Un bar contra la ensaladilla rusa y una ¨®pera con la bandera ucrania: la l¨®gica de los s¨ªmbolos contra la guerra
Docenas de instituciones art¨ªsticas han decretado medidas contra Rusia y a favor de Ucrania, gestos que tienen m¨¢s peso de lo que parece
¡°Somos todos responsables de todos¡±, dec¨ªa Dostoievski en Los hermanos Karamazov. Aun conociendo la obsesi¨®n del ruso con la culpa cuesta saber qu¨¦ dir¨ªa de la decisi¨®n tomada esta semana por una universidad italiana, la de Milano-Bicocca, como respuesta a la ofensiva rusa en Ucrania: cancelar un curso sobre sus novelas, entre ellas Crimen y castigo y El idiota. ¡°No solo est¨¢ mal ser un ruso vivo en Italia, tambi¨¦n lo est¨¢ ser uno muerto¡±, lamentaba en Instagram el profesor responsable de las clases, Paolo Nori.
Es solo uno en la cacofon¨ªa de anuncios que se ha levantado en la escena cultural mundial en los ¨²ltimos d¨ªas. Docenas de instituciones, grupos y empresas y organismos oficiales han anunciado, uno tras otro, c¨®mo respond¨ªan para un mundo en guerra. La Bienal de Venecia ha prohibido el cine ruso. Balenciaga ha borrado el hist¨®rico de su Instagram para subir solo im¨¢genes de apoyo a Ucrania. Ha sido una semana de ver hasta qu¨¦ punto esta guerra es capaz de suscitar la repulsa un¨¢nime de Occidente; hasta qu¨¦ punto la viralidad puede mover el mundo y hasta qu¨¦ punto intenci¨®n y resultados pueden distanciarse. Un viernes, la Uni¨®n Europea de Radiodifusi¨®n vetaba a Rusia en la actual edici¨®n de Eurovisi¨®n; un martes, el director de la Filarm¨®nica de M¨²nich, Valery Gergiev, perd¨ªa su trabajo por apoyar a la guerra.
Hay ejemplos m¨¢s f¨¢ciles de comprender que otros. La reina Letizia compareci¨® en p¨²blico el jueves con una vyshyvanka o sorochka, lo mismo que ya hab¨ªa hecho d¨ªas antes Jill Biden, con un vestido que ten¨ªa bordado un girasol, s¨ªmbolo del pa¨ªs invadido: personas con peso p¨²blico que manifiestan las preocupaciones de sus pueblos. El mundo de la moda ha demostrado saber c¨®mo funciona un s¨ªmbolo. Balenciaga borr¨® todas las publicaciones de su cuenta de Instagram, uno de sus principales canales de comunicaci¨®n con casi 13 millones de seguidores; las ha sustituido por una foto de la bandera ucrania, mientras que en la secci¨®n de stories solo compart¨ªa noticias relacionadas con el conflicto y en su descripci¨®n ha dejado un enlace a la web del Programa Mundial de Alimentos. No es una decisi¨®n dise?ada para movilizar masas, pero para sus seguidores es un gesto poderosamente efectivo. En la Semana de la Moda de Mil¨¢n, Armani decidi¨® apagar la m¨²sica de su desfile el domingo 27. ¡°Lo mejor que se puede hacer es mandar el mensaje de que no queremos celebrar nada porque est¨¢ ocurriendo algo muy preocupante¡±, adujo el dise?ador. El viernes la casa anunci¨® que donar¨ªa medio mill¨®n de euros a los refugiados ucranios.
En otros casos, la utilidad resulta m¨¢s escurridiza. Un bar de Maryland, en Washington D.C., ha vetado el vodka y un restaurante en Zaragoza pretende cambiar el nombre de la ensaladilla rusa por ensaladilla Kiev. El Teatro Real de Madrid cambi¨® ligeramente su representaci¨®n de El ocaso de los dioses, de Wagner para que (spoiler de 1876) para que, al final, el cad¨¢ver del h¨¦roe protagonista, Siegfried, fuese envuelto no con un s¨¢bana como hasta ahora, sino con una bandera ucrania.
?Qu¨¦ sentido tienen estos gestos? Seg¨²n Fr¨¦d¨¦ric Martel, periodista especializado en poder blando y autor de Cultura Mainstream. C¨®mo nacen los fen¨®menos de masas (Taurus), uno muy valioso. ¡°El apoyo, la guerra psicol¨®gica, la comunicaci¨®n y el poder blando son esenciales en cualquier guerra, especialmente en 2022, y tendr¨¢ impacto¡±, explica por correo electr¨®nico. ¡°Se puede por supuesto ironizar sobre la movilizaci¨®n de los artistas y los intelectuales, bromear y decir que no es m¨¢s que espect¨¢culo, pero cada uno se moviliza con sus propias armas. Un artista se sube al escenario; un intelectual alza la voz. ?Qu¨¦ m¨¢s pueden hacer? ?Y los que se r¨ªen de ellos no hacen nada!¡±. En su pa¨ªs, se ha hecho este fin de semana una retransmisi¨®n televisiva en directo de casi seis horas desde el Teatro Nacional de Chaillot en Par¨ªs, en el que un centenar de artistas actuar¨¢n en apoyo de Ucrania
Estas maniobras no solo se hacen mirando a Rusia, sino a los pol¨ªticos de cada pa¨ªs. ¡°Es cierto que esto no parar¨¢ las armas ni la paranoia y locura de Putin, pero sirve de aviso para los franceses partidarios de Putin, que son muchos, y en particular entre los pol¨ªticos. El l¨ªder de la extrema izquierda Jean-Luc M¨¦lenchon es ultra proputiniano, igual que Marine Le Pen y Eric Zemmour, y estamos nombrando tres candidatos a las elecciones presidenciales del pr¨®ximo 10 de abril. La palabra de los artistas ser¨¢ m¨¢s ¨²til en terreno propio, pero es esencial¡±.
No solo se encuentran movimientos as¨ª en pa¨ªses alejados del conflicto. El artista conceptual ruso-ucranio Aljoscha pos¨® desnudo el 22 de febrero ante la Estatua de la Madre Patria de Kiev para protestar contra el conflicto que llegar¨ªa dos d¨ªas despu¨¦s. Esa estatua, una mujer de 60 metros con una espada y un escudo en cada mano, es una conmemoraci¨®n de la participaci¨®n rusa en la II Guerra Mundial, y es uno de los pocos s¨ªmbolos del comunismo sovi¨¦tico que perduran en Ucrania, prohibidos desde 2015. Nadya Tolokonnikova, del controvertido grupo de m¨²sica Pussy Riot, ha iniciado una organizaci¨®n para recaudar dinero en favor de los refugiados ucranianos. El dinero se recaud¨® subastando 10.000 NFTs de la bandera de Ucrania, que se vendieron por un total de 6,7 millones de d¨®lares.
Otras instituciones prefieren aislar a Rusia culturalmente. Un grupo de unos 25 artistas de diferentes pa¨ªses ha firmado una carta abierta en la que abogaban por fuertes ¡°sanciones culturales¡± contra el pa¨ªs, que ahora no tendr¨¢ representaci¨®n en la Bienal de Venecia tras la retirada de los participantes Alexandra Sukhareva y Kirill Savchenkov. ¡°No hay lugar para el arte cuando los civiles est¨¢n muriendo bajo el fuego de los misiles, cuando los ciudadanos de Ucrania est¨¢n escondi¨¦ndose en los refugios y cuando los disidentes rusos est¨¢n siendo silenciados¡±, explic¨® Savchenkov en Instagram. La neoyorquina Metropolitan Opera House tambi¨¦n ha decidido prescindir de los trabajos y colaboraciones de artistas y organizaciones rusas hasta que se ponga fin a la invasi¨®n.
En el cine, la respuesta ha sido cambiante. El Festival de Cannes anunci¨® que no recibir¨¢ delegaciones oficiales rusas ni aceptar¨¢ la presencia de nadie ligado al Kremlin. ¡°Nos posicionamos con los artistas ucranios y los profesionales de la industria cinematogr¨¢fica as¨ª como con sus familias, cuyas vidas est¨¢n en peligro¡±, se le¨ªa en un comunicado. No vetar¨¢n, eso s¨ª, producciones rusas; s¨ª lo har¨¢ el Festival de Glasgow, que ha suprimido dos pel¨ªculas de su selecci¨®n. El festival de Venecia tomado otro camino: organizar pases gratuitos de la pel¨ªcula ucraniana Vidblysk (Reflection) de Valentyn Vasyanovych, sobre el conflicto armado al este del pa¨ªs.
La disidencia contra Putin se convierte en este nuevo orden en v¨ªctima colateral: artistas y civiles inocentes se ven ahora atrapados en un aislamiento cultural. La Academia del Cine Europeo ha vetado el cine ruso en sus galardones. Hollywood ha empezado a cancelar en Rusia los estrenos de t¨ªtulos como The Batman, de Warner Bros., y The Lost City y Sonic 2, ambas de Paramount. Bandas como Green Day, Iggy Pop o Franz Ferdinand han anulado sus conciertos en el pa¨ªs.
Estos anuncios levantan preocupaciones entre quienes conocen el terreno cultural. ¡°No creo que la gente de Rusia deba ser acosada o aislada como consecuencia de las pol¨ªticas y acciones opresivas de su pa¨ªs¡±, enunciaba el comisario de arte let¨®n Raimundas Mala?auskas, a cargo de la exposici¨®n del pabell¨®n de Rusia en la Bienal de Venecia que tendr¨¢ lugar en abril. ¡°Quiero evitar divisiones infructuosas y en su lugar abogar por formas de solidaridad a diferentes niveles en las que haya foros internacionales para el arte y para que los artistas de Rusia expresen con libertad lo que no pueden expresar en casa¡±.
Coincide en esto Andrei Molodkin, artista ruso conceptual residente en Par¨ªs y cr¨ªtico con Putin: ¡°El sue?o de Putin es que no haya arte ni discusi¨®n cr¨ªtica¡±, dice. Otra artista rusa residente en la capital francesa, Olga Kisseleva, tambi¨¦n se ha mostrado en contra del boicot y ha colaborado con la artista ucraniana Taisya Polichuk creando una video-performance titulada Femmes guerri¨¨res, femmes en combat que se ver¨¢ en el Topographie de l¡¯Art de Par¨ªs.
Martel admite que ¡°los boicots y las censuras son reacciones en caliente y uno puede acabar arrepinti¨¦ndose de ellas¡±, pero entiende que sea la respuesta m¨¢s com¨²n en este momento. ¡°Puede que estemos entrando en una nueva p¨¢gina de la historia de Europa. El desaf¨ªo de Putin contra occidente, su odio por Europa y la democracia, sus t¨¢cticas al estilo de la KGB, su preferencia por la guerra antes que la diplomacia, y la amenaza nuclear son excepcionalmente serios. Ya no vivimos en el mundo kantiano de paz y ley; hemos entrado en un mundo peligroso. Que los artistas se preocupen es algo bueno. Prefiero a los que act¨²an, crean, gritan, antes que a los que se mantienen pasivos¡±.
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