Silvina Garc¨ªa Larraburu, la senadora argentina que pas¨® del ¡®no¡¯ al ¡®s¨ª¡¯ al aborto
Vot¨® contra la interrupci¨®n legal del embarazo en su pa¨ªs en 2018. El mes pasado cambi¨® de opini¨®n
Los manifestantes antiaborto recrearon un cementerio de beb¨¦s frente a la casa de la senadora Silvina Garc¨ªa Larraburu el 29 de diciembre, horas antes de que votase a favor de la ley de interrupci¨®n voluntaria del embarazo. ¡°Fue como el corolario de todos los mensajes amenazantes que me llegaban. Muchos eran perfiles ap¨®crifos. Viralizaron mi tel¨¦fono, y en dos d¨ªas recib¨ª m¨¢s de 5.700 mensajes y 2.500 llamadas¡±, cuenta por tel¨¦fono desde Bariloche, la ciudad de Patagonia donde naci¨® el 16 de enero de 1969.
El escrache no amedrent¨® a esta peronista decidida a cambiar de voto respecto a 2018. En aquel entonces, se impusieron sus convicciones religiosas. A lo largo de los dos a?os siguientes, reconoce, empez¨® a pensar que, m¨¢s all¨¢ de sus creencias personales, el asunto de los embarazos no deseados requiere de pol¨ªticas p¨²blicas. ¡°Fue un proceso de deconstrucci¨®n que tiene que ver con las nuevas generaciones, con legislar para ellas¡±, asegura.
Larraburu defendi¨® al borde de las l¨¢grimas el proyecto de ley impulsado por el Gobierno de Alberto Fern¨¢ndez, que garantiza poder interrumpir el embarazo de forma legal, segura y gratuita en el sistema de salud hasta la semana 14. La votaci¨®n, que acab¨® con 38 votos a favor, 29 en contra y una abstenci¨®n, entierra una ley vigente desde 1921, que lo consideraba delito excepto en caso de violaci¨®n o riesgo para la vida de la madre. Decenas de miles de personas escucharon las palabras de Larraburu en pantallas gigantes fuera del Congreso argentino: ¡°Mi voto es por una mujer libre, que pueda actuar, que pueda decidir seg¨²n su propia conciencia. Mi voto es un voto deconstruido, es un voto afirmativo¡±. Manifestantes a favor de la legalizaci¨®n estallaron en aplausos tras su discurso. Al otro lado de una plaza dividida por vallas, sus palabras fueron recibidas con abucheos y oraciones.
En pocos pa¨ªses despierta hoy la pol¨ªtica una pasi¨®n y rivalidad como las de Argentina. Adem¨¢s de la movilizaci¨®n en las calles, la sesi¨®n de 12 horas de debate legislativo tiene m¨¢s de un mill¨®n de visualizaciones en YouTube. A Larraburu la pol¨ªtica le viene de familia, concretamente de la rama materna, de origen vasco. Su bisabuelo, Mart¨ªn Larraburu, fue alcalde de un municipio de la provincia de La Pampa durante 26 a?os en la primera mitad del siglo XX. Los padres de Larraburu se asentaron m¨¢s al sur, en la patag¨®nica provincia de R¨ªo Negro, pero el inter¨¦s por la pol¨ªtica se mantuvo. ¡°Vengo de una familia mixta. Mi pap¨¢ ultraperonista y militante; mi mam¨¢, radical¡±, cuenta. En la biblioteca de casa hab¨ªa libros de ambos pensamientos y su infancia transcurri¨® entre reuniones y asados de fin de semana con debates acalorados, pero respetuosos. ¡°Nunca vi la intolerancia que nos atraviesa en la actualidad¡±, dijo en 2018. Lo mantiene dos a?os despu¨¦s, a ra¨ªz de las amenazas recibidas. ¡°Esta situaci¨®n no puede repetirse, hay que ser respetuoso con las reglas de la democracia. En el escrache hab¨ªa m¨¢s intencionalidad pol¨ªtica que ¨¦tica. Tambi¨¦n me llam¨® la atenci¨®n el grado de violencia de algunos que dicen ser cristianos. Yo creo que dios es un ser mucho m¨¢s misericordioso que los que se dicen int¨¦rpretes terrenales de los mandatos divinos¡±, opina.
Larraburu acab¨® tomando partido por la ideolog¨ªa paterna y defini¨¦ndose como ¡°peronista hasta los huesos¡±. Antes, cuando era una adolescente rubia y alta de 17 a?os, fue coronada Reina Nacional de la Nieve en Bariloche, epicentro del turismo de esqu¨ª y monta?a. Se convirti¨® entonces en embajadora de su ciudad natal, que cambi¨® por Buenos Aires para estudiar Relaciones P¨²blicas. A su regreso, en 1995, dio el salto a la pol¨ªtica como concejal tras un breve paso laboral por el Invap, la joya de la investigaci¨®n nuclear y espacial argentina. En la d¨¦cada siguiente, durante el kirchnerismo (2003-2015), creci¨® bajo el ala del pol¨ªtico rionegrino m¨¢s poderoso, Miguel ?ngel Pichetto. Se distanci¨® de ¨¦l y se posicion¨® junto a Fern¨¢ndez de Kirchner cuando Pichetto comenz¨® a coquetear con el oficialismo tras la llegada de Mauricio Macri al poder.
La relaci¨®n con la expresidenta se tens¨® en 2018, al ser la ¨²nica de los nueve senadores del bloque del Frente de Todos en votar en contra del proyecto de legalizaci¨®n del aborto. La comunidad cient¨ªfica tambi¨¦n se sinti¨® defraudada por ella, que preside la comisi¨®n de ciencia y tecnolog¨ªa en la C¨¢mara Alta. ¡°Todos estamos trabajando en pro de la vida, eso se lo aseguro. Usted, desde el puesto pol¨ªtico que ocupa, y los cient¨ªficos generando conocimiento para la cura de enfermedades. Tiene la oportunidad de ofrecer derechos a los que menos tienen. Por favor, no la pierda¡±, le pidi¨® en una carta la vir¨®loga Andrea Gamarnik.
¡°Somos de una generaci¨®n bisagra, nos criamos con una serie de mandatos y obligaciones, del deber ser. Hoy cuando uno habla con los j¨®venes, quedamos anacr¨®nicos en nuestros planteos¡±, reconoce Larraburu. La misma Fern¨¢ndez de Kirchner se opuso al aborto legal durante sus dos mandatos presidenciales, pero vot¨® a favor como senadora en 2018, convencida por su hija Florencia y por las estudiantes al frente de la marea verde. Dos a?os y medio despu¨¦s, Larraburu ha seguido el mismo camino y celebra la sanci¨®n de la ley: ¡°Hicimos historia. Las nuevas generaciones nos abrieron los ojos¡±.
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