Eugenia Silva: ¡°No he vivido situaciones extremas. Sabi?a qu¨¦ queri?a y hasta do?nde llegar¡±
La modelo a la que Giorgio Armani llam¨® ¡°bella faccia¡± en cuanto la vio interpreta el legado de moda masculina del maestro italiano y recuerda otra carrera mete¨®rica: la suya
¡°Armani siempre fue el ma?s temido¡±. Eugenia Silva (Madrid, 46 an?os) no se refiere al creador italiano de nombre Giorgio, sino al casting al que tantas modelos se presentaban en los noventa nada ma?s aterrizar en Mila?n. En 1992, la modelo llevaba alli? instalada unos meses, en un piso compartido con la tambie?n modelo Karen Elson, cuando se lanzo? a esta prueba con el poder de cambiar vidas: ¡°Giorgio teni?a fama de que, si le gustabas, soli?a cogerte de continuo¡±. Silva lo preparo? todo a conciencia, salvo lo impredecible: su abuelo materno fallecio? justo unos di?as antes y tuvo que regresar. Tardo? dos meses en volver a Mila?n: ¡°Alli? me plante?, con 18 an?os y decidida a que la segunda, por narices, fuera la vencida¡±.
En esta ocasio?n llego? a tiempo para enfundarse en un mono de color carne y escuchar al maestro murmurar: ¡°Bella faccia¡± (cara bonita). ¡°Aprendi? italiano en tiempo re?cord, a base de memorizar canciones de Claudio Baglioni o Francesco de Gregori¡±, rememora hoy con un guin?o. En las tres de?cadas que han pasado desde entonces, Silva ha protagonizado para Armani decenas de desfiles, campan?as de moda y accesorios. Tambie?n es embajadora de su li?nea de cosme?tica. ¡°Creyo? en mi? y no volvio? a dudar¡±, afirma.
Hoy, la modelo posa para ICON vestida con piezas masculinas trai?das del archivo de Giorgio Armani en Mila?n. Ropa de museo que resume la aportacio?n de este italiano a la moda: fundo? su compan?i?a en 1975, inicialmente solo para hombre, y no tardo? en revolucionar el panorama con su elegancia fluida, desestructurada y deudora del cine de los an?os treinta. Sus trajes eran poderosos, pero no ri?gidos, y el colorido oscilaba entre las mil sombras del gris y los tonos joya. Un cruce entre frialdad aristocra?tica y brillo hollywoodiense: mezcla perfecta para la modelo espan?ola, criada en el toledano Palacio de la Cava y con una fotogenia a prueba de pantallas de cine, aunque sus padres, en principio, le recomendaron que fuera abogada.
Fue un amigo de su madre ¨Cfoto?grafo de actualidad poli?tica¨C quien le hablo? de un concurso para salir en la revista Ragazza. ¡°Alli? conoci? a futuras amigas como Esther Can?adas o Laura Ponte¡±, recuerda Silva. Llego? a licenciarse en Derecho, pero disfruto? de la era dorada de las top models: ¡°Era una adolescente jugando a viajar por medio mundo, conociendo gente estupenda y siendo bastante feliz¡±, cuenta.
Junto a Armani llegaron O?scar de la Renta, Carolina Herrera y Victoria¡¯s Secret: Silva fue la tercera espan?ola en colocarse las alas de la hoy pole?mica firma de ropa interior, detra?s de Can?adas y Helena Barquilla. Entre exa?menes finales y desfiles, Silva se fue labrando una de las carreras ma?s so?lidas de su generacio?n. Llego? a cambiar Pari?s por Nueva York, la medida definitiva del e?xito entonces. Silva mantuvo la cabeza fri?a: ¡°No he tenido mala suerte ni he vivido situaciones extremas, tambie?n porque sabi?a lo que queri?a y hasta do?nde queri?a llegar¡±, dice. ¡°He tenido buenos aliados, pero siempre he sido mi mejor terapeuta¡±. Y parece que buena: ha sido madre y ha fundado una productora de moda que le permite ¡°entender este mundo desde dentro¡±. Se ata las zapatillas y arroja una u?ltima reflexio?n: ¡°Aquella carambola con Armani siempre me ha servido para pensar que una puede ser lo que su actitud refleje¡±. Un brindis por el poder transformador de la moda con mayu?sculas.
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