Despu¨¦s ser¨¢ demasiado tarde
Dada la extensi¨®n de la covid-19, ?se puede afirmar que lo peor ha pasado o faltan cosas que ver?
Despu¨¦s ser¨¢ demasiado tarde. As¨ª se titula el informe que Oxfam Interm¨®n ha elaborado para calcular el impacto del coronavirus sobre la pobreza en Espa?a: hay 1,1 millones de ciudadanos pobres m¨¢s en un semestre. Siendo esto tan significativo, es solo uno m¨¢s de los pron¨®sticos sobre la parte m¨¢s vulnerable de la sociedad. Por ejemplo, al tiempo en que se publicaba ese informe, la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusi¨®n proporcionaba datos que complementan al anterior: entre el inicio de la Gran Recesi¨®n (a?o 2008) y el comienzo de la covid-19 (marzo de 2020), se incorpor¨® al ej¨¦rcito de pobres en nuestro pa¨ªs otro mill¨®n de personas (en total, cerca de los 12 millones). No es extra?o que el presidente del Banco Mundial, David Malpass, tras calificar la situaci¨®n como ¡°depresi¨®n¡± (que supondr¨¢ una de las crisis mayores del capitalismo) y no una mera recesi¨®n, avisara de que el virus dejar¨¢ en el planeta hasta 150 millones de personas m¨¢s bajo el umbral de la pobreza, alejando el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Lo m¨¢s valioso del informe de Oxfam es la incorporaci¨®n del factor tiempo al an¨¢lisis. Ocho meses despu¨¦s del inicio de las dificultades sanitarias, estas no se han acolchado, como se previ¨® en un principio: la pandemia dura m¨¢s y sus contagios son exponenciales. En palabras de la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, ¡°todos los pa¨ªses afrontan una escalada larga, desigual e incierta, y propensa a los reveses¡±. No hay mejor definici¨®n. El cuadro macroecon¨®mico de Espa?a en 2020 ¡ªel m¨¢s pesimista de los pa¨ªses de nuestro entorno¡ª, elaborado por el propio FMI, es dantesco: decrecimiento de casi el 13% del producto interior bruto, desempleo de casi el 17% de la poblaci¨®n activa, d¨¦ficit del 14% y una deuda p¨²blica del 123%. Ning¨²n ciudadano vivo ha conocido una situaci¨®n parecida. Si Gurb, el extraterrestre de Eduardo Mendoza, aterrizase ahora despu¨¦s de haber pasado en Espa?a las ¨²ltimas Navidades, ser¨ªa incapaz de entenderlo.
En esta ocasi¨®n Europa ha reaccionado como un aliado, no como una madrastra malvada. Se ha olvidado de austeridades prematuras y ha proporcionado abundante munici¨®n para ayudar a los pa¨ªses con problemas: liquidez infinita del Banco Central Europeo para dome?ar la prima de riesgo, un fondo para mitigar los golpes de la covid en el paro (100.000 millones de euros, de los cuales m¨¢s de 20.000 ser¨¢n para nuestro pa¨ªs, dirigidos en buena parte a financiar los expedientes de regulaci¨®n temporal de empleo) y un fondo de reconstrucci¨®n de 750.000 millones de euros, de los cuales hay asignados 140.000 millones, en distintas modalidades (transferencias y pr¨¦stamos) para Espa?a.
La inquietud de los gobernantes
La principal inquietud de los gobernantes sobre este fondo ha sido, hasta ahora, su tardanza en activarse: en qu¨¦ momento tendr¨¢ todos los vistos buenos y se habr¨¢n superado las condicionalidades econ¨®micas (en qu¨¦ se invertir¨¢n los euros) y pol¨ªticas (si los pa¨ªses receptores cumplen a rajatabla las normas del Estado de derecho caracter¨ªsticas del viejo continente). Cu¨¢ndo se podr¨¢ disponer del dinero e introducirlo en los Presupuestos del Estado del a?o que viene. El factor tiempo. Las sensaciones que llegan de Bruselas son de que l¨¢nguidamente todo se va retrasando y que el impacto de este fondo se notar¨¢ m¨¢s en el medio y largo plazo que en el corto.
Hay otros interrogantes que se multiplican conforme la pandemia se ampl¨ªa y aumentan los agujeros negros de la econom¨ªa: ?lo peor ha quedado atr¨¢s o tendremos nuevas cosas que ver?; ?ser¨¢n suficientes los 750.000 millones de euros ya programados, con extremas dificultades y divisiones entre los pa¨ªses en el seno de la Comisi¨®n Europea, o se quedar¨¢n cortos para cumplir sus objetivos?; ?c¨®mo reaccionar¨¢n los pa¨ªses a los problemas que ya est¨¢n surgiendo en el corto plazo, muchos de ellos angustiosos? Y todo ello en una coyuntura en la que Espa?a figura al frente de la lista de los pa¨ªses europeos en dificultades. Nada bueno.
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