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La escasez de componentes favorece la relocalizaci¨®n. Es ¡®Los lunes al sol¡¯ al rev¨¦s
A principios de la pandemia, en el primer semestre de 2020, Europa se dio cuenta de que no dispon¨ªa de ¡ªno fabricaba¡ª algunos de los productos estrat¨¦gicos para combatirla (mascarillas, respiradores¡). Ahora, los cuellos de botella de la log¨ªstica mundial sorprenden a Occidente con la escasez de miles de componentes de utilizaci¨®n cotidiana, y se manifiesta de repente su fragilidad econ¨®mica. Una mayor¨ªa de los bienes que se producen en el mundo lo hacen en muy pocos sitios, y a distancia de los mercados europeo y americano. La cuesti¨®n que se plantea es si se fue demasiado lejos en la deslocalizaci¨®n y en la desindustrializaci¨®n. Occidente se siente hoy inseguro.
La deslocalizaci¨®n es un concepto muy ligado a la globalizaci¨®n. El economista Branko Milanovi? ha hecho un balance de la ¨²ltima, en t¨¦rminos de ganadores y perdedores. Hay unos beneficiarios obvios: en 9 de cada 10 casos son ciudadanos de las econom¨ªas asi¨¢ticas emergentes, principalmente de China (la f¨¢brica del mundo), India (el laboratorio farmac¨¦utico del planeta), Tailandia, Vietnam, Indonesia, etc¨¦tera. Los ganadores de la globalizaci¨®n no son los ciudadanos m¨¢s ricos de esos pa¨ªses (que ya estaban antes en una posici¨®n muy alta en la distribuci¨®n del ingreso mundial); son las personas que est¨¢n en la media de la distribuci¨®n de su propio pa¨ªs, la ¡°clase media emergente del mundo¡±.
El contraste entre las dos clases medias, la de los pa¨ªses ricos y la de los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo, ilustra una de las cuestiones pol¨ªticas m¨¢s importantes de la actualidad: si las ganancias de las clases medias asi¨¢ticas est¨¢n relacionadas con las p¨¦rdidas de las clases medias y bajas en el mundo rico, y si el estancamiento de los ingresos y los salarios en Occidente es el resultado del ¨¦xito de las clases medias de Asia. La estructura social mundial tendr¨ªa ahora la forma de una ¡°S¡± recostada, la c¨¦lebre ¡°curva del elefante¡±.
La pel¨ªcula Los lunes al sol (2002), de Fernando Le¨®n de Aranoa, trata de la deslocalizaci¨®n de un astillero de una ciudad del norte de Espa?a a Corea del Sur. La deslocalizaci¨®n, en general, trasladaba las operaciones de una empresa a un pa¨ªs que presentaba condiciones m¨¢s favorables, porque los costes laborales eran m¨¢s bajos, pero tambi¨¦n por jornadas de trabajo leoninas, regulaciones laxas del mercado de trabajo, facilidades de producci¨®n (energ¨ªa, fiscalidad, seguros¡), log¨ªsticas y de transportes, y menor cuidado ambiental. Y en muchos casos, como el de China, por tener un desarrollo tecnol¨®gico adecuado a pesar de la utilizaci¨®n intensiva de mano de obra. En definitiva, se buscaba reducir todo tipo de costes, producir m¨¢s barato y poder vender los bienes (y servicios) a un precio suficientemente bajo para poder hacer frente a la competencia, cada vez m¨¢s agresiva.
Al menos desde el inicio de la Gran Recesi¨®n en 2008, las cosas empezaron a cambiar: en los pa¨ªses desarrollados los costes laborales se estancaron o bajaron, producto de la devaluaci¨®n salarial aneja a las pol¨ªticas de austeridad, mientras que China et alii comenzaron a subir los salarios, en muchos casos fruto del despertar sindical. Si a ello se le une la guerra comercial que ha implantado aranceles a numerosos productos, y el incremento de los precios de los fletes, a muchas empresas ya no les salen los n¨²meros para continuar la deslocalizaci¨®n, y han iniciado el camino opuesto: la relocalizaci¨®n al pa¨ªs de origen, o al menos el acercamiento a otros pa¨ªses.
Este cambio est¨¢ favorecido en algunos casos por las declaraciones de los gobernantes de los pa¨ªses occidentales, preocupados por la ausencia de industrias b¨¢sicas. De aqu¨ª sale el ¡°America first!¡± (?Am¨¦rica primero!) de Trump, que ha sido seguido por Biden: cuando los bienes se producen, se comercializan y se consumen en el pa¨ªs de origen ¡ªlo que mejora la econom¨ªa interna¡ª se da m¨¢s oportunidades a la protecci¨®n del medio ambiente y se evita el transporte de grandes distancias.
El tiempo dir¨¢ si la relocalizaci¨®n se generaliza y, sobre todo, si supone un paso atr¨¢s en la globalizaci¨®n, hacia un cierto nacionalismo econ¨®mico.
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