Pasionaria fue la primera mujer que dirigi¨® un partido en Espa?a. Esta es la historia de un mito del comunismo
Dolores Ib¨¢rruri, que lider¨® el PCE durante 15 a?os, vivi¨® tiempos de miseria, perdi¨® cinco hijos y experiment¨® el exilio en Mosc¨². Fue determinante en la construcci¨®n del partido que ahora cumple un siglo

¡°Naciste para dar direcci¨®n a los vientos¡±, expres¨® Miguel Hern¨¢ndez en su poema Pasionaria. Dolores Ib¨¢rruri G¨®mez (Gallarta, Bizkaia, 1895-Madrid, 1989) perteneci¨® a la primera generaci¨®n de militantes comunistas, aquella que, deslumbrada por el resplandor de Octubre, rompi¨® con una socialdemocracia hundida por la inmolaci¨®n de la clase obrera europea en las trincheras de la Gran Guerra para volcarse en la construcci¨®n de un partido capaz de replicar la Revoluci¨®n bolchevique. De la mano del minero Juli¨¢n Ruiz ¡ªcon quien se cas¨® con 20 a?os en la parroquia de Gallarta el 19 de febrero de 1916¡ª, la hija de Antonio y de Juliana, aquella joven que vio frustrada su vocaci¨®n de formarse como maestra, cambi¨® los rituales cat¨®licos en el Apostolado de la Oraci¨®n por la militancia en el PSOE, en el que ingres¨® en diciembre de 1917.
Desde 1919, la Agrupaci¨®n Socialista de Somorrostro, a la que pertenec¨ªan, preconiz¨® la incorporaci¨®n a la Internacional Comunista. Al a?o siguiente, tras la escisi¨®n desencadenada por la direcci¨®n de las Juventudes Socialistas, se unieron al Partido Comunista Espa?ol, que en noviembre de 1921 se fusion¨® con el Partido Comunista Obrero Espa?ol (fruto de otra divisi¨®n en el PSOE) para alumbrar el Partido Comunista de Espa?a.
Hasta su designaci¨®n como miembro del Comit¨¦ Central en 1930, Pasionaria (seud¨®nimo que desde 1918 empleaba para firmar sus art¨ªculos en la prensa izquierdista) fue una militante m¨¢s en la cuenca minera vizca¨ªna, en una d¨¦cada marcada por la muerte temprana de sus hijas Esther, Azucena, Amagoya y Eva, v¨ªctimas de la miseria que azotaba a aquel modesto hogar. Fueron unos a?os cr¨ªticos tambi¨¦n para un Partido Comunista golpeado por la represi¨®n de la dictadura de Primo de Rivera y debilitado por su radicalismo y sectarismo, hasta el punto de que fue incapaz de comprender la trascendencia de la proclamaci¨®n de la II Rep¨²blica el 14 de abril de 1931. Ese d¨ªa, Dolores Ib¨¢rruri llev¨® a sus hijos, Rub¨¦n y Amaya, a la plaza del Ayuntamiento de Muskiz para compartir la alegr¨ªa popular.

El 30 de septiembre, dej¨® atr¨¢s la vida de ama de casa en Bizkaia, puso fin a su matrimonio y lleg¨® a Madrid para trabajar en el peri¨®dico del PCE, Mundo Obrero. A partir de 1933, ya como miembro del Bur¨® Pol¨ªtico y responsable de la Secretar¨ªa Femenina, tuvo un cierto protagonismo en el progresivo viraje de la estrategia del partido, singularmente al impulsar en 1934 la creaci¨®n del Comit¨¦ Nacional de Mujeres contra la Guerra y el Fascismo.
Elegida diputada por Asturias en la candidatura del Frente Popular en 1936, fue en las primeras semanas de la guerra cuando empez¨® a forjarse, en medio de la epopeya del primer pueblo que levant¨® las armas para detener el avance del fascismo, el mito de Pasionaria. Y con el impulso del potente aparato de propaganda de la Internacional Comunista su figura se convirti¨® en el icono universal de la resistencia republicana, acompa?ada de aquella consigna que sobresal¨ªa en el llamamiento del PCE a la ciudadan¨ªa contra la sublevaci¨®n militar y que ella ley¨® ante los micr¨®fonos de Uni¨®n Radio Madrid el 19 de julio de 1936: ¡°?No pasar¨¢n!¡±.

El Partido Comunista se transform¨® en una organizaci¨®n de masas y por su disciplina y sus posiciones pol¨ªticas y militares en el eje de la defensa de la Rep¨²blica democr¨¢tica, no sin tensiones con la ortodoxia ideol¨®gica que lo identificaba. Su papel fue crucial, por ejemplo, durante la dram¨¢tica defensa de Madrid en octubre y noviembre de 1936, cuando Dolores Ib¨¢rruri protagoniz¨® m¨ªtines en los cines Capitol o Monumental, en una ciudad bombardeada sin piedad por la aviaci¨®n franquista. En el ¨¢ngulo contrario, y como reflejo de las purgas de Stalin, a lo largo de 1937, el PCE despleg¨® una feroz campa?a dial¨¦ctica contra el POUM, catalogado como ¡°trotskista¡± y ¡°agente del fascismo¡±. El 10 de agosto, un mes y medio despu¨¦s del secuestro, asesinato y desaparici¨®n a manos de agentes sovi¨¦ticos de Andreu Nin (su secretario general), en un mitin en Valencia Pasionaria llam¨® a ¡°extirpar el trotskismo de las filas proletarias de nuestro pa¨ªs¡±.
La guerra termin¨® de la peor manera posible para la Rep¨²blica, tras el golpe del 5 de marzo de 1939 encabezado por el coronel Segismundo Casado, Juli¨¢n Besteiro y Cipriano Mera contra el Gobierno de Juan Negr¨ªn y su aliado m¨¢s leal, el PCE. Al d¨ªa siguiente, la dirigente comunista lleg¨® en avioneta a Or¨¢n y un mes y medio despu¨¦s a Mosc¨², donde junto con sus camaradas se sumergi¨® en un debate autocr¨ªtico acerca de las causas de la derrota. El estallido de la Segunda Guerra Mundial comprometi¨® al PCE con los intereses del Kremlin: a principios de 1940, en dos art¨ªculos Pasionaria defendi¨® la ocupaci¨®n de una parte de Polonia por las tropas sovi¨¦ticas. Tras la invasi¨®n de la ?URSS por la Alemania nazi el 22 de junio de 1941, a trav¨¦s de los micr¨®fonos de Radio Espa?a Independiente (La Pirenaica) y de las emisoras sovi¨¦ticas, casi a diario Dolores Ib¨¢rruri ley¨® comentarios que llamaban a la unidad contra el fascismo en una guerra que el 3 de septiembre de 1942 la golpe¨® en lo m¨¢s ¨ªntimo, con la muerte de su hijo Rub¨¦n en los primeros combates de la batalla de Stalingrado. Miles de comunistas espa?oles contribuyeron heroicamente en la Resistencia francesa y en el Ej¨¦rcito Rojo a la derrota del nazifascismo.
En diciembre de 1945, la mayor¨ªa de los dirigentes del PCE se reunieron en Toulouse con motivo del 50? cumplea?os de quien, tras el suicidio de Jos¨¦ D¨ªaz en 1942 y la depuraci¨®n de Jes¨²s Hern¨¢ndez en 1944, ya era su secretaria general, la primera mujer en dirigir un partido espa?ol. Pablo Picasso asisti¨® a aquella celebraci¨®n y desde M¨¦xico Juan Rejano le dedic¨® un poema: ¡°Madre nuestra, panal, vena de fuego, / amapola del h¨¦roe, guerrillera¡¡±. En aquellos a?os cuarenta, cuando los sucesivos intentos por reconstruir el partido en el interior de Espa?a y forjar una resistencia a la dictadura ¡ªtambi¨¦n desde el maquis¡ª naufragaron ante una represi¨®n implacable, muchos comunistas se situaron dignamente ante los pelotones de fusilamiento invocando a Pasionaria. El 15 de febrero de 1946, unos d¨ªas antes de ser ejecutado en Carabanchel, Cristino Garc¨ªa Granda, h¨¦roe de la Resistencia francesa, escribi¨®: ¡°Tu nombre, que es admirado y querido por millones de espa?oles, es nuestra bandera¡¡±.

La Guerra Fr¨ªa origin¨® la proscripci¨®n del PCE en Francia en septiembre de 1950 y los ¨²ltimos procesos del estalinismo en Europa oriental afectaron incluso, de manera indirecta, a Irene Falc¨®n, una de las personas m¨¢s pr¨®ximas a Dolores Ib¨¢rruri. En 1956, tres a?os despu¨¦s de la muerte de Stalin, el ¡°informe secreto¡± de Nikita Jrushchov en el XX Congreso del Partido Comunista de la Uni¨®n Sovi¨¦tica (PCUS) acerca de los cr¨ªmenes del l¨ªder revolucionario conmocion¨® al movimiento comunista internacional, que hasta entonces hab¨ªa venerado su figura. Pasionaria fue la primera dirigente del PCE que lo ley¨®. Fue en septiembre de 1968 (durante la importante reuni¨®n del Comit¨¦ Central que ratific¨® la condena de la invasi¨®n de Che?cos?lovaquia por las tropas del Pacto de Varsovia) cuando expres¨® su opini¨®n sobre aquel documento con mayor crudeza: ¡°Para m¨ª fue ¡ªcomo dicen las mujeres en nuestro pa¨ªs¡ª ca¨¦rseme los palos del sombrajo¡¡±. Desde 1956 jam¨¢s volvi¨® a citar a Stalin, ni en sus discursos p¨²blicos ni en sus art¨ªculos.
En junio de aquel a?o el PCE lanz¨® su Pol¨ªtica de Reconciliaci¨®n Nacional, que a partir de los a?os sesenta le permiti¨® convertirse en el ¡°partido del antifranquismo¡±. Con Santiago Carrillo como secretario general desde diciembre de 1959 y Dolores Ib¨¢rruri como presidenta, los comunistas tuvieron un papel decisivo en la creaci¨®n y estructuraci¨®n de las Comisiones Obreras, en las luchas estudiantiles, en las reivindicaciones del movimiento vecinal, en la alianza con los sectores cat¨®licos que se desgajaban de la base social de la dictadura y en la atracci¨®n de profesionales, sectores de las clases medias e intelectuales al largo combate por la libertad. ¡°No habr¨¢ fuerza humana que pueda impedir el restablecimiento de la democracia en nuestra Espa?a¡±, proclam¨® Pasionaria en Roma el 14 de diciembre de 1975 ante Enrico Berlinguer, secretario general del PCI, y las 20.000 personas que llenaban el palacio de los deportes con motivo de su 80? cumplea?os.

Muerto Franco, a¨²n debi¨® permanecer un a?o y medio m¨¢s en Mosc¨², con la angustia de morir en el destierro. Regres¨® a Madrid el 13 de mayo de 1977, cinco semanas despu¨¦s de la legalizaci¨®n del PCE aquel ¡°S¨¢bado Santo Rojo¡±, y su figura qued¨® estampada en algunas de las im¨¢genes ic¨®nicas de las Cortes que aprobaron la Constituci¨®n de 1978. M¨¢s de 200.000 personas asistieron a su funeral el 16 de noviembre de 1989, siete d¨ªas despu¨¦s de la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn y dos a?os antes de la extinci¨®n de la URSS.
¡°Ser comunista¡±, expres¨® Dolores Ib¨¢rruri en 1947, ¡°no significa solo defender en primer lugar los intereses de la clase obrera y de los campesinos. (¡) Significa luchar por los derechos y la igualdad social de la mujer y contra las trabas feudales y prejuicios que han hecho de la mujer a trav¨¦s de los siglos no solo la esclava de la sociedad, sino la esclava del ego¨ªsmo de los hombres¡±. A pesar de que incluso en los ¨²ltimos a?os de su vida rechaz¨® definirse como feminista, con su defensa permanente de la igualdad de derechos fue una pionera del feminismo en Espa?a. ¡°Pasionaria se dedic¨® en cuerpo y alma a la politizaci¨®n activa y consciente de las mujeres y leerla desde el feminismo es fundamental porque, simple y llanamente, sin ella hoy yo misma no estar¨ªa aqu¨ª¡±, ha se?alado recientemente Irene Montero, ministra de Igualdad.
Dolores Ib¨¢rruri simboliza la historia ya centenaria del Partido Comunista de Espa?a. Rafael Alberti, Lina Odena, Marcelino Camacho, Julio Anguita, Matilde Landa, Jes¨²s Monz¨®n, Paco Rabal, Horacio Fern¨¢ndez Inguanzo, Mar¨ªa Teresa Le¨®n, Juan Genov¨¦s, Juana Do?a, Tina P¨¦rez, Marcos Ana, Enrique L¨ªster, Sim¨®n S¨¢nchez Montero, Josefina Samper, Gerardo Iglesias, Juan Antonio Bardem, Domingo Malag¨®n, Juan Diego, Carlos Castilla del Pino, Elisa ?riz, Manuel Tu?¨®n de Lara, Virginia Gonz¨¢lez, Manuel Gerena, Antonio Gades, Aurora Picor?nell, V¨ªctor D¨ªaz-Cardiel, Yolanda D¨ªaz¡ La historia pol¨ªtica, social y cultural de Espa?a en el ¨²ltimo siglo no puede explicarse sin el hilo rojo del PCE.
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