¡°El miedo al fracaso es ya patol¨®gico¡±: por qu¨¦ cada vez m¨¢s j¨®venes se automedican con Viagra
Casi uno de cada cuatro consumidores de Viagra o sus suced¨¢neos en Espa?a tiene entre 16 y 30 a?os y la usan, adem¨¢s, en contextos de fiesta como droga recreativa o por miedo a no lograr una erecci¨®n
¡°Tengo que asegurarme de que va a funcionar¡±. ¡°As¨ª aguanto m¨¢s¡±. ¡°Debo estar a la altura¡±. Con preceptos as¨ª en la cabeza, cada vez m¨¢s varones espa?oles menores de 30 a?os se encomiendan a la soluci¨®n m¨¢s rotunda disponible: portar una viagra en el bolsillo por si acaso mantienen relaciones sexuales. Y esto no es necesariamente lo que m¨¢s preocupa a la mayor¨ªa de ur¨®logos, psic¨®logos y sex¨®logos que dan fe del fen¨®meno. Lo peor es el hecho de que la mayor¨ªa de estos j¨®venes tome la pastilla en contextos de fiesta, donde el alcohol aumenta las posibilidades de disfunci¨®n er¨¦ctil. Muchos consumen la pastilla de sildenafilo para sentirse seguros y el mayor peligro, alertan, es engancharse. La adicci¨®n puede desembocar en ansiedad, depresi¨®n y, en casos muy extremos, hasta el suicidio: depender de este f¨¢rmaco puede destruir la vida sexual.
El relato es casi tot¨¦mico: ¡°Salgo de fiesta, bebo alcohol o me meto algo y luego tengo miedo de no rendir a tope si acabo ligando. Una vez, en una discoteca tomando unas copas, estaba con una chica y no se me levantaba. Lo pas¨¦ fatal. Me sent¨ª avergonzado e inseguro¡±. Es la reconstrucci¨®n de incontables historias escuchadas en las consultas de profesionales que han participado en este reportaje como Ricardo Fandi?o, psic¨®logo en ASEIA y Vanessa R. Pousada, vicepresidenta de la Sociedade Galega de Sexolox¨ªa. Las frases m¨¢s comunes: ¡°No me gusta fallar cuando voy con una t¨ªa¡±; ¡°siempre pillo un par de viagras por si acaso¡±; ¡°alguna vez las he utilizado para durar m¨¢s¡±; ¡°quedas como un campe¨®n¡± o ¡°aunque no mantenga relaciones, me hace sentir m¨¢s seguro¡±.
La viagra no puede adquirirse sin receta, pero estos expertos se?alan que se est¨¢ comprando en el mercado negro o con documentos falsos. El precio ayuda. En farmacia, una pastilla gen¨¦rica de 50 mg (hay hasta 200) suele costar unos 4 euros en bl¨ªsters de 10 unidades, o menos de 50 c¨¦ntimos por comprimido en packs de 360. En la calle, cada pastilla cuesta entre cinco y 10 euros. El director del Observatorio de Medicamentos de la Federaci¨®n Empresarial de Farmac¨¦uticos Espa?oles (FEFE), Enrique Granda, cifra, instado por ICON (el dato a¨²n no se ha publicado), en cuatro millones las unidades de productos para la disfunci¨®n er¨¦ctil vendidas en el conjunto del Estado en 2022: un 7% m¨¢s que en 2021. Seg¨²n diversos estudios y datos de mercado, cerca de una de cada cuatro viagras las consumen hombres de entre 16 y 30 a?os.
Los consultados indican que, aunque no se puede descartar un aumento de la disfunci¨®n er¨¦ctil entre j¨®venes, estos datos apuntan a un aumento del uso recreativo de la viagra. Y les preocupa que crezca el n¨²mero de j¨®venes que acuden a consulta con problemas derivados de un abuso del consumo o incluso de adicci¨®n. Hablamos de un medicamento asociado, desde su lanzamiento en 1998, a quienes andan m¨¢s entrados en a?os. ¡°Tomar viagra no depende de la edad. El problema es el de la automedicaci¨®n, sobre todo cuando esta puede hacer que te provoques la enfermedad¡±, precisa Nayara Malnero, psic¨®loga y sex¨®loga. Con el aumento del consumo de la pastilla, dice, los j¨®venes ¡°se acaban condicionando mentalmente y sienten que la necesitan cada vez m¨¢s. Es una distorsi¨®n sobre el funcionamiento del cuerpo y de nuestra sexualidad en general¡±. ¡°Es ya patol¨®gico¡±, opina la tambi¨¦n escritora de Sexperimentando (Planeta) y divulgadora en redes, donde cuenta con m¨¢s de 100.000 seguidores. Sobre la consecuencia del consumo en momentos de fiesta, reprocha: ¡°Llega el lunes, no hay pastillita, y no se pueden mantener relaciones porque se acostumbra al cuerpo. Es m¨¢s mental que f¨ªsico¡±.
En una noche donde el consumo de drogas azuza el deseo sexual, pero dificulta su consumaci¨®n, el sildenafilo y dem¨¢s f¨¢rmacos dan un cierto ¨ªmpetu a los miembros afectados. ¡°La viagra facilita tener una erecci¨®n y deja tener hasta varias relaciones con penetraci¨®n. Se usa como un seguro para rendir¡±, explica por tel¨¦fono el ur¨®logo Fran?ois Peinado Ibarra, tambi¨¦n cirujano y andr¨®logo. Una viagra se convierte, as¨ª, peligrosamente, seg¨²n los expertos, en una droga recreativa m¨¢s, un estimulante. ¡°Banalizan el consumo. Buscan el rendimiento sexual y consideran que les va a ayudar¡±, dice Ricardo Fandi?o, psic¨®logo en ASEIA, asociaci¨®n gallega para la salud emocional en la infancia y adolescencia. Pero ¡°se encuentran lejos de garantizar que el encuentro sea placentero¡±.
Estas notas remiten a un sexo centrado en la penetraci¨®n. Pero las caricias, besos, masajes... son tambi¨¦n sexo. La concepci¨®n de practicar el coito bajo el binomio pene-vagina o pene-ano es equ¨ªvoca, recuerdan los entrevistados. ¡°Es una percepci¨®n de la sexualidad abiertamente faloc¨¦ntrica y orientada a un ideal de rendimiento¡±, recuerda Fandi?o. Y apunta en una direcci¨®n clara: ¡°Hay un miedo al fracaso que llega a poner en duda la masculinidad¡±.
¡°La culpa no es de los j¨®venes, es del sistema educativo, las familias y la pol¨ªtica¡±, se?ala, por su parte, Malnero. ¡°Nadie les explica nada sobre sexo y, a golpe de clic y en pocos segundos, tienen todo el porno que quieran. A falta de contrastar informaci¨®n, ?c¨®mo no te vas a creer que la ficci¨®n del porno es mentira?¡±, pregunta. Los portales de Pornhub y xvideos estuvieron entre las 20 p¨¢ginas m¨¢s visitadas en Espa?a en 2023, por detr¨¢s de gigantes como Google, YouTube o Facebook.
Y el problema no viene solo de la pornograf¨ªa. Fandi?o se?ala ¡°series, cine, libros o hasta canciones¡±. ¡°Los j¨®venes aspiran a un ideal que determina el ¨¦xito o el fracaso en las relaciones¡±, asevera. ¡°Son inexpertos, est¨¢n llenos de dudas, pero en el sexo tienen que triunfar, siempre a trav¨¦s de la penetraci¨®n. Por eso piensan que el uso de viagra les puede ayudar en ese esfuerzo¡±. ¡°Muchos hasta compiten entre ellos¡±, indica el doctor Fran?ois Peinado. ?l ve una cuesti¨®n generacional en el supuesto aumento de relaciones sexuales espont¨¢neas y espor¨¢dicas. ¡°Ahora, al ser m¨¢s aleatorias, se busca que sean m¨¢s intensas y dar el m¨¢ximo. Es una autoexigencia que aumenta la posibilidad de disfunci¨®n er¨¦ctil¡±, argumenta. Peinado pide mayor empat¨ªa: ¡°Hay que normalizar que no pasa nada si no se tiene el pene erecto siempre y generar un entorno de confianza, agradable, sin presiones. Se trata de disfrutar, no de ser exitosos¡±.
Si concebir el sexo en torno a la penetraci¨®n es un error, ?c¨®mo pueden plantearse los j¨®venes sus relaciones sexuales? ¡°Deconstruyendo la concepci¨®n social y explorando otras v¨ªas de excitaci¨®n¡±, responde Nayara Malnero, que a?ade que ¡°no pasa nada¡± si no se practica sexo un d¨ªa o no hay penetraci¨®n. ¡°Nos estamos perdiendo muchos otros puntos de placer al centrarnos en un solo modelo¡±.
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