¡°Complejas, arriesgadas y enrevesadas¡±: las letras de Mecano vistas por dos acad¨¦micos
Emilio Peral y Elena Torres han publicado en un ensayo en el que analizan las letras del grupo m¨¢s querido, odiado e influyente del pop espa?ol desde un punto de vista in¨¦dito: l¨ªrico, literario y hasta pict¨®rico
Les compararon con The Monkees, la banda prefabricada de los sesenta, sin sopesar que de haber salido de un laboratorio se habr¨ªan buscado perfiles m¨¢s d¨®ciles. Se les tach¨® de pijos acomodados, como si el resto de los personajes de la Movida hubiesen nacido en el arrabal. Mecano, el grupo espa?ol m¨¢s importante de la historia del pop espa?ol fue tratado con desd¨¦n desde su nacimiento. Un sentimiento que no compart¨ªan sus numerosos seguidores. Cuando el 26 de noviembre de 1998, durante la segunda edici¨®n de los hoy desaparecidos Premios Amigo, Jos¨¦ Mar¨ªa Cano puso fin a Mecano caus¨® un trauma colectivo a millones de fans. Tambi¨¦n a sus compa?eros, que no sospechaban las intenciones del mayor de los Cano.
El chaval que lo hab¨ªa echado a andar a finales de los setenta, arrastrando para ello a su ex Ana y a su hermano peque?o Nacho, estaba cansado. Ante un p¨²blico incr¨¦dulo que pensaba que aquello era una inocentada, afirm¨® sentirse ¡°mayor¡±, aunque Ana era tan solo 10 meses menor que ¨¦l. Se desped¨ªan en lo m¨¢s alto a una edad en la que muchos grupos apenas han iniciado el camino a la fama. Desde entonces no han parado de surgir rumores sobre una posible vuelta m¨¢s basados en la ilusi¨®n de sus millones de fans que en la realidad.
Lo que s¨ª se han materializado es un pu?ado de tributos sonoros o escritos a los que se suma uno que a?ade un punto de vista original sobre un grupo del que ya cre¨ªamos saberlo todo. En Mecano. Inspiraci¨®n po¨¦tica y genio musical, editado por Guillermo Escolar, los acad¨¦micos de la Universidad Complutense de Madrid Emilio Peral y Elena Torres analizan en profundidad las letras de sus canciones.
¡°Es extra?o que Mecano, el fen¨®meno de m¨²sica popular m¨¢s importante de este pa¨ªs y quiz¨¢s el m¨¢s importante de la historia en nuestra lengua, a¨²n no tuviera un estudio desde la academia¡±, argumenta Emilio Peral. Un enfoque que sorprende, ya que al pop se le suele tratar como un g¨¦nero menor sobre el que no se suele profundizar demasiado; y a Mecano, en concreto, como un grupo con letras a veces demasiado facilonas. Es imposible no recordar que son los responsables de rimar ¡°sexo¡± y ¡°bexo¡± y proclamar que aquel cementerio donde ¡°doce ap¨®stoles de verde velan doce meses¡± no es ¡°cualquiera cosa¡±. Pero Peral nos saca de nuestro error. ¡°S¨ª existi¨® un uso antiguo que permit¨ªa la forma cualquiera, por lo que no es dif¨ªcil inferir que Jos¨¦ Mar¨ªa quiera revestir de una p¨¢tina a?eja la expresi¨®n, en estilo indirecto libre, de los muertos, algunos de ellos de hace muchos siglos, que habitan aquel camposanto en el que se desarrolla la canci¨®n No es serio este cementerio.¡±
Arroja luz tambi¨¦n sobre los ripios tan caracter¨ªsticos de Jos¨¦ Mar¨ªa que llegaron a su paroxismo en No hay marcha en Nueva York, en la que Ana Torroja cantaba ¡°No hay marcha en Nueva York / Ni aunque lo jure Henry Ford / No hay marcha en Nueva York / Y los jamones son de York¡±. ¡°Se trata de un juego de palabras que reproduce, ir¨®nicamente, la condici¨®n de quien habla¡±, explica Peral. ¡°Tal vez el caso de un paleto con ¨ªnfulas cosmopolitas que coge un avi¨®n para irse a la gran metr¨®poli del mundo, Nueva York, reproduciendo en el vuelo una lengua impostada y llena de ridiculeces¡±. Jos¨¦ Mar¨ªa Cano no s¨®lo escrib¨ªa canciones, creaba personajes.
Tras las letras de Mecano hab¨ªa un trabajo arduo al que se dedicaban en cuerpo y alma dos mentes totalmente opuestas, y ese es uno de los secretos del ¨¦xito del grupo. ¡°Est¨¢ claro que persegu¨ªan una se?a de identidad diferenciada¡±, afirma Elena Torres. ¡°Por ejemplo, si Nacho Cano triunf¨® en los primeros a?os con canciones muy pegadizas, en las que todo parece estribillo, Jos¨¦ Mar¨ªa cre¨® temas en las que prima la dimensi¨®n narrativa, con muchas estrofas, y en las que el estribillo pasa casi inadvertido, un ejemplo de ello ser¨ªa Hijo de la luna¡±.
La pugna por colocar canciones en cada disco fue encarnizada, en el primer disco tan s¨®lo hubo tres compuestas por Jos¨¦ Mar¨ªa y todos los singles fueron de Nacho. Un desaire para el ide¨®logo del grupo, el que se postul¨® como cantante hasta que Capi escuch¨® su primera maqueta y lo tuvo claro: los ochenta no necesitaban otro Aute. No le interes¨® ni la voz ni el estilo de Jos¨¦, pero supo apreciar la intensidad que asomaba en sus letras y se maravill¨® con la energ¨ªa de Nacho y la voz de Ana, que pas¨® de corista a solista y con el tiempo se acab¨® convirtiendo en el centro moral del grupo.
El demiurgo de Mecano ya no era su voz, tampoco su pluma. Nacho se llev¨® la mejor parte del pastel. ¡°El primer sonido Mecano es fundamentalmente el de Nacho, con una m¨²sica pop muy fresca, deudora b¨¢sicamente de la m¨²sica brit¨¢nica de entonces¡±, desarrolla Peral. ¡°Un sonido que se fue sofisticando con el paso del tiempo, de forma que puso mucho mayor cuidado en la elaboraci¨®n de las letras, algunas de las cuales se han convertido en relatos interiorizados por el imaginario colectivo espa?ol: La fuerza del destino y El 7 de septiembre, por ejemplo, son muestra de ello, como tambi¨¦n lo es su capacidad para hablar de temas de profundo calado social: el SIDA (El fallo positivo), la violencia de g¨¦nero (La extra?a posici¨®n) o la prostituci¨®n (Cuerpo y coraz¨®n)¡±.
Hasta que una cara B equilibr¨® la balanza. La extra?a, teatral y contundente Aire se convirti¨® en un cl¨¢sico instant¨¢neo y sent¨® las bases de lo que ser¨ªan las composiciones de Jos¨¦ Mar¨ªa. ¡±Con influencias literarias mucho m¨¢s cultas desde el principio y con gustos musicales mucho m¨¢s ecl¨¦cticos, creci¨® exponencialmente ofreciendo al gran p¨²blico la dimensi¨®n de un compositor capaz de insertarse en tradiciones musicales que, hasta entonces, parec¨ªan vetadas para un grupo de pop: el rock sinf¨®nico (v¨¦ase ¨¦pico, a lo Supertramp, de Mujer contra mujer), la f¨¢bula con resabios de la mejor tradici¨®n coplera y sinf¨®nica espa?olas (Hijo de la luna, Naturaleza muerta, Mar¨ªa Luz, etc...), el blues (El blues del esclavo), la balada ac¨²stica (Qu¨¦date en Madrid o Sent¨ªa), la rumba (Una rosa es una rosa) o la salsa (Bailando salsa)¡±.
La irrupci¨®n como letrista de Jos¨¦ Mar¨ªa provoc¨® un aumento de la densidad emocional de las letras que pasaron a conformar m¨¢s cuentos que canciones, ¡°historias en peque?o formato¡±, apunta Peral. En canciones como H¨¦roes de la Ant¨¢rtida, Laika o Dal¨¢i Lama, ¡°creaba f¨¢bulas narrativas condensadas en tres minutos¡±. Sin embargo que cada corte de los discos tuviese una identidad propia (incluso la voz de Ana variaba en funci¨®n de para cu¨¢l de los dos hermanos cantase) no hac¨ªa mella en un p¨²blico que fue creciendo con cada ¨¢lbum publicado. Surg¨ªan nuevos fans, pero no perd¨ªan su base, tal vez porque como se?ala Eduardo Vi?uela, Profesor de Musicolog¨ªa de la Universidad de Oviedo y autor de El videoclip en Espa?a (1980-1995), ¡°han ido creciendo con su p¨²blico, pasando por diferentes etapas, adapt¨¢ndose a los tiempos e imprimiendo a su m¨²sica un sello cada vez m¨¢s personal¡±.
Sorprende que un grupo al que se le consideraba tan masivo fuese el responsable del primer himno LGTB que se escuch¨® en castellano (o no exactamente, porque en 1974 C¨¢novas, Rodrigo, Adolfo y Guzm¨¢n ya hab¨ªa cantado a Mar¨ªa y Amaranta, pero como la censura crey¨® que hablaban de estrellas la canci¨®n pas¨® desapercibida). No sucedi¨® lo mismo en 1988. Mujer contra mujer se convirti¨® en un ¨¦xito instant¨¢neo a pesar de las dudas que despert¨® en la discogr¨¢fica que no se hab¨ªa atrevido a incluirla en el disco anterior. Una buena idea, ya que la primera versi¨®n era mucho menos l¨ªrica. Titulada La bola de pelo inclu¨ªa estrofas tan poco ¨¦picas como ¡°qui¨¦n detiene una bola de pelo rodando por el suelo, mujer contra mujer¡±. Es dif¨ªcil conjugar esta osad¨ªa en un pa¨ªs en el que el amor entre mujeres ni se mencionaba con la acusaciones de homofobia que sufrieron a?os despu¨¦s del incidente con la ¡°mariconez¡± en Operaci¨®n Triunfo. El grupo cuya cantante se convirti¨® en un icono l¨¦sbico por cantar en masculino, sin ning¨²n mensaje revolucionario, tan s¨®lo por la pereza de los compositores por cambiar el g¨¦nero en sus canciones.
El libro de Peral y Torres incide en un elemento que ha pasado bastante desapercibido en el fen¨®meno Mecano: la profunda espiritualidad de sus letras. Una pulsi¨®n religiosa que siendo com¨²n a ambos ha sido m¨¢s visible en Nacho con temas como J.C y Dalai Lama o ?ngel, pero tambi¨¦n est¨¢ presente en Jos¨¦ Mar¨ªa, como revela Peral. ¡°Si bien la influencia de los m¨ªsticos del Siglo de Oro es muy evidente en algunos de los recursos estil¨ªsticos de canciones como Sent¨ªa o Me cuesta tanto olvidarte, se hace evidente en una bell¨ªsima f¨¢bula, que se mantuvo in¨¦dita durante muchos a?os y fue publicada en Siglo XXI, un recopilatorio que ven¨ªa a calmar, all¨¢ por 2009, las enormes ganas de que el grupo volviera. Mar¨ªa Luz es una canci¨®n en la que resulta evidente el sonido de las marchas de Semana Santa y en las que se hacen expl¨ªcitas las referencias a Jes¨²s del Gran Poder¡±.
Hay diferencias notables tambi¨¦n respecto a sus experiencias vitales. Nacho Cano fue algo as¨ª como el Taylor Swift de su ¨¦poca: es f¨¢cil reconocer a sus parejas en sus canciones y asomarnos a trav¨¦s de ellas a la intimidad de sus relaciones. Sabemos que la mujer con ¡°cuerpecillo de gitana a medio terminar¡± era Coloma Fern¨¢ndez-Armero y que el siete de septiembre era su aniversario. A ella le dedic¨® tambi¨¦n El mapa de tu coraz¨®n y 50, 60 palabras o 100, probablemente su mejor composici¨®n. Tambi¨¦n pudimos vivir en directo su romance con Pen¨¦lope Cruz, a la que hizo protagonista del videoclip de La fuerza del destino (donde actuaba como un trasunto de Coloma) despu¨¦s de haberse prendado de ella en una portada de la desaparecida revista Dunia.
Jos¨¦ Mar¨ªa tuvo tambi¨¦n una vida sentimental bulliciosa, pero qui¨¦nes son las mujeres que inspiraron sus baladas m¨¢s intimistas (T¨², Sent¨ªa), es un misterio. El mismo secretismo protegi¨® la fr¨¢gil unidad del grupo. Los desencuentros de los hermanos no se airearon en p¨²blico, nunca han sido unos Noel y Liam Gallagher tir¨¢ndose los trastos a la cabeza en cuanto alguien les coloca un micro delante, pero hab¨ªa diferencias. Nacho era una estrella del rock incluso antes de componer su primera canci¨®n, un ni?o prodigio, un enfant terrible que se vio desbordado por la fama. ¡°Durante los cinco primeros a?os no hubo ning¨²n tipo de gesti¨®n de la fama. Hubo m¨¢s bien ingesti¨®n e indigesti¨®n¡±, confes¨® en Mi casa es la tuya, donde tambi¨¦n revel¨® que hab¨ªa colapsado a los veintitr¨¦s y ¡°desde ah¨ª, nada de drogas ni estupefacientes. Prob¨¦ todo. La suerte que tuve es que mis a?os intensos fueron pocos¡±. Con su estilo grandilocuente, durante los conciertos sobrevolaba al p¨²blico enganchado a un arn¨¦s y desplegaba su hiperactividad sobre varios teclados, su marca personal. Mientras, Jos¨¦ Mar¨ªa manten¨ªa una actitud hier¨¢tica, una personalidad que mantuvieron tras su ruptura: uno compone ¨®pera, pinta y casi no se relaciona con la prensa, mientras otro estrena musicales en Gran V¨ªa y regala declaraciones que siempre se convierten en titulares.
Aquellos conciertos en los que Nacho volaba y Jos¨¦ Mar¨ªa parec¨ªa querer ser succionado por la tierra mientras Ana hac¨ªa equilibrismos vocales y emocionales para adaptarse al estilo de cada uno y lidiar con sus fuertes personalidades fueron los que empezaron a demostrar que aquel grupo no era el trampantojo que muchos imaginaban. ¡°Hay que valorar el nivel de sus directos, su apuesta por las giras de gran formato y la calidad de sus videoclips, todo ello en el contexto de la Espa?a de los ochenta.¡± reconoce Vi?uela. ¡°Pero, sobre todo, su m¨²sica, de la que se ha hablado muy poco. Falta un reconocimiento a sus composiciones, a unas canciones en ocasiones complejas, arriesgadas, enrevesadas, y otras sencillas, livianas y que se convirtieron en aut¨¦nticos himnos. Una obra que conjuga estilos muy diferentes, que cuenta con una paleta t¨ªmbrica ampl¨ªsima y que aguanta con mucha solvencia el paso del tiempo¡±.
26 a?os despu¨¦s de aquella noche en la que anunciaron su separaci¨®n definitiva, Mecano sigue vigente, un honor del que no pueden presumir compa?eros de generaci¨®n mucho m¨¢s respetados entonces. A pesar de la indulgencia con la que fueron tratados por la cr¨ªtica, Peral no cree que hayan sido un grupo ninguneado, ya que ¡°la medida del valor que se otorga a un grupo de pop est¨¢ en los millones de discos vendidos, las cifras r¨¦cord de asistencia a algunos de sus conciertos y el hecho de que haya trascendido generaciones, de forma tal que, algunas semanas, todav¨ªa Mecano copa las listas de ventas digitales en iTunes Espa?a.¡±
Sin embargo, s¨ª es consciente de que hubo un deseo de ¡°relegarlos a una condici¨®n d¨¦bil, de grupo pijo o flojo, que se derivaba del entonces necesario posicionamiento est¨¦tico de unos, los que decid¨ªan qui¨¦n entraba y qui¨¦n no en la n¨®mina oficial. y los otros¡±, reconoce. ¡°Sin embargo, creo que es el ¨²nico grupo de los ochenta cuya valoraci¨®n ha ido creciendo con el paso de las d¨¦cadas y aquel de quien m¨¢s canciones quedan en el imaginario colectivo¡±. Una opini¨®n que comparte Vi?uela. Sin duda, los prejuicios de la autenticidad tienen mucho que ver con esta infravaloraci¨®n del grupo por parte de la cr¨ªtica, para la que era m¨¢s f¨¢cil ensalzar trayectorias como las de Loquillo y Trogloditas o Radio Futura. Los propios grupos de la Movida buscaban distanciarse de Mecano a toda costa, por la p¨¦rdida de capital cultural que podr¨ªa suponer una comparaci¨®n con el grupo pop de moda. Lo ir¨®nico es que en la actualidad todos convivan en recopilatorios y playlists bajo la misma etiqueta: edad de oro del pop espa?ol.
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