El Madrid de Sandra Tarruella, la interiorista que est¨¢ detr¨¢s de los lugares de moda de la capital

Sandra Tarruella es la art¨ªfice de Casa Cacao en Girona, del interiorismo de varios restaurantes con estrella Michel¨ªn y uno de sus trabajos m¨¢s recientes es el caf¨¦ del Centro Bot¨ªn de Santander. La interiorista comenz¨® a trabajar hace 35 a?os y lleva entregados m¨¢s de 300 proyectos distribuidos en 11 pa¨ªses. Desde que fund¨® su estudio en Barcelona hace dos d¨¦cadas, Tarruella ha dejado su huella en un conjunto de locales de restauraci¨®n y hoteleros de Madrid que hoy pueden recorrerse a modo de gu¨ªa tur¨ªstica, en un itinerario que abarca lugares tan emblem¨¢ticos como la Gran V¨ªa o el Paseo de la Castellana.

Uno de sus objetivos es, como ella misma comenta, ¡°provocar emociones a trav¨¦s de un estilo que mira al futuro revisando y respetando el pasado¡±. La rehabilitaci¨®n del Gran Caf¨¦ Santander representa esa idea a la perfecci¨®n. Es el m¨¢s reciente en Madrid, pero m¨¢s de una docena de lugares llevan su sello en la capital. Situado en la plaza de Santa B¨¢rbara, es un encargo de los empresarios c¨¢ntabros Carlos Crespo y Paco Quir¨®s del Grupo Ca?ad¨ªo. En ¨¦l, Sandra Tarruella ha rescatado el esp¨ªritu de los a?os setenta que caracterizaba a la m¨ªtica Cafeter¨ªa Santander. La barra de escay, en tono verde oscuro y sobre de madera de nogal, sigue las formas sinuosas de la ¨¦poca setentera y representa una pieza emblem¨¢tica que conserva la ubicaci¨®n y los materiales originales, como el de las mesas de formica del comedor. En la trasbarra, el estudio de interiorismo de Sandra Tarruella, junto con Elsa Noms, N¨²ria Mart¨ªnez y Ricard Trenchs, ha ideado un revestimiento de baldosas en verde oliva, fabricadas artesanalmente en exclusiva para este proyecto. Pensando en los nost¨¢lgicos y en amantes de tipograf¨ªas pret¨¦ritas, Sandra Tarruella ha rescatado la se?al¨¦tica tan caracter¨ªstica del viejo caf¨¦, que por normativa deb¨ªa desaparecer de la fachada, y la ha trasladado a la escalera que conduce a la planta inferior donde, adem¨¢s de los aseos, hay un comedor privado.

En el barrio de Salamanca se encuentra uno de los locales m¨¢s sofisticados del Grupo Ca?ad¨ªo: La Bien Aparecida, patrona de los c¨¢ntabros. Los muros de carga de este restaurante complicaron un interiorismo que al final resolvieron con soluciones de belleza est¨¦tica e incre¨ªble ligereza, inspiradas en el hilo conductor del proyecto, una iglesia. Por ejemplo, la paliller¨ªa de pino dibuja los arcos propios de las arquer¨ªas de piedra eclesi¨¢sticas y los bancos recuerdan a estos lugares de culto. Pero hay un elemento decorativo final, en la misma l¨ªnea lit¨²rgica, los cubiertos dispuestos en forma de corona dorada que adornan una de las principales paredes del local, ideados tambi¨¦n en homenaje a la citada Virgen.

Pero si hay un lugar emblem¨¢tico de Madrid ese es el esquinazo de Grassy en la Gran V¨ªa. Desde el restaurante La Primera, otro de los locales del Grupo Ca?ad¨ªo con el sello de Tarruella, las vistas de esta arteria madrile?a son privilegiadas. Subir las antiguas escaleras de m¨¢rmol que anteriormente dieron paso a locales como el caf¨¦ Sicilia Molinero, Gula Gula y el Restaurante Atalanta es casi obligado. Este edificio de aire Belle Epoque del arquitecto Eladio Laredo casa bien con el estilo de club elegante que ha conseguido la interiorista, gracias al cuero, la madera noble y las piedras blancas y negras que ha empleado.

La filosof¨ªa de Sandra Tarruella se basa en lograr interiorismos contempor¨¢neos a base de dise?os atemporales que envejezcan bien, como puede apreciarse en la sede del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, proyecto del arquitecto Gonzalo Moure donde la interiorista dise?¨® el restaurante Bosco de Lobos. A Tarruella se le plante¨® todo un reto: ¡°Intentar respetar al m¨¢ximo el entorno, siguiendo uno de los principales mantras del estudio¡±. El comedor principal al que da paso un pasillo-cubo forrado en madera, consiste en una suerte de biblioteca, con libros de cocina y arquitectura dispuestos en baldas que permiten intuir el jard¨ªn. Las sillas de Castiglioni y de Mies convierten la comida en un placer para los amantes del mobiliario de autor. La cocina a la vista, las l¨¢mparas Cirio de Antoni Arola para Santa & Cole y la terraza ajardinada completan esta apuesta por la belleza atemporal.

En el Paseo de la Castellana, Luzi Bomb¨®n, tambi¨¦n de En Compa?¨ªa de Lobos, se ha ideado pensando en el entorno: los jardines que preceden a este restaurante. En el interior llaman la atenci¨®n las diferentes formas de sentarse que ofrece para, como explica Sandra Tarruella, ¡°evitar el efecto del cliente que solo quiere la mesa de la ventana¡±. Para lograrlo ha mezclado sof¨¢s con biombos que crean ambientes medio reservados. ¡°Hay que pensar en el comensal y en las diferentes maneras en las que alguien puede estar en un restaurante. En mis proyectos nunca ver¨¢s una mesa para dos en medio de toda la sala, se trata de que todos los clientes se sientan c¨®modos¡±. El ambiente atemporal de texturas, mobiliario e iluminaci¨®n se debe a la concepci¨®n del dise?o de Tarruella: ¡°Como un valor rentable, ha de ser honesto y que envejezca bien¡±.

En la plaza de Santa Ana, el restaurante Ana La Santa se organiza en cuatro zonas y dos niveles, que permiten ver el exterior a trav¨¦s de las cristaleras. Su jard¨ªn interior, rodeado de vegetaci¨®n y con techo de ca?a, es uno de los m¨¢s agradables para comer con vistas al bullicio de la transitada plaza. Del mismo Grupo Tragaluz, y el primero que abrieron sus socios en Madrid, Bar Tomate es otro de los proyectos que Sandra Tarruella recomienda en su recorrido. Situado en el barrio de Chamber¨ª ofrece cocina de mercado en un local donde se han empleado materiales recuperados y que conserva un estilo vintage, en tendencia en la ¨¦poca en que abri¨® (2009) y que se mantiene vigente. ¡°Las sillas de Prouv¨¦, que edita Vitra, y las l¨¢mparas en forma de calabaza, modelo Disa de Jos¨¦ Antonio Coderch fabricado por Tunds, a?aden inter¨¦s y calidez al ambiente¡±, apunta la interiorista.

En otra zona emblem¨¢tica de Madrid, a unos pasos de la Puerta de Alcal¨¢, est¨¢ Tagomago. Urbano y cosmopolita, este restaurante situado en la calle Salustiano Ol¨®zaga mantiene su esencia mediterr¨¢nea con paredes de cal, mobiliario de madera, una reinterpretaci¨®n de la celos¨ªa mediterr¨¢nea en madera lacada con detalles en dorado, o cer¨¢micas de la artista Carme Balada hechas ex profeso para el local. La fila de l¨¢mparas Bubble de George Nelson, editadas por Herman Miller, atrapa la mirada de los amantes del dise?o.

En la helader¨ªa Rocambolesc de los Hermanos Roca, ubicada en el Mercado de San Miguel, culmina la ruta gastron¨®mica y tur¨ªstica por los locales madrile?os m¨¢s destacados del estudio de la interiorista. El dise?o del puesto recrea la fantas¨ªa del mundo de los helados y las golosinas. ¡°Es un homenaje a cuentos y novelas como Chitty Chitty Bang Bang o Charlie y la f¨¢brica de chocolate¡±, comenta.

Para el descanso, Sandra Tarruella propone tres de los proyectos hoteleros que ha dise?ado en Madrid: el Hotel AC Aitana, en el Paseo de la Castellana, cuya planta baja ha reacondicionado ¡°para abrir el hotel a la calle y hacer el lobby m¨¢s accesible¡±, el Hotel Icon Embassy, ubicado en la calle Serrano, y el Dear Hotel, concebido como un oasis relajante en plena confluencia de la Gran V¨ªa con la plaza de Espa?a y ¡°pensado para que te sientas como en casa de un amigo, rodeado de materiales naturales para compensar la estrat¨¦gica ubicaci¨®n que ocupa¡±. En la azotea de la planta 14? la propuesta es variada, a elegir entre el restaurante Nice To Meet You, la terraza o la piscina, para disfrutar de las vistas de 360? sobre los tejados mientras uno toma algo casi tocando el cielo.