Bryan Cranston, el padre que todas las series de televisi¨®n desear¨ªan tener
Desde ¡®Malcolm In The Middle¡¯ hasta ¡®Breaking Bad¡¯, pasando por la reciente ¡®Your Honor¡¯, el actor estadounidense se ha especializado en papeles de progenitores capaces de lo que sea por sus hijos, desde fabricar droga o romper media docena de leyes a, simplemente, aplicar algo de cordura al caos adolescente
Si hay algo parecido a un padre universal en la ficci¨®n estadounidense contempor¨¢nea, ese es Bryan Cranston. Your Honor, miniserie de Showtime que puede verse en Espa?a a trav¨¦s de Movistar+, ha vuelto a demostrarlo. Ser¨¢n esas facciones marm¨®reas, esculpidas a conciencia por el tiempo, o el instinto protector que parece asomarle a los ojos, pero lo cierto es que son legi¨®n los directores, guionistas y directores de casting que creen percibir cualidades patriarcales en el actor californiano de 65 a?os.
Nacido en Hollywood y criado a pocos kil¨®metros de all¨ª, en el distrito angelino de Canoga Park, es hijo de una actriz de radio y un actor eventual que se dedic¨® tambi¨¦n al boxeo. En cuanto complet¨® sus estudios, tras una corta y poco lucida carrera juvenil como actor de teatro, Cranston trabaj¨® de vigilante nocturno, camarero, transportista o montador de escenarios. Incluso lleg¨® a ordenarse sacerdote de un culto agn¨®stico, la Iglesia de la Vida Universal, para ganarse un dinero extra celebrando bodas a 150 d¨®lares (83 euros) la ceremonia.
Tras esa etapa un tanto azarosa de su vida, cuando ya se asomaba a la treintena, consigui¨® por fin una cierta continuidad como actor de doblaje, sobre todo en pel¨ªculas japonesas de serie b para una modesta distribuidora local, Manga Entertainment. Pronto empezaron a ofrecerle tambi¨¦n papeles de secundario con o sin frase en producciones como la comedia par¨®dica Amazonas en la luna, dirigida, entre otros, por Joe Dante. Cranston ten¨ªa por entonces pelo ensortijado, bigote de sargento chusquero y un ligero sobrepeso. Si algo no ten¨ªa es aspecto de gal¨¢n al uso y, adem¨¢s, resultaba un tanto blando para hacer de villano. Pese a todo, se hizo un hueco como comparsa en producciones televisivas de muy diverso pelaje, de Falcon Crest a Canci¨®n triste de Hill Street pasando por el delirio homicida de guante blanco Se ha escrito un crimen. Incluso consigui¨® agenciarse alg¨²n papel de cierto lucimiento en el cine, como el del astronauta Gus Grissom en The Wonders, a las ¨®rdenes de Tom Hanks.
El punto de inflexi¨®n en una carrera digna pero que no acababa de arrancar del todo le lleg¨®, pasados los 40 a?os, con Malcolm in the Middle, comedia familiar enloquecida y de un cinismo festivo y un tanto descarnado en la que Cranston se puso por vez primera en la piel de un padre coraje. La serie de la Fox era la cr¨®nica de los a?os formativos de un adolescente superdotado, el Malcolm del t¨ªtulo, inmerso en un ecosistema humano francamente ca¨®tico en el que casi el ¨²nico islote de sensatez era el padre interpretado por Cranston. Desde entonces, la carrera del californiano ha sido casi un monocultivo centrado en explorar las virtudes de la paternidad responsable. En el ¨²ltimo par de d¨¦cadas, se ha puesto una y otra vez en la piel de hombres que sufren por sus hijos, padres lobos que amamantan y protegen a sus lobeznos y, en ¨²ltima instancia, est¨¢n dispuestos a matar por ellos si las circunstancias lo exigen.
Despu¨¦s de todo, su mayor ¨¦xito como int¨¦rprete, la superlativa Breaking Bad, una de las mejores series de la televisi¨®n contempor¨¢nea, no deja de ser la historia de un padre modelo que se mete en un jard¨ªn monumental para que sus v¨¢stagos no acaben en la indigencia. En el ¨²ltimo a?o, ha vuelto a incurrir en la paternidad a deg¨¹ello con la citada Your Honor, en la que Cranston interpreta a un juez de Nueva Orleans que se ve forzado a transgredir la ley para sacarle las casta?as del fuego a su hijo adolescente. Incluso en Trumbo, biopic un tanto insulso del escritor v¨ªctima de la caza de brujas, lo m¨¢s sustancial era la relaci¨®n entre Cranston y su hija en la ficci¨®n, Elle Fanning. Y en la espl¨¦ndida Drive, su personaje era lo m¨¢s parecido a una figura paterna que ten¨ªa en la vida el h¨¦roe lac¨®nico y justiciero al que encarnaba Ryan Gosling.
El caso es que Cranston tuvo una relaci¨®n problem¨¢tica con su propio padre, jud¨ªo austr¨ªaco emigrado a Estados Unidos que abandon¨® el hogar familiar cuando ¨¦l ten¨ªa 11 a?os. Una d¨¦cada despu¨¦s, ya en edad adulta, Bryan y su hermano decidieron localizar al padre ausente y se esforzaron en mantener con ¨¦l una relaci¨®n paterno-filial que nunca funcion¨® del todo. El actor reconoce que se bas¨® en aquel padre amargado y melanc¨®lico para crear al Walter White de Breaking Bad: ¡°Siempre le vi como un hombre derrotado por la vida, que parec¨ªa cargar con el peso del mundo sobre los hombros¡±.
En la vida real, Bryan solo ha tenido una hija, Taylor Dearden Cranston, nacida en 1993 de su matrimonio con la actriz Robin Dearden. Taylor ha seguido los pasos de sus progenitores. Aunque su papel m¨¢s destacado hasta la fecha como actriz adulta ha sido el de protagonista de la serie de la MTV Sweet/Vicious, ya hab¨ªa debutado junto a su padre en 2010, con solo 16 a?os, en No m¨¢s, el cap¨ªtulo inaugural de la tercera temporada de Breaking Bad. Dos a?os m¨¢s tarde, padre e hija participaron tambi¨¦n en una campa?a a favor del matrimonio igualitario, una de tantas causas progresistas en las que el veterano actor se ha visto enrolado en los ¨²ltimos a?os. A estas alturas de la pel¨ªcula, y despu¨¦s de haber llevado a sus paternales personajes hasta cotas in¨¦ditas de enredo, tragedia y ternura, Cranston empieza a resignarse a esta fase de su carrera, como se deduce de esta declaraci¨®n en una entrevista reciente: ¡°Supongo que dejar¨¢n de ofrecerme papeles de padre en cuanto se den cuenta de que ya tengo edad para hacer de abuelo¡±.
Puedes seguir ICON en Facebook, Twitter, Instagram, o suscribirte aqu¨ª a la Newsletter.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.