Judith Butler: ¡°Si Trump gana, destrozar¨¢ la democracia tal y como la conocemos¡±
La fil¨®sofa estadounidense, estrella del pensamiento de nuestros d¨ªas y abanderada de la teor¨ªa ¡®queer¡¯, carga contra los republicanos en EE UU y defiende los derechos de las personas trans
![La fil¨®sofa Judith Butler, en Barcelona en 2015.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/F3WKPU3NGJCSXKECXGOAODGSPU.jpg?auth=e64713ed9960562d53e023a9936b2a2f4e712c1ff6d53201b570af4302d23cf3&width=414)
Como un interruptor planetario, el coronavirus ha arrojado una nueva luz a crisis como el calentamiento global, los populismos o las desigualdades econ¨®micas y sociales. En este escenario, los movimientos feministas, antirracistas, LGTBI+ y a favor de la justicia social claman por un futuro que no sea una condena.
La figura de la pensadora Judith Butler (Cleveland, 1956) es clave en este magma de luchas, porque sus reflexiones alimentan algunos de los debates que definen nuestro tiempo: la necesidad de reconocer y respetar la variedad de personas que habitan el mundo, y la denuncia de la violencia institucional contra poblaciones enteras que no se ajustan a la categor¨ªa de lo normal: pobres, refugiados, migrantes, ind¨ªgenas, las personas con sexo y g¨¦nero no normativo y las mujeres que suman dos o m¨¢s de estas etiquetas.
Entre otras cuestiones, Butler es conocida por la tesis de su libro El g¨¦nero en disputa (1990), seg¨²n la cual el sexo es una representaci¨®n ¡ªun concepto desarrollado a partir de la afirmaci¨®n de Simone de Beauvoir de que la mujer no nace, sino que se hace¡ª y no una identidad inamovible. A partir de su noci¨®n del g¨¦nero, Butler dinamita otras supuestas verdades incuestionables, iluminando el andamiaje del poder que dan forma y discurso a lo que se considera natural o posible. Estos d¨ªas publica Sin miedo. Formas de resistencia a la violencia de hoy (Taurus), un compendio de conferencias en las que denuncia las mil caras de la violencia institucional.
Profesora de Literatura Comparada de la Universidad de California, vive en San Francisco con su pareja, Wendy Brown, polit¨®loga en la misma universidad. Un d¨ªa ambas le preguntaron a su hijo c¨®mo llevaba que sus dos progenitoras fueran queer (con una identidad de g¨¦nero y sexual diferente) a lo que respondi¨®: ¡°Esa no es la parte dif¨ªcil. Lo dif¨ªcil es que las dos sean acad¨¦micas¡±. Corre el mes de septiembre y Butler responde al tel¨¦fono.
PREGUNTA.?Ante la pandemia, la crisis econ¨®mica y la polarizaci¨®n pol¨ªtica, ?c¨®mo vivir sin miedo?
RESPUESTA.?Lo que estamos viviendo no es un problema de ahora. Forma parte de nuestro modo de vida, y ahora se ha acelerado. Todos vivimos con miedo. El Gobierno de Trump no ha dado muestras de preocuparse por la epidemia, las personas o el clima, pero nuestro miedo com¨²n nos puede ayudar a sumar fuerzas y agilizar las acciones de todos los movimientos sociales para establecer pr¨¢cticas de justicia social.
P.?Michel Foucault afirm¨® que el poder decide a qui¨¦n deja morir.
R.?Hay que aprender a saber de d¨®nde provienen todos los tipos de violencia. Muchas veces identificamos la violencia con las guerras, la brutalidad policial o las violaciones. Es un tipo de violencia en la que sabes qu¨¦ grupo busca destrozar a otro. Pero la violencia tiene muchas otras formas y hay que aprender a identificarlas. Son, por ejemplo, las pol¨ªticas que abandonan a los migrantes a su suerte o los encierra en centros de detenci¨®n donde los deja morir por la covid-19, o las que permiten que haya regiones en ?frica en situaci¨®n de hambruna sin activar ninguna intervenci¨®n internacional. As¨ª se deja morir a personas sin bombardear o disparar. Es crucial entender c¨®mo funciona la violencia pol¨ªtica para desmantelar la idea de que unas vidas valen m¨¢s que otras.
![Judith Butler en una imagen de archivo durante una visita de la fil¨®sofa a Barcelona, en 2015.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/LQ7XJYJXXVBWZEZLIVAD7JLFGE.jpg?auth=02e088d24541142bb1bed8ae27b9916f45126b65fc0f785e05b4cd527cfc7cbb&width=414)
P.??La nueva ola de movimientos que cuestionan el statu quo est¨¢ consiguiendo una transformaci¨®n real?
R. S¨ª, creo que est¨¢n liderando un cambio de verdad. En Latinoam¨¦rica, el movimiento feminista est¨¢ siendo una fuerza de cambio muy importante. Y en Europa los activistas del clima est¨¢n teniendo impacto real en las pol¨ªticas de la UE. Pero hay que encontrar la forma de acercar los movimientos sociales a las pol¨ªticas electorales. En EE UU, entre los dem¨®cratas, hab¨ªa personas progresistas socialmente hablando, como Bernie Sanders o Elizabeth Warren, pero perdieron, y lo que tenemos ahora es un centrista ¡ªJoe Biden¡ª que toma distancias sobre derechos raciales o movimientos sociales porque a algunos de estos movimientos se los identifica falsamente como violentos. Si exceptuamos la figura de Alexandria Ocasio-Cortez, la brecha entre la pol¨ªtica electoral y los movimientos sociales es muy grande, y eso es un problema. Hay que luchar para que eso cambie.
P.??Y c¨®mo se consigue? ?Es la tecnolog¨ªa una posible respuesta?
R.?Quiz¨¢s s¨ª. Con la pandemia hemos visto c¨®mo se han disparado las conversaciones transregionales para compartir conocimiento entre diferentes pa¨ªses, idiomas y culturas. Necesitamos figuras comprometidas que entiendan la importancia de escucharnos unos a otros. Tenemos que avanzar en el desarrollo de la tecnolog¨ªa, no como instrumento de vigilancia, sino de liberaci¨®n. Necesitamos interconectarnos globalmente para frenar la violencia y la destrucci¨®n del planeta. Hay que formar un movimiento de solidaridad global.
P.?Usted critica el marco acad¨¦mico que defiende que lo que se puede pensar ya est¨¢ establecido.
R.?La Universidad es un lugar crucial para la construcci¨®n de nuevas culturas pol¨ªticas. Y me preocupa que en algunas universidades del mundo se den ataques contra ciertos estudios, como son los de g¨¦nero. Hay disciplinas acad¨¦micas que quieren mantener sus cuotas de poder. Son como clubes cerrados que no aceptan ning¨²n tipo de conocimiento que provenga de fuera. La Universidad debe promover un di¨¢logo abierto con los movimientos sociales, salir de sus muros y llegar donde vive la gente. Si no, el mundo acad¨¦mico corre el peligro de perder contacto con el mundo real.
P.?Usted denuncia la ficci¨®n de independencia individual y aboga por la noci¨®n de interdependencia.
R.?El feminismo lleva mucho tiempo denunciando la falsa idea de autosuficiencia en el humano, como si pudiera funcionar, aprender o cuidarse por s¨ª solo. Esa autosuficiencia y ese individualismo es una construcci¨®n. El ideal de individuo que vive en radical independencia es una ilusi¨®n de la cultura del individualismo, una cultura promovida por el capitalismo. Nadie puede sobrevivir sin la ayuda de los dem¨¢s. Todos somos interdependientes, debemos ayudarnos unos a otros, y esta noci¨®n es extensible a nuestro propio planeta. Hay que asumir la responsabilidad de organizar nuestra sociedad para que todos tengamos las necesidades cubiertas. Es una proposici¨®n b¨¢sica que busca la dignidad y la igualdad del valor de todas las vidas.
P.?Hablando de dignidad, ?qu¨¦ opina del debate sobre el g¨¦nero de las personas trans en voces como la de la escritora J. K. Rowling?
R.?Las declaraciones de J. K. Rowling me enfadaron. Con sus palabras niega la dignidad de las personas trans. Reniega de la realidad. Y las feministas que sustentan sus declaraciones siguen creyendo que la anatom¨ªa y la biolog¨ªa definen el g¨¦nero. Eso significa rechazar a Simone de Beauvoir, rechazar la segunda ola del movimiento feminista. El feminismo es una lucha por la igualdad entre hombres y mujeres, pero tambi¨¦n es una investigaci¨®n sobre el g¨¦nero en s¨ª mismo, m¨¢s all¨¢ de las categor¨ªas de hombre o mujer, y ello no nos viene determinado a partir del sexo asignado cuando naces. Incluso cuando hablamos de sexo biol¨®gico, de lo que dictan las instituciones m¨¦dicas y legales, son muchas las personas que no aceptan esta asignaci¨®n, porque tratar de vivir dentro de los muros de esa asignaci¨®n sexual impuesta les supone una fuente de sufrimiento enorme. Esas personas tienen derecho a vivir como ellas consideren, a ser y expresarse como ellas decidan, sea en cuesti¨®n de sexo o g¨¦nero. Y nadie, ni siquiera J. K. Rowling, puede arrogarse el derecho a negar esa realidad.
P.??Cree que el problema reside en que el sistema de pensamiento binario (masculino/femenino, el bien/el mal, tan anclado en nuestro subconsciente) es pobre?
R.?S¨ª. No recoge c¨®mo las personas viven en realidad, c¨®mo piensan o c¨®mo se consideran a s¨ª mismas o c¨®mo explican su propia experiencia de vivir en este mundo. Hay que aprender a escuchar. Si no aprendemos que no hay solo dos, sino m¨²ltiples realidades, estamos siendo crueles con millones de personas. Si imponemos compartimentos estancos en sus vidas estamos produciendo sufrimiento. Las instituciones deben escuchar lo que dicen las comunidades sobre su propia realidad.
P.??C¨®mo percibe el estado de la democracia en Estados Unidos?
R. Creo que Trump y muchos de sus votantes buscan destrozar la democracia en EE UU. Trump ya ha advertido de que tal vez no abandone su puesto aunque ganen los dem¨®cratas. Tambi¨¦n usa la ley para quebrar las propias leyes, y tiene problemas a la hora de aceptar lo que deciden los tribunales de justicia. Adem¨¢s, est¨¢ tratando de quebrar la confianza en las urnas. Si gana, destrozar¨¢ la democracia tal y como la conocemos, y si pierde y se niega a dejar su puesto, viviremos una situaci¨®n revolucionaria en las calles.
P.??Qu¨¦ cree que pasar¨¢ en las elecciones de noviembre?
R.?Creo que Trump perder¨¢ la votaci¨®n. Otra cuesti¨®n diferente ser¨¢ el proceso de salida de la presidencia y lo que ello significar¨¢ para nuestra democracia. Al menos no tiene el soporte de los militares, algo que s¨ª tienen muchos dictadores. Convertirse en dictador es posiblemente una de las fantas¨ªas de Trump. Lo que s¨ª tiene son abogados y personas en puestos clave del Gobierno. Har¨¢ lo que sea por mantenerse en el poder.
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