M¨¢s anomal¨ªas, m¨¢s pr¨®rrogas
Casado bloquear¨¢ la renovaci¨®n del CGPJ, que exige tres quintos del Parlamento, hasta que haya un Gobierno que le guste
La perplejidad suele ser excelente compa?era de la investigaci¨®n. Es muy probable que el desconcierto reconocido por la comunidad cient¨ªfica a prop¨®sito de un fen¨®meno visto ahora en el universo, y cuya existencia es imposible seg¨²n los actuales saberes, lleve en el futuro a grandes avances en el conocimiento.
Pero todo lo que tiene de maravillosa la perplejidad en la ciencia lo tiene de perjudicial en la pol¨ªtica. Asombroso, y da?ino, fue esta semana que el presidente del Partido Popular, Pablo Casado, anunciara que no permitir¨¢ la renovaci¨®n de los ¨®rganos constitucionales, muy especialmente la del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), cuyos 20 miembros debieron cesar hace ya un a?o y nueve meses.
La perplejidad la produce el hecho de que la renovaci¨®n de los ¨®rganos constitucionales no es un derecho atribuido a los partidos pol¨ªticos por la Constituci¨®n, sino una obligaci¨®n, terminante, del Parlamento. El l¨ªder del PP est¨¢ anunciando, en la pr¨¢ctica, que piensa boicotear el funcionamiento del Congreso y que le impedir¨¢ cumplir con su obligaci¨®n constitucional.
La Constituci¨®n establece tres poderes del Estado, legislativo, ejecutivo y judicial (a prop¨®sito, no es ning¨²n poder del Estado la Casa de SM el Rey, sino parte de la Administraci¨®n), cuyos ¨®rganos de funcionamiento quedan regulados en el plano temporal. El ejecutivo tiene un plazo m¨¢ximo de cuatro a?os, al igual que el Parlamento, mientras que el CGPJ debe cambiar cada cinco a?os. Hasta ahora a nadie se le ha ocurrido que diputados y senadores se prorroguen su mandato dos o tres a?os, a conveniencia de un partido. El Parlamento cesa cuando toca y es inevitable convocar elecciones. El anterior titular del Ejecutivo, Mariano Rajoy, estableci¨® un precedente inconcebible ocupando el cargo de presidente del Gobierno ¡°en funciones¡± m¨¢s de 400 d¨ªas. Pero en el caso del Poder Judicial la anomal¨ªa democr¨¢tica es todav¨ªa m¨¢s extra?a porque lo que el se?or Casado anuncia es la pr¨®rroga indefinida del mandato de sus 20 vocales. Bloquear¨¢ su renovaci¨®n (que exige los tres quintos del Parlamento) hasta que haya un Gobierno que le guste.
Las anomal¨ªas en el funcionamiento de las instituciones democr¨¢ticas han sido en la ¨²ltima d¨¦cada tan abrumadoras que resulta imposible que los dirigentes pol¨ªticos no sean conscientes del enorme coste que tiene ese deterioro. Otra cosa es que no les importe que la sociedad lo pague. Donde quiera que se mire se aprecia esa especie de normalizaci¨®n de lo anormal. En Catalu?a, por ejemplo, se ha asumido que el Gobierno de Quim Torra no gobierne, sino que se limite a acampar en el palacio de la Generalitat, sin que el Parlament exija responsabilidades. La ¨²ltima anomal¨ªa no procede de la oposici¨®n, sino del propio Gobierno. Esta misma semana, Pedro S¨¢nchez y Pablo Iglesias han anunciado que van a empezar a negociar entre ellos los Presupuestos Generales del Estado para 2021. Dado que cuando formaron Gobierno en enero de este a?o ya sab¨ªan que estaban ejecutando un presupuesto que se aprob¨® en el Parlamento en 2017 y que (otra extra?eza m¨¢s) ha venido siendo prorrogado hasta ahora, ?c¨®mo es posible que la negociaci¨®n comience en septiembre? ?Qu¨¦ explicaci¨®n pueden dar a que todav¨ªa no exista un proyecto concreto de presupuesto del Gobierno (de coalici¨®n, s¨ª, pero un ¨²nico Gobierno)? Todo lo que sabemos los ciudadanos son declaraciones gen¨¦ricas: ser¨¢ progresista e inclusivo. Muy bien, pero no quiere decir gran cosa. ?Cu¨¢ntos empleos se comprometen a crear? ?En qu¨¦ sectores productivos? ?Qu¨¦ ayudas habr¨¢ para aquellos a los que se deje caer? Inquieta escuchar que los Presupuestos que se aprueben para 2021 podr¨¢n servir hasta 2023. ?M¨¢s anomal¨ªas y m¨¢s pr¨®rrogas?
La Constituci¨®n permite, claro est¨¢, que tres Presupuestos sucesivos busquen los mismos objetivos, pero no que se presente un ¨²nico presupuesto para tres a?os. Si los dipu?tados no son capaces de elaborar un presupuesto anual, simplemente est¨¢n faltando a su deber.
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