Referentes de nuestro tiempo
Reconforta la mayor¨ªa an¨®nima y silenciosa de ciudadanos que no pierde los papeles y sigue adelante sin volverse loca. Uno sabe que depende de s¨ª mismo y debe mantener la calma
?Qu¨¦ nos est¨¢ queriendo decir Dios con esta pandemia? Es una variable del caos que un ateo e incluso muchos creyentes probablemente no se planteen, pero otros s¨ª. Por ejemplo, Filaret, el patriarca ortodoxo de Ucrania, se dio esta respuesta: ¡°Es un castigo de Dios por la homosexualidad¡±. El misterio religioso se hizo a¨²n m¨¢s profundo con lo que pas¨® despu¨¦s: el propio Filaret, el pobre, de 91 a?os, tiene el coronavirus. ?Qu¨¦ nos est¨¢ queriendo decir Dios? ?Que Filaret es homosexual o que es tonto? ?O las dos cosas? ?Por cu¨¢l de ellas le habr¨ªa castigado y, es m¨¢s, es piadoso dejarnos con esa duda que enrarece a¨²n m¨¢s el ambiente? ?O es todo casualidad, pero una casualidad muy graciosa? ?Tiene Dios sentido del humor siendo uno de los m¨¢s grandes enigmas de la Biblia la total ausencia de sentido del humor en sus p¨¢ginas, adem¨¢s de no explicar la existencia del mal?
Dudas no menos trascendentes nos asaltan sobre el rumbo de la historia. La portavoz del PP, Cayetana ?lvarez de Toledo, que clam¨® durante la pandemia que todo era un plan secreto del Gobierno para instaurar un r¨¦gimen bolchevique, ha acabado denunciando la falta de libertad de su propio partido, que la ha purgado de forma fulminante. Muchos seguimos atenazados esperando a ver si aprueban un plan quinquenal, aunque la verdad, sacar una vez al a?o unos Presupuestos ya es una odisea.
El sentido de la cat¨¢strofe puede ir incluso m¨¢s all¨¢, como un matrimonio veneciano que, visto el apocalipsis y convencidos de que la tierra es plana, se propuso llegar navegando hasta el borde. Total, de perdidos al r¨ªo, o al vac¨ªo c¨®smico, debieron de pensar. Burlando el confinamiento, viajaron a Sicilia, vendieron all¨ª su coche, compraron un barco y se hicieron a la mar. Quedaron a la deriva y fueron rescatados al borde, pero de la deshidrataci¨®n. Tras ser arrestados, se escaparon y volvieron a embarcarse, para ser rescatados de nuevo. Se quedaron sin ver las monta?as de hielo de color esmeralda vigiladas por guardianes milenarios que constituyen, seg¨²n sus creencias, el l¨ªmite de este mundo tan plano. Que se orientaran con una br¨²jula, basada en realidad en el magnetismo de un planeta redondo, no hace m¨¢s que aumentar la confusi¨®n.
Es inevitable referirse a Donald Trump. Ahora sabemos, gracias a grabaciones del periodista Bob Woodward, que ya en febrero sab¨ªa que el virus era letal, aunque luego se pas¨® semanas quit¨¢ndole importancia. Preguntado al respecto este mi¨¦rcoles, le ha seguido quitando importancia a eso mismo, lo hac¨ªa para animar: ¡°Soy un cheerleader para este pa¨ªs¡± (Por favor, no recreen la imagen en su cabeza, luego es dif¨ªcil quit¨¢rsela). Es gracioso que usara esa frase, porque es la misma que emple¨® en abril para atacar a la Organizaci¨®n Mundial de la Salud y amenazarle con suspender su financiaci¨®n. En su opini¨®n se hab¨ªa equivocado en las previsiones de la pandemia: ¡°Podr¨ªan haberlo dicho meses antes. Deber¨ªan haberlo sabido y probablemente lo sab¨ªan¡±. Que es lo mismo que ahora sabemos que hizo ¨¦l, esto desanima mucho.
Con este panorama reconforta la mayor¨ªa an¨®nima y silenciosa de ciudadanos que no pierde los papeles y sigue adelante sin volverse loca. Con estos referentes, uno sabe que depende de s¨ª mismo y debe mantener la calma. En los d¨ªas de baj¨®n, para animarse, piensen en los del Tsunami Democr¨¤tic, que se iban a comer el mundo. Con lo bien preparado que lo ten¨ªan todo, el plan de negocio, kilos de pegatinas encargadas, nos iban a dar el verano y ahora teletrabajando en casa, sin poder invadir un triste aeropuerto o algo.
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