Andr¨¦s Velencoso: ¡°Siempre habr¨¢ quien me vea como un modelo que pretende ser actor¡±
Ya era uno de los grandes modelos del mundo cuando decidi¨® probar suerte como actor. Tras varias pel¨ªculas y series, un culebr¨®n diario de 70 cap¨ªtulos le pueden ayudar a mostrar al mundo su talento
La dramaturga brit¨¢nica Sarah Kane dijo en cierta ocasi¨®n que interpretar un papel es ¡°dif¨ªcil, pero no complicado¡±. Dif¨ªcil, porque lo que se te pide es que participes en un ritual de magia blanca para dejar de ser t¨² mismo y convertirte en otra persona, y hacer algo as¨ª d¨ªa tras d¨ªa, en un teatro o ante una c¨¢mara, puede poner en peligro tu cordura. Pero no complicado, porque no exige ning¨²n conocimiento concreto, ning¨²n verdadero esfuerzo intelectual, ninguna t¨¦cnica espec¨ªfica. Es un juego sin reglas en el que hay que dejarse guiar por la intuici¨®n. Te sale o no te sale. Como dir¨ªa el maestro Yoda: ¡°Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes¡±.
Andr¨¦s Velencoso (Tossa de Mar, 46 a?os) discrepa. Para ¨¦l, la intuici¨®n juega un papel y algunos actores, tal vez los mejores, acaban alcanzando esa dif¨ªcil simplicidad de la que hablaba Kane, pero siempre como resultado de un proceso. Hay un recorrido, hay una curva de aprendizaje muy pronunciada y, definitivamente, hay una t¨¦cnica que se adquiere observando, probando y perseverando. Interpretar, en su opini¨®n, exige tiempo, esfuerzo y m¨¦todo: ¡°Si me dicen que he estado muy natural en un papel, me hunden. Es algo que odio. No busco la naturalidad. Puedo estar natural ahora, hablando de mi profesi¨®n contigo, pero en la pantalla quiero estar relajado, convincente y en personaje. No quiero ser yo mismo ni parecerlo, porque no se trata de eso¡±. El int¨¦rprete hace una pausa y pregunta:
¡ª?Cu¨¢ntos papeles hizo Sarah Kane?
¡ªEn realidad, solo uno, durante tres noches y en sustituci¨®n de una actriz que se hab¨ªa lesionado d¨ªas antes del estreno. El papel que interpret¨® lo hab¨ªa escrito ella misma.
¡ªTal vez por eso le pareci¨® que no era complicado.
Velencoso a?ade que, para ¨¦l, los actores ¡°son como atletas¡±. Como lanzadores de jabalina, que ¡°se pasan el a?o perfeccionando una t¨¦cnica que consiste en girar, saltar, lanzar y caer, ejecutando todo el proceso con una precisi¨®n absoluta, pero los espectadores solo nos fijamos en lo lejos que llega la jabalina. Todo el trabajo que hay detr¨¢s pasa desapercibido¡±, reflexiona. ¡°Yo intento hacer lo mismo: entrenar al m¨¢ximo para poder dar ese m¨ªnimo que necesito en el momento oportuno. Por suerte, los actores tenemos mucha m¨¢s autonom¨ªa y margen de maniobra que los lanzadores de jabalina, no se no exige una exactitud tan milim¨¦trica... Pero el esfuerzo para consolidar una t¨¦cnica y seguir progresando est¨¢ siempre ah¨ª¡±.
Nos hemos citado con Andr¨¦s Velencoso Segura para que nos hable del inminente estreno de la serie de Disney+ Regreso a Las Sabinas, un melodrama protagonizado por ¨¦l que acaba de exhibirse en FesTVal, la muestra de televisi¨®n de Vitoria-Gasteiz. El modelo y actor est¨¢ acabando de posar para ICON en un estudio de Barcelona y nos recibe en bat¨ªn, como Nacho Vegas en El hombre que casi conoci¨® a Michi Panero. Est¨¢ al fondo del estudio, sentado en un sill¨®n de atrezo, y su aspecto, c¨®mo no, es imponente. Despu¨¦s de 23 a?os, sigue siendo el arist¨®crata de la belleza que cruz¨® el charco en direcci¨®n a Nueva York en 2001 y, una vez all¨ª, se convirti¨® ¡ªy por una vez el t¨¦rmino es correcto¡ª en un icono de la moda: fue retratado como la versi¨®n espa?ola del Richard Gere de American Gigolo por el d¨²o de fot¨®grafos Inez & Vinoodh, protagoniz¨® una inolvidable campa?a de Louis Vuitton junto a Jennifer Lopez y fue rostro de Loewe o Chanel por citar solo tres de sus gestas. Luego vendr¨ªan muchas m¨¢s.
Hijo de andaluza y de manchego, criado en la Catalu?a mar¨ªtima, Velencoso concibe su vida como una sucesi¨®n de discretos pero valientes saltos al vac¨ªo. Ese primer (y triunfal) intento de hacer las Am¨¦ricas cuando a¨²n no era capaz de hilvanar ni una frase en ingl¨¦s. Su retorno a Espa?a, una d¨¦cada m¨¢s tarde, para probar suerte como actor de cine y televisi¨®n. Su posterior etapa en Londres, m¨¢s centrada en la publicidad y marcada por el deseo de convertirse en un profesional cada vez m¨¢s completo y vers¨¢til. Su decisi¨®n de instalarse de nuevo en Barcelona ¡ªno muy lejos de la villa tur¨ªstica de la Costa Brava en la que creci¨®, Tossa de Mar¡ª ya en 2022, tras dejar atr¨¢s el extra?o par¨¦ntesis que supuso la pandemia.
¡°Al Andr¨¦s Velencoso de 22 a?os, el que abandon¨® los estudios de Turismo para perseguir una carrera internacional como modelo, le dir¨ªa: ¡®?Qu¨¦ huevos tienes!¡¯. Porque no fue f¨¢cil. Me decid¨ª a saltar sin red en una ¨¦poca en que muy poca gente cre¨ªa en m¨ª, pero ten¨ªa la frescura, la energ¨ªa y el entusiasmo de esa etapa de la vida. Aquel Andr¨¦s, adem¨¢s, supo ser paciente, porque el verdadero reto es no tirar la toalla en esas fases de transici¨®n en las que sientes que el reloj avanza y que nada importante est¨¢ pasando en tu carrera y en tu vida¡±. Fue perseverante, ambicioso y met¨®dico: ¡°Nunca he sido una persona muy propensa a verbalizar sus ambiciones. Nunca dije en voz alta que quer¨ªa convertirme en uno de los mejores modelos, pero s¨ª era capaz de visualizarlo. S¨ª que me proyectaba al futuro y me ve¨ªa teniendo ¨¦xito, labr¨¢ndome una carrera, alcanzando una posici¨®n y un bienestar econ¨®mico en una ciudad, Nueva York, que entonces me fascinaba. De alguna manera, siempre cre¨ª que iba a ser capaz de conseguirlo¡±.
En 2006, conoci¨® al representante de actores Antonio Rubial, una influencia decisiva en su trayectoria: ¡°?l me dijo que ve¨ªa un actor en m¨ª, que ese pod¨ªa ser el siguiente paso en mi carrera, en cuanto me planteara buscar un complemento o una alternativa al modelaje, pero que entend¨ªa que ese momento a¨²n no hab¨ªa llegado: ¡®Ll¨¢mame cuando est¨¦s preparado¡¯, me dijo. Y tard¨¦ tres a?os en llamarle¡±. Gracias a la intermediaci¨®n de Rubial, consigui¨® un m¨¢s que apetecible primer papel en el cine, a las ¨®rdenes del debutante Jorge Torregrossa en Fin (2012), junto a Maribel Verd¨², Antonio Garrido, Daniel Grao y Clara Lago.
Por entonces dijo que se sent¨ªa ¡°un beb¨¦ actor¡±, con mucho que aprender y muchos puentes que cruzar, pero que hab¨ªa aprobado una asignatura pendiente. Doce a?os despu¨¦s, ha seguido alternando la interpretaci¨®n con la publicidad y la moda, ¡°porque en esta vida hay que saber esperar sin quedarse nunca quieto¡±, pero acumula ya papeles en seis pel¨ªculas (Amor de madre, con Carmen Machi y Quim Guti¨¦rrez o La lista de los deseos de ?lvaro D¨ªaz Lorenzo) y en una decena de series (del super¨¦xito ?lite a Eva & Nicol, a¨²n por llegar a Antena 3). Ha hecho comedia, interpretado a villanos, se ha puesto en la piel del actor pornogr¨¢fico Toni Ribas, ha imitado un acento centroamericano ¡°de extrarradio¡± en una producci¨®n argentina. Y ahora acaba de participar en un experimento infrecuente, Regreso a Las Sabinas, una serie diaria en streaming cuyos cinco primeros cap¨ªtulos se lanzar¨¢n en Disney+ el 11 de octubre. A partir del 15 de este mes, un episodio nuevo de lunes a viernes hasta fin de existencias, ¡°para que los espectadores recuperen el placer de disfrutar de una serie al viejo estilo, de esas que te acompa?an d¨ªa tras d¨ªa durante meses, con sus giros de guion impredecibles, sus puntos de inflexi¨®n dram¨¢tica y sus cliffhangers¡±, cuenta orgulloso.
Su personaje, Miguel, es un gal¨¢n de telenovela. Un hombre ¨ªntegro, de una pieza, pero tambi¨¦n un esclavo del coraz¨®n, un individuo consumido por la pasi¨®n torrencial que le ha inspirado siempre su primera novia, Gracia (Celia Freijeiro), que abandon¨® hace a?os el pueblo en que ambos crecieron y ahora ha vuelto. ¡°Miguel¡±, remata el encargado de interpretarlo, ¡°es un tipo que tiene muy buena voluntad y se esfuerza en que todo el mundo est¨¦ bien, pero las pasiones le pueden y, sin ¨¦l pretenderlo, lo acaba fastidiando todo. Puedo empatizar con ¨¦l. Es una de aquellas personas dispuestas a renunciar a todo por amor. ?l se esfuerza por conservar la sensatez y el equilibrio, pero la vida le atropella¡±. En Regreso a Las Sabinas hay rencillas familiares, amores, desamores, intrigas, mentiras y desencuentros. Todo, en 70 cap¨ªtulos de notable factura t¨¦cnica, con el punto de modernidad y solvencia que garantizan las plataformas audiovisuales m¨¢s punteras, pero tambi¨¦n con una fidelidad escrupulosa a una f¨®rmula de ¨¦xito a menudo denostada, el culebr¨®n o melodrama rom¨¢ntico de sobremesa.
La oportunidad de protagonizar la serie le lleg¨® en un momento decisivo: ¡°Llevaba ya unos meses considerando la posibilidad de dejar Londres e instalarme de nuevo en Barcelona y saber que iba a tener garantizados unos meses de trabajo muy intenso cerca de casa acab¨® de decidirme¡±, dice. Le entusiasmaba, adem¨¢s, disponer de 70 cap¨ªtulos, casi 50 horas de televisi¨®n, para desarrollar un personaje: ¡°Como me dijo una compa?era de reparto, si sientes que una escena no te ha salido del todo bien, vas a tener muchas m¨¢s para ir corrigiendo y afinando¡±. Velencoso se ha sentido secundado por ¡°un formidable reparto que ha sido tambi¨¦n una gran familia, con Celia Freijeiro, Nancho Novo, ?ngela y Olivia Molina, Mar¨ªa Casal, Miquel Fern¨¢ndez o Natalia S¨¢nchez¡±, enumera. Rodaron entre abril y octubre de 2023, en localidades de la Catalu?a interior no muy alejadas de Barcelona como Riells del Fai, Sant Andreu de Llavaneres y Sant Vicen? de Montalt: ¡°Fue muy intenso, 11 horas diarias de lunes a viernes o s¨¢bado, 13 horas si cuentas los viajes de ida y vuelta a Barcelona. Tomas casi continuas, ensayos, tiempos muertos que yo dedicaba, sobre todo, a repasar textos, empaparme del personaje y pulir detalles de mi interpretaci¨®n. A partir del cap¨ªtulo 25, empec¨¦ a sentir que todo flu¨ªa, que cada vez me sent¨ªa m¨¢s c¨®modo en la piel de Miguel, que me estaba empezando a instalar en una zona de confort muy trabajada. A partir del 40, quer¨ªa acabar de una vez e irme a casa [risas]. Disfruto con los rodajes, pero el ritmo de producci¨®n diaria te hace sentir que no tienes vida. Te levantas y te acuestas inmerso en el papel, tus amigos se quejan de que no hablas de otra cosa¡±.
La serie, creaci¨®n de Eul¨¤lia Carrillo, la ha producido Diagonal TV y dirigido un equipo que lideraba el experto en el formato Jordi Frades. ¡°Jordi ha sido un gran aliado para m¨ª, porque conoc¨ªa mi trabajo y me ofreci¨® desde el principio excelentes consejos y toda su confianza¡±. Ya en una de las primeras conversaciones que tuvieron, en cuanto Velencoso empez¨® a recibir los guiones, se plante¨® una pregunta fundamental: ¡°?C¨®mo se interpreta un melodrama? En el papel encuentras frases grandilocuentes como: ¡®Me rompiste el coraz¨®n dos veces y no habr¨¢ una tercera¡¯. ?C¨®mo consigues que algo as¨ª suene sincero, intenso, aut¨¦ntico? ?C¨®mo consigues que transmita emociones, que signifique algo? Jordi Frades tiene un truco que a Celia y a m¨ª nos pareci¨® infalible. Puso la sinton¨ªa de la serie, ese fondo musical 100% melodram¨¢tico, y me dijo: ¡®Prueba a decirlo ahora¡¯. Y el caso es que empez¨® a salirme con ese ritmo peculiar, esa cadencia suave y lenta, como de ametralladora ralentizada, que es tan propia del melodrama¡±.
Frades le dijo tambi¨¦n que a un gal¨¢n melodram¨¢tico hay que interpretarlo ¡°con un punto de solemnidad, pero siempre desde la emoci¨®n, trabajando las pausas, d¨¢ndole peso a las palabras¡±. Tanto a Freijeiro como a ¨¦l les preocupaba que ese esfuerzo por elevar la temperatura de sus personajes les hiciese resultar inveros¨ªmiles: ¡°Pero Jordi nos insist¨ªa en que este g¨¦nero tiene su propia l¨®gica interna, m¨¢s basada en la intensidad que en la verosimilitud, y que todo es cuesti¨®n de dar con la tecla y aprender a surfear la ola¡±.
Parte de la inmersi¨®n en el papel consisti¨® tambi¨¦n en ver melodramas cl¨¢sicos, algunos de ellos sugeridos por la actriz Mar¨ªa Casal, como Los puentes de Madison: ¡°Este en concreto me permiti¨® apreciar el talento de Clint Eastwood para darlo todo haciendo muy poco. Tambi¨¦n Meryl Streep est¨¢ espl¨¦ndida, pero creo que Eastwood clava la esencia del personaje y da un recital de contenci¨®n expresiva que puede encajar en el melodrama si sabes dar con el punto de articulaci¨®n exacto¡±. ?l se considera poco mit¨®mano. No tiene grandes referentes en el mundo de la interpretaci¨®n, pero admira a ¡°actores tocados por una varita m¨¢gica como Willem Dafoe, Jeremy Allen White o el propio Eastwood¡±.
En el tiempo transcurrido desde que concluy¨® el rodaje de Regreso a Las Sabinas, Velencoso ha trabajado en otra serie de la que a¨²n no puede hablar: ¡°Estoy encontrando una continuidad en mi carrera como actor que no tuve hace diez a?os, cuando decid¨ª irme a Londres. Si tras el rodaje de Fin me consideraba un reci¨¦n nacido para la interpretaci¨®n, digamos que ahora soy ya un adolescente. Me acerco, poco a poco, a una primera fase de madurez¡±. Ya no se siente un intruso que entra de puntillas en un coto privado, sino un miembro m¨¢s de la tribu de los actores: ¡°En los ¨²ltimos seis o siete a?os he podido enlazar papeles a muy buen ritmo y la gente con la que trabajo ya empieza a decirme: ¡®Te vi en aquella serie o en aquella otra¡¯. Soy quien soy y vengo de donde vengo. Siempre habr¨¢ quien me vea como un modelo que pretende ser actor, como pudo pasarle al principio a Mark Wahlberg o como le pasaba a Bel¨¦n Rueda cuando dio el salto al cine despu¨¦s de pasarse a?os presentando programas de televisi¨®n como La ruleta de la fortuna. Pero percibo que la mayor¨ªa de mis compa?eros me acogen con naturalidad, porque ven que he perseverado y que me tomo la profesi¨®n en serio. Aunque no es a ellos a quienes tengo que convencer, sino 40 productores y a los directores y, muy especialmente, al p¨²blico. Ese es un examen que se aprueba o se suspende cada d¨ªa¡±.
Antes de despedirse, Velencoso se presta a compartir un recuerdo lejano: ¡°En S¨¦ptimo de EGB hicimos una obra de teatro en clase de Literatura y yo, que siempre he sido muy vergonzoso, pero tambi¨¦n muy capaz de vencer la verg¨¹enza, la protagonic¨¦ y colabor¨¦ en el guion, en la direcci¨®n y en todo. Aquello me hizo plantearme que tal vez me gustar¨ªa ser actor, pero en aquella ¨¦poca en Tossa de Mar no hab¨ªa grupos de teatro ni aula de interpretaci¨®n, as¨ª que aparqu¨¦ esa vocaci¨®n infantil por falta de oportunidades¡±, cuenta. ¡°Adem¨¢s, yo quer¨ªa ser futbolista¡±.
El f¨²tbol no tard¨® en convertirse tambi¨¦n en una v¨ªa muerta para ¨¦l: ¡°Con 11 o 12 a?os, me citaron para jugar un par de partidos con la selecci¨®n de la comarca de La Selva. Los equipos del ¨¢rea de Barcelona nos aplastaron sin piedad y ah¨ª me di cuenta de que formar parte de la ¨¦lite comarcal o ser el mejor de mi colegio no garantizaba nada, segu¨ªa siendo muy malo o, al menos, no lo bastante bueno para llegar alg¨²n d¨ªa a profesional¡±. Fue una de esas ¡°duchas de realidad¡± con las que la vida te pone en su sitio y que te obligan a ajustar expectativas y tomar decisiones sensatas. El joven Velencoso tambi¨¦n quiso estudiar Educaci¨®n F¨ªsica, pero se destroz¨® el tobillo y tuvo que asumir que el deporte no iba a ser su profesi¨®n. ¡°De alguna manera, el Andr¨¦s ambicioso pero realista de los 22 a?os empez¨® a forjarse entonces¡±. En un campo de f¨²tbol. Y en un pueblo costero sin aula de teatro.
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