El legado de Rodolfo Dordoni, el dise?ador que cultiv¨® el lujo de la sensatez: ¡°No basta con una forma bonita¡±

El dise?ador Rodolfo Dordoni, fallecido el pasado agosto a los 69 a?os, siempre tuvo claras las coordenadas de su oficio. ¡°Racional, muy racional. Pero racional no quiere decir cuadriculado, sino l¨®gico. Usar el cerebro. Ser coherente. El dise?o es un trabajo: conectar producci¨®n y mercado¡±. Con estas palabras defin¨ªa en 2020, en una entrevista con ICON Design, el estilo propio que le hab¨ªa llevado a conquistar un lugar envidiado y envidiable: el de director art¨ªstico de Minotti, un buque insignia del mobiliario italiano de altura.

Nacido en Mil¨¢n, Dordoni comenz¨® su cursus honorum de forma ortodoxa, en la escuela de Arquitectura del Polit¨¦cnico de Mil¨¢n, que es la universidad de la que han salido varias generaciones de dise?adores porque, no en vano, fue all¨ª donde naci¨® la noci¨®n de dise?o que sigue imperando en Italia: una mezcla de esp¨ªritu l¨²dico y vocaci¨®n pr¨¢ctica, de ingenier¨ªa y poes¨ªa, de arte y sociolog¨ªa. Dordoni, que en persona quitaba hierro al estrellato en que viven muchos de sus compa?eros de profesi¨®n, entend¨ªa su oficio desde la sensatez. Era comercial en el buen sentido de la palabra: sus dise?os se vend¨ªan porque era lo que el p¨²blico necesitaba.

Comenz¨® a trabajar con Minotti en 1997, y un a?o despu¨¦s asumi¨® la direcci¨®n art¨ªstica y la coordinaci¨®n de sus colecciones. En el mundo del mobiliario, este cargo es todo menos decorativo: consiste en supervisar todos los dise?os, propios y ajenos, para introducirlos en el estilo propio de la casa, y tambi¨¦n en velar por su supervivencia a largo plazo de la compa?¨ªa: sus tareas van desde redise?ar un sof¨¢ que ya existe para hacerlo m¨¢s sostenible a coordinar la reforma de las tiendas propias de la marca o dise?ar las oficinas de la empresa. Todo eso lo hizo Dordoni durante un cuarto de siglo en el que Minotti, una de las leyendas del design italiano, supo adaptarse a los nuevos tiempos y a los nuevos p¨²blicos. Mientras tanto, tuvo tiempo de fundar su propio estudio, Dordoni Architects (con Alessandro Acerbi y Luca Zaniboni), desde donde ayud¨® a sentar las bases de eso que hoy se llama lujo internacional: sosegado y amable, pero riguroso, lleno de detalles exquisitos y pr¨¢cticos.

Para la posteridad quedan sus dise?os, especialmente sus sof¨¢s, la especialidad de Minotti y, con los a?os, tambi¨¦n de Dordoni. ¡°Minotti era una universidad, aprend¨ª much¨ªsimo¡±, recordaba en la misma entrevista. ¡°Todav¨ªa hoy, cuando trabajo para otras compa?¨ªas, me doy cuenta. Me gusta acometer los proyectos con profundidad, y sufro si percibo que se toma a la ligera. No es lo que he aprendido¡±.

Con los a?os, firm¨® modelos superventas como el Andersen, una variaci¨®n refinada y ultraergon¨®mica, sin perder la geometr¨ªa, del sof¨¢ elevado tradicional. O el Yang, que hu¨ªa de la continuidad y propon¨ªa una alternancia de vol¨²menes y huecos con alergia al aburrimiento. Son dise?os sutiles pero efectivos, que exigen ver m¨¢s all¨¢ del gris que, para los dise?adores del sector, es como el negro para los grandes modistas: una prueba de fuego, una forma de comprobar si una idea funciona de verdad. ¡°Yo he aprendido que no basta con una forma bonita¡±, declaraba en 2020. ¡°Que la imagen no es suficiente, lo importante es lo que no ves. A eso me refiero cuando hablo de calidad¡±.

Generoso con la prensa, siempre accesible y educado incluso en el tr¨¢fago del Salone del Mobile, en los ¨²ltimos a?os multiplic¨® su actividad creativa y firm¨® cl¨¢sicos recientes e instant¨¢neos como Roger y Dylan, dos sof¨¢s que, con su voluptuosidad rigurosa y tecnol¨®gica, son una s¨ªntesis del virtuosismo al que aspira el dise?o de hoy. Ll¨¢melo olfato comercial. O, quiz¨¢s, una singular forma de humanismo.

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