¡°Dejad de decirnos que nos pongamos pelo¡±: la rebeli¨®n de los calvos orgullosos
La alopecia masculina tiene en muchos casos soluci¨®n y eso ha provocado cierta presi¨®n social por corregirla. Pero muchos deciden quedarse como est¨¢n y denunciar que si bien los comentarios sobre el f¨ªsico ajeno ya no est¨¢n bien vistos, todo el mundo parece tener una opini¨®n sobre un calvo
¡°Yo estoy superorgulloso de estar as¨ª, me veo bien, llevo m¨¢s a?os calvo que con pelo, forma parte de mi personalidad¡±. Quien habla es Jes¨²s D¨ªaz, Churras para los amigos, profesor c¨¢ntabro de 43 a?os. D¨ªaz sabe que existe un abanico de posibilidades que le permitir¨ªan revertir su alopecia, pero ni se lo plantea. Se ve bien y se gusta. Y gusta. ¡°Tengo que decir que con las chicas me ha funcionado bien, se me han acercado muchas que me dicen que les atraen los hombres calvos¡±.
Sin embargo, su actitud hacia la calvicie no siempre fue as¨ª. ¡°Empec¨¦ a notar que me quedaba calvo a los 19 a?os, y al principio no te sientes bien. No es que me traumatizase, pero lo ten¨ªa presente. Y como la gente no se corta, me dec¨ªan: ¡®Que se te ve el cart¨®n, Zidane¡±, recuerda. Su experiencia representa la de muchos hombres, como los consultados para este reportaje, cuando notan por primera vez que el pelo comienza a ceder a la frente, o que clarean por alguna parte de la cabeza. Un estudio de la Universidad Rey Faisal (Arabia Saud¨ª) publicado en octubre se?ala que la calvicie afecta gravemente a aspectos de la vida de los hombres como la confianza en uno mismo, las relaciones o sus expectativas laborales. Otro informe, elaborado en Polonia en 2022, se?alaba que el 81,3% de los hombres con alopecia androg¨¦nica (la m¨¢s habitual) hab¨ªa sentido estr¨¦s al ver la p¨¦rdida de su cabello y el 60% verg¨¹enza, sobre todo aquellos de entre 18 y 25 a?os.
El abogado Pau L¨®pez, nacido en Lleida hace 35 a?os, asegura que su calvicie era incipiente cuando ten¨ªa 25 a?os. ¡°Los comentarios que recib¨ªa eran en tono jocoso, y me hac¨ªan sentirme inseguro con mi f¨ªsico¡±. Carlos Rodr¨ªguez, director de About Beauty Comunicaci¨®n, de 44 a?os, cuenta que, como la l¨ªnea de su cabello, heredada de su familia materna, tiene la forma de lo que se conoce como entradas, le han hecho referencias a la p¨¦rdida de pelo antes de que fuese real, a partir de los 30. ¡°Normalmente te dicen: ¡®Te est¨¢s quedando calvo¡¯, as¨ª, directamente. ?ltimamente adem¨¢s el comentario viene acompa?ado de soluciones¡±. Las hay, y muchas, y es un mercado con fuerza. La compa?¨ªa Coherent Market Insight cifra en 9.000 millones de euros el valor de la industria de tratamientos para la ca¨ªda de cabello a nivel mundial el a?o pasado, y proyecta que llegar¨¢ a los 13.300 millones en 2030.
Adem¨¢s de los tratamientos para evitarla, est¨¢n los injertos, que mediante trasplantes de pelo de otras zonas del cuerpo al cuero cabelludo permiten recuperar el pelo en la cabeza, y que tambi¨¦n crecen a?o tras a?o. La cl¨ªnica Insparya, que abri¨® sus puertas en 2019, ha realizado 15.000 cirug¨ªas en estos a?os (pandemia por medio) y han pasado por su consulta 33.000 hombres, como cuenta por correo electr¨®nico el doctor Carlos Portinha. La cl¨ªnica Menorca recibe entre 12 y 18 pacientes diarios preocupados por su calvicie, de los que, cuenta la doctora Sandra Carrascal, el 35% siguen adelante. ¡°Los que no contin¨²an no suelen explicar las razones que les llevan a ello, solo dicen que necesitan pensarlo, pero cuando lo cuentan, suele ser un tema econ¨®mico¡±, apunta la experta.
¡°Tengo un amigo que se ha puesto pelo y otro que lo va a hacer, y me preguntan c¨®mo puedo estar as¨ª sabiendo que lo puedo evitar, as¨ª que siento cierta presi¨®n, pero son mis amigos y les excusas todo¡±, abunda Jes¨²s D¨ªaz sobre su relaci¨®n actual con su calvicie y c¨®mo lo perciben los dem¨¢s. La presi¨®n social y personal es tal que hay hasta activistas como Harry James, conocido en internet como Bald Cafe (222.000 suscriptores en YouTube). ¡°Si buscas en Google ¡®quedarse calvo¡¯, el mensaje que te manda es c¨®mo evitarlo. Todo lo que ve¨ªa era ¡®no debes quedarte calvo, toma este medicamento, p¨¦inate de esta manera para ocultarlo, ponte injertos¡±, detalla sobre c¨®mo empez¨® a surgir su idea de crear una comunidad para hombres calvos. En su canal de YouTube volc¨® su experiencia, y pronto decenas de hombres compartieron con ¨¦l las suyas. ¡°Me dec¨ªan que les ayudaba, que no sab¨ªan c¨®mo expresarlo ni a qui¨¦n cont¨¢rselo¡±, recuerda por videollamada desde su casa en Londres. En una columna de opini¨®n (y de paso, autopromoci¨®n, ya que anuncia que publicar¨¢ el libro Bald, calvo en ingl¨¦s) en The Guardian, el pasado 16 de abril el periodista Stuart Heritage coment¨® c¨®mo, a pesar de todos los complejos y problemas que acarrea la alopecia, el tema se ha considerado siempre tan trivial que los hombres han decidido sufrirlo en silencio. ¡°Y esto cabrea, porque si los hombres habl¨¢semos de la p¨¦rdida de cabello m¨¢s abiertamente, se revelar¨ªa la gran verdad sobre ella. Y es esta: quedarse calvo es terrible. ?Ser calvo? No tanto¡±, escribe en su art¨ªculo.
James intenta comunicar a trav¨¦s de sus canales en redes sociales que la calvicie no viene acompa?ada de ning¨²n tipo de dolor f¨ªsico, que el problema principal es mental. ¡°Cuando iba a la universidad me sentaba en la parte de atr¨¢s para que nadie me viese la coronilla. No participaba en clase, no interactuaba con los compa?eros; ese era el verdadero problema¡±, ejemplifica. ¡°Cuando te rapas, le dices al mundo: ¡®Esto es as¨ª¡¯, no tienes forma de ocultarlo. Al principio puedes sentir cierta incomodidad, pero te liberas de la ansiedad y puedes estar bien contigo mismo y con que los dem¨¢s lo sepan¡±.
As¨ª fue precisamente la experiencia de Pau L¨®pez. ¡°En mi caso, primero me rap¨¦ y fue despu¨¦s cuando abrac¨¦ mi calvicie. Fue en 2020, con 31 a?os, en el confinamiento, y m¨¢s por necesidad que por convicci¨®n. Yo iba al peluquero pr¨¢cticamente cada 15 d¨ªas para que me ¡°arreglara¡± el pelo. Con un corte nuevo, me sent¨ªa m¨¢s atractivo y menos inseguro con mi f¨ªsico, aunque eso me duraba tres d¨ªas. Me pod¨ªa gastar 50 euros al mes en peluqueros f¨¢cilmente. Justo despu¨¦s de raparme por primera vez, me daba apuro salir a la calle o que mis amigos, mis compa?eros de trabajo o mi familia me vieran sin pelo. No obstante, pasaron unas semanas y me di cuenta de que todas esas inseguridades y problemas que ten¨ªa antes estaban desapareciendo. De alguna forma, me sent¨ªa menos calvo rapado que con pelo¡±. Ahora, se gusta tanto que rechaza la idea de ponerse implantes, aunque ha recibido bastantes comentarios al respecto. ¡°Antes me hac¨ªan sentirme inseguro, ahora suelo cortarles y decirles que no lo necesito, que me veo bien¡±, ataja, y se?ala: ¡°Hay comentarios sobre el f¨ªsico de una persona que no est¨¢n aceptados socialmente, pero parece que no pasa nada por sugerirle a un hombre que se ponga pelo¡±.
Jes¨²s D¨ªaz recuerda dos momentos clave que le llevaron a decidir por rasurarse. Primero fue por un comentario de sus amigos durante un festival de m¨²sica. ¡°Est¨¢bamos en las t¨ªpicas duchas seguidas que hay, y cuando les ped¨ª el champ¨² empezaron a re¨ªrse y comentar: ¡®Ser¨¢ el gel¡±. El definitivo lleg¨® poco despu¨¦s. ¡°Con 22 a?os, me hicieron una foto desde arriba. Cuando la revelamos y me vi, pens¨¦: ¡®Madre de Dios, hay que raparse¡¯, y me rap¨¦¡±.
Julio Gonz¨¢lez, coordinador en una instalaci¨®n deportiva, lo llev¨® mucho mejor desde el principio. Este cordob¨¦s de 34 a?os recuerda que supo de su alopecia a los 16, por su barbero. ¡°Me lo coment¨® mientras me cortaba el pelo, que iba camino de quedarme como mi padre¡±. Sin embargo, no le supuso ning¨²n problema. ¡°Siempre he sido bastante seguro de m¨ª mismo, tambi¨¦n gracias a mi entorno familiar y a mis amigos. Cuando entr¨¦ en la universidad empec¨¦ a raparme y al poco tiempo a afeitarme¡±. Cuando se le pregunta si en alg¨²n momento us¨® productos para evitar la ca¨ªda del cabello, como s¨ª hicieron el resto de consultados para el reportaje, responde con un escueto no. Tampoco ha considerado los injertos capilares.
Harry James recomienda a los que hombres que no lo llevan tan bien como Julio (la mayor¨ªa) que miren a su alrededor. ¡°Ve a un partido de f¨²tbol, a la playa, al parque. Ver¨¢s que hay hombres con la l¨ªnea del cabello perfecta, otros calvos, y todo lo que se encuentra entre medias. Esa es la realidad. La gente que tienes cerca pueden ser tus mayores referentes¡±. Reconoce, adem¨¢s, que los famosos que llevan con normalidad su calvicie ayudan a normalizarla, como Jason Statham, Dwayne Johnson, Stanley Tucci y un largo etc¨¦tera. Algunos, incluso, han hecho referencia a ella sin tapujos y con humor.
El actor J. K. Simmons, en declaraciones al programa estadounidense The National Desk durante la presentaci¨®n de la pel¨ªcula El contable, en 2016, refer¨ªa con iron¨ªa al n¨²mero de int¨¦rpretes calvos que participaban en dicho filme. ¡°Interpreto a un t¨ªo calvo. En realidad, hay un n¨²mero curioso de hombres calvos en esta pel¨ªcula. Normalmente no nos dejan estar a [John] Lithgow, [Jeffrey] Tambor y a m¨ª estar en la misma pel¨ªcula. Es una excepci¨®n a esa regla. Aparentemente estamos rompiendo barreras en Hollywood¡±. En 2008, Patrick Stewart record¨® en una entrevista una an¨¦cdota que ocurri¨® durante una conferencia de prensa durante el estreno de una de las pel¨ªculas de Star Trek en la que participaba, a finales de los ochenta. ¡°Un periodista le dijo a Gene Roddenberry [productor de la saga]: ¡®Mira, no tiene sentido, has escogido un actor calvo para este papel. Seguramente para el siglo XXIV habr¨¢n encontrado una cura para la calvicie masculina¡¯. Y Gene Roddenberry contest¨®: ¡®No, para el siglo XXIV, a nadie le importar¨¢¡±. Quedan tres siglos para saber si la predicci¨®n del productor es cierta o no, pero parece que vamos en camino.
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