La apasionante historia de la cazadora que visten ¡®mods¡¯, rockeros, ricos, pobres, Errej¨®n y Abascal
El primer modelo de la G9, m¨¢s conocida como Harrington, una las cazadoras m¨¢s ic¨®nicas de la historia, se puso a la venta en 1938 y cumple 85 a?os en plena forma
Cuando se la empez¨® a llamar cazadora Harrington ya ten¨ªa m¨¢s de 25 a?os. En 1964 se comenz¨® a emitir en la cadena estadounidense NBC un culebr¨®n titulado Peyton Place basado en el best seller de Grace Metalious que hab¨ªa sido llevado al cine por Mark Robson en 1955. Se hizo extremadamente famoso a ambos lados del Atl¨¢ntico. Uno de los protagonistas era Rodney Harrington, un tipo joven, guapo y popular, interpretado por un Ryan O¡¯Neal en la veintena. Acostumbraba a llevar una cazadora de cremallera con forro de tart¨¢n y un peculiar cuello abotonado, la G9, fabricada por la marca inglesa Baracuta. A principios de la d¨¦cada de los cincuenta, Baracuta hab¨ªa empezado a exportar a Estados Unidos y la G9 se hab¨ªa hecho muy popular entre los universitarios. Al poco tiempo, John Simons, un vendedor de ropa que en 1964 hab¨ªa abierto en Londres The Ivy Shop, una tienda para vender el estilo de la Ivy League en Reino Unido, puso una G9 en el escaparate y le a?adi¨® un cartel: ¡®Estilo Rodney Harrington¡¯. Gracias a ¨¦l, la G9 se convirti¨® en la Harrington. El nombre por el que es conocida hasta hoy, convertida en un icono atemporal que cumple 85 a?os en plena forma.
En realidad no era la primera incursi¨®n de la G9 en la cultura pop. En 1958, Elvis, s¨ª, el mism¨ªsimo Elvis Presley, hab¨ªa vestido una en la pel¨ªcula King Creole. Incluso hay quien llama Harrington a la chaqueta que vest¨ªa en 1955 James Dean en Rebelde sin causa. Pero no tiene forro de tart¨¢n. As¨ª que Harrington, s¨ª, pero de aquella manera. Porque en realidad hay disputas sobre qui¨¦n invent¨® la Harrington. La G9 de Baracuta, creada en 1938, se llev¨® el m¨¦rito y estableci¨® el est¨¢ndar. Pero en 1931, Grenfell, otra marca brit¨¢nica, hab¨ªa puesto a la venta una chaqueta pensada para el golf que se parec¨ªa tanto a la G9, que es dif¨ªcil creer que Baracuta no se inspir¨® en ella para su modelo.
La G9 tambi¨¦n estaba pensada para el golf. Ligera, c¨®moda y con el¨¢stico en cintura y pu?os buscaba favorecer el swing del jugador. Si los bolsillos con un solo bot¨®n estaban inclinados 90 grados hacia delante era para que cupiesen dos pelotas sin caerse. Para protegerse del fr¨ªo en el campo estaba el forro, con los colores del tart¨¢n del clan Fraser. Para usarlo necesitaron el permiso del brigadier Simon Christopher Joseph Fraser, vigesimoquinto jefe del clan, lo que dio ese punto de categor¨ªa que hizo que los ricos quisieran una (y los pobres tambi¨¦n para parecer ricos). El exterior de algod¨®n impermeable y lo que llaman el cuello paraguas (umbrella yoke) de dos botones estaban pensados para no dejar entrar la lluvia. Hasta la G del nombre ven¨ªa de golf.
La G9 la crearon en Manchester en 1938 dos hermanos aficionados al golf, Issac y John Miller, fundadores de Baracuta un a?o antes. Ya ten¨ªan experiencia en el textil. Hab¨ªan entrado en el negocio de la confecci¨®n de ropa para lluvia en 1912. Desde una factor¨ªa en Bradford Road realizaban impermeables para marcas como Burberry. Ten¨ªan prestigio. La industrial Manchester hab¨ªa jugado un papel muy importante durante la revoluci¨®n textil del siglo XIX y era conocida como Cottonopolis (Algodon¨®polis). Los operarios eran famosos por su destreza y las ropas por su calidad.
La cazadora fue muy exitosa desde el principio. Pero fue en Estados Unidos d¨®nde alcanz¨® el estatus de icono juvenil. Y de ah¨ª volvi¨® al Reino Unido gracias al ya mencionado John Simmons, que en los sesenta ayud¨® desde sus tiendas a crear el estilo mod. Para quien no lo sepa, los mods son una subcultura musical que floreci¨® en la Inglaterra de los sesenta. Esos chavales que iban de punta en blanco a los que Tom Wolfe describ¨ªa en 1965 en su art¨ªculo Underground de mediod¨ªa. Empleados quincea?eros sin estudios que trabajaban en las oficinas del centro de Londres y aprovechaban el descanso para el almuerzo para ir a bailar al club Tiles en un s¨®tano de Oxford Street. ¡°Larry Lynch, un chaval de 15 a?os de Brixton, viste mejor que cualquier otro empleado adulto de la oficina que gana cuatro veces m¨¢s que ¨¦l. Es un chico de clase obrera, pero lleva trajes hechos a medida desde los 12 a?os y le corta el pelo a lo college boy un peluquero llamado Andy¡±, escrib¨ªa Wolfe.
Los rockers, sus enemigos ac¨¦rrimos, llevaban tup¨¦, cuero y botas. En Inglaterra hab¨ªan surgido una subcultura, los teddy boys, que imitaban el estilo eduardiano de principio de siglo. De ah¨ª su nombre, Teddy es un diminutivo de Edward. Pero los mods quer¨ªan ser modernos y elegantes como los m¨²sicos del cool jazz estadounidense o los ricos de la costa este de Estados Unidos. ¡°Tra¨ªa a Londres esta ropa que usaban los ni?os ricos y los ejecutivos y la adoptaron los lads [j¨®venes de barrio en el argot ingl¨¦s]. Le dieron su propio toque: no se ve¨ªa igual, pero ten¨ªa mucho rollo¡±, explicar¨ªa Simmons a?os despu¨¦s.
Si la parca se usaba para proteger el traje en los desplazamientos en scooter, la ligera y elegante Harrington era ideal para los meses de verano. Pronto dejar¨ªa de ser patrimonio exclusivo de Baracuta. Fred Perry empez¨® a fabricarlas en los setenta. M¨¢s o menos la misma ¨¦poca en la que Merc, la marca mod nacida en 1967 en Carnaby Street, empez¨® a hacer las suyas. Y ahora cualquier firma tiene una Harrington, de H&M a Paul Smith. Las hay de todos los precios porque desde casi el principio es una prenda interclase e intergeneracional. Los obreros en el pub vest¨ªan versiones baratas, pero Frank Sinatra tambi¨¦n ten¨ªa la suya y Steve McQueen aparec¨ªa con ella en la portada de la revista Time. Era informal y formal al mismo tiempo. La compraban los padres y se las robaban sus hijos.
Durante un breve periodo en los setenta pareci¨® que el tiempo de la Harrington hab¨ªa pasado. Pero no fue as¨ª. En los ochenta, con el revival mod gracias a The Jam y el del ska con las bandas del sello Two Tone y Madness, la Harrington gana una nueva vida y ya nunca ha dejado de estar en forma. La llevan estrellas como Daniel Craig o Christian Bale. Personajes de ficci¨®n como Walter White, de Breaking Bad. M¨²sicos de hardcore y de britpop y, por supuesto, sus seguidores. Es una prenda pol¨ªtica, aunque no es posible posicionarla. La visten skinheads de derechas y de izquierdas. Est¨¢ tan cargada de significados y al mismo tiempo tan vac¨ªa de ellos que la usa ??igo Errej¨®n y Santiago Abascal. En el libro que Baracuta ha editado para conmemorar su 85 aniversario la reivindican el DJ Andy Votel, los artistas Luke Passey y Stanley Chow, el dise?ador Ben Kelly o la legendaria banda post-punk A Certain Ratio.
M¨¢s sorpresas: la cazadora brit¨¢nica por excelencia es italiana desde 1982, cuando la empresa Lavori in Corso compr¨® Baracuta. Pero como dice Ben Kelly, que dise?¨® los interiores del m¨ªtico club The Ha?ienda en Manchester: ¡°?A qui¨¦n le importa si representa lo brit¨¢nico? Est¨¢ bien hecha, es asequible, es pr¨¢ctica, es duradera y trasciende las barreras de clase. Lo brit¨¢nico es un clich¨¦¡±.
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