¡®Pormishuevismo¡¯, el movimiento art¨ªstico que da un repaso a la especulaci¨®n inmobiliaria en Espa?a
Erik Harley se ha propuesto explicar ¡°la arquitectura especulativa, gentrificadora y salsichera¡± desde una postura al mismo tiempo cr¨ªtica y humor¨ªstica
Santiago Calatrava no hace arquitectura sino teatro, seg¨²n Erik Harley. ¡°Adem¨¢s resuelve problemas que ha creado ¨¦l mismo, algo que tampoco debe hacer un arquitecto¡±, afirma. ¡°En cambio como idea art¨ªstica no est¨¢ nada mal¡±. Por eso ha convertido a Calatrava en la estrella del movimiento art¨ªstico que ¨¦l se ha inventado: el pormishuevismo.
Harley naci¨® en Tarrasa un a?o no desvelado (¡°pero posterior a las Olimpiadas de Barcelona¡±), y actualmente reside en Valencia, porque la Comunidad Valenciana es, para su gusto, una de las m¨¢s pormishuevistas que existen. Formado en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona, a lo que sigui¨® un posgrado en Estudios Urbanos, ejerce de historiador del arte ficticio para identificar a los artistas del pormishuevismo, que en su p¨¢gina web define como ¡°un falso movimiento art¨ªstico creado con el fin de explicar aquella arquitectura especulativa, corrupta, gentrificadora y salsichera¡±, una modalidad que en su opini¨®n ha prosperado con particular pujanza en la Espa?a de las ¨²ltimas d¨¦cadas. Su programa consiste en analizar ese cap¨ªtulo de nuestra historia desde una postura tan cr¨ªtica como humor¨ªstica.
La ocurrencia le asalt¨® hace un par de a?os, mientras ve¨ªa Huevos de Oro, de Bigas Luna. El protagonista de aquella pel¨ªcula, interpretado por Javier Bardem, era un producto t¨ªpico de la sociedad espa?ola de los a?os noventa, un constructor hecho a s¨ª mismo, obsesionado por la verticalidad de los rascacielos (que entend¨ªa como un trasunto de su propio miembro viril), que a la m¨ªnima ocasi¨®n se agarraba los test¨ªculos imponiendo su voluntad. Para ¨¦l, todo era cuesti¨®n de huevos. Esa parec¨ªa la actitud imperante en unos tiempos de urbanizaci¨®n masiva en las capitales y las zonas costeras de nuestro pa¨ªs. Todo se cocin¨® con un conjunto de ingredientes que incluye la codicia de los promotores, la ambici¨®n de los pol¨ªticos, el ego de los arquitectos y el aderezo ocasional de la corrupci¨®n. Un guiso algo excesivo: ¡°M¨¢s es poco¡±, reza el lema pormishuevista.
El filme de Bigas forma parte de la nueva exposici¨®n permanente del Museo Reina Sof¨ªa, en una sala dedicada a este mismo fen¨®meno. ¡°Ahora resulta que nuestro principal museo de arte contempor¨¢neo tiene una sala entera sobre el pormishuevismo, aunque sin citarlo. Un besito para el Reina¡±, bromea Harley.
A medida que sub¨ªa distintas series de stories sobre el asunto a su cuenta de Instagram, Harley comprob¨® que sus seguidores se multiplicaban, as¨ª que sigui¨® por esa v¨ªa hasta extender su influencia m¨¢s all¨¢ de las redes sociales. Hoy participa en el programa de La Sexta El Intermedio, presentado por El Gran Wyoming, donde es colaborador fijo con unos v¨ªdeos de arquitectura pormishuevista en los que despliega sus exuberantes dotes de comunicaci¨®n. ¡°Estoy plet¨®rica perdida, porque es el ¨²nico programa de televisi¨®n que llevo viendo toda mi vida¡±, admite. Adem¨¢s, realiza rutas guiadas por algunos para¨ªsos del pormishuevismo ¨Ccomo Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Benidorm o Marina d¡¯Or-, gracias a las cuales cualquiera puede descubrir in situ los entresijos de las obras m¨¢s representativas del movimiento.
Un movimiento caracterizado por dos peculiaridades. Una es que ninguno de sus componentes se ha molestado en redactar un manifiesto: ¡°Para manifiesto ya estoy yo durante los recorridos, haciendo la performance de gritar por la calle la cantidad de millones que nos han robado¡±, asegura Harley. Y la otra, que no son los propios artistas quienes se suman a ¨¦l, ya que Harley se encarga de captarlos por decisi¨®n unilateral. ¡°La de artista pormishuevista es una etiqueta algo cutre, con tendencia machirulera, as¨ª que tiene connotaciones muy negativas que ellos no quieren. De hecho, cuando se enteran no les gusta¡±.
¡ª?Le consta que alguno se haya enterado?
¡ªS¨ª, el m¨¢s importante de todos. Su abogado llam¨® a la cadena despu¨¦s de que saliera mi v¨ªdeo sobre uno de sus edificios, pero no hab¨ªamos hecho nada incorrecto, as¨ª que ah¨ª se qued¨® la cosa. Pero que ellos se tomen la molestia de levantar el tel¨¦fono para aclarar cosas indica que algo estamos haciendo bien.
Puede que Calatrava sea la bestia negra de Harley, pero desde luego no es el ¨²nico exponente del pormishuevismo que ha alumbrado nuestro pa¨ªs. Las madrile?as Torres de Col¨®n, con su morfolog¨ªa cambiante seg¨²n la agenda especulativa de cada momento sin atender a criterios est¨¦ticos o restricciones normativas, es uno de los t¨®tems del movimiento. El modelo urban¨ªstico de Benidorm (¡°el Beniyork del alcalde franquista Pedro Zaragoza¡±) es otro ejemplo evidente, como tambi¨¦n lo es la Barcelona ol¨ªmpica, que impuso un paradigma de gentrificaci¨®n urbana cuyas consecuencias a¨²n se prolongan. ¡°Aunque la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia cost¨® m¨¢s dinero. Y tambi¨¦n el F¨®rum Universal de las Culturas, a pesar de que asisti¨® la mitad de la gente, muchos con la entrada regalada¡±. Pero el r¨¢nking pormishuevista acoge otros hitos igual de representativos.
Torre Windsor
Erigida a finales de los a?os setenta en el complejo financiero AZCA (todo ¨¦l marcado indeleblemente con el sello del pormishuevismo), se convirti¨® en leyenda cuando en 2005 fue destruida completamente por un incendio. Harley, sin embargo, considera que ya merec¨ªa serlo desde su g¨¦nesis: ¡°Es una de las historias m¨¢s pormishuevistas que existen en Espa?a. Fue un encargo de la familia Reyz¨¢bal, due?os de los centros de ocio m¨¢s casposos de Madrid. Me gusta imaginar ese momento en el que Juli¨¢n Reyzabal, el patriarca, re¨²ne a sus siete hijos y les dice: ¡®Tenemos todos estos millones de pesetas que ya ni nos caben, ?vamos a gastarlos en este edificio!¡¯. En cuanto al incendio, a¨²n no se ha acabado de entender por qu¨¦ ocurri¨®, si es que fue para cobrar el seguro, para hacer desaparecer papeles de una auditor¨ªa o qu¨¦. Hasta se ha hablado de la implicaci¨®n del comisario Villarejo. Se encontraron agujeros sospechosos en el parking, adem¨¢s de esas im¨¢genes de las c¨¢maras de seguridad con formas humanoides pase¨¢ndose por el edificio durante el incendio cuando se supon¨ªa que llevaba horas vac¨ªo. Todo hace pensar que, provocada o no, alguien sac¨® beneficio de esa cat¨¢strofe¡±.
Marina d¡¯Or-Ciudad de vacaciones
Esta urbanizaci¨®n vacacional empez¨® a construirse en los noventa auspiciada por el empresario Jes¨²s Ger Garc¨ªa, vendedor de colchones y electrodom¨¦sticos que vio en las sinergias entre turismo y construcci¨®n un suculento fil¨®n que urg¨ªa explotar: ¡°Todas esas urbanizaciones vacacionales de finales ochenta y principios de los noventa son muy interesantes. Llegaron cuando el sector del ocio se hab¨ªa convertido en la industria que generaba m¨¢s PIB, lo que dio lugar a varios pufos. Hace nada Jesus Ger fue condenado a prisi¨®n por un delito de homicidio por imprudencia, debido a que una menor se ahog¨® tras ser succionada por uno de los conductos de agua de las piscinas de su complejo hotelero. Lo que aquel hombre hizo en Marina d¡¯Or era solo la punta del iceberg de lo que quer¨ªa, cuando lo anunciaba Anne Igartiburu y se defin¨ªa como la mayor obra desde la Segunda Guerra Mundial. Deb¨ªa a?adirse adem¨¢s un parque tem¨¢tico, Mundo Ilusi¨®n, que se qued¨® en eso, en ilusi¨®n¡±.
Urbanizaci¨®n Isla de Valdeca?as
Se trata de un caso de rabiosa actualidad. El Tribunal Supremo decidi¨® el pasado mes de febrero la demolici¨®n completa de este complejo urban¨ªstico de lujo construido en un islote del embalse del mismo nombre, en la provincia de C¨¢ceres, cuya construcci¨®n hab¨ªa sido aprobada por la Junta de Extremadura. El problema radicaba en que el suelo era no edificable, y que se recalific¨® ad hoc, para alarma de la asociaci¨®n Ecologistas en Acci¨®n, que present¨® la correspondiente denuncia: ¡°Es una falsa isla, cosa que de entrada a la gente ya le flipa. Y se invirtieron como mil millones de lereles en una mini urbanizaci¨®n de ocio vacacional. Deb¨ªan ser m¨¢s de 300 viviendas de lujo que finalmente se quedaron solo en 180, porque se paraliz¨® el proyecto. Entre los que tienen casa por all¨ª hay miembros de familias como Aznar o Borb¨®n, y tambi¨¦n Shakira, Carlos Baute, Alejandro Sanz o Carolina Herrera. Era muy guay porque podr¨ªas compartir playa con toda esa gente: eso s¨ª, una playa artificial. La idea era trasladar al interior el modelo del litoral, con pantanos y humedales en lugar del mar. Solo que, claro, en terreno ilegal¡±.
Puentes de Santiago Calatrava
A la fuerza deb¨ªa el pope del movimiento figurar en esta selecci¨®n. Harley dedic¨® un suculento v¨ªdeo al llamado Centollo, el palacio de congresos de Oviedo, pero a su juicio no es esta la gran obra maestra del valenciano: ¡°Lo que m¨¢s me fascina de Calatrava son sus puentes, porque ¨¦l tiene un gran arte a la hora de proyectar con ellos unos determinados anhelos. Durante mucho tiempo fueron pocos los alcaldes que no cre¨ªan estar literalmente a un puente del futuro, aunque luego ese puente les saliera por el triple de su presupuesto. El discurso de Calatrava no es propio ni de un arquitecto ni de un ingeniero, aunque ¨¦l sea ambas cosas, sino de un artista. As¨ª se ve en el puente Zubi Zuri de Bilbao, que el ayuntamiento de la ciudad quiso intervenir a?adiendo una pasarela, cosa que Calatrava denunci¨® aduciendo que era su creaci¨®n y no se pod¨ªa alterar. O el del Alamillo en Sevilla, que originalmente deb¨ªan ser dos puentes opuestos y complementarios, y solo se hizo uno por cuestiones de presupuesto. Ahora la Junta est¨¢ viendo c¨®mo instalar un ascensor panor¨¢mico, pero el tema est¨¢ parado porque dados los antecedentes les preocupa la reacci¨®n de Calatrava¡±.
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