Thomas Vinterberg: ¡°A lo largo de la historia la gente ha hecho grandes cosas estando borracha¡±
¡®Otra ronda¡¯, la ¨²ltima pel¨ªcula del cineasta dan¨¦s, favorita al Oscar a mejor pel¨ªcula internacional, trata de lo mucho que mejora la vida con la dosis exacta de alcohol. O, como ¨¦l dice, ¡°de lo incontrolable¡±
Thomas Vinterberg (Frederiksberg, Dinamarca, 1969) creci¨® ¡°entre hippies y genitales¡±, en una comuna danesa en la que ¡°las mujeres fumaban en pipa y estaban a cargo de todo. Mi padre sol¨ªa decirme que el cielo y nuestro mundo se parecen y que es probable que Dios sea una mujer que est¨¢ siempre borracha¡±. En aquel ambiente de libertad an¨¢rquica, sus padres le dieron a probar el vino por primera vez ¡°cuando ten¨ªa unos nueve a?os¡±, en Grecia. ¡°Est¨¢bamos en una zona monta?osa y yo sent¨ª que volaba¡±, cuenta Vinterberg, entrevistado v¨ªa Zoom durante el pasado festival de San Sebasti¨¢n. ¡°Recuerdo en especial un d¨ªa, con 16 a?os, en que estaba borracho por la ma?ana y me sent¨ªa enamorado de la vida. Fue un momento de libertad y felicidad¡±.
Estos recuerdos inspiraron en parte su ¨²ltima pel¨ªcula, Otra ronda. El cineasta llevaba hablando del proyecto desde 2018. Por entonces lo describ¨ªa como ¡°una celebraci¨®n del alcohol¡±. Part¨ªa de una premisa valiente: ¡°A lo largo de la historia, la gente ha hecho grandes cosas estando borracha. Ni los libros de Hemingway ni las decisiones loqu¨ªsimas de Churchill hubiesen sido posibles estando ellos sobrios¡±. Eso le llev¨® a pensar en ¡°el poco espacio que dejamos hoy, en nuestras planificad¨ªsimas sociedades occidentales, a lo incontrolable¡±. Porque la p¨¦rdida de control no tiene por qu¨¦ ser siempre negativa: ¡°Es la paradoja del alcohol: no conozco a ninguna pareja que se conociera estando sobria, pero a la vez es una sustancia que mata gente y destruye familias pese a estar completamente aceptada por la sociedad¡±.
En Otra ronda, su reuni¨®n con su amigo y actor fetiche Mads Mikkelsen (La caza), Vinterberg se apoya en la teor¨ªa de un psiquiatra real que sostiene que ¡°despu¨¦s de un par de copas, somos m¨¢s creativos, m¨¢s abiertos, la conversaci¨®n se eleva, somos m¨¢s valientes¡±. Esa teor¨ªa la ponen en pr¨¢ctica sus cuatro protagonistas, maestros de escuela en plena crisis de la mediana edad, aburridos de sus vidas y decididos a explorar el efecto terap¨¦utico de una buena borrachera. ¡°La pel¨ªcula acab¨® siendo una celebraci¨®n de la vida. O eso espero¡±, dice Vinterberg. ¡°Los personajes han llegado a ese momento vital en que se pierde la curiosidad y la inspiraci¨®n, pero al menos hacen un esfuerzo para recuperarlas y huir de la desilusi¨®n y el aburrimiento¡±.
El Vinterberg de hoy en d¨ªa poco tiene que ver con el hombre que lanz¨® hace 25 a?os, junto a Lars Von Trier, el Dogma 95, un intento de ponerle vallas al campo de la creatividad cinematogr¨¢fica que a ¨¦l le sirvi¨® para triunfar con su tercera pel¨ªcula, La celebraci¨®n. Escribir y dirigir Otra ronda le ha permitido reflexionar tambi¨¦n sobre su estatus de profesional de ¨¦xito y, por tanto, creativamente acomodado: ¡°Mi mujer y mis amigos me dec¨ªan que ya tengo 50 a?os y que ha llegado la hora de volver a hacer mi propio cine, en vez de trabajar en guiones ajenos¡±. Su nueva pel¨ªcula es un retorno a sus esencias de autor. A pel¨ªculas tan personales como La caza, dirigida, seg¨²n admite, bajo los efectos del co?ac. ¡°Hay algo liberador en rodar los guiones de otros, pero lo de verdad importante es contar tus propias historias, las que nadie m¨¢s podr¨ªa contar¡±.
Durante el rodaje de Otra ronda se produjo una tragedia, la prueba de hasta qu¨¦ punto la vida resulta incontrolable. Su hija mayor, Ida, que iba a hacer un papel en la pel¨ªcula, falleci¨® en un accidente de coche. A Vinterberg se le quiebra la voz al recordarlo, pero aun as¨ª no interrumpe su discurso. Porque esa terrible p¨¦rdida se tradujo para ¨¦l en la necesidad de seguir adelante: ¡°La sensaci¨®n de falta de sentido fue inmensa, Todav¨ªa lo es. Pero si hay una raz¨®n para hacer esta pel¨ªcula es insistir en la vida, en que vale la pena vivir¡±.
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