Poeta laureado, profesor y activista: Ismael Ramos, el joven Premio Nacional que defiende el poder del lenguaje contra el fascismo
El ganador del Premio Nacional de Poes¨ªa Joven por ¡®Ligero¡¯ explora la contradicci¨®n para hablar de clase, g¨¦nero e intimidad desde el campo gallego
Cuando ten¨ªa diez a?os, en quinto de primaria, a Ismael Ramos (Mazaricos, 28 a?os) le ense?aron a escribir pareados en clase. Aquella fue su primera llegada a la poes¨ªa. La segunda vino ¡°casi de pura necesidad¡±, cuenta. ¡°De los 10 a los 18 a?os escrib¨ªa para poder presentarme a premios de instituto¡±, recuerda. ¡°Yo me hac¨ªa mi calendario anual de premios, me iba presentando y as¨ª me sacaba un peque?o sueldo¡±. Resulta irresistible vincular estos primeros galardones con el ...
Cuando ten¨ªa diez a?os, en quinto de primaria, a Ismael Ramos (Mazaricos, 28 a?os) le ense?aron a escribir pareados en clase. Aquella fue su primera llegada a la poes¨ªa. La segunda vino ¡°casi de pura necesidad¡±, cuenta. ¡°De los 10 a los 18 a?os escrib¨ªa para poder presentarme a premios de instituto¡±, recuerda. ¡°Yo me hac¨ªa mi calendario anual de premios, me iba presentando y as¨ª me sacaba un peque?o sueldo¡±. Resulta irresistible vincular estos primeros galardones con el Premio Nacional de Poes¨ªa Joven 2022 que le otorgaron el pasado octubre. Cuando le llamaron para comunic¨¢rselo, estaba a punto de entrar a clase en el instituto santiagu¨¦s donde trabaja como profesor. ¡°Estaba esperando la llamada de un fontanero, as¨ª que decid¨ª descolgar, porque llevaba varios d¨ªas intentando contactar con ¨¦l. Y no era el fontanero, sino la secretaria del Ministro de Cultura. Fue un momento muy bonito y muy impactante. No me lo esperaba para nada. Fueron 45 minutos de calma y, desde entonces hasta hoy, no he tenido tiempo de disfrutar de lo que es el premio, si es que hay algo que disfrutar, que no lo tengo claro¡±.
Ligero (La Bella Varsovia, 2021), el libro que le ha valido el premio, es la traducci¨®n del original en gallego Lixeiro, un poemario cuyos m¨¦ritos van mucho m¨¢s all¨¢ de una mera f¨®rmula. Al igual que Fuegos, su anterior libro, es un texto violento y delicado, una cr¨®nica de vida rural, desamores, rabia, afectos y heridas familiares. ¡°Es dif¨ªcil dar a luz una idea con nuestros a?os¡±, escribe en Ezequiel, el segundo poema del libro. En Tres guineas afirma: ¡°Leo que la pobreza y la juventud nos har¨¢n libres. Y si no libres, brillantes. Como brilla el fr¨ªo en las ventanas de los pobres¡±. Los paisajes de este poemario son los del campo gallego, pero tambi¨¦n la periferia urbana atisbada desde trayectos en tren o barco a horas intempestivas, una po¨¦tica madrugadora que revela una visi¨®n cr¨ªtica. A este prop¨®sito, Ramos cita las palabras de Annie Ernaux al recibir el Nobel y afirmar escribir para ¡°vengar mi raza¡±. ¡°Es una frase que me gusta mucho, porque para m¨ª es evidente que ning¨²n premio institucional, del nivel que sea, vengar¨¢ nada, si es que hay algo que vengar. Todos los problemas y las cosas que hay encerradas en este libro siguen ah¨ª. Pero el premio s¨ª es una oportunidad buen¨ªsima para que mi libro llegue hasta m¨¢s gente, y poder hablar de lo que para m¨ª es importante¡±.
Y lo que a Ramos le interesa son las contradicciones inevitables y los conflictos abiertos. ¡°El libro se contradice mucho a s¨ª mismo, pero porque vivimos en una sociedad profundamente contradictoria. Somos ecologistas y yo me quiero ir de vacaciones, y no puedo pagar much¨ªsimo por esas vacaciones, as¨ª que es posible que acabe cogiendo seis vuelos, tres de ida y de vuelta. Lo justifico con mi precariedad, pero es h¨ªper contradictorio. Claro que hay un discurso en mi libro. Se ha dicho mil veces, pero para m¨ª todo es pol¨ªtico, desde el momento en el que t¨² escribes y lees desde un lugar determinado en el mundo¡±. ?Cu¨¢l es el lugar desde el que escribe Ramos? ¡°Desde un lugar muy concreto¡±, responde. ¡°Escribo en una lengua minoritaria, desde una condici¨®n sexual m¨¢s o menos disidente y cada vez m¨¢s asediada por el capitalismo. Escribo desde una precariedad estructural, por mi extracci¨®n social. Escribo desde un lugar muy inc¨®modo, el ¨²nico desde el que para m¨ª tiene sentido escribir¡±.
Ramos no reh¨²ye lo pol¨ªtico. Sus columnas period¨ªsticas abordan la precarizaci¨®n de la sanidad p¨²blica, las agresiones contra el colectivo LGTBIQ+ o la situaci¨®n ling¨¹¨ªstica del gallego. Traduce ¨¦l mismo los poemas que escribe en gallego, su lengua materna. Este a?o ha publicado su primer libro de narrativa, el volumen de cuentos A parte f¨¢cil en la editorial gallega Xerais. Cuando tiene que citar sus referencias, reconoce lo afortunado que es por ¡°pertenecer a una generaci¨®n que ha accedido al canon feminista¡±. Menciona nombres como Sharon Olds, Anne Carson, Sylvia Plath, Peter Handke, Louise Gl¨¹ck o Thomas Bernhard: autores que escriben desde posiciones fronterizas entre la experiencia propia y la experimentaci¨®n ling¨¹¨ªstica, entre el ensayo y el verso, la narraci¨®n y la confesi¨®n. ¡°Me gustan los escritores que no son exactamente nada¡±, explica. ¡°?Son novelas lo que escribe Annie Ernaux? No lo tengo claro, pero s¨ª s¨¦ que ha hecho algo dificil¨ªsimo, un prodigio del lenguaje. Ha escrito un diario durante a?os, lo ha purgado para publicarlo, pero sin prohibir nada, sin censurarse. Ha sabido encontrarse consigo misma, indagar. Para m¨ª esos autores son los fundamentales¡±.
Ramos predica con el ejemplo. Su entorno y su contexto impregnan su obra y su discurso, pero en las ant¨ªpodas del paisajismo de postales. ¡°Para m¨ª, el lugar lo es todo¡±, explica, y pone un ejemplo. ¡°Llevo d¨ªas pensando en el tema de la sanidad. Tengo muchos compa?eros que han decidido empezar a pagar un seguro privado, para no comerse toda la presi¨®n de la atenci¨®n primaria. Y hoy me he dado cuenta de que, para plantearse esa opci¨®n, hay que tenerla. Mis abuelos no la tienen. Mis padres, que viven en un pueblo de casi 14.000 habitantes, tampoco. En un pueblo de 300 habitantes, es directamente imposible. El lugar condiciona absolutamente todo. Para m¨ª eso es lo importante. El paisaje es algo m¨¢s duradero que nosotros, algo en lo que los dem¨¢s han dejado su marca y que nosotros vamos a transitar brevemente. El lugar es important¨ªsimo. Para m¨ª es tan fundamental, que f¨ªjate lo que me cuesta llegar aqu¨ª¡±.
Ese aqu¨ª es Madrid, donde sucede esta entrevista. Hace un par de horas que Ramos ha llegado en tren para presentar Ligero en la librer¨ªa Enclave de Libros junto a un compa?ero de generaci¨®n y oficio, Mario G. Obrero, y a su editora, Elena Medel, fundadora de La Bella Varsovia. Ha tenido que hacer malabarismos para encajar el viaje con su horario lectivo como profesor de Lengua y Literatura Castellana en un instituto de secundaria de Santiago. ?Es posible hablar de poes¨ªa a los adolescentes que acuden a sus clases? ¡°Es muy posible¡±, responde sin dudarlo. ¡°A m¨ª me encanta dar clases, porque para m¨ª es un lugar para la esperanza. Estar rodeado de gente que tiene diez u once a?os menos que yo es una maravilla, porque realmente lo ves todo. Ves, por ejemplo, c¨®mo de hondo ha calado el discurso del fascismo m¨¢s rampl¨®n. En la misma aula convive eso. Puede haber, por ejemplo, un adolescente que es capaz de decir, un poco a las bravas, que habr¨ªa que apedrear a una mujer que quiere abortar. Y justo al lado tienes a chicas que que ya se han le¨ªdo el Manifiesto contrasexual [de Paul B. Preciado], y quieren debatir sobre la ley trans. Sucede todo al mismo tiempo. Y mi papel es darles las herramientas para que comprendan lo importante que es el lenguaje. Todo lo que nos rodea, las noticias o la pol¨ªtica, est¨¢ hecho de lenguaje. Y si podemos trabajar juntos con ¨¦l, dominarlo, podremos generar cierto cambio. En ese sentido soy muy optimista y creo que la poes¨ªa juega un papel muy determinante, porque es un g¨¦nero que te obliga a concentrarte, a fijarte, a interpretar, a pensar en el significado menos evidente de cada palabra¡±. Esa inquietud ling¨¹¨ªstica ubica a Ramos en una posici¨®n lim¨ªtrofe respecto a escuelas po¨¦ticas habitualmente en disputa como la poes¨ªa de la experiencia, la poes¨ªa pol¨ªtica y la pura experimentaci¨®n verbal. Pero, como ha demostrado, las contradicciones no le asustan. Y la poes¨ªa, como la ense?anza, son territorios f¨¦rtiles para ese delicado equilibrio.
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