M¨²sculos, tup¨¦s y depilaci¨®n: c¨®mo el ¡®tronista¡¯ influy¨® en el armario de los j¨®venes espa?oles
¡®Mujeres y hombres y viceversa¡¯, que este mes ha llegado a su fin tras 13 a?os en Mediaset, deja como legado una gran aportaci¨®n a la cultura popular: el ¡®tronista¡¯. Esta figura se ha extendido desde la televisi¨®n a varias capas de la sociedad y ha dejado un legado est¨¦tico que unos celebran y otros condenan, pero nadie sabe si morir¨¢ del todo con el programa
?Qu¨¦ es un tronista? El estilista Alfredo Santamar¨ªa lo tiene claro: ¡°Lo primero que se me viene a la mente es el tobillo al aire, el pinkie [calcet¨ªn tobilero], un pantal¨®n pitillo ajustado casi como la malla de un trovador y, por supuesto, un tup¨¦ alto, muy alto¡±. Jos¨¦ Viruete, colaborador de Mediaset a la par que escritor y experto en cultura pop, lo define as¨ª: ¡°Es un joven al que le gusta salir, ligar, ir al gimnasio y que, sobre todo, matar¨ªa por formar parte del universo Mediaset¡±.
El tronista, uno de los neologismos m¨¢s potentes que han aparecido en nuestro idioma ¨Daunque no figura en la nomenclatura de la RAE¨D, pierde el sustrato de su creaci¨®n. El programa Mujeres y hombres y viceversa ha llegado a su fin este mes de marzo tras 13 a?os en Mediaset y est¨¢ por ver si su aportaci¨®n m¨¢s importante a nuestra cultura popular, la del tronista, le sobrevive. As¨ª se llamaba en el programa al participante que se sentaba en un trono y recib¨ªa a pretendientes que aspiraban a conquistar su coraz¨®n. Cuyo estilo termin¨® siendo, durante a?os, el aspecto m¨¢s frecuente del hombre joven en buena parte de la televisi¨®n. Y tambi¨¦n en la calle.
¡°No es el tipo de ropa que usa todo el mundo, no llega a todas las capas de la sociedad y sigue siendo de una tribu urbana, pero cada vez es m¨¢s grande y visible¡±, matiza el estilista Baptiste Lauron. Con los tatuajes, el cuello pico, el corte de pelo degradado, las cejas depiladas y las camisetas o jers¨¦is entallados (que a la m¨ªnima volaban por los aires) como se?a de identidad, el tronista salt¨® de su programa original al resto de programas y, despu¨¦s, a las calles. Su legado se hizo masivo.
En otros pa¨ªses, programas como el estadounidense Jersey Shore en MTV fueron espejo de este estereotipo, que respond¨ªa a una realidad sociol¨®gica muy compleja, alentada por la crisis econ¨®mica y al poder de la fama porque s¨ª. Ciertos famosos eran famosos por serlo (a Paris Hilton se le atribuye a menudo el honor de haber inaugurado esa tendencia). Y no era un t¨¦rmino inocente: implicaba una cr¨ªtica y un desprecio por el que recib¨ªa el apelativo, considerado casi una caricatura. La guionista y escritora Diana Aller, colaboradora habitual de Mediaset, explica: ¡°Al principio no ten¨ªa por qu¨¦ implicar algo despectivo, pero el uso que se le ha dado a posteriori al t¨¦rmino tronista se refiere a una clase y sit¨²a al que lo dice por encima de ella. Tachamos de tronista a lo que antes llam¨¢bamos choni¡±.
La m¨¢xima encarnaci¨®n del tronista masculino fue la mayor estrella que dio Mujeres y hombres y viceversa: Rafa Mora, pretendiente primero de la concursante Tamara Gorro, tronista despu¨¦s, fen¨®meno de masas luego y hoy colaborador habitual de varios programas de Mediaset, siempre dispuesto a rentabilizar un ¨¦xito haciendo que retroalimente a toda su parrilla. Mora asum¨ªa el rol de chulo, del macarra cl¨¢sico que de pronto era capaz de arrancarse a cantar una canci¨®n de David Bisbal al objeto de sus desvelos. ¡°Al final tuvo la suficiente inteligencia para saber cu¨¢ndo ten¨ªa que abandonar ese papel y empezar a hacer otra cosa ¨Creflexiona Viruete¨C. Pero creo que a¨²n no ha conseguido reinventarse. Tiene novia formal, ha suavizado el discurso... Lo est¨¢ intentando, pero antes Rafa Mora era el gallo m¨¢s grande de Mujeres y hombres y ahora es un colaborador m¨¢s en S¨¢lvame. Necesita protagonizar alg¨²n gran momento en su nueva identidad¡±.
En el momento ¨¢lgido del ¨¦xito del programa, Rafa Mora recorr¨ªa las discotecas de Espa?a atrayendo multitudes de j¨®venes que vest¨ªan, hablaban y actuaban como ¨¦l, o al menos lo intentaban. Algunos de ellos acababan siendo a su vez tronistas o participantes de otros programas de televisi¨®n, con lo que el concepto se retroalimentaba. Desarrolla Diana Aller: ¡°Han sido 13 a?os de emisi¨®n y esto ha influido much¨ªsimo a los estilismos de otros programas como Gran Hermano, donde ten¨ªan una vestimenta y un tipo de ser que fue mutando del todo al de los participantes de Mujeres y hombres y viceversa. ?Los chicos eran tal cual! Me acuerdo por ejemplo de Suso, un chico musculado y guapo que entr¨® en Gran Hermano en el momento ¨¢lgido del programa¡±. En un ejercicio de coherencia, Suso acabar¨ªa siendo tambi¨¦n tronista, en el tour habitual por los shows de Telecinco ¨DMujeres y hombres, Gran Hermano, Gran Hermano VIP, Supervivientes, luego La isla de las tentaciones¨D que acaban dando los ¨Den principio¨D personajes an¨®nimos que demostraban mayor carisma y tir¨®n popular.
Se daba la circunstancia, adem¨¢s, de que los looks m¨¢s representativos de este estereotipo eran hasta hac¨ªa muy poco patrimonio de parte del mundo gay. Alaska reflexionaba sobre esto en 2013 en una entrevista concedida a El Pa¨ªs Semanal: ¡°Llega un momento en que ves a los poligoneros con los pendientes y brillantes y las cejas depiladas, la camiseta, el m¨²sculo y piensas: ¡®Pues me parece a m¨ª que no, que no es gay, me est¨¢ fallando el radar¡¯. Hemos triunfado, hemos impuesto est¨¦ticas extremas que hace tiempo eran de maricones, de putas y de travestis. Me encanta¡±.
Algo similar es lo que ha sucedido con la exhibici¨®n del f¨ªsico de los hombres, convertido en objeto de deseo y lucimiento a un nivel muy similar en el que lo llevan siendo durante d¨¦cadas los cuerpos femeninos. Esta cosificaci¨®n en su d¨ªa estaba asociada a las aplicaciones de ligue para gais y luego al mundo tronista, pero hoy es ya omnipresente. ¡°MYHYV normaliz¨® ciertas cosas como mostrar el torso masculino a la m¨ªnima¡±, comenta Diana Aller. ¡°Tenemos que agradecerle ese desprejuicio del cuerpo masculino, que por otro conlleva unas exigencias tremendas ya que son cuerpos esculturales los que han pasado a ser normativos por culpa de o gracias a ellos. Ha cambiado much¨ªsimo la est¨¦tica masculina. Ahora es una est¨¦tica muy hedonista, son ellos frente al espejo o la c¨¢mara, adoptan esas poses en sus citas y, desde hace a?os, en Instagram¡±.
En parte, si el universo tronista ha llegado a ser tan reconocible es porque logr¨® trascender esa etiqueta de choni para pasar a ser incluso algo aspiracional ligado a lo elitista. Baptiste concuerda: ¡°Se ha borrado la frontera y lo que ve¨ªamos antes como algo vulgar y ordinario ahora puede molar y se puede reivindicar. Es, por ejemplo, todo lo que ocurre con el chandalismo o lo cani¡±. ¡°Ahora el reguet¨®n suena en cualquier reservado con botellas a 1.000 euros¡±, concluye Alfredo. ¡°Y marcas como Vetements o Balenciaga llevan a?os investigando el chonismo y la est¨¦tica de portero de discoteca¡±. Durante una charla con EL PA?S, el estilismo y experto en moda Josie tambi¨¦n dej¨® su opini¨®n sobre el triunfo de la ropa deportiva sobre la de vestir: ¡°Ahora mismo, cuanto menos huelas a colonia, m¨¢s ligas. Nos hemos vuelto m¨¢s primitivos: la gente prefiere oler a piel que a ?lvarez G¨®mez. Hoy la elegancia tira para atr¨¢s a un p¨²blico masivo¡±.
En su d¨ªa, el aspecto de hombre musculado, acicalado y exfoliado recibi¨® el nombre de spornosexual, que se diferenciaba del metrosexual en que ya no se cuidaba y no abrazaba su lado femenino para atraer a las mujeres, sino para conquistarse a s¨ª mismo desde el espejo. ?dolos ajenos a la ¨®rbita de la telerralidad, como Cristiano Ronaldo o Mario Casas, se han apuntado tambi¨¦n a esa est¨¦tica. ?Copiaron a los tronistas? No. ?Y al rev¨¦s? Tampoco. Todo forma parte de un pacto entre los medios y las marcas y la propia sociedad para poner el sexo sobre la mesa, para celebrar la piel y la carne como nunca antes. El tronista podr¨ªa ser la respuesta masculina a la est¨¦tica de las Kardashian. El famoso programa de telerrealidad de las hermanas (que tambi¨¦n llega este a?o a su fin) comenz¨® a emitirse solo un a?o antes que Mujeres y hombres y viceversa. En 2009 llegar¨ªa Jersey Shore, que en Espa?a conoci¨® su adaptaci¨®n (Gand¨ªa Shore) en 2012. ?Acabaron cruz¨¢ndose los caminos de tronistas, participantes de Gand¨ªa Shore y programas y concursos de Telecinco? Por supuesto.
Puede que su est¨¦tica est¨¦ ya tan aceptada que se haya desligado del todo del mundo tronista, pero est¨¢ por ver si otros aspectos del concepto, un tanto m¨¢s conflictivos por estar asociados a la masculinidad t¨®xica, hacen lo mismo. ¡°El desgaste natural, la pandemia, La isla de las tentaciones [hija natural de Mujeres y hombres y viceversa y su firme sucesora a la hora de crear nuevas celebridades para Mediaset] y las redes sociales han terminado con el tronista¡±, resume Aller. Pero, puede que con otro nombre y completamente desligado del programa que lo vio nacer, algunos vaticinan que este estereotipo masculino sobrevivir¨¢. ¡°Mucho chaval necesita ese faro para orientarse ante tanto mensaje que le confunde¡±, remata Jos¨¦ Viruete. ?Es el faro m¨¢s adecuado? Puede que no, pero s¨ª es el que m¨¢s brilla.
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