ChatGPT contra la poes¨ªa: ?puede escribir versos la inteligencia artificial?
Esta tecnolog¨ªa ya ha revolucionado nuestras vidas. A partir de sencillas instrucciones, construye textos complejos, sin plagiar una sola frase de Internet. Pero, ?es capaz de escribir un buen poema?
Franz Kafka escribi¨® un cuento titulado Informe para una academia en el que un mono adquiere inteligencia humana y da una conferencia sobre su pasado como animal salvaje. Algo parecido sucede cuando el aqu¨ª firmante le pregunta a ChatGPT por sus propias limitaciones: ¡°?Eres capaz de escribir un buen poema?¡±. El modelo de lenguaje ¡ªnombre que reciben estas herramientas de inteligencia artificial¡ª, que no se acobarda ante nada, responde: ¡°Aunque es posible crear poes¨ªa sin autor humano, la mayor¨ªa de la poes¨ªa considerada relevante y significativa suele ser creada por un poeta con una identidad y una voz distintiva¡±. Reconoce, con imposible tranquilidad, que la obra de un autor que carece de biograf¨ªa no suele despertar mucho inter¨¦s en los lectores.
ChatGPT puede haberse convertido en el poeta m¨¢s prol¨ªfico de la historia de la literatura desde que se lanz¨® hace unos pocos meses. Gracias a inmensas redes neuronales de deep learning son capaces de escribir textos en muy pocos segundos, a partir de instrucciones muy sencillas y sin plagiar ni una sola frase de Internet. Sin embargo, no puede ser considerado el autor legal de ninguna de sus obras. ¡°Quiz¨¢s una m¨¢quina pueda crear arte, pero no estar¨¢ protegida por la propiedad intelectual, pues para que esto ocurra debe existir un autor, y como tal, excepto en casos contados, solo pueden serlo las personas f¨ªsicas¡°, asegura Mario Sol Munta?ola, abogado experto en propiedad intelectual.
Guillermo Marco y Julio Gonzalo, investigadores de la UNED en el campo del Procesamiento del Lenguaje Natural, llevan a?os investigando los l¨ªmites y facultades de modelos de lenguaje como ChatGPT, y se declaran esc¨¦pticos con ¡°el hype¡± que rodea a esta tecnolog¨ªa. ¡°Estos modelos funcionan como redes de neuronas artificiales, que son como nuestro cerebro, y lo que hacen es aprender a escribir a trav¨¦s de una simulaci¨®n cognitiva de c¨®mo nosotros leemos¡±, explica Marco, autor tambi¨¦n del poemario Otras Nubes (Rialp, 2019), por el que recibi¨® un Acc¨¦sit del Premio Adon¨¢is de Poes¨ªa en 2019.
En uno de sus primeros experimentos, Marco y Gonzalo le pidieron a un grupo de participantes que evaluara seis aspectos de las sinopsis de libros y pel¨ªculas que produc¨ªa esta inteligencia artificial. ¡°Nosotros le d¨¢bamos un nombre inventado y la m¨¢quina ingeniaba un argumento para ese t¨ªtulo¡±, explica Gonzalo. El resultado fue que el modelo de lenguaje sac¨® mejor nota que los humanos en todos los apartados excepto en el de creatividad. Los investigadores decidieron centrarse en este aspecto en concreto y cambiaron su objeto de estudio. ¡°Empezamos a experimentar con poemas, porque las sinopsis, al menos para los humanos, no son textos intr¨ªnsecamente creativos¡±, cuentan. Antes de medir los resultados se propusieron extraer una definici¨®n de aquello que los usuarios entend¨ªan por creatividad. ¡°Para cada persona es una cosa distinta, pero casi todas coincid¨ªan en se?alar que para ellos la creatividad era lo original, lo ins¨®lito, lo que nunca hab¨ªan visto antes¡±, detalla Marco.
El d¨²o concluy¨® que estos modelos de lenguaje no est¨¢n dise?ados para ser particularmente creativos. ¡°Antes est¨¢n hechos para imitar que para ser originales. Aprenden a decir lo menos sorprendente¡±, afirman. Marco lo ilustra con un ejemplo: ¡°Si t¨² le das la secuencia: ¡®El cielo es...¡¯, y le pides que complete la frase, de las 50.000 palabras que ha aprendido, siempre escoger¨¢ la palabra azul, porque es la m¨¢s probable¡±. La prioridad de ChatGPT, explican, es conservar el sentido del texto, lo que dificulta que una frase pueda ser est¨¦ticamente llamativa. ¡°Luego resulta que hay gente que le hace preguntas a la m¨¢quina que ya tienen un componente tan alto de originalidad que no tiene m¨¢s remedio que improvisar¡±, precisa Julio Gonzalo. ¡°Le¨ª un ejemplo en el que alguien le ped¨ªa a ChatGPT que escribiera un relato en el estilo de la Biblia sobre una persona que ha metido un s¨¢ndwich de mantequilla en el agujero de un reproductor de v¨ªdeo VHS. El resultado era divertid¨ªsimo¡±.
Tambi¨¦n es importante considerar que ChatGPT no entiende las palabras que aprende. ¡°Todo su conocimiento es intuitivo. A base de leer aprenden lo que es el lenguaje. Pero no tienen la capacidad de reflexi¨®n o de pensamiento racional. Por eso precisamente aprenden a imitar sonetos, pero no son capaces de darse cuenta expl¨ªcitamente de que hay una regla que relaciona determinado tipo de rima con determinado n¨²mero de versos¡±, comenta Gonzalo.
Marco recalca que estos modelos de lenguaje siempre van a estar limitados a la secuencia de entrada, es decir, a la instrucci¨®n que le d¨¦ un ser humano. ¡°Nunca van a tener una idea de obra. Nunca van a tener intenci¨®n. Esa intenci¨®n, por el momento, siempre vendr¨¢ dada por un humano. Lo que ser¨ªa verdaderamente art¨ªstico es que se negara a escribir, o que decidiera escribirlo a su manera¡±.
Neuronas surrealistas
En el libro Escritura no-creativa: Gestionando el lenguaje en la era digital (Caja Negra, 2015) el escritor Kenneth Goldsmith escribe: ¡°Quiz¨¢ los grandes autores del futuro ser¨¢n aquellos que puedan escribir los mejores programas para manipular, analizar y distribuir las pr¨¢cticas del lenguaje¡±. Hace referencia a la posibilidad de que la literatura se convierta en una colaboraci¨®n entre m¨¢quinas y seres humanos que no trate de reemplazar la creatividad humana sino de aumentarla.
El escritor Jorge Carri¨®n acaba de publicar Los campos electromagn¨¦ticos. Teor¨ªas y pr¨¢cticas de la escritura artificial (Caja Negra), un libro que ha escrito con un GPT-2 y 3, y la ayuda de los ingenieros del Taller Estampa. Su punto de partida son Los campos magn¨¦ticos, de Andr¨¦ Breton y Philippe Soupault, considerado el nacimiento de la poes¨ªa autom¨¢tica, en 1919. En su libro compara la llegada y la influencia del grupo surrealista sobre la literatura y la cultura en las primeras d¨¦cadas del siglo XX, con la expansi¨®n de los modelos de lenguaje: ¡°Si el paso entre la escritura consciente y la del inconsciente caracteriz¨® aquellos a?os, la escritura producida por aprendizaje autom¨¢tico y otras formas de inteligencia artificial est¨¢ imprimiendo una vibraci¨®n particular a los nuestros¡±.
En conversaci¨®n con ICON asegura que ¡°los algoritmos escriben muy bien, redactan casi a la perfecci¨®n, acceden a zonas que est¨¢n vedadas para los humanos, pero todav¨ªa son incapaces del fulgor, de la met¨¢fora, del conocimiento de la mejor poes¨ªa. Eso no quita que no escriban mejor ya que muchos poetas de la experiencia y su evoluci¨®n, el poeta influencer¡±.
Sin embargo, en el cap¨ªtulo de introducci¨®n de su libro no duda en afirmar que la llegada de una tecnolog¨ªa capaz de escribir buena literatura es solo cuesti¨®n de tiempo: ¡°La inteligencia de los algoritmos, los robots, las redes neuronales o los programas o f¨®rmulas que todav¨ªa no existen de inteligencia artificial, y que por tanto carecen de nombre, acabar¨¢n siendo capaces de la met¨¢fora y de la iron¨ªa, de formas nuevas, membranosas e indudablemente literarias¡±.
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