¡°Ich bin ein Madrile?o¡±
En esta nueva encrucijada hist¨®rica lo de Madrid es bastante peor que lo de Berl¨ªn en 1963, d¨®nde va a parar. Ahora los pa¨ªses que restringen la libertad suponen todo el mundo occidental
El 26 de junio de 1963, en plena Guerra Fr¨ªa, el presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy, lleg¨® a Berl¨ªn oeste, el trocito de la ciudad que hab¨ªa quedado como una isla en medio de la Alemania sovi¨¦tica. Una Alemania que en una de esas paradojas gracios¨ªsimas de la historia y del comunismo en general, decidieron llamar Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana. Ya ven que los juegos demenciales de palabras, como socialismo o libertad, no son de ahora. Tras la construcci¨®n del muro, el Berl¨ªn libre se comunicaba con el mundo exterior gracias a un puente a¨¦reo. As¨ª lleg¨® Kennedy, que en un discurso memorable defendi¨® la ciudad como emblema de libertad con una frase: ¡°Ich bin ein Berliner¡±. Lo dijo en alem¨¢n: ¡°Yo soy berlin¨¦s¡±. Pues bien, creo sin duda que ahora la cosa est¨¢ much¨ªsimo peor, y que si Kennedy tuviera que viajar hoy a alg¨²n sitio lo har¨ªa a Madrid, se sentar¨ªa en una terraza o se meter¨ªa en un atasco y dir¨ªa emocionado: ¡°Ich bin ein Madrile?o¡±.
En esta nueva encrucijada hist¨®rica lo de Madrid es bastante peor que lo de Berl¨ªn en 1963, d¨®nde va a parar. Pi¨¦nsenlo: ahora los pa¨ªses que restringen la libertad suponen todo el mundo occidental. Todos han ca¨ªdo en garras de la dictadura de la raz¨®n cient¨ªfica. En la frontera norte de Madrid est¨¢ la rep¨²blica socialista de Castilla y Le¨®n, con dur¨ªsimas limitaciones para combatir el coronavirus. Al sur no digamos, la rep¨²blica socialista de Andaluc¨ªa, y dentro la rep¨²blica comunista total de C¨¢diz, uno de los reductos m¨¢s tristes del planeta, como todo el mundo sabe. Si sales de Espa?a, que adem¨¢s no se puede, Francia, Alemania, Gran Breta?a, Italia, languidecen dirigidas por comunistas redomados, como el exdirigente de Goldman Sachs y expresidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, a quienes no les tiembla el pulso para encerrar a la gente en casa y, como denunci¨® Isabel D¨ªaz Ayuso al convocar elecciones, ¡°cierran los comercios y la hosteler¨ªa, destruyen el tejido empresarial, imponen c¨®mo pensar y c¨®mo vivir¡±. Solo Madrid resiste ahora y siempre a la tentaci¨®n de reforzar la atenci¨®n primaria y cosas as¨ª. Si Kennedy se subi¨® a una pasarela para observar el otro lado del muro de Berl¨ªn, en Madrid las familias llevan sus ni?os al puerto de Navacerrada y ante la llanura castellana les muestran el mundo sin libertad.
Tendr¨¢n que poner alambradas que la gente saltar¨¢ a la desesperada para intentar venir a tomarse un vermut. Se har¨¢n t¨²neles, partir¨¢n globos aerost¨¢ticos caseros para salir a cenar y pasar un poco del toque de queda, que a las doce est¨¢ la calle llena. Tambi¨¦n Madrid resiste gracias a su puente a¨¦reo, que trae de media Europa a turistas alemanes y franceses que en la ciudad paladean conmovidos el aire de libertad, ¡°esta forma de vivir a la madrile?a, que es ¨²nica¡±. Sin Kennedy, ya no s¨¦ qui¨¦n puede venir a Madrid a hacer un discurso, porque el mundo entero est¨¢ echado a perder. Quien mejor puede empatizar con nuestro Gobierno madrile?o a lo mejor es el presidente de China, donde tampoco te puedes fiar de lo que dicen, aseguran que todo va fenomenal y ya no hay restricciones de ning¨²n tipo.
Kennedy tambi¨¦n sufri¨® los bulos y las noticias falsas tras su discurso. Dijeron que se hab¨ªa equivocado al decir su frase en alem¨¢n, y como el Berliner es tambi¨¦n un popular pastel, lo que dijo realmente ser¨ªa algo as¨ª como: ¡°Yo soy un pastel de crema¡±. El berliner en Madrid se llama berlina o bomba de crema, y ahora que lo pienso ser¨ªa un lema mucho mejor que socialismo y libertad para D¨ªaz Ayuso: ¡°Yo soy una bomba (de crema pastelera)¡±.
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