Buscarse en el convento y encontrarse en la transexualidad: la odisea de Harry, el chico que quiso ser monja
¡°Jam¨¢s he tenido conflicto con ser transg¨¦nero y ser cat¨®lico. El ¨²nico que ha tenido el conflicto es la Iglesia¡±: un hombre valenciano relata su periplo para conciliar su vocaci¨®n religiosa con su identidad
A los 17, Harry Daniel Guallart (Valencia, 27 a?os) estaba seguro de tres cosas: que era mujer, que era heterosexual, y que lo que m¨¢s deseaba en el mundo era ser monja. Ninguna de las tres resultaron ser ciertas. ¡°Quer¨ªa ser monja y no pod¨ªa porque era bisexual, as¨ª que estuve en terapia de conversi¨®n por casi dos a?os¡±, relata en conversaci¨®n con ICON en un restaurante. ¡°Algo que te dicen en la terapia es que la gente con AMS no puede ser feliz¡±, anuncia. AMS significa ¡°atracci¨®n hacia el mismo sexo¡± dentro de la terminolog¨ªa de la terapia de conversi¨®n y es visto como un desorden. Hoy aparenta, y dice, haber sobrevivido a ese principio. Vive en Madrid, estudia Producci¨®n de Cine, tiene bigote, la cabeza rapada. Usa dilataciones con aros pl¨¢sticos.
La vocaci¨®n le lleg¨® de forma paulatina, en parte gracias a por los estudios en el centro religioso valenciano Sant¨ªsima Trinidad. ¡°A los nueve o 10 a?os le¨ªa historias de santos que mor¨ªan j¨®venes y dec¨ªa: quiero ser como ese¡±, rememora. Sus compa?eros de colegio lo atormentaban por esa idea. ¡°Llegaron a llamarme Jesusa. Joder, qu¨¦ creativos¡±, apostilla. Una de sus monjas preferidas del centro, una que tocaba el piano y le regalaba dulces y chocolatinas a los chicos que iban a verla despu¨¦s de clase, muri¨® un d¨ªa.
Alejado de la fe, se zambulli¨® en una adolescencia turbulenta. Asegura ¨Cun poco en broma pero no del todo¨C que entre los 13 y los 15 a?os bebi¨® lo suficiente para toda una vida (ahora que toma testosterona no prueba el alcohol). ¡°Entonces era ateo y punk de los que bromeaban sobre quemar iglesias¡±, cuenta. Era un rebelde en una familia conservadora y vinculada a la Iglesia: el padre de Harry, ya fallecido, era un destacado fot¨®grafo de fiestas y tradiciones religiosas que trabaj¨® durante mucho tiempo con el Arzobispado de Valencia.
La fe result¨® sobrevivirle a la rebeld¨ªa. Un d¨ªa, una compa?era de clase evang¨¦lica lo invit¨® a su iglesia, despu¨¦s sus padres lo llevaron en un campamento de los escolapios y, finalmente, se encontr¨® con las hermanas de la orden del Iesu Communio del Monasterio de La Aguilera de Burgos, el instituto religioso cat¨®lico contemplativo fundado por la clarisa Sor Ver¨®nica en 2010 y que en la d¨¦cada precedente hab¨ªa generado un fen¨®meno sin precedentes en la Iglesia Espa?ola, cuando atrajo a decenas de mujeres j¨®venes, la mayor¨ªa universitarias, a abrazar la vida contemplativa ¨Ces decir, de clausura¨C, en las localidades burgalesas de Lerma y La Aguilera. ¡°Cuando entr¨¦ ah¨ª, entend¨ª que todo lo que hab¨ªa pasado en mi vida hasta ese momento hab¨ªa sucedido para que yo estuviera ah¨ª¡±, ilustra. ¡°Las conoc¨ª y me dije: he encontrado el sitio donde debo estar¡±. Ha pasado una d¨¦cada y una transici¨®n de g¨¦nero y a¨²n considera a las religiosas de la orden como sus hermanas y el monasterio como su hogar.
Procesiones y calvarios
Aquella pulsi¨®n, sin embargo, empez¨® a chocar con otra, una que, de hecho, la alejaba del convento: los hombres no eran los ¨²nicos que la atra¨ªan. ¡°Los 12 a?os fue el antes y el despu¨¦s. Vi el videoclip de All The Things She Said de t.A.T.u., que fue la primera vez que vi a dos mujeres bes¨¢ndose y pens¨¦: ¡®?Por qu¨¦ me gusta esto y por qu¨¦ me siento tan culpable?¡± recuerda ahora. ¡°A m¨ª nadie me dijo que estaba mal, yo sent¨ªa que estaba mal.¡±
Se entreg¨® a la soluci¨®n m¨¢s dr¨¢stica imaginable. De los 17 a los 19 a?os pag¨® 80 euros por sesi¨®n por un tratamiento que supuestamente lo har¨ªa heterosexual (que en Espa?a sigue siendo legal). ¡°Lo primero que se me pidi¨® es que informara a mi familia de que yo era bisexual. Mi madre acab¨® llorando y mi padre me dijo que me ayudar¨ªa a pagar las terapias¡±, relata. El tratamiento lo realizaba una sex¨®loga en su Valencia natal que usaba argumentos aparentemente racionales, m¨¦todos que al joven Harry le parec¨ªan cient¨ªficos. ¡°Lo que te dec¨ªan es que si eres gay tienes con un conflicto con tu madre y si eres lesbiana tienes un conflicto con tu padre. Porque creen que la homosexualidad es causada por abuso sexual, traumas o un mal desarrollo psicosexual¡±.
Seg¨²n ¨¦l, le dec¨ªan que para que este trauma desapareciera, el paciente deb¨ªa reconciliarse con su padre, madre, t¨ªo o quien fuera la ra¨ªz del problema para que esos sentimientos de atracci¨®n desapareciesen. Otra estrategia de la terapia: ir a campamentos y en ellos, abrazarse con gente de su mismo sexo, de forma plat¨®nica, sin sentir nada sexual. Otra t¨¢ctica: suprimir la masculinidad de su apariencia: ¡°?Por qu¨¦ me ped¨ªa que me depile las cejas o que me vista de la forma m¨¢s femenina posible?¡±, se pregunta ahora Harry. ¡°?Qu¨¦ ten¨ªa que ver que lleve falda o no lleve falda o me depile o no me depile con la atracci¨®n sexual?¡±.
¡°?Y si ten¨ªan raz¨®n?¡±
Harry ya era un veterano de la terapia de conversi¨®n cuando conoci¨® a una chica. Era tres a?os mayor que ¨¦l, ¡°una linterna en la oscuridad¡±, como la describe hoy. ¡°Est¨¢ entregada a su comunidad. No hay que saber m¨¢s¡±. Llam¨¦mosla Luc¨ªa (nombre ficticio). Ella y Harry coincideron en un grupo de oraci¨®n de Mar¨ªa Reina de la Paz de Valencia y su uni¨®n se volvi¨® muy intensa en corto tiempo. ¡°Sin yo saberlo, est¨¢bamos en una relaci¨®n. Habl¨¢bamos de todo, todo el tiempo. Cuando no estaba le escrib¨ªa por el m¨®vil lo que pensaba y lo que sent¨ªa por ella. Hab¨ªa veces en que pod¨ªamos pasar 15 minutos mir¨¢ndonos mutuamente sin decir nada¡±. Nunca hicieron nada f¨ªsico, m¨¢s all¨¢ de largos abrazos. ¡°Era un entrenamiento para vivir en castidad, m¨¢s que otra cosa¡±, afirma. ¡°Era todo muy et¨¦reo y espiritual¡±.
El grupo Mar¨ªa Reina de la Paz realiza asiduamente preregrinajes a Medjurgorje, un pueblo bosnio de 4.000 habitantes a 25 kil¨®metros de Mostar, donde, se cuenta, la Virgen Mar¨ªa se le apareci¨® a seis croatas en 1981. Luc¨ªa y su hermana contribuyeron a pagar el billete de Harry para el peregrinaje. Al llegar al punto exacto donde hab¨ªa tenido lugar la aparici¨®n, en mitad en una monta?a, Harry se encontr¨® llorando desconsoladamente. ¡°Yo no quiero ser as¨ª, no quiero ser as¨ª, no quiero ser as¨ª...¡±. A¨²n no sabe si se refer¨ªa a su bisexualidad o al hecho de vivir como mujer.
Luc¨ªa termin¨® acudiendo tambi¨¦n a la terapia de conversi¨®n, donde la sex¨®loga dictamin¨® que no deb¨ªan verse m¨¢s. ¡°Decidi¨® que lo mejor era que nos bloque¨¢ramos en WhatsApp y no tuvi¨¦ramos ning¨²n tipo de relaci¨®n ni contacto. Pero c¨®mo ten¨ªamos el mismo grupo de amigos ten¨ªamos que fingir que no hab¨ªa pasado nada¡±. Harry resalta lo funesto de su situaci¨®n: ¡°Es horrible saber que una persona est¨¢ pasando por lo mismo que t¨² pero no puedes consolarla¡±.
¡°Una de las cosas que te dicen en la terapia de conversi¨®n es que te tienes que alejar de cualquier cosa LGBTI. Te dejan aislado¡±, rememora Harry. ¡°Yo sal¨ª de la terapia de conversi¨®n gracias a las fanfics de lesbianas [relatos en los que, con personajes ya existentes en la cultura pop y la industria literaria, se crean nuevos relatos con tramas rom¨¢nticas entre personas del mismo sexo]. Me di cuenta que estaba luchando contra mi mismo¡±. A?os despu¨¦s, las secuelas del trauma sufrido por la sex¨®loga a¨²n le afectaban. ¡°Estuve con una chica maravillosa durante seis meses y todos los d¨ªas me preguntaba: ?y si ten¨ªan raz¨®n?¡±.
¡°Reflexion¨¦ mucho sobre denunciar a la sex¨®loga. Ve¨ªa a esa Luc¨ªa de 20 a?os y pensaba que la hab¨ªa entregado a los leones porque pensaba que esos leones eran buenos para ella y para m¨ª. Y me dije: ya est¨¢. No quiero que nadie nunca pase por lo que pasamos nosotros¡±. No puede tomar acciones legales debido al tiempo transcurrido. Todav¨ªa mantiene contacto con Luc¨ªa, de qui¨¦n se limita a decir que est¨¢ en paz con su orientaci¨®n sexual, vive en el celibato y trabaja en ¡°lo que m¨¢s quiere¡±.
Las almas no tienen g¨¦nero
Harry ten¨ªa 21 a?os cuando las hermanas del Iesu Communio, al que ¨¦l aspir¨® a pertenecer seis a?os atr¨¢s, establecieron un nuevo convento en el municipio de Godella, al norte de Valencia. Pero ¨¦l hab¨ªa cambiado. Ahora era asiduo de los c¨ªrculos feministas radicales en las redes sociales y se relacionaba por primera vez con gente trans. El primer contacto durante un campamento feminista le llev¨® a cuestionarse muchas cosas, principalmente lo que hab¨ªa ante el espejo. Se ve¨ªa y no se reconoc¨ªa. Recuerda que de peque?o le gustaban los coches, los tatuajes, los trajes. ¡°Simplemente hab¨ªa asumido que era una chica masculina y ya¡±. Pero hab¨ªa mucho m¨¢s: ¡°Yo no ten¨ªa ning¨²n tipo de conexi¨®n con mi cuerpo. Cuando ten¨ªa 17 a?os le pregunt¨¦ a unas amigas m¨ªas donde estaba el cl¨ªtoris. Yo no tuve esa etapa de masturbaci¨®n exploratoria¡±.
La coincidencia de descubrir que era un chico trans al mismo tiempo que se establec¨ªa un nuevo convento le hizo a Harry preguntarse qu¨¦ quer¨ªa Dios de ¨¦l: ¡°T¨² quer¨ªas que fuera monja y ahora resulta que soy un t¨ªo y yo cura no quiero ser. Si soy una mujer, vale. Si soy un t¨ªo, vale. Pero necesito que esto sea de Dios¡±. El proceso de aceptaci¨®n fue duro en su familia. ¡°No quer¨ªan decir mi nombre¡±, recuerda Harry. ¡°Yo llamaba a amigos m¨ªos para o¨ªr mi nombre. Mis padres eran cat¨®licos conservadores y yo era, hasta donde se sepa, la ¨²nica persona LGBTI en mi familia¡±. (El nombre, por cierto, le viene del primer disco de Harry Styles, llamado como el cantante, que ¨¦l escuchaba en aquella ¨¦poca: ¡°Si hubiese estado escuchando un ¨¢lbum de Billy Joel, ahora mismo me llamar¨ªa Billy Joel¡±).
Harry les ofreci¨® hablar con gente con familia LGBTI, incluyendo miembros del Opus Dei con hijos trans. ¡°Hubo una vez que mi madre me hizo hablar con dos personas que me dijeron que ten¨ªa que leerme un libro escrito por Juan Pablo II sobre la ideolog¨ªa de g¨¦nero [la enc¨ªclica de 1993 Veritatis Splendor]. La gente olvida que ¨¦l acu?¨® esa frase¡±, recalca Harry, quien sent¨ªa que ahora deb¨ªa justificar su existencia de un d¨ªa para otro. Otra persona le dijo que ten¨ªa ¡°alma de mujer¡±, a lo cual Harry respondi¨® que, seg¨²n la teolog¨ªa cristiana, las almas no tienen g¨¦nero. La cosas con su familia acabaron mejorando, no sin antes su peaje de oscuridad, que incluy¨® un intento de suicidio. ¡°Dentro de las posibilidades de cada uno han conseguido aceptar que soy un hombre, a su manera¡±, opina Harry. Admite que no fue f¨¢cil para su padre poner sus creencias a su lado para amar a su hijo.
A lo largo de los a?os Harry ha acudido a miembros de la Iglesia para tratar temas espirituales, pero en general la respuesta que ha recibido no ha sido de comprensi¨®n: ¡°Un sacerdote importante me lo explic¨® con un dibujo. Me dijo: ¡®En este lado est¨¢ el lobby LGBTI, la ideolog¨ªa de g¨¦nero, etc. Y en este otro est¨¢ la Iglesia. Tienes que elegir¡±. Harry no olvida que le respondi¨®: ¡°La Iglesia siempre me ha intentado cambiar mientras que la gente LGBTI me ha acogido con los brazos abiertos¡±.
¡°Yo jam¨¢s he tenido conflicto con ser transg¨¦nero y ser cat¨®lico. El ¨²nico que ha tenido el conflicto es la Iglesia¡±, se?ala. Admite que todo lo que ha vivido har¨ªa muy f¨¢cil que ¨¦l fuera ateo, pero sigue siendo un hombre de fe. ¡°Lo m¨¢s bonito que tendr¨¦ en mi vida es saber, sin importar c¨®mo cambie, s¨¦ que Dios me ama exactamente como soy¡±.
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