidad. Una vez aprobado el plan que pod¨ªa conducir a su inmediato desahucio, el Club Pat¨ª Vela, que ocupa un espacio de propiedad municipal, argument¨® que la suya es una actividad sin ¨¢nimo de lucro y que promueve la pr¨¢ctica de un deporte minoritario, pero con muy s¨®lido arraigo local.
Sus argumentos fueron atendidos parcialmente. El Ayuntamiento de Barcelona hizo p¨²blico el pasado mes de diciembre que le conced¨ªa ocho a?os m¨¢s de uso del espacio cedido, prorrogables a dos m¨¢s. No ocurri¨® lo mismo, pese a todo, con su ¡°actividad complementaria¡±, el Red Fish, un negocio a pie de arena que fue considerado ¡°incompatible¡± con el nuevo plan de usos. A corto plazo, se le inst¨® a cesar su actividad.
Sin embargo, en conversaciones posteriores, B:SM ha ido flexibilizando su postura. Muy pronto se mostraron dispuestos a que Red Fish siguiese ocupando, durante un periodo de transici¨®n, un espacio de, como m¨¢ximo, 90 metros cuadrados. Es decir, un porcentaje no superior al 8% de la superficie interior otorgada al Club Pat¨ª Vela.
Esta propuesta de acuerdo, que el restaurante consider¨® inaceptable, hubiese implicado el cierre de la terraza. Esta ¨²ltima, esencial para la viabilidad del local, tiene su licencia anual en orden (la renov¨®, de manera autom¨¢tica, a principios de a?o), pero ocupa un espacio que, seg¨²n, los representantes del Ayuntamiento en este litigio, solo puede destinarse a usos deportivos. B:SM propuso, al parecer, alternativas como que Red Fish se trasladase a una ubicaci¨®n cercana, en el muelle de Gregal, donde podr¨ªa conservar su terraza.
El restaurante cuenta desde hace meses con el apoyo activo del Gremi de Restauraci¨® de Barcelona, dirigido por Roger Pallarols. El Gremi atribuye la controversia a un embrollo jur¨ªdico motivado por una serie de interpretaciones ¡°err¨®neas¡± tanto de los acuerdos espec¨ªficos entre autoridades y local como de las propias ordenanzas municipales. La instituci¨®n gremial argumenta que ¡°el restaurante est¨¢ haciendo un uso ¨²til para la ciudad de un espacio para el que no hay alternativas previstas y que nadie m¨¢s reclama¡±.
El desencuentro ha ido conociendo nuevos cap¨ªtulos en los ¨²ltimos meses. Algunos medios informaban a mediados de marzo de que las fuerzas de oposici¨®n del Ayuntamiento de Barcelona secundan, en l¨ªneas generales, la postura del local y est¨¢n de acuerdo con que siga funcionando como ha hecho en los ¨²ltimos a?os, con uso discrecional de su terraza. Otros diarios han recogido la solidaridad del sector de la restauraci¨®n hacia este veterano negocio en apuros, tal y como se puso de manifiesto el pasado mes de febrero en un acto de homenaje a la actriz Lola Herrera durante las fiestas de Santa Eul¨¤lia, una de las patronas de la ciudad.
Un di¨¢logo poco fluido
Roger Pallarols, en conversaci¨®n con ICON Design, atribuye a B:SM ¡°una postura incoherente y muy poco constructiva, que parece guiada por la voluntad de crearle problemas a Red Fish sin tener en cuenta, por ejemplo, que antes de que el Club de Vela Pat¨ª y su restaurante se estableciesen all¨ª, ese espacio no ten¨ªa ning¨²n uso social ni comercial: era un vertedero¡±. El Gremi recuerda que ¡°fue Ignacio Furest el que invirti¨®, en 2013, los cerca de dos millones de euros que cost¨® acondicionar el espacio¡±.
Pallarols a?ade que B:SM ha ido cambiando de postura a medida que se suced¨ªan las reuniones, ¡°pero siempre planteando objeciones que no entendemos¡±. Su diagn¨®stico es que ¡°hemos defendido nuestro punto de vista con firmeza y argumentos s¨®lidos, de manera que la otra parte se ha sentido arrinconada y se resiste, contra toda l¨®gica, a dar su brazo a torcer¡±. A d¨ªa de hoy, la empresa que representa al consistorio propone que Red Fish conserve ¡°una terraza de unos 50 metros cuadrados y situada junto a una pared, de espaldas al mar, no los 250 de cara al mar que el restaurante ha venido utilizando hasta ahora y que son la clave de su rentabilidad¡±. Tal y como lo ve Pallarols, ¡°est¨¢n reclamando para el club un espacio que el club no necesita ni quiere, cuando si algo ha quedado claro es que restaurante y club van en esto de la mano, porque asumen que el uno no puede funcionar sin el otro¡±.
?Puede esta controversia t¨¦cnica llevar al cierre de Red Fish? En opini¨®n de Pallarols, sin duda, ¡°dado que est¨¢n creando una situaci¨®n de incertidumbre que perjudica al negocio: ahora mismo, no saben si aceptar o no reservas de cara al verano¡±. Aunque ya no exista una amenaza inminente de desahucio, Pallarols considera imprescindible que ¡°se regularice el asunto lo antes posible¡±. Dado lo dif¨ªcil que est¨¢ resultando el di¨¢logo con B:SM, el director del Gremi insta ¡°al Ayuntamiento, empezando por el alcalde, el se?or Jaume Collboni, a tomar cartas en el asunto y adoptar una decisi¨®n pol¨ªtica¡±. Pallarols a?ade que piden amparo y un trato ¡°razonable y flexible¡± para un local emblem¨¢tico, ¡°que conserva una amplia clientela local y ofrece cocina mediterr¨¢nea de calidad a un buen precio¡±.
Una amplia red de apoyo VIP
En paralelo, el Gremi lleva unos meses impulsando la plataforma de rescate Salvem el Red Fish (en redes, #SalvemosElRedFish), un intento de crear conciencia de la situaci¨®n por la que atraviesa el m¨ªtico local. La acci¨®n incluye un v¨ªdeo en el que han participado una veintena de famosos, en su mayor¨ªa clientes del local, de Loles Le¨®n a Xavier Sard¨¤, Carlos Hip¨®lito, Miriam D¨ªaz-Aroca, Eva Santa o Cristina Brondo. Le¨®n lo describe como ¡°un restaurante de la Barceloneta en que se come muy bien¡±. Brondo lo considera ¡°un oasis¡±. El periodista Oriol Nolis considera que resulta imprescindible conservar los espacios ¡°singulares, diferentes y especiales¡± que dan personalidad a las ciudades. Y la escritora y comunicadora Imma Sust insta a ¡°dejar en paz los restaurantes bonitos que no crean problemas ni hacen da?o a nadie y que lo ¨²nico que proporcionan es felicidad¡±.
Muy significativo resulta escuchar a la actriz Itziar Castro, que recordaba en el v¨ªdeo que ese espacio, antes de que se estableciese el Red Fish, era ¡°un vertedero¡±. Castro falleci¨® a los 46 a?os en diciembre de 2023. Muy poco despu¨¦s, sus compa?eros y amigos organizaron una cena en honor de la actriz barcelonesa en el que fue uno de sus templos gastron¨®micos preferidos de la Ciudad Condal: el Red Fish.
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