El caso Tangana: ?son 200.000 euros ¡°un past¨®n¡±?
?Cu¨¢nto cuesta hoy contratar a un joven con talento y posibilidades de triunfar y cu¨¢nto dinero puede dejar ¨¦l a una discogr¨¢fica? Varios profesionales responden a esta pregunta que, a medida que cambia el modo en que consumimos m¨²sica, cambia de respuesta
¡°Un past¨®n, 200.000 euros¡±. As¨ª defin¨ªa el periodista Jordi ?vole, en su reciente entrevista televisiva con C. Tangana, la cuant¨ªa del contrato del madrile?o con Sony en 2017, cuando a¨²n era un m¨²sico muy prometedor, pero bastante underground. A lo que Tangana le respond¨ªa: ¡°?Past¨®n? Si lo miras por el lado de Sony, no. Es importante que, cuando no ganas 200.000 euros, sepas cu¨¢l es la magnitud de lo que ganan los que s¨ª tienen 200.000 euros para comprar un chaval, que para ellos es meter una ficha¡±. La pregunta (pertinente) es: ?suponen hoy 200.000 euros ¡°un past¨®n¡± en concepto de prima de fichaje, por ponerlo en argot futbol¨ªstico, para hacerse con un artista de su impacto global?
Carlos Gal¨¢n, cofundador del sello independiente Subterfuge, lo tiene claro. ¡°?l genera much¨ªsimo m¨¢s. C. Tangana factura eso con la gorra¡±, asegura en conversaci¨®n telef¨®nica. ¡°Esa cantidad es un chollo. El que hizo ese contrato seguro que tendr¨¢ un reconocimiento importante en la empresa. Aunque lo que me pareci¨® m¨¢s simb¨®lico de esa entrevista fue lo de meter una ficha, porque es parte de los tiempos que corren¡±. Gal¨¢n, que tambi¨¦n dirige el podcast Simpat¨ªa por la industria musical, en d¨®nde entrevista a personalidades del negocio, advierte de la potencia financiera que manejan ahora las tres majors. ¡°El streaming les est¨¢ dando dinero y juegan a la ruleta, en el sentido de poner fichas en distintos n¨²meros y en los dos colores. Si de 10 intentos les sale un C. Tangana, pues ya estar¨ªan cubiertos todos los dem¨¢s. Es claramente una estrategia de fichar al arrastre¡±.
Un modus operandi muy da?ino para peque?as compa?¨ªas independientes como la suya. ¡°Es imposible competir a nivel econ¨®mico, pero eso siempre ha sido as¨ª. El problema no son esas cifras a las que nosotros no podemos llegar, sino que los contratos son muy laxos en el tiempo, de tres o cinco a?os¡±. Gal¨¢n explica c¨®mo las grandes discogr¨¢ficas han descartado la costumbre de crear sus propios cat¨¢logos, desarrollando la carrera entera de un artista, que pasaba a ser parte de la historia del sello. ¡°Ahora van m¨¢s a medio que a largo plazo. Como todo es inmediato, se busca un ¨¦xito instant¨¢neo. Vivimos en la cultura del fast food a todos los niveles. Si algo tiene que funcionar, ha de hacerlo ya¡±.
Universal, Sony y Warner son las tres majors que menciona Gal¨¢n y que copan gran parte del mercado discogr¨¢fico. Seg¨²n Music Business Worldwide, una web de an¨¢lisis de la industria musical, solo en los primeros seis meses de 2023 facturaron conjuntamente 13.000 millones de d¨®lares (unos 12.140 millones de euros). Universal gener¨® 5.570 millones de d¨®lares; Sony, 4.470 millones; y Warner, 2.960 millones. Estas cifras, que suponen mil millones de d¨®lares m¨¢s (unos 934 millones de euros) de lo que consiguieron en el mismo per¨ªodo de 2022, incluyen m¨²sica grabada, editoriales y otras fuentes de ingresos.
Para Javier Li?¨¢n, director de la productora El Volc¨¢n, ¡°200.000 euros no quieren decir nada sin un contexto¡±. Li?¨¢n, que antes de fundar su propia discogr¨¢fica estuvo a sueldo en RCA, Warner Chapell o Virgin, argumenta que necesitar¨ªa ver el contrato para saber el concepto por el que est¨¢n pagando esa cantidad. ¡°?Por cu¨¢ntos discos ha firmado? ?El due?o del m¨¢ster es C. Tangana, que luego se lo ha licenciado a Sony? ?O el due?o de ese m¨¢ster es Sony? Ese dinero, ?qu¨¦ es? ?Un adelanto de royalties que luego le van a descontar de lo que genere su ¨¢lbum?¡±, inquiere por v¨ªa telef¨®nica. ¡°Porque son conceptos muy diferentes y son el quid de la cuesti¨®n. Los contratos han cambiado una barbaridad desde la era predigital. De hecho, hay muchos problemas con todos los que se hac¨ªan hasta hace dos d¨¦cadas, porque el sello pagaba un m¨¢ster, lo explotaba y pagaba unos royalties al artista. Pero esa regal¨ªa se pagaba en concepto de unidades f¨ªsicas vendidas. En el momento en el que despeg¨® el entorno digital, todos esos acuerdos se quedaron obsoletos, porque no contemplaban ni las descargas ni el streaming¡±.
El m¨¢ster es la grabaci¨®n sonora original, de la que se hacen las copias f¨ªsicas y en la que se basan los streamings de plataformas como Spotify. Si un m¨²sico desea mantener su propiedad frente a la discogr¨¢fica, suele tener que pagar la grabaci¨®n, las fotos de portada, los videoclips y dem¨¢s gastos asociados. Li?¨¢n, que ejerci¨® durante a?os como A&R (Artista y Repertorio, el encargado en una discogr¨¢fica de descubrir nuevos talentos), fue el responsable de llevar a Los Planetas a RCA, en donde publicaron su debut, Super 8, en 1994. ¡°Ese contrato debe ser de 1993 y ha cambiado much¨ªsimo el panorama¡±, rememora. ¡°Y, a diferencia de ahora, en aquel momento Los Planetas no eran nadie. No lo recuerdo bien, aunque supongo que no cobrar¨ªan ning¨²n adelanto. Yo s¨¦ que en la actualidad Jota [el l¨ªder de Los Planetas] no est¨¢ nada contento con lo que firm¨® en aquella ¨¦poca, pero seguro que entonces le pareci¨® fenomenal porque ten¨ªa un sello que le pag¨® la grabaci¨®n de un elep¨¦ en un estudio genial. Los adelantos se suelen pagar cuando existe cierta trayectoria. Si est¨¢s empezando, es dif¨ªcil que eso suceda¡±.
Aun as¨ª, el director de El Volc¨¢n asegura que 200.000 euros para alguien del calibre de C. Tangana no es dinero, ¡°porque lo que pueden producir sus canciones es brutal. O incluso sus videoclips. Los v¨ªdeos que van precedidos de un anuncio hacen mucho dinero en YouTube. Y para alguien como C. Tangana, esos ingresos de YouTube pueden ser tremendos¡±. Pero, ?c¨®mo de tremendos pueden ser unos ingresos tremendos? ¡°Yo he trabajado con un m¨²sico bastante popular entre el p¨²blico m¨¢s joven, aunque no conocido masivamente como Pucho, y un videoclip suyo, que consigui¨® una buena inversi¨®n publicitaria, generaba 30.000 euros al a?o¡±, confiesa Li?¨¢n.
Carlos Gal¨¢n es de la misma opini¨®n. ¡°En el mercado latino y urban se paga much¨ªsimo m¨¢s de 200.000 euros. Hay contratos ultrafuertes, de millones. A cualquier chaval que hace m¨²sica urbana y que tiene cierto poder para producir miles de streamings le puede caer una pasta, porque se ponen encima de la mesa cantidades m¨¢s grandes. Seguramente lo de C. Tangana ser¨¢ un adelanto, porque ya no se lleva lo de ir a fondo perdido, que se utilizaba cuando la industria era a¨²n m¨¢s poderosa y facturaba m¨¢s. Eso ya no se contempla¡±.
S¨ª, la venta f¨ªsica de discos habr¨¢ ca¨ªdo en picado desde el pasado siglo, sin embargo, en su momento ¨¢lgido (digamos, los ochenta), tambi¨¦n ten¨ªa un periodo comercial muy limitado. La mayor¨ªa de los elep¨¦s se vend¨ªan durante una temporada y luego pr¨¢cticamente se descatalogaban. ¡°Ahora la canci¨®n se queda colgada en la red y sigue facturando a?o tras a?o¡±, aclara Li?¨¢n. En el caso de C. Tangana, y seg¨²n los datos que proporcion¨® Sony en 2022, El Madrile?o, su segundo trabajo en esta discogr¨¢fica (el cuarto en total), fue ¡°el ¨¢lbum m¨¢s solicitado, en f¨ªsico y digital, de 2021¡å en Espa?a y acumul¨® m¨¢s de 2.000 millones de reproducciones en todo el mundo. Tres a?os m¨¢s tarde, su single Demasiadas mujeres lleva ya m¨¢s de 382 millones de escuchas solo en Spotify, mientras que T¨² me dejaste de querer supera los 376 millones.
Promusicae, la asociaci¨®n que representa a la industria discogr¨¢fica espa?ola, proclam¨® en 2022 que El Madrile?o hab¨ªa vendido 160.000 unidades, solo en Espa?a. Ese n¨²mero no contemplaba solo las copias f¨ªsicas (en vinilo, CD o, ups, casete), sino que tambi¨¦n inclu¨ªa las descargas y los streamings. ¡°Estos ¨²ltimos suponen unos c¨¢lculos muy complicados, ya que cierta cantidad de streamings significan una copia, pero dependiendo de la plataforma donde se produzcan contabilizan m¨¢s o menos. No es lo mismo YouTube que Spotify. Y tampoco el Spotify de pago que el gratuito¡±, explica una ejecutiva del ramo que prefiere permanecer en el anonimato.
No es la ¨²nica. En las majors impera una especie de ley del silencio acerca de los n¨²meros de sus contratos y lo que facturan gracias a sus artistas en n¨®mina. Tras decenas de intentos de contactar con diferentes ejecutivos de multinacionales discogr¨¢ficas, solo uno de ellos (que tambi¨¦n prefiere no revelar su nombre), ha accedido a valorar el montante del fichaje. Para ¨¦l, firmar un contrato con C. Tangana hoy costar¨ªa ¡°en torno a los siete u ocho millones de euros¡±. Otro jefe de un management indie, muy al corriente de esta clase de movimientos con estrellas de primer nivel y que tampoco desea ver su nombre publicado, sostiene que ¡°un contrato de tres elep¨¦s tendr¨ªa un adelanto de unos 10 millones de euros. Luego, evidentemente, habr¨ªa variables, como el tanto por ciento de royalties o la gesti¨®n de derechos de imagen. Pero la cifra bruta ser¨ªa esa¡±.
Ahora, el m¨²sico que tiene poder de negociaci¨®n intenta firmar acuerdos de una duraci¨®n menor. ¡°Por eso algunos van saltando de sello en sello¡±, asegura Li?¨¢n. Y se?ala el caso paradigm¨¢tico de Rosal¨ªa, que public¨® su primer ¨¢lbum, Los ?ngeles (2017), en Universal; el segundo, El mal querer (2018), en Sony; y el tercero, Motomami (2022), en Columbia, una subsidiaria de Sony. ¡°O Alejandro Sanz, que estuvo en Warner durante pr¨¢cticamente desde el inicio de su carrera, en 2011 pas¨® a Universal y, desde 2023, est¨¢ en Sony¡±, apunta.
Lo que se ha producido es la jibarizaci¨®n de la clase media de la industria musical. O se gana a espuertas o se reciben migajas. ¡°En los noventa, un grupo underground pod¨ªa vender 5.000 discos f¨ªsicos. Hoy vender eso es una locura¡±, expone Li?¨¢n. ¡°El formato f¨ªsico para esta clase de bandas se ha convertido en un producto de merchandising para los conciertos. Son tiradas muy peque?as, de 300 o 500 unidades en vinilo. Si venden 1.000 ya son palabras mayores. Y muchos artistas peque?os ya ni editan en CD. O sacan 1.000 copias, pero porque cuesta casi lo mismo que hacer 300, no porque vayan a despachar 1.000¡å.
Y en el terreno digital la cosa no pinta mejor para la inmensa mayor¨ªa. Recientemente, Spotify ha confirmado que, desde 2024, solo pagar¨¢ regal¨ªas a las canciones que tengan m¨¢s de 1.000 escuchas anuales. La versi¨®n oficial de la compa?¨ªa es que esta medida afectar¨¢ a muy pocos temas y el 99,5% de su cat¨¢logo seguir¨¢ obteniendo alg¨²n beneficio. Aunque los que llegan al mill¨®n de escuchas tampoco tienen gran cosa que celebrar. En una entrevista de 2023 en la edici¨®n griega de la revista Rock Hard, Dani Filth, el l¨ªder de la banda brit¨¢nica de metal Cradle Of Filth, no se andaba con rodeos y se convert¨ªa en el pen¨²ltimo m¨²sico en tronar contra la corporaci¨®n sueca. ¡°Spotify son los mayores criminales del mundo¡±, manifestaba all¨ª. ¡°Creo que tuvimos 25 o 26 millones de escuchas el a?o pasado y yo, personalmente, recib¨ª alrededor de 20 libras [unos 23 euros]¡±.
No deben de ser esos los dividendos digitales recientes de C. Tangana, que en la entrevista con ?vole tambi¨¦n desvel¨® sus pasadas penurias econ¨®micas, recordando su etapa preestrellato como empleado en un Pans&Company de la Gran V¨ªa madrile?a, con una n¨®mina mensual a tiempo parcial de 350 euros (esa empresa, seg¨²n ¨¦l, a¨²n le debe 600 euros). Quiz¨¢ la comparaci¨®n con semejante trabajo miseria lo llev¨® a componer Espabilao, una de las canciones que inclu¨ªa ?dolo (2017), su primer ¨¢lbum tras fichar por Sony. All¨ª contaba/cantaba: ¡°To¡¯ el gremio, to¡¯ el gremio. He firmao el contrato m¨¢s caro en Espa?a de to¡¯ el gremio¡±. Igual el Pucho actual se arrepiente de haber escrito aquella estrofa.
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