El documental que explora el amor-odio al turista que enriquece a tu pueblo a la vez que lo da?a

A principios de marzo de este a?o, la revista Variety public¨® una lista con los 10 cineastas espa?oles emergentes a los que seguir. A la cabeza se encontraba Miguel ?ngel Blanca (Sabadell, 1982). Algunos ya lo conoc¨ªan por ser el cantante del cuarteto barcelon¨¦s Manos de Topo, a quienes EL PA?S coron¨® como ¡°roedores del sarcasmo¡± en 2016. Desde su casa en Barcelona confirma que sigue haciendo gala de ese t¨ªtulo: ¡°Lo m¨¢s curioso de todo es que nadie de la lista era exactamente joven¡±.

Miguel ?ngel Blanca est¨¢ en esta lista gracias a Magaluf Ghost Town, un documental h¨ªbrido con toques de terror y comedia costumbrista situado en una de las localidades m¨¢s tur¨ªsticas de Mallorca. ¡°La pel¨ªcula es una carta de amor a este tipo de lugares tur¨ªsticos en decadencia que en su d¨ªa fueron algo incre¨ªble y que, con el tiempo, se han ido estropeando y perdiendo su raz¨®n de ser¡±, explica. ¡°Magaluf es un lugar fascinante, una ficci¨®n en s¨ª mismo, el lugar perfecto para poder construir nuevas mitolog¨ªas y nuevas leyendas para estos espacios¡±.

En 2003, Blanca se gradu¨® en la Escola de Cinema i Audiovisuals de Catalunya (ESCAC). Casi en el mismo momento, comenz¨® a escribir canciones junto a su compa?ero de estudios, el tambi¨¦n director de cine Alejandro Marzoa, con quien fund¨® lo que acabar¨ªa siendo el germen de la banda Manos de Topo. Su primer disco, Ortopedias bonitas (2007), fue incluido por Rockdelux en su lista de los mejores ¨¢lbumes de la d¨¦cada de los 2000.

Cuando en 2014 se public¨® Caminitos del deseo lo del cine ya se estaba poniendo serio. Ese a?o dirigi¨® su primer largometraje, Despu¨¦s de la Generaci¨®n Feliz, bajo el seud¨®nimo de Guillothina. Tambi¨¦n estren¨® junto a Ra¨²l Cuevas Un lloc on caure mort, que se puede ver en Filmin, un documental sobre c¨®mo el cantante del grupo Autodestrucci¨® intenta lidiar entre su vida de clase media y su carrera en el punk y por el que Blanca recibi¨® el Premio al Mejor Documental Nacional en el Festival In-Edit de 2014. En 2015, llegar¨ªa La extranjera, un h¨ªbrido entre documental y ciencia ficci¨®n que reflexiona sobre la gentrificaci¨®n de una Barcelona invadida por el turismo que ya sirvi¨® como germen para su proyecto sobre Magaluf.

Magaluf, el plat¨® m¨¢s grande del mundo

¡°Hay muchas versiones de lo que es Magaluf¡±, explica Blanca. ¡°Cuando fui por primera vez, quer¨ªa comprobar si era verdad todo lo que dec¨ªan: la locura, el balconing, el mamading...¡±. En el verano de 2014 un v¨ªdeo en el que una chica ebria practicaba una felaci¨®n a varios hombres a cambio de una copa indign¨® al mundo. ¡°Pero ?qu¨¦ era Magaluf exactamente?¡±, se pregunta. ¡°?Cu¨¢l era la verdad que hab¨ªa all¨ª? ?Por qu¨¦ quer¨ªa la gente ir all¨ª de vacaciones? De repente, me di cuenta de que el lugar era una especie de utop¨ªa tur¨ªstica donde todo es posible¡±.

As¨ª, Miguel ?ngel se propuso crear un documental que, sin dejar de serlo, jugara a construir ficciones dentro del espacio real. ¡°Hemos jugado con los edificios como si fueran plat¨®s de televisi¨®n. Est¨¢ claro que es un sitio turbio, pol¨¦mico, pero tambi¨¦n puede nacer mucha magia de ¨¦l¡±, nos cuenta Blanca. Aunque el equipo lleg¨® a la isla en 2015 con intenci¨®n de grabar el desfase de los turistas, en su mayor¨ªa ingleses, pronto se dieron cuenta de que resultaba mucho m¨¢s interesante toda la gente que estaba a su alrededor y que tienen que convivir con ellos cada a?o. ¡°?C¨®mo lo hacen? ?C¨®mo gestionan ese amor-odio a toda esta gente que les da de comer pero que a la vez destruye su pueblo?¡±, se pregunta el director. ¡°Nos parec¨ªa una dualidad superinteresante. Tambi¨¦n hab¨ªa cierto respeto hacia los turistas. Cuando uno entraba a un bar local, todo el mundo se callaba¡±.

Para grabar el documental que ten¨ªan en mente, necesitaban encontrar a las personas adecuadas. Se dieron cuenta de que muchos de los que hablaban con ellos, sospechaban, pensando que iban a rodar el en¨¦simo reportaje hablando fatal de Magaluf¡­ Hasta que dieron con Rub¨¦n y Tere, los dos habitantes de la ciudad que llevan el peso de la trama.

¡°Rub¨¦n era un chico de 17 a?os que estaba estudiando para camarero. Sent¨ªa que su futuro estaba ya determinado y le resultaba muy poco excitante. Me pareci¨® que era un personaje muy guay para hablar sobre c¨®mo crece un adolescente en un espacio tur¨ªstico de este tipo¡±, nos cuenta Blanca. ¡°Para construir la ficci¨®n que incluir¨ªa el documental, empec¨¦ a trabajar con su realidad y le pregunt¨¦: ?qu¨¦ te gustar¨ªa hacer con los turistas? Si tuvieras que grabar tu propia peli, ?qu¨¦ har¨ªas? Entonces nos confes¨® que hab¨ªa cosas que ¨¦l hab¨ªa vivido con los turistas que no estaban tan lejos de una ficci¨®n: me habl¨® de la relaci¨®n que tienen los j¨®venes con los veraneantes borrachos cuando est¨¢n a las cinco de la ma?ana en la playa¡±.

¡°Me gustan las historias en las que se construye un universo propio como, por ejemplo, en el c¨®mic Ice Haven de Daniel Clowes. Con personajes que se mueven en una ciudad con unas reglas muy extra?as pero muy concretas y hace imposible que sepas si est¨¢s ante una comedia o un drama. Clowes fue un referente muy claro para Magaluf Ghost Town¡±, confiesa el director.

¡°Ten¨ªamos una comedia costumbrista espa?ola, gracias al personaje de Tere, que es como una especie de Carmina o revienta; pero por otro lado, tenemos vampiros y zombis que salen por la noche, que son los turistas¡­ ?C¨®mo pod¨ªamos unir todas estas cosas y que se abrazaran y funcionaran? Creo que hemos conseguido hacer bien esa mezcla y es una de las cosas de las que estamos m¨¢s orgullosos de la pel¨ªcula¡±.

¡®Magaluf Ghost Town¡¯ recorrer¨¢ el circuito de festivales documentales de Espa?a y se estrenar¨¢ en salas de todo el pa¨ªs a finales de este a?o.

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