Fermin Muguruza: ¡°Me han censurado much¨ªsimo, me han intentado callar, pero 40 a?os despu¨¦s sigo aqu¨ª¡±
El exl¨ªder de Kortatu y Negu Gorriak regresa a los escenarios con una serie de conciertos en los que repasar¨¢ su carrera. Adem¨¢s de reivindicarse, el m¨²sico homenajear¨¢ a su hermano I?igo, fallecido en 2019?
Hay una sensaci¨®n de encantamiento inici¨¢tico flotando en la letra de La l¨ªnea del frente, de Kortatu. Recogida en el segundo ¨¢lbum del conjunto, El estado de las cosas (1986), la canci¨®n sigue a un personaje fascinado por la ret¨®rica revolucionaria que exuda ¡°esa jerga que emplean los rastas¡±. Habla de gente que queda ¡°en la barricada a las tres¡±, como cantaban Bob Marley & The Wailers en Rebel Music, de las ¡°fuerzas de la victoria¡± a las que alud¨ªa Linton Kwesi Johnson, de ser ¡°una cuchilla andante¡± como Peter Tosh y de, claro, ¡°vivir en la l¨ªnea del frente¡±, estilo Eddy Grant.
¡°Toda esa jerga me interesaba mucho¡±, confirma su autor, Fermin Muguruza (Ir¨²n, 61 a?os). ¡°La m¨²sica soul tuvo gran relaci¨®n con la lucha por los derechos de los afroamericanos. En la Sud¨¢frica del apartheid, la gente marchaba cantando. Y en el 15-M me dijeron que hubo manifestantes que se sentaron en el suelo del bar Parrondo [de Madrid] a resistir los golpes de la polic¨ªa cantando La l¨ªnea del frente. De alguna manera, significa todo eso¡±. Pero el exl¨ªder de Kortatu, para quien lucha y emoci¨®n solo pueden ir de la mano, dice que es, sobre todo, ¡°una canci¨®n de amor¡±.
El pr¨®ximo mes de diciembre, despu¨¦s de un lustro fuera de los escenarios, Muguruza prev¨¦ emprender una gira con inicio en Bilbao y parada en otros lugares de Europa, Latinoam¨¦rica e incluso Tokio. En febrero de 2025, tiene programado un concierto en Madrid para el que ya ha vendido 10.000 entradas, bajo el eslogan ¡°Nos vemos en la l¨ªnea del frente¡±. ¡°Es que venir a Madrid es venir a la l¨ªnea del frente, al coraz¨®n de la bestia¡±, dice el m¨²sico vasco, icono cultural de la izquierda abertzale, antes de soltar una risotada. Sentado a la hora de la sobremesa en una cafeter¨ªa del barrio de La Latina, el artista no oculta su morbo por actuar en la capital espa?ola, donde lleva m¨¢s de 20 a?os sin acudir con su banda.
En 2004 quiso dar un concierto en el d¨ªa de la boda de los entonces pr¨ªncipes de Asturias. La Comunidad lo impidi¨®, pero, en un acto de desobediencia civil, lo traslad¨® a Rivas Vaciamadrid a instancias de su alcalde. Para promocionar este regreso, en la simb¨®lica fecha del 12 de octubre hizo instalar un cartel promocional en una marquesina de Callao y comparti¨® un fotomontaje de una lona en la plaza anunciando el acontecimiento. ¡°?Hubo quien se lo crey¨® y quiso convocar un rosario como acto de desagravio!¡±.
?Venir a Madrid es poner una pica en Flandes?, preguntamos, sin reparar en el matiz imperial. ¡°No me gusta la expresi¨®n, ya sabes¡±, recrimina con sorna. ¡°Es una manera de decir que aqu¨ª hemos estado, estamos y estaremos, y que venimos sin escondernos. Ser¨¢ un akelarre antifascista¡±. Anunciada como gira de celebraci¨®n de sus 40 a?os de carrera, Muguruza adelanta que el repertorio abarcar¨¢ ¡°al menos una canci¨®n por disco¡±, desde los tiempos de Kortatu y Negu Gorriak hasta sus proyectos en solitario. No quer¨ªa que fuese un concierto nost¨¢lgico con canciones de Kortatu: ¡°En los ¨²ltimos a?os hab¨ªa rechazado propuestas para representar solamente uno de los cap¨ªtulos de mi vida. Me provoca mucho rechazo¡±. Su idea era celebrar un ¨²nico concierto en Bilbao en torno al cumplea?os de su hermano y excompa?ero I?igo, fallecido en 2019. Todo se vendi¨® en segundos y a?adi¨® una nueva fecha, para la que el aforo tambi¨¦n se complet¨® al instante. Se anim¨® con la gira.
¡°No estoy de acuerdo con la dial¨¦ctica de los sold outs, de que los conciertos se conviertan en una cosa exclusiva. Por eso salimos a grandes recintos¡±, explica el cantante, que tambi¨¦n precisa que en Madrid se decantaron por el WiZink Center para dar cabida a espectadores de lugares donde, asegura, no le han permitido programar conciertos, como Andaluc¨ªa, Valencia, Murcia o Extremadura. ¡°La gente del WiZink me dijo que estaba deseando que toc¨¢semos all¨ª, que la gesti¨®n del recinto era cosa de ellos y ah¨ª no se pod¨ªa meter ni la Comunidad de Madrid ni nadie¡±, declara.
En los ¨²ltimos a?os, Muguruza ha dirigido las pel¨ªculas Black Is Beltza (2018), Black Is Beltza 2: Ainhoa (2022) ¡ªambas basadas en c¨®mics suyos¡ª o el documental Bidasoa 2018-2023 (2023). Planeaba descansar un tiempo, pero sufri¨® ¡°un bombardeo¡±. En febrero del pasado a?o, su nominaci¨®n al Goya por Black Is Beltza 2 fue recibida con protestas y amenazas antes de la gala en Sevilla. Cuenta que Netflix rechaz¨® adquirir la pel¨ªcula a ra¨ªz de aquello, pese a alojar en la plataforma la primera entrega. Tambi¨¦n se refiere a las cr¨ªticas al Athletic de Bilbao o la actriz Itziar Itu?o por entonar Sarri Sarri, la canci¨®n de Kortatu sobre la fuga de prisi¨®n del poeta y exmiembro de ETA Joseba Sarrionandia. Y, en especial, a la denuncia por enaltecimiento del terrorismo, finalmente archivada, contra seis docentes de un instituto en Valencia, por colgar un mural con la imagen de Muguruza.
¡°La sentencia del juez fue muy interesante. Recordaba que yo nunca hab¨ªa sido condenado ni juzgado por enaltecimiento del terrorismo, y que tuve un proceso que gan¨¦¡±, dice de la demanda por Ustelkeria, canci¨®n de Negu Gorriak donde acusaban de narcotr¨¢fico a un coronel de la Guardia Civil.
¡°Fue muy grave. Ped¨ªan tres a?os de c¨¢rcel para los profesores. Y ah¨ª es cuando decid¨ª que ¨ªbamos a responder con m¨¢s cultura¡±, afirma. ¡°Todo esto provoca mucho desgaste. A m¨ª me han censurado much¨ªsimo, me han intentado acallar, pero esta gira es una forma de celebrar en olor de multitudes que, 40 a?os despu¨¦s, sigo aqu¨ª¡±.
El (pen)¨²ltimo ska
Fermin, a quien todav¨ªa se le humedecen los ojos al hablar de su hermano, admite que est¨¢ siendo ¡°complicado y emocionalmente muy duro¡± llevar a cabo este repaso a su trayectoria sin I?igo, a quien en los conciertos se reservar¨¢ ¡°un momento algo delicado¡± de recuerdo y homenaje. De sello absolutamente reconocible en canciones de Kortatu como Equilibrio, Nicaragua sandinista o Hay algo aqu¨ª que va mal, Muguruza dice que ha pedido a su bajista, el cubano V¨ªctor Navarrete, uno de los miembros de su banda de 10 m¨²sicos, que se ci?a a las delgadas l¨ªneas originales para conseguir ¡°una representaci¨®n viva de lo que hac¨ªa I?igo¡±. El vocalista tambi¨¦n tiene palabras para su manager Amaia Apaolaza, fallecida hace nueve a?os, o el dise?ador Carlos Undergroove, que muri¨® en 2023. ¡°Son diques de contenci¨®n muy importantes, que de repente no est¨¢n y te tambaleas. Toda la banda es muy consciente de esa fragilidad. Tendremos que ser un acorazado Potemkin para que avancemos¡±.
Con seguridad uno de los mayores divulgadores del euskera en las ¨²ltimas d¨¦cadas, Fermin Muguruza aprendi¨® la lengua de adulto. El franquismo prohib¨ªa su uso en las escuelas y su Ir¨²n natal ¡°no era una zona vascoparlante¡±. ¡°Fue muy emocionante cuando I?igo y yo nos pusimos a aprender. Toda lengua trae consigo una cosmovisi¨®n. Empezamos a entender las canciones que escuch¨¢bamos de peque?os, a leer la poes¨ªa de Bernardo Atxaga, de Sarrionandia, a buscar la relaci¨®n de las palabras con el mar, el mundo rural¡ Nos encontramos con un mundo riqu¨ªsimo, que era el nuestro y que nos lo hab¨ªan robado¡±, rememora. Con Kortatu, hicieron transparente su aprendizaje incorporando poco a poco canciones en su idioma, hasta firmar un disco enteramente en euskera, Kolpez Kolpe (1988). ¡°Quer¨ªamos servir de referencia a toda la gente que lo estaba aprendiendo o que no se animaba a aprenderlo¡±, resume.
El artista admite que existi¨®, en un principio, ¡°una especie de desconfianza¡± hacia ellos, as¨ª como otros miembros del movimiento conocido como rock radikal vasco, por cantar en castellano. ¡°Respet¨¢bamos mucho a la generaci¨®n anterior, porque fueron censurados. De peque?os sus canciones nos parec¨ªan algo realmente misterioso, que encima provocaba y era pura rebeld¨ªa. Nos llegaban al coraz¨®n y nos hac¨ªan temblar las canciones de Mikel Laboa, de Imanol¡ Todav¨ªa las escuchas y dices: cu¨¢nta emoci¨®n hay aqu¨ª dentro. Pero nosotros necesit¨¢bamos otro formato para expresarnos¡±. En Ehun Ginen, una de las canciones de Kolpez Kolpe, Kortatu invit¨® a colaborar a Laboa para escenificar ¡°el encuentro entre la generaci¨®n de Ez Dok Amairu, el movimiento que quiso recuperar la lengua y la cultura vasca, y la generaci¨®n del punk¡±.
¡°Siempre hay una desconfianza hacia lo nuevo¡±, resuelve Muguruza. ¡°Tambi¨¦n a esa generaci¨®n le pas¨®. Se inspiraban en los cantautores franceses o estadounidenses, Pete Seeger, Bob Dylan, Joan Baez, el movimiento contra la guerra de Vietnam, los hippies¡ y se les acusaba de americanismo. Si alguno met¨ªa una guitarra el¨¦ctrica, ni te cuento. Encima fumaban hach¨ªs, ?fue un choque! Recordaba a cuando en los akelarres se utilizaba el estramonio¡±.
Muguruza estudi¨® solfeo, aunque, tal vez por eso que cantaba Kortatu de que ¡°la cultura es tortura¡±, con la banda quiso ¡°desaprender lo aprendido¡±. ¡°I?igo tocaba muy bien la guitarra, por eso cogi¨® el bajo. Yo me encargu¨¦ de la guitarra, siempre r¨ªtmica, con muy poco punteo, tres o cuatro notas m¨¢ximo. Tambi¨¦n quer¨ªa utilizar el recurso del grito, el desafine¡¡±, explica. ¡°Renegaba de toda esa formaci¨®n como algo que te encorseta, pero luego me he dado cuenta de que no, que te puede ayudar much¨ªsimo. La tormenta y la calma es lo que utilizaba Beethoven, y lo que utiliza tambi¨¦n Fugazi. Me ha ayudado cuando hemos metido vientos o para incorporar percusiones o ritmos que he ido descubriendo a trav¨¦s de mis viajes. Sin embargo, como dec¨ªa I?igo, si existiera un Dios se llamar¨ªa Jimi Hendrix. ?l no ten¨ªa ning¨²n tipo de formaci¨®n¡±.
La vocaci¨®n internacionalista es, justamente, uno de los distintivos claros de Fermin Muguruza a lo largo de sus 40 a?os de trayectoria. ?l se remite a su propia Ir¨²n: ¡°Aunque sea una frontera impuesta y la odiemos, tambi¨¦n nos ha permitido tener una permeabilidad por toda la gente que va pasando. La trikitixa, el acorde¨®n vasco, lo traen los italianos cuando vienen a construir el ferrocarril. Yo defiendo mucho esa vivencia transfronteriza, de movimiento¡±. Cuando comenz¨® su carrera, cuenta que en la batidora estaban los vinilos de los Beatles o Elvis que hab¨ªa en su casa, pero tambi¨¦n lo que encontraban en las tiendas al desplazarse a Hendaya o Iparralde, en el lado franc¨¦s: Sex Pistols, Bob Marley, Toots & The Maytals, The Clash, The Specials, The Beat¡
¡°En el primer disco de Kortatu estamos ya usando una gran paleta a la que despu¨¦s se ir¨¢n a?adiendo m¨¢s colores. Hay rock & roll, hardcore, influencia latina, reggae, ska, punk¡ Hay canciones militantes, canciones de descacharrarte de re¨ªr u otras muy existencialistas, como El ¨²ltimo ska. Es el compendio de lo que va a venir en los siguientes 40 a?os¡±, reflexiona.
Para su concierto en Madrid, el cantante vasco llevar¨¢ de invitadas a Tremenda Jaur¨ªa, banda que fusiona cumbia, punk o reguet¨®n. ¡°Hace ocho a?os tocaron en Bilbao una versi¨®n merengue de La l¨ªnea del frente. Un mont¨®n de gente reacia al perreo la grab¨® y me la envi¨®, como diciendo: buah, cuando escuche esto Muguruza os vais a enterar. Entonces dije: s¨ª, se van a enterar, y la cant¨¦ con ellas al a?o siguiente¡±. El ex de Kortatu y Negu Gorriak cree que con el autotune, los ritmos urbanos o el reguet¨®n se est¨¢ repitiendo ¡°ese rechazo a lo nuevo que hay generaci¨®n tras generaci¨®n, solo que en este caso es un rechazo clasista y, a veces, racista, con argumentos tan peregrinos como que es machista. La m¨²sica no es machista. Hay machistas que cantan m¨²sica, que es distinto¡±. Lo dice Fermin Muguruza, que de discurso sabe un rato. Y de m¨²sica, tambi¨¦n.
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