Sacerdotes y discotecas: el caso del cura pinchadiscos no es tan extra?o en la historia de la m¨²sica electr¨®nica
El cura portugu¨¦s y DJ Guilherme Peixoto se ha convertido en una de las figuras del verano tras su aparici¨®n en las Jornadas Mundiales de la Juventud de Lisboa. Pero un repaso a la historia de las ¡®raves¡¯ demuestra que religi¨®n y pista de baile no est¨¢n tan alejadas
Entre el silencioso corredor de un claustro y el pulso fren¨¦tico de un club berlin¨¦s hay un abismo de decibelios. El pasado domingo en Lisboa, sin embargo, ambos mundos se unieron. Al amanecer, y frente a m¨¢s de un mill¨®n de j¨®venes, el sacerdote DJ Guilherme Peixoto mont¨® un set de m¨²sica electr¨®nica, preludio de la misa final del papa Francisco en las Jornadas Mundiales de la Juventud. ¡°Todo lo prepar¨¦ para despertar a la gente como si se tratara de un himno de gloria a Dios, como tiene que ser nuestra vida¡±, proclam¨® con fervor el sacerdote.
El after improvisado del Padre Guilherme, que es su nombre art¨ªstico, lleva d¨ªas acumulando cientos de miles de visualizaciones en distintas redes sociales. Este sacerdote, miembro de la Archidi¨®cesis de Braga y con 187.000 seguidores en Instagram, elabora sus propias composiciones, basadas en homil¨ªas y enc¨ªclicas, en las que a veces entremezcla discursos del papa Francisco o de Juan Pablo II. ¡°Incluso despu¨¦s de llevar m¨¢s de 25 a?os en la profesi¨®n, lo de este DJ me dej¨® un poco noqueado¡±, reconoce Javier Estalella, jefe de contrataci¨®n en la sala Razzmatazz de Barcelona. ¡°Lo que s¨ª s¨¦ es que mezclar ideolog¨ªa y escenarios no suele ser una buena idea¡±. Aqu¨ª hay ideolog¨ªa, pero la conexi¨®n va m¨¢s all¨¢. Si bien el mundo del sound system y el de las ceremonias religiosas parecen antag¨®nicos en valores y percepci¨®n social, coinciden en muchos m¨¢s puntos de los, en principio, imaginables.
Las raves surgen en el Reino Unido de la subcultura de la m¨²sica electr¨®nica en los a?os ochenta y noventa. Se ocultaban en rincones poco convencionales: almacenes desiertos, campos alejados o cualquier resquicio disponible lejos de las autoridades. M¨¢s que una fiesta, representaron una revoluci¨®n cultural, como expresa la soci¨®loga Sarah Thornton en su libro Club Cultures: Music, Media and Subcultural Capital (1996): ¡°El fen¨®meno de las raves surgi¨® como una respuesta cultural y social a una generaci¨®n que buscaba un espacio donde pudiera liberarse de las normas convencionales. Estas fiestas, a menudo ilegales y llevadas a cabo en lugares improvisados, representaban una b¨²squeda de libertad, autenticidad y comunidad a trav¨¦s de la m¨²sica electr¨®nica¡±. Por otro lado, las ceremonias religiosas se remontan a tiempos prehist¨®ricos, con civilizaciones que celebraban rituales en honor a divinidades o fen¨®menos naturales. Estos actos sagrados se desarrollaban en espacios consagrados a la adoraci¨®n, con vestimentas particulares para l¨ªderes y seguidores, y una fuerte sensaci¨®n de comunidad y congregaci¨®n.
¡°Los rituales, en todas sus formas, son manifestaciones externas de una conexi¨®n interna y profunda con lo trascendental¡±, afirma el psic¨®logo Carl Gustav Jung en Psicolog¨ªa y religi¨®n (1938). Tanto las raves como las ceremonias religiosas satisfacen una necesidad del ser humano de reunirse y conectarse con algo m¨¢s grande que s¨ª mismos. Aunque estas manifestaciones puedan parecer opuestas en su forma, ambas buscan elevar el esp¨ªritu humano a trav¨¦s de la experiencia colectiva y el ¨¦xtasis, ya sea musical o espiritual. ¡°La rave es m¨¢s que m¨²sica y droga; es un estilo de vida y unas creencias, un comportamiento de tipo ritual. Para el que participa es como una religi¨®n; desde el punto de vista del observador com¨²n, parece m¨¢s bien un culto siniestro¡±, escribe el ensayista brit¨¢nico Simon Reynolds en su libro de 1998 Energy flash. Un viaje a trav¨¦s de la m¨²sica rave y la cultura de baile (Contra).
En en el mismo sentido, el soci¨®logo Emile Durkheim argument¨® que las ceremonias religiosas, a trav¨¦s del ritual y la repetici¨®n, crean una efervescencia colectiva, un estado en el que los individuos se sienten conectados entre s¨ª y con algo m¨¢s grande. ¡°El hombre busca constantemente la compa?¨ªa de otros, de quienes considera sus semejantes y busca alejarse de todos los dem¨¢s. Esta tendencia se manifiesta con sentimientos especiales m¨¢s visibles en las ocasiones solemnes en que los individuos se re¨²nen¡±, escribi¨® en Las formas elementales de la vida religiosa (1912).
Dos mundos no tan separados
El umbral que separa uno y otro mundo se ha cruzado en diversas ocasiones. En algunas ciudades europeas y estadounidenses, edificios religiosos ya desiertos han mutado en discotecas de m¨²sica electr¨®nica, aprovechando la excelente ac¨²stica de las iglesias. Destaca The Church Nightclub en Denver, emblema de la escena nocturna de la ciudad. En el East Village neoyorquino, el club gay La Saint, abierto entre 1980 y 1988, y precisamente conocido como ¡°el Vaticano de las discotecas¡±. Tambi¨¦n el Limelight en Nueva York, quiz¨¢s uno de los ejemplos m¨¢s famosos de una iglesia convertida en discoteca. En Espa?a est¨¢ el caso de Bilborock, un espacio donde se organizan conciertos y sesiones de m¨²sica ubicado en un templo religioso del siglo XVII, la iglesia de la Merced. Y en ?msterdam est¨¢ Paradiso, antigua iglesia reinventada como espacio para la m¨²sica en vivo, incluyendo eventos de m¨²sica electr¨®nica.
Este g¨¦nero musical, que es hoy uno de los m¨¢s escuchados en el mundo despu¨¦s del reguet¨®n, ha encontrado inspiraci¨®n en la m¨²sica religiosa, con canciones que incluyen elementos sonoros sacros en pistas electr¨®nicas, hasta la adaptaci¨®n de melod¨ªas y armon¨ªas sagradas. Durante los a?os noventa, cuando los cantos gregorianos experimentaron un renacimiento en su popularidad con ¨¦xitos como el ¨¢lbum Chant (1994), interpretado por los Monjes del Monasterio Benedictino de Santo Domingo de Silos en Espa?a, que lleg¨® a alcanzar el tercer puesto mundial de los discos m¨¢s vendidos de la revista Billboard, diversos artistas y productores decidieron fusionar estos cantos con ritmos de dance y componentes electr¨®nicos en sus canciones. Un ejemplo es la canci¨®n Sadeness (Part I) de 1990, del grupo Enigma, que fusiona los sonidos meditativos y sacros de los cantos gregorianos con los ritmos y la atm¨®sfera de la m¨²sica electr¨®nica.
Tras ver el v¨ªdeo del Padre Guilherme pinchando, muchos usuarios de Twitter destacaron las similitudes con las series The Young Pope y The New Pope, de Paolo Sorrentino. En ambas producciones, la m¨²sica electr¨®nica resalta el contraste entre la tradici¨®n de la Iglesia y el mundo actual, con temas como Levo de Recondite, Krack de Soulwax o Sexy and I Know It de LMFAO. En una escena de los primeros cap¨ªtulos de The Young Pope, el Papa Lenny Belardo, personaje principal, se compara con Daft Punk, destacando c¨®mo los miembros del grupo, al igual que el escritor J.D. Sallinger, el artista Bansky o ¨¦l mismo, utilizan el anonimato para magnificar su legado.
Por ¨²ltimo, queda hablar de las drogas, tan comunes en las raves y fiestas de techno como aparentemente distantes de los valores tradicionales cristianos, pese a que en muchas ceremonias antiguas el uso de sustancias psicoactivas era habitual. Un ejemplo son los Misterios Eleusinos, rituales de iniciaci¨®n que se celebraban anualmente en honor a las diosas Dem¨¦ter y Pers¨¦fone en Eleusis, cerca de Atenas. Durante m¨¢s de mil a?os, estos rituales fueron una de las ceremonias religiosas m¨¢s importantes de la antigua Grecia. Debido a su relevancia, figuras hist¨®ricas como Plat¨®n, Cicer¨®n, S¨®focles, P¨ªndaro y los emperadores Adriano y Marco Aurelio participaron o fueron iniciados en estos misterios.
La culminaci¨®n del rito inici¨¢tico era la ingesti¨®n del kykeon, una bebida sagrada cuya composici¨®n exacta contin¨²a siendo un enigma para los historiadores. Albert Hofmann, qu¨ªmico suizo famoso por ser el primero en sintetizar y consumir LSD, escribi¨® el libro The Road to Eleusis: Unveiling the Secret of the Mysteries (1978), en colaboraci¨®n con Carl Ruck y R. Gordon Wasson. En ¨¦l, plantean la posibilidad de que el kykeon haya contenido ergot, un hongo alucin¨®geno que crece en el centeno. Postulan que este hongo pudo haber sido procesado de tal forma que proporcionara experiencias visionarias a los iniciados, evitando sus efectos t¨®xicos perjudiciales.
Uno de los aspectos m¨¢s intrigantes de los Misterios Eleusinos es el secreto y el silencio que rodeaba a estas ceremonias. Aquellos que eran iniciados en los misterios estaban bajo un estricto voto de silencio respecto a lo que suced¨ªa durante las ceremonias. Revelar los secretos de los misterios estaba penado y era considerado un grave sacrilegio. ¡°No es tanto que la ebriedad sagrada oculte sus resortes como que est¨¢ prohibido ¡°banalizar¡± sobre la ebriedad sagrada¡±, escribi¨® el fil¨®sofo Antonio Escohotado en su Historia general de las drogas. Hoy muchas muchas discotecas en Berl¨ªn (y otros lugares del mundo) ponen pegatinas en los m¨®viles de los asistentes para evitar fotograf¨ªas, y preservar la privacidad y el misterio. Aunque lo ¨²nico secreto, como tambi¨¦n afirma el pensador madrile?o, sea ¡°la composici¨®n qu¨ªmica de cada droga que se consume¡±.
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