Desde Asia con amor: la exposici¨®n que explora el amor entre Cartier y Jap¨®n
La muestra, que a¨²n se puede ver en el Museo Nacional de Tokio, tiene una parte dedicada a las joyas, con m¨¢s de 120 piezas, y otra a las colaboraciones de la Fondation Cartier con creadores nipones
La primera tienda de Cartier en Jap¨®n abri¨® en Tokio en 1974, pero la relaci¨®n de la joyer¨ªa francesa con el pa¨ªs asi¨¢tico ven¨ªa de mucho antes. Desde finales del siglo XIX, los dise?os de la maison vienen reflejando su particular interpretaci¨®n de la cultura nipona dando forma a un ingente legado de joyas, relojes y una variada colecci¨®n de lujosos objetos, presentes ahora en la exposici¨®n MUSUBI, medio siglo de Cartier en Jap¨®n y m¨¢s all¨¢: un di¨¢logo eterno de arte y belleza, en el Museo Nacional de Tokio.
La muestra, inaugurada el pasado 12 de junio y abierta hasta el 28 de julio, rinde homenaje a una relaci¨®n larga y fruct¨ªfera que no solo habla de laca, oro y diamantes: una mitad de la exposici¨®n est¨¢ dedicada a las joyas ¡ªhay m¨¢s de 120 piezas, extra¨ªda del archivo de la casa y de colecciones particulares¡ª, pero la otra mitad se centra en las colaboraciones de la Fondation Cartier con creadores nipones, entre ellos Araki o Issey Miyake.
¡°Jap¨®n estaba en Cartier incluso antes de Louis Cartier¡±, cuenta Pierre Rainero, director de imagen estilo y legado de la maison, fundada en 1847. ¡°El japonismo de la segunda mitad del XIX influy¨® mucho en el estilo de la casa en una cierta simplicidad, y en cierta estilizaci¨®n de la naturaleza: flores, animales e incluso arquitectura. Y tambi¨¦n en su profundo simbolismo¡±, a?ade. De ah¨ª vienen los lazos que se encuentran en muchas de las joyas y objetos: la palabra nudo tiene su ra¨ªz en la mitolog¨ªa del musubi, interpretada como la afirmaci¨®n de que ¡°el poder del esp¨ªritu divino se produce por estar enlazados¡±, seg¨²n la nota de la exposici¨®n.
Cuando Louis Cartier tom¨® las riendas de la casa, en 1898, su pasi¨®n por el arte asi¨¢tico tom¨® en su empresa un impulso definitivo: el empresario no creaba joyas personalmente, pero lleg¨® a acumular una nutrida colecci¨®n de libros y objetos que pon¨ªa a disposici¨®n de sus dise?adores, y que fue subastada en 1962. Hoy queda el detallado archivo fotogr¨¢fico que el empresario encarg¨® hacer en los a?os treinta, y que se puede ver estos d¨ªas en el Museo Nacional de Tokio.
¡°En Europa descubrir Jap¨®n fue como descubrir otro planeta¡±, afirma H¨¦l¨¨ne Kelmachter, comisaria de la exposici¨®n y consejera cultural de Jap¨®n. Un sofisticado planeta que, aplicado a joyas espectaculares, marc¨® las m¨¢s ilustres anatom¨ªas: el broche y pendientes en forma de tigre de oro y diamantes de la millonaria Barbara Hutton; la diadema de diamantes de inspiraci¨®n geom¨¦trica que perteneci¨® a Grace Kelly o el c¨¦lebre broche con zafiro redondo y leopardo encima de Wallis Simpson (¡°la monna lisa del archivo Cartier¡±, r¨ªe Kelmachter).
La influencia del arte japon¨¦s llega hasta hoy, en relojes de alta joyer¨ªa con intrincada decoraci¨®n floral o en recientes reinterpretaciones del nudo nip¨®n, de corte m¨¢s minimalista, de la colecci¨®n Trinity. La muestra contiene, adem¨¢s, el recuerdo de exposiciones previas, sobre todo la que comisari¨® el arquitecto italiano Ettore Sottsass y que recal¨® en Kioto en 2004.
El impagable archivo de Cartier ¡ªtestimonio de los cambiantes gustos de los poderosos cada ¨¦poca¡ª invita a una reflexi¨®n que va m¨¢s all¨¢ del consumo suntuario. Para la comisaria, la muestra ¡°es una conversaci¨®n constante sobre el savoir faire que compartimos Francia y Jap¨®n, y sobre c¨®mo renovarlo¡±. Pierre Rainero profundiza: ¡°Este un viaje por la forma. La forma viaja a trav¨¦s del tiempo y el espacio, y su funci¨®n m¨¢s importante es crear belleza. La misi¨®n de la belleza es conmover. Y esta es una exposici¨®n sobre diferentes formas de belleza¡±. Misi¨®n cumplida.
MAS ALL? DE LAS JOYAS
MUSUBI, medio siglo de Cartier en Japón es un completísimo recorrido no solo por la inspiración nipona en la joyería de la maison, sino también por las colaboraciones de la Fondation Cartier Pour l’Art Contemporain. Además de piezas Cartier, en la muestra hay objetos de artesanía japonesa que han ido inspirando a los diseñadores de la casa.
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